Dentro de los retos que debe abordar la ciudad contemporánea, los desafíos de índole económico suelen ocupar un puesto destacado por la magnitud e intensidad de sus impactos no solo en el ámbito productivo, sino también en el tejido social. La importancia de los retos económicos obliga a las ciudades a plantear actuaciones para adaptarse a ellos. El éxito de una estrategia urbana basada en la anticipación debe fundamentarse en la capacidad de reflexión e innovación de la sociedad urbana, es decir, del conjunto de las personas que configuran esa sociedad