El término “desarrollo sostenible”, acuñado, como es bien sabido, por el informe Brundtland en 1987, sobre la base de que "el uso actual de un recurso no debe comprometer su uso para las generaciones futuras", fue asumido por la Declaración de Río, en 1992, como el principio que debía presidir las actuaciones de desarrollo de los años sucesivos. Hoy muchos países han definido ya sus Estrategias nacionales de Desarrollo Sostenible, y la Unión Europea ha publicado la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible, sentando los principios que deben presidir las actuaciones de desarrollo.
Las nuevas preocupaciones sobre la sostenibilidad plantean también nuevos retos a los ingenieros civiles, cuya tarea está fuertemente ligada a la sostenibilidad. Retos para los que, en muchos casos, no están preparados. Esta comunicación analiza los puntos débiles y fuertes de la formación del ingeniero de caminos en relación con el nuevo paradigma de la sostenibilidad.