Las sociedades actuales, exigen de los ingenieros, una preparación y conciencia que contribuyan de manera eficaz a la solución de los problemas que hoy se enfrentan, y los que por desgracia son cada día más acuciantes. En nuestro contexto, el sector de los ingenieros presenta un divorcio o alejamiento con la sociedad y ha quedado a la zaga, en su preparación para responder a los retos planteados, tema que habrá de ser ya incluido en los planes de estudio y en la práctica profesional de las ingenierías, tomando más en cuenta, los impactos ambientales y sociales que provoca su actividad.