Septiembre 2008
Un descanso prometido, el Jesús de Verdad
En este número 1
Un descanso prometido, el Jesús de Verdad (Samuel Gil)
2
¿Malgastar el tiempo? (Lázaro Caravaca)
3
Incomunicación perfecta (Isaac Llopis)
4
Próximos acontecimientos
Samuel Gil Soldevilla Estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas
Los problemas me abaten, mi carga es pesada, sé que Jesús dice “los que estéis cargados, venid a mí y yo os haré descansar…”, pero me cuesta tanto… A veces no sé qué pensar. A veces esa carga pesa más que cualquier oferta de alivio. Pero en ese momento, me deslizo sobre mi cama. Necesito evadirme del mundo, busco refugio, busco el descanso prometido, deseo el alivio que casi he olvidado. Mi mente se traslada, imagina lo que un día llegará, viaja hacia un lugar perfecto, vuelo acompañado de un ser celestial… Aterrizo suavemente sobre un terreno puro, que emana luz, que irradia belleza. Hay gente que sonríe, que es feliz, que parece no cargar con peso. Me gusta este sitio, mi mente comienza a contagiarse de esta paz. Camino, veo familias unidas, juegan, se revuelcan y no discuten. Veo animales que no se preocupan de ser cazados, veo la naturaleza en su más alto grado de belleza, veo niños que no paran de correr, que no se cansan ni fatigan, que no flaquean ni caen. Veo… ¡Mis ojos se detienen! Comienzo a sentir, comienzo a vivir, comienzo a… uff… mi pesada carga, no está. De repente me invade una tranquilidad perfecta, todo lo que llevaba sobre mis hombros cae al suelo, desaparece. He encontrado refugio, he encontrado el alivio casi olvidado, he palpado el descanso prometido. Una sonrisa luce en mi cara, irradio paz, tranquilidad, mansedumbre, descanso, amor, verdad, pureza, santidad… Estoy ante el momento que siempre me han contado y que me costaba tanto de creer… veo… veo… estoy viendo la cara de Jesús.
Calahorra ¡Y
despierto! Mi mente vuelve a la cama sobre la que me había deslizado, pero, ahora no estoy preocupado, no hay carga que pese. Lo único que
PÁGINA 2
ahora siento de verdad, es que un día este sueño se hará realidad. Lo único que ahora sé es que veré la cara de mi Señor, la cruz de mi salvación… Sé que Dios es real, sé que Dios volverá, sé que ese maravilloso lugar está siendo preparado, para ti, para mí, por ti, por mí. Ahora debo contarte algo. Mientras eso llega, aquella frase de Jesús del comienzo de mi historia, que no te cueste… es cierto, sólo… imagina, conoce, muévete. Su palabra es verdad, es camino y vida. Jesús te hace descansar.
¿Malgastar el tiempo? Cierto día caí rendido de rodillas por el cansancio. Vacío y atormentado, una imagen vino a mi mente, un símil de lo que me ocurría: Lázaro Caravaca Bongiovanni Estudiante de Odontología León
La imagen era un recuerdo, un recuerdo muy simple, un pantalón que usaba de niño con un agujerillo en la tela. Un agujerillo que cuanto más jugueteaba metiendo los dedos en él, más grande se hacía. Creo que comprendí lo que me ocurría, tengo un vació en mi corazón, y que cuanto más lo intento llenar con banalidades, más se agranda y descose. Pero hay una costura que puede cerrar esta brecha, una costura que “casualmente” está hecha de los mismos hilos del alma. ¿Acaso sabéis vosotras cuál es esa costura y cómo poder tensar esos hilos para que no se sigan descosiendo? Y pensé cuanta gente hay que nota ese vacío, y lo intenta llenar… Y pensé también que quizá podríamos ayudar.
PÁGINA 3
Incomunicación perfecta En este planeta llamado Tierra viven todo tipo de criaturas, desde seres unicelulares sencillos como bacterias o protozoos hasta lo más complejo que Dios llegó a crear: el hombre. Sin embargo, hay algo común en todas las especies, la necesidad de comunicarse y relacionarse con otros seres de su especie, ya sea para procrear como para sobrevivir. Las bacterias y otros microorganismos necesitan el empuje hidrodinámico generado por los vecinos para desplazarse en busca de nutrientes o para huir de regiones que no les son favorables para desarrollarse. El resultado es un desplazamiento colectivo, se mueven más rápido gracias a que colaboran, se ponen de acuerdo para llegar al mismo fin y eso les es muy beneficioso a todos. Isaac Llopis Fusté Doctor en Física Barcelona
Los pájaros y los peces se comunican a través de señales químicas, llevando a la formación de grupos que se mueven al unísono, como los bancos de peces, que es un ejemplo maravilloso, de lo mejor que nos ofrece la naturaleza. Nosotros, como animales que somos, también tenemos la necesidad de comunicarnos con los demás, en general no podemos nadar solos toda la vida. Dios nos creó colectivos, creó la pareja, de ella nace el concepto familia, y de allí crecen multitud de círculos concéntricos en los que se distribuyen diferentes tipos de amigos y conocidos: el amigo de toda la vida, los compañeros de trabajo, los vecinos y colegas del barrio, o la mujer que vende aceitunas en el mercado y que a veces grita demasiado. Dios también creó las Iglesias, como lugares de comunicación entre los creyentes, y nos dio el ejemplo de Jesús, que no dejó de comunicarse con sus semejantes, fuera quien fuera, y que sufrió el silencio de los que le rodeaban. A pesar de haber sido creados colectivos, en muchos casos, seguimos nadando solos, vemos una cara conocida por la calle y miramos al infinito, disimulamos, nos encerramos en nuestra propia individualidad nos da miedo o vergüenza enfrentarnos a lo desconocido. Cada vez nos comunicarnos menos, día a día somos más individuos pero menos personas. ¿Y esto nos conviene? ¿Es saludable? En el mundo occidental, básicamente, ya nadie confía en nadie. Ejemplo: te para una persona por la calle y rápidamente palpas tu cartera para prevenir un posible hurto. Hay multitud de tópicos: cuando un chico habla con una chica es que quiere sexo con ella; un desconocido, por definición, no va a ayudarte. Desconfiamos constantemente,
PÁGINA 4
intuimos que nos van a herir, y lo hacemos mayormente juzgando el aspecto físico del otro, y si la pinta no es mala... es que esconde algo, y más si su raza no es la mía, ¿no? Participa activamente en el boletín de AEGUAE. Escribe un artículo sobre lo que te interese, y manda un e-mail a isaacllopis@gmail.com
Desgraciadamente, es complicado confiar en este mundo. Piensas que una persona es ideal para confiarle parte de tu vida, y te decepciona profundamente. Con los años, tras varias heridas, eres incapaz de abrir nuevos círculos, te encierras en ti mismo y cada vez más, es un proceso irreversible en el cuál preferimos el silencio y la tranquilidad ante el ruido exterior, aún perdiendo esa maravillosa habilidad que nos dieron al crearnos y que otros animales sencillos siguen practicando, la de vivir en colectividad, ayudándose mutuamente para llegar a un lugar mejor. Vivimos todos nosotros en este mundo, cada uno con su carácter, edad, raza y sexo. En un mundo idílico nos ayudaríamos unos a otros para tirar adelante, porque estamos todos en el mismo juego, nacemos y morimos todos. ¿Por qué hemos escogido la rivalidad en vez de la cooperación? ¿Qué espíritu mueve esta competición absurda? ¿Por qué sucede esto incluso dentro de las Iglesias? Me parece surrealista, a estas alturas, tener que aprender de las bacterias. Somos alucinantes.
Próximos acontecimientos * Próxima convención AEGUAE
5-8 diciembre 2008
Lugar: Hotel Oasis Gandía Palace Temática: Teología de la Esperanza Ponentes: Antonio López y José Álvaro Martín * Oslo Student Conference
2-5 octubre 2008
Lugar: Universidad de Oslo e Iglesia Adventista de Ulsrud, Oslo (Noruega) Temática: Orientación en un mundo desorientado
* Congreso de jóvenes europeo
5-9 agosto 2008
Lugar: Centro de conferencias ICM, Munich (Alemania) Temática: Es tu turno (It’s your turn), trata sobre la amonestación de Pablo en el versículo bíblico 1 Timoteo 4:12.
AEGUAE Asociación de Estudiantes y Graduados Universitarios Adventistas de España www.aeguae.org info@aeguae.org © Design by: pedrAngular.com