PRESENTACIÓN DE LIBRO SONIDOS ANCESTRALES DE AMERICA LATINA EN EL PERÚ Américo Valencia Chacón Jueves 27 de Agosto de 2015 Escuela Nacional de Superior de Folklore José María Arguedas. Lima. Señores muy buenas noches. Nos convoca la presentación de un nuevo libro de investigación etnomusicológica: Sonidos ancestrales de América Latina. Nuevas interpretaciones publicado por el Grupo de Investigación en Etnomusicología del Circolo Amerindiano, Perugia, Italia con artículos de prestigiosos antropólogos, sociólogos y etnomusicólogos latinoamericanos provenientes de México, Argentina, Brasil, Trinidad Tobago y Perú. Es una gran noticia para la musicología o etnomusicología latinoamericana que publicaciones como ésta, propiciadas por los propios investigadores de diversos países latinoamericanos, se realicen. Y es mejor noticia aún, si la publicación cuenta con autores peruanos de prestigio como son el Dr. Román Robles Mendoza y el Dr. Amilcar Hijar Hidalgo, aquí presentes, ambos de la gloriosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es por esto que ante la invitación de mis dilectos amigos Román Robles y Amilcar Hijar para presentar el libro en el Perú, he aceptado con agrado este honor tal vez inmerecido, haciendo un alto a mi labor de investigación que últimamente he retomado con ímpetu, porque considero que esta noticia hay que celebrarla. Los investigadores de la música peruana debemos celebrarla juntos. Debemos celebrar esta publicación, primero, porque creo fehacientemente que ya en pleno siglo XXI, la situación de subordinación de la investigación etnomusicológica, y en general de las ciencias sociales en América Latina, respecto al primer mundo –Norteamérica y Europa no latina—debe cambiar. Yo, particularmente siento que los que realizamos labor de investigación en el Perú—y por extensión: en Latino América—debemos unirnos e imponer nuestros propios criterios, crear una escuela de etnomusicología latinoamericana que esté a la par de la etnomusicología del primer mundo, y donde podamos desarrollar nuestras propia teorías. Que al fin, no se nos considere más como simples acopiadores de datos, mientras que los investigadores norteamericanos y europeos realizan el trabajo intelectual de alcance universal con esos datos. Hasta hoy, a pesar de décadas de autocrítica de las actitudes neocolonialistas en el mundo académico mundial, persiste una ideología hegemónica proveniente de las metrópolis del primer mundo, Norteamérica y Europa, basada en el mayor poder que tienen como centros sobre la periferia, y que considera a los académicos afincados en las instituciones euroamericanas con mayor “autoridad científica”, por encima de los intelectuales locales llamados los “insiders” o “académicos no-occidentales”. En esta ideología subyace el discurso de que el principal propósito del académico latinoamericano debería ser el recoger datos, mientras que la interpretación de los mismos es prerrogativa de sus contrapartes primermundistas: “The Latin American scholar should be to gather data while the interpretation should be left to their American and European counterpart” (Javier León 1999). Sin embargo, estas “autoridades científicas” en muchos casos desarrollan una suerte de plagio solapado, citando apenas las fuentes primarias de información con notas al pie de página y paréntesis. Redactando sus textos de una forma que es imposible detectar cual es la 1