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EXPOrTACIONES DE ALIMENTOS, una receta que no 'cuaja'

Según los analistas, la devaluación del peso colombiano en más de 60% en lo corrido del año, es la oportunidad para que se aprovechen las exportaciones. Sin embargo en el sector de alimentos todavía no se le está “sacando jugo” a esta coyuntura.

Cuando el precio del dólar estaba rondando los $1.800, el sector productivo se preocupaba por la baja competitividad de sus negocios en el comercio exterior. Ahora que ese valor se ha disparado rápidamente y juega alrededor de los $3.000, hay sectores como el de alimentos que fueron tomados por sorpresa y no están “sacando provecho” a la situación tan deseada hace más de un año.

“El sector en algunos aspectos se puede beneficiar con este precio, porque obviamente exporta muchísimo. Pero de manera general se ve más afectado, pues la subida fue intempestiva y cogió a la industria en un momento en que apenas está asimilando los acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y Estados Unidos”, dijo al respecto Carolina Lorduy, directora de la Cámara de Alimentos de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi).

En lo corrido del año lo único que ha ganado el peso colombiano es el título como la divisa más volátil del mundo. Aunque todavía no ocupa el primer lugar como la más devaluada (en Latinoamérica la supera Brasil), su relación estrecha con el precio internacional del petróleo la ha tenido con muchos “ires y venires” ante la mirada atónita y expectante de inversionistas y empresarios.

“La tendencia hoy es la volatilidad. La verdad sea dicha es que no va a ser posible mantener un dólar estable por el momento, sobre todo por lo que está pasando en el mercado de China, que un día sube y al otro día cae”, afirmó José Manuel Restrepo, economista y rector de la Universidad del Rosario.

Las cifras de exportaciones no son las que se esperaban. Al mirar los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), de las ventas en el exterior del grupo agropecuario, alimentos y bebidas en toneladas métricas, se ve una disminución de 5,8% entre enero y julio de 2015, comparado con el mismo periodo del año pasado. En cambio, por el lado de las importaciones (también en toneladas), vienen aumentando: entre enero y junio estas crecieron 4,4% frente al mismo periodo de 2014.

Comportamiento del dólar entre Septiembre 16 de 2014 / 2015

Poca probabilidad de escasez

Uno de las preocupaciones con el aumento del precio del dólar y el incentivo que este da en teoría para vender en el exterior, es que pueda haber una situación de escasez de alimentos en Colombia. Sin embargo, ni la industria ni los productores agrícolas ven esto como algo probable.

Un elemento clave en esto es que gran parte de los insumos para el campo y para los procesos de transformación en las fábricas son importados, por lo que también aumentan sus costos a raíz de la subida del valor de la divisa estadounidense. Además en el sector de alimentos es especialmente difícil abrir nuevos mercados por temas de certificaciones y procesos sanitarios, son tareas que no se pueden hacer de un día para otro.

“La economía agrícola no ha funcionado. En términos generales se decía que con una devaluación de esta magnitud deberían haber aumentado las exportaciones y como vemos, se han caído. Con una situación de baja en el precio del petróleo y de mayor demanda de alimentos a nivel mundial, debería haber reaccionado también la formación de precios basados en dólares y tener más recursos los productores colombianos, pero tampoco ha sucedido. También debería haber trancado la importación de alimentos. No está funcionando todavía la economía agrícola porque estos efectos no son rápidos”, afirmó Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).

“Estas industrias también son negocios y sus directivos toman decisiones racionales. La teoría económica muestra que puede haber un incentivo a exportar en este momento. Puede que se decida aumentar las exportaciones de un producto que ya se esté vendiendo, pero eso no es tan fácil hacerlo. Lo que sí puede pasar es que haya un aumento de precios al consumidor porque el incremento de los insumos y las materias primas ha sido tal, que las industrias no pueden amortiguar esos costos”, agregó Lorduy.

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