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AgrOINDUSTrIA Y LáCTEOS, los que más beneficios tienen en zonas francas
Carnes, pescados, aceites, café y conservas, además de productos derivados de la leche, tienen beneficios espe ciales en el Régimen actual.
El impulso que le ha dado el Gobierno Nacional al desarrollo de las regiones, a través de su Plan Nacional de Desarrollo (PND), está ligado a los beneficios de los que actualmente gozan las onas Francas, las cuales se conocen como un área geográfica delimitada dentro del territorio nacional, donde se desarrollan actividades industriales de bienes y de servicios o actividades comerciales.
Son un instrumento de creación de empleo y también de generación constante de inversiones de capital, pues a convenir de muchas empresas, son una puerta abierta para los incentivos tributarios y aduaneros con una tarifa de renta de 15% (zonas francas declaradas después de 2012 son sujeto de CREE), y la no causación de pagos aduaneros como el IVA y el Arancel para las mercancías que provengan del exterior.
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Hasta el 2017 se pueden crear zonas francas uniempresariales en cualquier sector en los departamentos de Nariño, Huila, Caquetá, Cauca y Putumayo con una inversión de US$1 millón y la generación de 50 empleos.
De acuerdo con Julio Rodríguez, socio de Axel Partners, consultoría jurídica, desde 2007 existen en Colombia dos tipos de zonas francas, “unas son las permanentes o multiusuario, que son aquellas tipo parque industrial administradas por un usuario operador y donde se instalan varias empresas nuevas; las otras son las uniempresariales, en las que se da el reconocimiento de zona franca en cualquier lugar del país a una nueva persona jurídica para el desarrollo de un proyecto de inversión de alto impacto económico y social”.
Los proyectos que se puedan considerar agroindustriales tienen acceso a ciertos beneficios. Mientras en las zonas francas uniempresariales de bienes se requiere una inversión superior a los US$30 millones y la generación de al menos 150 empleos, en las zonas francas uniempresariales agroindustriales se requiere de una inversión de US$15 millones.
Para los efectos del régimen franco se consideran proyectos agroindustriales los que se enmarquen dentro de los subsectores de biocombustibles; carnes y pescados; aceites y grasas, animales y vegetales; café y trilla; legumbres y frutas preparadas o en conservas, té, sopas, caldos, vinagre, salsas y levaduras.
Y para dinamizar aún más la industria de alimentos y bebidas, además de lo anterior, para el sector de lácteos se puede solicitar la declaratoria de una zona franca cuando se vaya a realizar una inversión de US$1 millón y se creen 50 empleos, escalonados en el tiempo.
“Si estos montos son altos para la actividad que se desarrolla, la otra opción es ubicarse en una zona multiusuario donde los requisitos para obtener la calificación como usuario industrial son mucho más bajos y dependen del nivel de activos con los que la nueva empresa pretenda ingresar a la zona franca. Además, en ellas se pueden generar proceso muy interesantes de encadenamientos productivos”, concluyó Rodríguez.
Cali y Medellín, regiones que progresan
En el occidente colombiano, la zona franca del Pacífico cuenta con 39 empresas, de las cuales ocho, que han legado en lo corrido de 2015, pertenecen a los sectores de alimentos, empaques y logística. Aquí, hay una empresa de dulces que se está preparando para exportar desde esta locación, pues ya está construyendo en tres lotes su planta manufacturera.
Así mismo, una de las empresas de alimentos que ha sabido aprovechar los beneficios y oportunidades que ofrece una zona franca es la compañía Colombina, que en el 2010 recibió la declaración en el parque industrial El Paraíso, del municipio de Santander de Quilichao. En estas instalaciones, la empresa fabrica sus galletas, pasteles y barquillos, Wafer Bridge, Crakeñas, Piazza, Ponky, Brinky, Capri, Moments, Galletas Muuu, entre otras, que ofrecen a sus consumidores en más de 30 países.
En Antioquia, Zofiva, por su parte, es el único proyecto de zona franca que sigue en pie, de los 16 que en algún momento se propusieron para Medellín. Su gerente, Claudia Marcela Suárez, proyecta a 5 años el poder albergar más de 80 empresas, que generarían unos 1.200 puestos de trabajo. En esta región se destaca el interés de empresas agroindustriales por la cercanía a la zona cafetera del Suroeste y de frutas y hortalizas de Oriente; además de estar en la región que más trigo procesa en Colombia.
Razones para estar en zona franca
1. Estar cerca a sus proveedores.
2. Tener la materia prima y encadenamientos productivos a la mano.
3. Poder aumentar la cobertura de clientes.
4. Ubicación estratégica en puertos, en caso de ser altamente exportador.