Jaén-Campo de Oro Septiembre 2020
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NuestroPatrimonio
Castillo de Arjonilla TROVADOR DE LA HISTORIA DE LA VILLA DE ARJONILLA n tierra de notables canteras de arcilla se extiende una for taleza en piedra que consti tuye un signo de identidad para pro pios y extraños. Apodado “del Trovador Macías” es el castillo de Arjonilla una fortaleza que hunde sus trazas tras la conquista castellana, quizás obligado por un primitivo asentamiento rural islámico, ejem plificada en los albores del siglo XIV bajo signo polioercético calatravo, al amparo de una Orden que se erigió en guardia y custodia de la frontera castellana en tierras del Alto Gua dalquivir. La historia de Arjonilla, como nú cleo urbano, va directamente ligada a la de su castillo. Los orígenes del actual municipio tienen en el castillo un precedente muy significativo que, no empañando los antiguos asenta mientos postimperiales como el de “Las Herrerías”, se remontaría pro bablemente a las postrimerías del si glo XIII. A falta de un registro ar queológico que demuestre lo contrario, las fuentes documentales, islámicas o cristianas, no recogen alusión alguna a esta fortaleza hasta bien consolidada la conquista caste llana. Su ausencia se demuestra en la nula referencia a castillo, medina o alquería islámica en acontecimientos his tóricos tan loables como: la conquista de Arjona por Fernando III (1244), la concesión de Arjonilla al arcediano de Úbeda, Gonzalo Pérez, por parte de Sancho IV (1282) o su posterior venta a Arjona en 1293. La fortaleza arjonillera actual es fruto de varias fases constructivas que han ido mo delando una estructura defensiva entorno a una primitiva torre de planta rectangular que, levantada sobre zócalo de piedra, en tres cuerpos se eleva imponente hasta los
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diecisiete metros de altura con fábrica de si llarejo sobre la cual se anexionan lienzos de muralla, con sus pertinentes adarves y al menas, que conforman los principales ele mentos arquitectónicos del castillo, ofre ciendo una traza poligonal irregular para un conjunto defensivo netamente marcado por el sistema constructivo de mampostería cris tiana. De una visita al presente espacio de fensivo se pueden observar algunas estruc turas emergentes entre los muros perimetrales que contextualizan distintas
Antonio Salas Sola Historiador del Arte y Gestor Cultural
construcciones derivadas, en parte, de la funcionalidad, defensiva, ad ministrativa, residencial, religiosa e incluso necrópolis, que la fortaleza desarrolló desde finales del siglo XIV hasta finales del siglo XIX cuando, de la mano del arjonero Manuel Vicente Parras, sufre una restauración que será el preámbulo de una serie de actuaciones llevadas a cabo en el siglo XX que ayudaran a consolidar el aspecto actual que presenta el castillo. Es la torre el elemento defensivo más notable de este castillo, no solo por su bella factura, sino por los he chos y leyendas que, se narran, su cedieron en su interior y que ten drán como principal protagonista a Macías “el Enamorado”, poeta es pañol, oriundo de Padrón, munici pio gallego de la comarca del Sar. Las hazañas de este trovador en la villa de Arjonilla se ciñen entre las postrimerías del siglo XIV y los al bores del siglo XV. Estas tienen como escenario las defensas del castillo y como protagonistas prin cipales al propio Macías y Doña El vira, esposa del hi dalgo Hernán Pérez de Vadillo. El drama amoroso de Macías no pasó desaper cibida a los ojos de la litera tura del Siglo de Oro, Lope de Vega, entre otros, haría re ferencia en su drama “Porfíar hasta morir”.Ya en el siglo XIX Mariano José de Larra inspiró parte de su literatura dramática en la figura de Ma cías, especialmente en “El Doncel de Don Enrique el Doliente”, obra que aún, en