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Cicloturismo histórico Sierra de El Perdón, por José de Pablo

CICLOTURISMO HISTÓRICO

La siempre espectacular Sierra de El Perdón

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Regresar a esta impresionante cordillera con nuestra fiel e inseparable bicicleta, y salir victoriosos, es algo muy grande...

Lo primero, he de decir emocionadísimo, que ¡he logrado volver! Por desgracia ya llevaba algún tiempo sin visitar la Sierra de El Perdón, y no os podéis ni imaginar, queridos amigos, cuán importante era esto para mí.

Os voy a ser muy sincero sobre esta pequeña gran odisea, no voy a negar que me daba algo de miedo llevarla a cabo ya que, como he dicho, hacía demasiado tiempo que no asomaba por este mágico territorio, y eso me generaba ciertas dudas, por fortuna disipadas sobre la marcha.

Porque ese miedo, esas dudas, no pueden, ni deben pararnos, esto era algo que tenía que hacer, que debía hacer... ¡Y ya está hecho!

Y añadiría más, esto es algo que cualquier biker que se precie debe de hacer de cuando en cuando como si de una peregrinación a la tierra prometida se tratase.

Como podéis comprobar, esta es una montaña a la que profeso gran admiración, casi veneración podría decirse, pero también a la que guardo un reverencial respeto. Por dichos motivos, regresar a esta impresionante cordillera con nuestra fiel e inseparable bicicleta, y salir victoriosos, es algo muy grande.

Con este monumental reto crecerá en nuestro interior ese poderoso espíritu de aventura que debe ser el pilar básico de la vida de todo buen biker cicloturista, y que nos hará lograr cualquier cosa que nos propongamos.

Para mi absoluto regocijo, ese poderoso espíritu seguía ahí dentro, latente, aguardando paciente que se volviera a activar, consiguiendo de esta manera, volver de un modo triunfal a este imponente territorio. La constante lucha contra la montaña, que no te da tregua si aspiras a conquistarla, sabiendo que tendremos que dejarnos el alma en sus intimidantes rampas, metro a metro, palmo a palmo, agarrándonos con fuerza a la bici y dándolo todo.

Es cicloturismo épico; es de locos, pero bendita locura.

Cualquier opción de ascensión, como es lógico, conllevará su importante cuota de sacrificio, pero no cabe duda que obtendremos una gran recompensa.

Ruta desde Adiós

A modo de observación, os diré que una de las rutas que más me agradan es la que sube desde el pequeño municipio de Adiós. Lo cruzamos de abajo a arriba, y seguimos la pista todo recto sin desviarnos en ningún momento: no tiene pérdida y solo tendríamos que preocuparnos de vencer sus temidas pendientes, que ya de por sí, es bastante.

La descomunal Sierra de El Perdón son palabras mayores, pero ¡querer es poder!

A sus imponentes montes, con un terreno durísimo hasta alcanzar sus cimas, en esta época de año se le añade un frío intenso, y en su cima, casi con total seguridad, un viento gélido que nos puede dejar helados.

Por muchos calores que pasemos en su dura ascensión, que los pasaremos, convendría ir muy bien abrigado, vamos a sudar de lo lindo, pero no debemos descuidarnos que todavía nos queda la vuelta, y se nos podría hacer eterna con el cuerpo tocado.

Eso sí, una vez arriba, disfrutaremos de impactantes vistas en todos los sentidos que dejan a uno sin aliento. Unos paisajes de ensueño, junto con el contrasentido de sentirte grandioso al hollar sus cimas, y a su vez pequeño e insignificante ante tanta inmensidad. ¡Una sensación única!

Esa sensación de libertad, de poderío, de sentir que estamos donde debemos estar, esa cálida sensación no se cambia por nada.

Doblegar la montaña y asomarnos al mundo para gritar a los cuatro vientos, aquí estamos, ¡hemos regresado!

Esta impresionante muralla montañosa divide en dos esta parte del territorio navarro, haciendo de frontera natural, por un lado hallamos la cuenca de Pamplona, y por otro nuestro querido y esplendoroso valle de Ilzarbe - Valdizarbe, con la siempre bella Tierra Estella al fondo.

Es una gozada llegar a la cima, divisar embelesado ambas vertientes, disfrutando de sus inconmensurables vistas, incluidos los poderosos Pirineos dejándose ver en la lejanía. ¡Se pone hasta la piel de gallina de la emoción!

Ya que estamos aquí, permitámonos el pequeño lujo de pedalear tranquilos por sus cimas, sin prisa. Hemos logrado llegar, y ahora vivamos tan preciado momento como se merece.

Conquistas como esta, logradas con pundonor y noble esfuerzo, quedarán grabadas para siempre en nuestra retina biker, y cómo no, en nuestro corazón.

Y para regresar a casa como colofón final, tras una jornada inolvidable, no podéis dejar pasar la oportunidad de transitar por el legendario Camino de Santiago Francés, que cruza estos montes, y pese a la rudeza pedregosa del propio camino por estos lares, te envuelve con dulzura en su mágico manto. Aquí, mientras desciendes la montaña en busca del final de la gloriosa jornada, sientes cosas que no se pueden explicar. Esto es la magia del camino; solo tenemos que dejarnos llevar, e intentar absorber toda la fuerza que emana del lugar, que es mucha... La verdad sea dicha, ¡un lujazo! Esto es #deporteypasión.

Palabra de biker.

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