Victoria Bouvier
¡PALABRAS MÁGICAS! Cuentos para niños a través de Ho'oponopono
«¿Mi vida? Las emociones de la infancia están en mí. Yo… no he salido de ellas». Federico García Lorca
INTRODUCCIÓN
Alguien me dijo una vez... «Sé tú misma», pero me parece que no me lo creí. ¿Cuántos son en realidad lo que querían ser?... ¿Quién se animó de verdad a ser él mismo? Estamos llenos de falsas creencias sobre no sotros mismos, somos en efecto un conjunto de creencias que hemos vivido y aceptado como tal en todo el transcurso de nuestra vida, pero... ¿cómo cambiar eso? Mirando dentro nuestro... no hay más, en nosotros mismos está todo, las pre guntas y las respuestas, todo, y nuestros espejos, (las personas que tenemos cerca) no hacen más que dar ese reflejo de lo que somos, y muchas 15
veces no vemos que, gracias a ello, podemos des cubrirnos o redescubrirnos a nosotros mismos. No somos más que niños no atendidos, moles tos, rabiosos, abandonados, rechazados, heridos... Parece duro, pero hubo algún momento en la vida de cada uno, en la que todos, en mayor o menor medida, nos sentimos así, hasta los padres más amorosos del mundo algún día se olvidaron de arropar a su hijo, porque seguramente más de uno fue criado por padres que a su vez también tiene dentro un niño al que aún tienen que escuchar, darle amor y cuidarlo; sí, cuidarlo y amarlo. Nunca es tarde, nuestro niño, quien de ver dad somos, aún vive en nosotros, sus emociones y sentimientos esta allí, más o menos guardados, pero viven y luchan por salir, por ser escuchados, por ser quien realmente vino a ser... Y cuando conectamos por fin, entendemos muchas co sas, entendemos cuánto tiempo pasamos sin ser quienes somos, cuántas risas se quedaron en el cajón, dándole lugar a la preocupación del día a día, a la rutina, al trabajo, al disimular una cara, al intentar ser muchas veces quienes en verdad no somos ni queremos ser. 16
Tardé mucho tiempo en entender lo poco que yo tengo que enseñarles a mis hijos, que ellos con una sonrisa devuelven la mía, que ellos ya lo sa ben todo, que solo tienen que seguir su camino escuchando su corazón, que él los llevará adonde tengan que ir o estar, que nada les hará más feliz que hacer lo que vinieron a ser. Queda intentar, siempre queda el reencuentro con uno mismo, con mucha fuerza e intención, rescatarse y ser, recordar las risas, el ruido de la risa que es tan sanador, nuestra propia alegría mu chas veces olvidada. Nuestras ganas, el empuje, la imaginación y la creatividad, lo nuevo y lo espe cial, el encanto, la fantasía y la aventura No te olvides nunca de recordarte y, si es posible, rescata ese sentimiento, el que sea que hayas apartado por miedo, por dolor, por angus tia, por pensar que no serías capaz, por olvidarte simplemente de qué era lo que más te gustaba en el mundo, no lo que te convenía ni lo que querían los demás, lo tuyo, profundamente tu voz, únicamente tu ser. No quiero que mi niña se quede en aquella casa, allá lejos, la quiero tener cerca, aquí con 17
migo, ayudando en mi día a día, participando en mis decisiones, poniendo una lágrima o una sonrisa sin miedo ni vergüenza, una palabra que necesite salir, un enojo que no pueda disimular, una opinión que no deba callar, se lo debo, te debo; un grito a tiempo, unos cuantos caprichos, un llanto contenido, una alegría no celebrada, una despedida no llorada, con lágrimas y voz. Un niño tiene un tesoro en su alma intacto, puro, único, lleno de sueños… Despertemos, y volvamos a ser niños otra vez, pero ¡para siempre!
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«Nosotros estamos aquí solamente para traer paz a nuestra propia vida, y si traemos paz a nuestra propia vida todo a nuestro alrededor encuentra su propio lugar, su propio ritmo y paz, y eso es todo lo que es el “Ho’oponopono”». Mornah N. Simeona
«HO’OPONOPONO»
Qué es y para qué sirve
Conocí «HO’OPONOPONO» a través de una amiga muy especial, de una hojita de mi árbol, como diría ella. Mi búsqueda de respuestas a mu chas cosas que pasan en la vida llegó en un mo mento no casual, llegó en el momento perfecto, tal y como se diría en «Ho’oponopono». «Ho’oponopono», tal y como la definición lo describe en cualquier búsqueda, es un arte o tradición hawaiana dirigida a la resolución de problemas interpersonales, basada sobre todo en la reconciliación y el perdón con uno mismo. 19
Para mí es bastante más que un poder de sanación emocional y un método ancestral, es una forma de sentir e interpretar nuestros pensamien tos, y generar así una realidad mucho más conecta da con nuestro ser, con nuestra verdadera esencia. «Ho’oponopono» tiene en su técnica la clave de hacernos cargo, hacernos responsables de nues tros propios actos, de nuestras propias decisiones, entender así que no hay nadie fuera haciéndonos nada, sino que solo son espejos a través de los cuales podemos vernos a nosotros mismos y aprender o recordar lo que vinimos a hacer. La práctica de «Ho’oponopono» es muy sen cilla, a través de mantras podemos conectarnos con nuestro ser, dejar de lado los pensamientos que muchas veces nos invaden sobre el pasado y el futuro y mantenernos en el hoy, en el momen to en que estamos, nos vuelve un poco a nuestra verdadera naturaleza. Hay muchas palabras en la técnica actual. «Gracias», «Por favor», «Perdóname», «Lo siento» y «Te amo», quizás sean las más conocidas, pero también hay otras como «Hielo azul», «Verde esmeralda», «Gotas de rocío» y muchas más, se 20
trata de repetirlas mentalmente, de aquietar la men te, no darles fuerza a los pensamientos negativos y, por tanto, atraer paz, armonía y presente, estar en él y conectar con nuestra esencia divina, elevando así nuestra vibración. También hay otras formas de limpieza de mente y de conexión, aunque las pa labras son una fuente inagotable de sanación. Pero no son solo mantras, es también una filosofía de vida, es actuar desde el amor a uno mismo, y no desde el temor a lo que hay fuera de nosotros. Mornah Simeona, quien actualizó la filosofía ha waiana, nació en Hawái a principios del siglo XX, y la adaptó para que muchos centros de salud y tera peutas hasta hoy en día se pudieran basar en sus en señanzas. Fue reconocida como KAHUNA («Ka» significa Luz, y «HUNA» secreto), en inglés «Kahu na» se traduce como «chamán», «sacerdote», «exper to en sanación con vínculos místicos» o «líder espi ritual», ella difundió la técnica dando conferencias y seminarios y fue invitada a enseñar este método a las Naciones Unidas, a la Organización Mundial de la Salud y a otras Instituciones Científicas. Ella decía: «Limpia, borra y encuentra tu propio paraíso. ¿Dónde? Dentro de ti mismo, pues en el 21
momento en el que empiezas tu limpieza con “Ho’oponopono”, le das permiso a la divinidad para que resuelva tus problemas, porque abres las puertas a la fuente divina para que fluya a través de ti». También dijo: «Somos la suma total de nues tras experiencias. Nuestros miedos son recuer dos del pasado, y las emociones están ligadas a estas memorias». Por eso, si se trata de limpiar memorias, creen cias limitantes y bloqueos que no nos permitan ser, «Ho’oponopono» es una herramienta maravillosa que comparto, porque a mí me ha servido mucho. El Dr. Ihaleakala H. Len (discípulo de Morna Simeone y Maestro de la técnica), quien además de chamán y educador, asumió como psicólogo terapeuta en un pabellón de enfermos mentales de un centro hospitalario en Hawái, ayudó a es tos pacientes a mejorar sin verlos, y sanando a través de él repitiendo mantras como «Lo sien to», «Te amo» cientos de veces, para limpiar en él esa realidad creada, y para que el resultado obre en todo el entorno. Afirmó que la total responsabilidad significa ser 100% responsable de todo lo que está en tu vida y en tu camino. 22
Él decía: «Cuando te amas a ti mismo, te mejo ras a ti mismo y, por ende, mejoras tu mundo y todo lo que te rodea». Recomiendo leer libros sobre esta técnica y adentrarse en su filosofía. La responsabilidad de nuestros pensamientos, la constancia en la prácti ca a través de los mantras y el soltar las expectati vas con los resultados, quizá sean de las cosas más difíciles de llevar a cabo, pero son posibles. Los cuentos que en este libro he escrito son a través de mantras de «Ho’oponopono» que conectan a nuestro niño interior y con no sotros mismos, para que así podamos volver con esa parte nuestra olvidada, y enseñar a los más pequeños a que no se desconecten de ella porque es lo que son, lo que somos. ALGUNOS MANTRAS DE «HO’OPONOPONO» Además de «GRACIAS», «LO SIENTO», «POR FAVOR, PERDÓNAME», «TE AMO». (Para repetir sin expectativas y desde el amor)
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«HIELO AZUL», «VERDE ESMERALDA», «LLAVE DE LUZ», «GOTAS DE ROCÍO», «AGUA DE LA VIDA», «INFINITO», «FUENTE PERFECTA», «TIRO DEL TAPÓN», «GOMA DE BORRAR», «PAPEL PARA MOSCAS», «COL OR BLANCO», «YO SOY EL YO», «LA PAZ DEL YO», «ÍNDIGO», «HAWÁII», «LLOVIZ NA», «COLIBRÍ». Y las palabras que pienses que creen magia en tu ser y quieras repetir, también serán magia, porque las palabras mágicas son mágicas porque se repiten con amor y son herramientas de paz. Algunas inventadas: «CORAZÓN PROFUNDO» (Astor), «ABRAZO CALENTITO» (Mía), «DIAMANTE ROJO» (Pol), «TARRO DE MIEL» (Eli), «ÁNGEL MÍO» (yo). ¿Y tú? ¿Cuál te inventas?...
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«Lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre». Jean-Jacques Rousseau
CARTA A MI NIÑA INTERIOR
Si pudieras escucharme, que sé que me escu chas, si pudieras leerme, que sé que me lees, te diría muchas cosas, quizá no sabría por dónde empezar, porque no sé muy bien cuando em pezaste a sentir, pero sé que has sentido todo, y por ese sentir es por el que hoy te abrazo. Te abrazo con fuerza porque sé que lo necesitaste, y te digo: «No estás sola, porque no lo estás ni lo estuviste nunca, quizá te faltó reír, quizá te faltó llorar, pero sí sé que aquí es toy para que puedas hacerlo». Estos cuentos también son tuyos, quiero que sigas siendo niña, que te diviertas y que imagines 25
«Palabras mágicas» son relatos para niños escritos con el alma de un niño, en su ser y en su historia, a través de ellos podemos ayudar a que conserven su esencia, que se identifiquen y les ayude a no perder la ilusión de ser quienes vinieron a ser a este mundo. En este libro encontrarán cuentos que traen palabras con mantras del Arte Ancestral Hawaiano que es «Ho´oponopono». La repetición de palabras con alta vibración les ayudará en su concentración, relajación y a animarles a sentirse bien sin dejar de ser quienes son en su interior. Para todos los que tenemos un niño en nuestra vida a quien amar y no olvidamos el que tenemos con nosotros mismos que también necesita amor, va dedicado éste libro.
ISBN 978-84-18996-146
9 788418
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