En ocasiones, personas que queremos mucho deciden que llega la hora de vivir en el cielo, pero no dejan de estar junto a nosotros. La protagonista de esta historia sabe que su abuelito vive en una estrella, por eso brillan tanto, e imagina la alegría que podría sentir su madre si pudiera subir con una escalera para abrazar a su padre, o la posibilidad de que algún día, cuando llegue el momento, el abuelo le hiciera un sitio en su estrella y que así pudiera disfrutar del tiempo que no estuvieron juntos en la Tierra. Le gusta mirar las estrellas e imaginar quién puede vivir en ellas. Y nunca se olvida cada noche de mirar la estrella que más brilla, para darle a su abuelito las buenas noches.
Cada familia, cada persona tiene sus creencias, pero nadie sabe qué ocurre tras la muerte. Nuestros pequeños, según vayan siendo mayores, lo entenderán de otra manera y cada uno lo aceptara según el camino que tome. Quiero dejar un margen para que cada familia transmita el libro según sus ideologías.
Es una historia real, d