La tía Charo
T ttó
Cerca de las montañas nevadas, entre el valle florido y el gran río sagrado, vivía un caballito muy juguetón, era muy pequeño y solo quería cantar, trotar y reírse, se llamaba Tottó. Vivía en una gran manada formada por sus padres, sus hermanos, sus abuelos, sus tíos y sus primos. Todos ellos formaban una gran familia feliz, viviendo en libertad.
Cada amanecer, cuando la manada galopaba bajo el sol, se mezclaban los brillantes colores de cada caballo y, desde lejos, parecían una gran nube de coloridos pompones marrones, beises, negros y blancos que subían y bajaban mezclándose entre ellos. Tottó era diferente, no brillaba, él era el único que tenía unas manchas negras sobre su opaca piel canela.
Tottó tenía cada día más y más manchas. Cada mañana, su mamá le observaba preocupada, creía que estaba enfermo, pero según pasaba el día, dejaba de preocuparse porque veía que Tottó tenía muchas ganas de jugar, cantar y trotar. Un día, la mamá de Tottó fue a ver al Anciano de la tribu para preguntarle qué podría ser aquello que le estaba pasando a Tottó. «Toc-Toc», llamó a la puerta del Anciano.
—¿Quién es? —preguntó el Anciano antes de abrir. —Soy Velusa, la madre de Tottó. Quería preguntarle acerca de él —contestó la madre. —Pasa y siéntate —le indicó el Anciano. El Anciano era el caballo más viejo y sabio de la manada, todos acudían a él cuando había algún problema que resolver.
ISBN 978-84-18942-02-0
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788418 942020
El pequeño Tottó era el caballo más pequeño de la manada; vivía feliz trotando por la verde y extensa pradera, sin darse cuenta de las misteriosas manchas que poco a poco iban oscureciendo su preciosa piel. Una noche de luna llena, el chamán de la manada, preocupado por Tottó, realizó una danza ritual dedicada a la Luna, para averiguar la causa de esas manchas y así encontrar una solución para poder eliminarlas.