entrevista
Rosario Ortega
OBRA EN CONSTRUCCION era la menor del clan Ortega, una de las cantantes que paso por la banda Entre Rios, la corista de Charly Garcia, la cara de alguna campaña de moda. Ahora a eso le sumo Viento y Sombra, su primer disco como solista, que llega justo cuando esta a punto de mudarse sola por primera vez a un hogar que, como a su disco, lo arreglo con su estilo tan personal. texto Melina Barrera
M
Fotos Felix Busso
PRODUCCION Andy Benegas
udanza: cambio de casa o habitación, generalmente con muebles y pertenencias. Traslado, mutación, variación. A veces, una mudanza implica previa obra. Obra: construcción o arreglo de un edificio o de parte de él. Objeto o trabajo de gran valor artístico. Algunas cosas requieren su tiempo. La decisión de mudarse, cambiar de casa. La construcción de una obra, de arte por ejemplo. De un disco, por ejemplo. Rosario Ortega está a punto de mudarse. Dejará, a los 26, la casa en la que hasta el momento de esta entrevista vivía con sus padres (si fuera necesario recordarlo, es la menor de los seis hijos de la familia de Ramón Palito Ortega y Evangelina Salazar). La independencia es hoy para ella una necesidad y, claro, un gran cambio en su vida. Y como si semejante movimiento no fuera suficiente, este cambio tiene como música de fondo las diez canciones de su primer disco que sale a la venta este mes. Un trabajo que empezó hace unos cuatro años, tiempo en el que sufrió, como toda obra, modificaciones en el proceso, parates y grandes transformaciones. Entre la mudanza y la salida de Viento y sombra, su disco debut, andaba Rosario en abril, justo antes de viajar a Miami -ciudad donde pasó los años más felices de su infancia- para acompañar en los coros
62
BACANAL mayo 2012
a Charly García. Así andaba, ajustando detalles de sus obras: pintura, pulido, orden, distribución de muebles, arte de tapa, show de presentación.. Y todo en busca de un mismo objetivo. La libertad total. construccion de un disco Hace calor para ser abril. Pero Rosario Ortega lleva suéter y toma té caliente. Está afiebrada porque se acaba de dar la vacuna para la gripe. No tiene margen para enfermarse por estos días. La salida de su primer disco y los trabajos de refacción en su nuevo hogar la tienen muy ocupada, aunque no estresada. Se la ve tranquila, transmite paz. Ese estado sereno que tienen las personas con la suerte de hacer lo que quieren, cuando quieren, sin que esto sea una actitud rebelde ni caprichosa, sino más bien un acto de honestidad con ellas mismas y con los demás. -Hace como cuatro años que se anuncia la salida de tu primer disco. ¿Qué pasó que se hizo esperar? -(Risas). Sí, por una cosa o la otra se hizo esperar. Y además, me tomé un tiempo para hacerlo. Después estuve buscando la compañía justa, y en el medio salió la posibilidad de cantar con Charly y tuve que parar un poco todo. Recién el año pasado retomé el trabajo. -¿Y después de tanto tiempo, es el mismo disco que planeabas o cambió en el proceso?