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Frases en la mano................................... 69 a
Balcei 196 julio 2021
#alcorisasaleunida
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frases en la mano Efecto mariposa
Y volví a los momentos en los que sus ojos enrojecidos, (ya no sabría decirte si a causa de la tristeza o de la ira) me atravesaban, porque así era él. No te miraba, él veía a través de ti, y tú solo podías esperar a que lo que hubiese en tu interior fuera de su agrado.
Hoy sé que solo eran segundos, segundos que en su día fueron como horas de agonía. Observando cada ola y destello que se formaba en aquellos ojos pardos que tanta admiración y terror ocasionaban en mí.
Volví a cuando mi corazón era encarcelado, latiendo desenfrenado, intentando romper los barrotes. A sentir cómo la ansiedad se tranformaba en una boa que a paso lento pero firme se iba enroscando a mi cuello dificultando mi respiración. Cada lágrima bajando por mi mejilla, a una lentitud casi dolorosa, dejando tras de sí un reguero de ardor y frío, un frío que no hacía más que desquiciar al bendito preso que lucha por su libertad, la cual sin remedio ha sido destruida.
Mi mente volvió a cada momento. Aquel beso bajo el primer albor del cielo de la ya entrada primavera, cada caricia que por efímera que fuera quedó impregnada en mi memoria solo por el hecho de ser suya, el estado de ataraxia pura que su presencia provocaba en mí, la ahora irónica idea de que ese amor era inmarcesible y la fuerza que cobraba esa promesa con los latidos de su corazón golpeando contra mi pómulo.
Y apartó la mirada, y con ella los recuerdos de este <<sempiterno>> romance. Se levantó y se volvió a sentar esta vez con la vela aromática de vainilla que yo tanto adoraba, entrando así en un ambedo del que aparentemente no tenía planeado salir.
Y entonces lo hizo, hizo lo que llevaba tanto tiempo rogándole que hiciera. Lloró, lloró como aquel niño que perdió su balón en la orilla del río, lloró de impotencia al ver algo tan a su alcance y a la vez tan fuera de él. Sin importarle el hachazo de hipocresía que él mismo se estaba suministrando por todas las veces que repetía lo débil que te hacía llorar, quizá lo decía más por él mismo que por mí. Pero así era él, luchaba por disfrazar de crueldad y rigidez el ser tan acendrado y a la vez tan frágil que en realidad era.
Desvié mi mirada hacia la ventana, apreciando el arrebol del atardecer mientras mis lágrimas acompañaban las suyas. Una parte de mí acepta el final de nuestra idílica historia, no obstante, otra mira ansiosa sus rosados labios, escucha el melifluo sonido de su entrecortada voz, sus ojos encuentran los míos creando un momento tan etéreo que resulta casi abrumador. Pero era nuestro momento, nuestro último momento.
Dos meses antes
Orien:
Tu tacto es frío, tu presencia distante. Sigo convenciéndome a mí misma de que los recuerdos del ayer serán los del mañana.
Me sigues mirando, de esta forma que ya se ha vuelto habitual en ti.
Tu tacto me congela, me congela de tal forma que me arde, me quema. Últimamente no tienes apetito, solo das vueltas a mi alrededor repitiéndome una y otra vez que tienes prisa.
Tu tacto ha desaparecido, ya no me tocas. El frío que antes sentía con tu roce ha sido sepultado por el ardor de su carencia.
Últimamente estás pálido, deberías salir más conmigo. Siempre te quedas en casa, esperándome en el portal.
Tu tacto es un recuerdo, un recuerdo en el que vivo para no perder la cordura.
Últimamente casi no estás, pero nunca te veo salir.
Por siempre tuya,
La nostalgia se acumula en mi interior amenazando con acabar conmigo. Tumbada sobre el césped, jugando con las gafas azules, disfrutando de la iridiscencia que estas provocan.
No lo estoy mirando, sin embargo, estoy totalmente sumergida en el melifluo sonido de su voz, mas no soy consciente de lo que ésta trataba de decirme. Mi mirada viaja al frente, donde me deslumbra la belleza del alba. Comienzo a pensar en la bonhomía que hizo que me enamorase del ser Andreea M. C. Ciancau. que tengo a mi lado, el pecado de emulación que cometí para que esos ojos pardos perdiesen su brillo, la rabia y tristeza de su mirada en la epifanía de la situación.
Cierro los ojos y vuelvo. Todos los ojos están sobre mí, felicitándome y entre el público él. Aplaudiendo visiblemente por puro compromiso, su mirada sobre el móvil en su regazo, su ceño fruncido. Observo sus pupilas dilatarse y moverse de forma alterna de un lado a otro de la pantalla. Con sorna, comencé a carcajear involuntariamente.
Ahí estaba él, entre todo el frenesí, es posible que ni siquiera sepa por qué están aplaudiendo todas estas personas, absolutamente inefable.
Sus ojos encuentran los míos, y este, al ver que le mantengo la mirada apaga la pantalla del dispositivo y esta vez mirándome comienza a aplaudir de nuevo, con un atisbo de sonrisa en sus finos labios.
A pesar de los aplausos, alcanzo a escuchar el sonido de su voz, acendrado, imperfectamente perfecto.
Vuelvo. Acaricio con mis dedos los pétalos escarchados de la rosa, finalmente la corto y coloco en el cesto junto con las demás. Para mi sorpresa, al girar sobre mí misma me encuentro con los ojos del pícaro, que me recibe con una cálida pero perdida mirada. Me giro de nuevo, volviendo ahora a la realidad. Observo las rosas, sus favoritas, ahora mustias marchitándose sobre el frío mármol, ya no huelen. Acaricio sus pétalos amarillentos, que ahora se tornan mostaza.
El cantar de los ruiseñores es mi toque de queda. En sus ojos se ilustran una despedida y una tardía disculpa. En contra de mis deseos, me alejo y caminando entre las lápidas dejo atrás a Orien, dejo atrás nuestra historia, dejo atrás lo que él era.
Andreea M.C. Ciancau
XIX Concurso literario IES Damián Forment 2º premio relatos cortos (2º ciclo)
Balcei 196 julio 2021
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MANUEL ESPALLARgAS FERRER Un alcorisano en la II guerra Mundial. Parte III
La batalla de Narvik, Noruega (abril de 1940)
INTRODUCCIÓN
A finales de 1939, Francia y Gran Bretaña por un lado y la Alemania de Hitler por el otro se vigilaban entre sí, esperando el primer movimiento. Muchos pensaban que no se iba a producir por la total inactividad bélica en tierra a la que se le conocería con el apodo de Drole de Guerre (Guerra divertida).
Al este, Polonia ya había sido invadida el 1 de septiembre de 1939 por el Tercer Reich con la colaboración de la Unión Soviética, destruida y dividida iba a ser la primera víctima del Tercer Reich que llevaría a Europa a la destrucción.
Por otra parte, los países neutrales como Noruega o Suecia veían movimientos peligrosos en los países de su alrededor, sabiendo que podrían ser arrastrados a un conflicto que no deseaban. La agresión rusa sobre Finlandia el 1 de noviembre de 1939 había hecho subir más la tensión en la zona, cabe destacar la heroica resistencia finlandesa al ejército rojo, sabiendo que no se iba a poder prolongar en el tiempo y que ello iba a provocar la intervención Franco-británica en ayuda a ese país, por lo que muy probablemente esta arrastraría a Noruega y Suecia.
Pero el principal motivo por el que temían verse involucrados los países escandinavos era un recurso natural codiciado por los países beligerantes que no era otro que las minas de hierro de Gellivara y Kiruna en Suecia, metal que era clave para la industria de guerra alemana, pero su salida natural al puerto sueco de Lulea, quedaba cerrado por los hielos durante 5 meses, por lo que una vía férrea de 35 kilómetros enlazaba con el puerto de Narvik, situado en el fiordo de Ofoty libre de hielos durante todo el año, por lo que el suministro del mineral al Tercer Reich se efectuaba por mar, surcando la red de fiordos, que permitía navegar a los mercantes alemanes en la seguridad de las aguas de un país neutral, y cuando salieran a aguas abiertas dispondrían de la protección de aviones y barcos hasta llegar a Alemania.
El puerto de Narvik al norte de Noruega iba a ser clave y si el bando aliado conseguía dominarlo le privarían a Alemania de tal preciado metal.
Entre los aliados había partidarios de intervenir en Escandinavia que creían ver ventajas con la acción, ayuda con hombres y material de guerra al pueblo fines, ocupar Narvik para cortar el suministro del mineral de hierro de las minas suecas, y a la vez desembarcar en Trondheim, Bergen y Stavanger, esperando que tendrían la simpatía y ayuda de Noruega y Suecia.
Por parte del III Reich había un grupo considerable de generales que creía la necesidad de contar con bases de submarinos y aviones en Noruega con un Hitler convencido, que los aliados planeaban también un ataque contra la península escandinava.
Con esta situación en que los dos bandos ponían sus miradas sobre Escandinavia, fue un barco mercante el “Altmark”, el que iba a ser el detonante de la batalla que se avecinaba. El Altmark, un barco mercante alemán, albergaba en su interior 299 marinos mercantes británicos apresados por el acorazado alemán “Graf Spee”, en sus misiones por el atlántico antes de ser hundido en el Mar de la Plata, en una persecución por destructores británicos. Cuando el mercante después de un largo viaje entra en aguas noruegas a la altura de Bergen, tenía que haber desembarcado a los prisioneros, según las leyes internacionales, y a pesar que los noruegos se interesaron por ellos, el capitán del Altmark negó su existencia a las autoridades y con la protección de dos torpederos noruegos, emprendía su viaje hacia el sur, dentro de aguas territoriales noruegas, varios destructores británicos le dieron alcance en el interior de un fiordo y consiguieron abordarlo, pese a las protestas de los comandantes de los torpederos noruegos, y liberar a los marinos británicos.
Este incidente puso la neutralidad de Noruega contra las cuerdas, ambos beligerantes habían infringido su neutralidad por lo que su destino estaba echado, Alemania estaba ultimando la ocupación de Noruega a la que se le llamaría Operación Weserubung y por otra parte los británicos preparaban sus planes para el desembarco de Narvik y otros tres puntos del mismo infortunado país.
Aviones alemanes en lago helado.
Balcei 196 julio 2021
#alcorisasaleunida
Cementerio francés de Narvik, donde descansan numerosos españoles.
NARVIk
Es una pequeña localidad portuaria, situada a más de 1000 km al norte de Oslo, capital de Noruega y cerca del círculo polar Ártico, esta situación geográfica la sitúa en primavera con largas horas de luz, y en invierno con oscuridad la gran parte del día, con frío extremo debido a su latitud, al ser una ciudad portuaria está condicionada por las inclemencias generadas por el mar (humedad, fuertes vientos que bajan las temperaturas y baja visibilidad producida por la bruma). Narvik está enclavada en un fiordo que es una penetración del mar en la tierra, caracterizada por laderas casi verticales. El acceso a Narvik por el mar, solo se puede hacer entrando por el puerto, y nada más avanzar unos kilómetros te encuentras con colosales alturas de piedra, este cambio de relieve en tan poca distancia, sitúa a las alturas en un lugar preferente que domina todo el fiordo. Moverse por aquellos parajes solo se podría realizar a pie, limitando los medios para avanzar.
ESPERANDO EL COMBATE
Los dos batallones de la 13ª Demi brigada de la Legión Extranjera Francesa, de los cuales la mitad eran españoles, esperaba en su base de Argelia las órdenes para partir, se rumoreaba que iban a ser enviados a la península Escandinava en defensa de Finlandia, tras ser atacada por la Unión Soviética (se podía dar la paradoja de que muchos españoles encuadrados en la Legión, se podían ver en la tesitura de tener que luchar contra aquellos que en la guerra de España estaban de su parte) pero esto no sucedió, tras unos meses de combates en los cuales el ejército finlandés consiguió contener el ataque, gracias a las bajas temperaturas, tras unos meses de combates, se firma el armisticio, cediendo unos territorios fronterizos a la Unión Soviética.
El 9 de abril de 1940 tropas alemanas invaden Noruega, ahora sí, la 13ª Demi brigada se prepara, Manuel ya sabe su destino, un lugar remoto que probablemente jamás había oído y que sería a partir de ahora el destino de su lucha.
La expedición partió a las órdenes del general Bethouart, un hombre de montaña, estaba compuesta por una semi brigada de cazadores alpinos, cuatro batallones polacos y los dos batallones de Legionarios, estaban bien equipadas, con uniformes de invierno y material para la alta montaña. Primero son llevados a los Alpes, donde hacen ejercicios de aclimatación, sus cumbres son lo más parecido a lo que se van a encontrar en Narvik. El 12 de abril son llevados al puerto de Brest, en la Bretaña donde son embarcados, y emprenden navegación hacia las costas noruegas, escoltados por la escuadra británica.
La fuerza expedicionaria Anglo-francesa, así se la conocía, consistía inicialmente en 5.000 soldados británicos y 7.000 franceses, reforzada posteriormente por un batallón acorazado ligero británico, una división territorial y tres divisiones ligeras francesas. Estas tropas se iban a enfrentar con Cazadores de Montaña alemanes y varias compañías de paracaidistas bien equipadas, además de un numeroso grupo de marineros reconvertidos a infantería, provenientes de los barcos alemanes hundidos en el puerto de Narvik en los momentos previos a la gran batalla terrestre que se preparaba, comandadas por el General Eduard Dieltl, un experimentado montañero. Por primera vez, Manuel iba a enfrentarse a un enemigo muy disciplinado y bien armado.
Las operaciones aliadas en Noruega comenzaron el 14 de abril de 1940, y los combates el día 27, con la toma del puerto de Bjervik, protagonizado por los dos batallones de la 13ª Demi-brigada de la Legión Extranjera francesa, la mitad de los 200 hombres eran españoles. Del 1 al 15 de mayo se cierra el cerco a Narvik ocupada por las tropas del general Dietl. El 27 de mayo se produce el ataque principal encabezado por los españoles, tomando la cota 220 y forzando a los alemanes a replegarse a las montañas para no ser atrapados.
El siguiente relato es el que motivo por el que empecé esta investigación, y el que me abrió la puerta, para descubrir los caminos por donde deambuló Manuel Espallargas Ferrer “el Sacristán”, por una Europa en llamas. El artículo se publicó en la revista Historia y Vida de febrero de 1978, y su autor Roa Ventura, un español, enrolado en el ejército británico durante la II Guerra Mundial, se relacionó en algún momento del conflicto con Manuel, donde intercambiarían información entre ellos de las situaciones de combate que vivieron, y que Roa decidió relatar en este artículo. El relato refleja fielmente, las situaciones extremas a las que tuvo que enfrentarse Manuel en aquellas latitudes y donde aparece como uno de los protagonistas del relato.
Balcei 196 julio 2021
#alcorisasaleunida
Los españoles en la batalla de Narvik
Agustín Roa Ventura
Publicado por Historia y Vida nº 119 febrero de 1978
El autor de esta narración, español exiliado y residente en Inglaterra desde el final de la Guerra Mundial, ha conocido a compatriotas que participaron en la batalla de Narvik formando parte de la Legión Extranjera francesa. Su relato, que nos ofreció en ocasión de nuestro concurso sobre la actuación de los españoles durante la Segunda Guerra Mundial, aparece hoy como complemento al relato de aquella heroica y singular aventura en las lejanas tierras de Noruega.
Un año después de cruzar la frontera franco-española, centenares de supervivientes del Ejército Republicano español —que se enrolaron en la Legión Extranjera, para poder salir de los campos de concentración franceses— formaban parte de un contingente militar que se organizaba en Sidi-bel-Abbés, en Argelia, destinados a enfrentarse según se rumoreaba con las tropas rusas que atacaban Finlandia, en el invierno de 1940. Aquella situación, en la serie de contradicciones que tuvo la guerra 1939-1945 para el mundo en general y para los españoles en particular, logró evitarse debido a otros acontecimientos imprevistos.
En la mañana del 9 de abril de 1940, los alemanes anunciaron la ocupación de Dinamarca y Noruega, con el propósito de «asegurar la neutralidad de ambas naciones». El Consejo Supremo Militar de los Aliados se reunió con urgencia y optó por apoyar incondicionalmente a los países atacados. Los alemanes fortificaron los puntos estratégicos de la costa noruega y emplazaron su artillería y ametralladoras en los fiordos más sobresalientes del país. En Londres, el primer ministro Neville Chamberlain, confirmaba, en un discurso ante los diputados ingleses, la gravedad del momento.
Al amanecer del día 10 de abril, destructores ingleses atacaron a los alemanes que ocupaban Noruega. El almirantazgo británico facilitó un comunicado negativo. Era la primera batalla naval entre ingleses y alemanes, y la superioridad nazi causó la pérdida de muchas vidas, material de guerra y el hundimiento del destructor «Hunter», que había participado en la vigilancia de la costa española en 1936.
Con media Europa ocupada por los nazis, la neutralidad de los Estados Unidos, el fraude militar conocido por el pacto de «no agresión» entre Rusia y Alemania, y el preludio de la retirada de las fuerzas francesas de
Plano de Narvik.
sus principales defensas, incluyendo la línea Maginot, con sus mandos y su Gobierno en desbandada, la situación obligó a los ingleses a deshacerse de Chamberlain primero, y con Churchill, al frente del Gobierno, emprender la reconquista de los países ocupados por los nazis. Los exiliados españoles ofrecían las mejores garantías en la lucha contra el fascismo. Los acontecimientos posteriores lo confirmaron.
EJERCICIOS POR LOS PICOS SUIZOS
A mediados de febrero, de aquel año, tres cruceros franceses transportaban la expedición militar de legionarios organizada en Sidi-bel-Abbés.
La mayoría de estos hombres eran españoles... De Oran fueron a Marsella, y desde allí, se les destinó a las montañas fronterizas con Suiza. Alguien, militar o diplomáticamente bien situado, tenía sus proyectos. Los españoles se ejercitaban por los picos alpinos. Así estuvieron hasta que regresaron a Francia, embarcando el día 12 de abril de 1940, en el puerto de Brest, a bordo del «Villa de Argel». A los expedicionarios se les agregaron fuerzas regulares francesas, formándose en aquella ocasión la famosa «Demi-Brigade» de la Legión Extranjera, que tanto se distinguió en Noruega.
Una colisión con otro buque les obligó a hacer escala en Liverpool, en donde la población inglesa les tributó un inolvidable recibimiento. Salieron del puerto entre los días 18 al 20 de abril, escoltados por la escuadra británica, entre cuyos navíos figuraba el portaaviones «Glorious», hundido poco después. Dos semanas más tarde, llegaron a las aguas noruegas, penetrando sigilosamente sin encontrar resistencia, hasta que fueron sorprendidos por un avión alemán que descargó sus bombas sobre los expedicionarios. El día 3 de mayo empezaron a contarse las víctimas antifascistas, entre ellos, los españoles Aniceto Carrillo y Emilio Rodríguez, y el polaco Antoine Bogdanski. A la mañana siguiente, se identificaba a otro español muerto: Francisco Forniales. Durante seis días estuvieron los españoles desembarcando material de guerra y equipos militares que almacenaron en las barracas habilitadas al efecto cerca del fiordo y en la falda de la montaña. Lo que no habían conseguido los ingleses en su primer encuentro con los alemanes, lo lograban los expedicionarios de la Demi-Brigade.
El almirante inglés Sir W. M. James, en su obra «The British Navies in the Second World Mar», confirma que la Legión Extranjera desembarcó el 8 de mayo en Herjangs Fjord, siendo objeto de bombardeo aéreo y de los disparos de la artillería costera inutilizando el enemigo a más de doce buques de guerra, transportes y barcos de carga; entre los hundidos figuraba el crucero «Curlew».
TREINTA MINUTOS INDESCRIPTIBLES
La operación militar empezó e medianoche. Las aguas eran perturbadas por el movimiento pesado de los buques mercantes cargados de material de guerra y soldados. La flota inglesa les protegía. A los cañonazos de los buques de guerra respondieron los alemanes. Pusieron en juego todo su dispositivo artillero. De pronto, el litoral costero empezó a arder. El cielo rojo, y roja el agua por el reflejo del fuego. Amontonados en enormes barcazas fueron lanzados los expedicionarios al asalto y conquista de Bjerkvik. Las balas silbaban por encima y los lados de los españoles. Los obuses enemigos que no hacían blanco removían el mar y levantaban pirá-