74 Balcei 200 marzo 2022
#alcorisasaleunida
rincón del libro
LA GLOBALIMBECILIZACIÓN (Mal-tratado breve de Filosofía Parda) coffee dark Hot Evil y creerse moderno.” Hacía justo dos años y cuatro días que presentaba en el mismo espacio mi anterior libro de filosofía parda. Unas semanas antes de que la pandemia le cogiese también a mi libro por banda, poniéndolo en cuarentena y dejándolo en el debe del movimiento cultural que se ha generado, tan cansino, sobre la España interior. Presentar un libro siempre está bien. Algunos autores tienen algo de miedo a enfrentarse con el público. Los autores Victor Guiu presentando su libro en Alcorisa. del terruño, apegados a las gentes y cargados de anécdotas con las que adornar un petrolero, nos sen“La globalimbecilización es un proceso timos a gusto entre todos aquellos con los que de deterioro constante y uniforme en el planos identificamos. Así nos pasa a los miembros no intelectual y moral de las sociedades que de La Europa del Aborigen (Víctor Monzón, habitan el primer mundo. La inmediatez de las Víctor Guiu, Pedro Mata), cuando organizamos, comunicaciones y la rapidez de la tecnología actuamos o presentamos libros y exposiciones favorecen que los idiotas y los tontos tengan en Alcorisa. mayor eco y más ejemplos donde mirar. La Cuando digo que Alcorisa es mi segundo emulación y el gregarismo, tan propios del ser pueblo no lo digo por decir. Quince años deshumano, hacen el resto. Pensar es, cada vez pués de volver a Híjar, recuerdo casi a diario más, un lujo. Repetir mensajes con una militanlos cinco años que pasé viviendo allí con Víctor cia agresiva es el modo en que un idiota medio Monzón. Así que preparar una presentación del se siente globalmente integrado. En este libro libro en casa, junto a mi tocayo, no nos costó encontrarás una mirada inteligente, personademasiado. Y hacer cualquier cosa con el Monlísima, a contracorriente y algo cabrona que, zón da gusto, porque le corre el arte y las ganas además, esconde un discurso coral, que intenta por las venas. desenmascarar la estupidez y la mentira que Entre el público había gente que llega a suele encerrar lo pretendidamente complejo. protagonizar alguna de las anécdotas del libro. Otro barco a la deriva, otro fin decadente, otra Así que nos hicimos todos partícipes de ese nave espacial que nos salva a nosotros mismos concepto que acuñé ya en el libro “Lo rural de nada. Porque lo curioso es que, este fenóha muerto, viva lo rural”, el concepto de Glomeno, tan endógeno como manipulable, arrasa balimbecilización. Es curioso cómo las redes a su paso cualquier indicio de victoria profaintensifican y viralizan cualquier gilipollez por na. Globalimbecilización es llamar al carajillo
Con la colaboración de Victor Monzón.
Mucho público acudió a la presntación de “La globalimbecilización”.
estúpida que sea. Se globaliza y, según a qué esferas de poder llega, se convierte en dogma, casi en creencia teocrática de la idiotez. Y así nos va en muchos aspectos en la sociedad actual, empezando por la educación y sus gurus, garantes de la inutilidad más rancia (aunque nos llamen rancios a los demás); pasando por las relaciones sociales; por la cultura… etc… No podemos olvidarnos de lo que a mí, particularmente, me toca más los cojones. Ese afán por llamar a las cosas por otro nombre. Ese afán de poner apellidos en inglés a lo que es una puñetera mierda. El afán de exigir una política correcta a todo, que provoca, además, una incorrección burda en lo que a la política se refiere. En estos tiempos difíciles, donde el conocimiento se persigue y se deja a un lado, no hay mayor acto revolucionario que aplicar el sentido común y aceptar nuestras culpas compartidas. De eso y de muchas cosas más trata un libro que podríamos clasificar, como el otro puñetero libro sobre la despoblación, “ensayo somarda”. Detrás de la sonrisa hay también una profunda reflexión sobre lo que somos y construimos como sociedad. Porque, como esa cita de Dostoievsky que circula estas últimas semanas por las redes: “La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles”. Porque, aunque nos riamos (solo faltaba) de tantas y tantas cosas, la verdad es que no hace ni puñetera gracia. Víctor Manuel Guiu Aguilar