58 Balcei 203 septiembre 2022
#alcorisasaleunida
rincón del libro
Cuantas cosas hemos visto desaparecer Miguel Serrano Larraz El autor que nos ocupa hoy es un zaragozano joven (cuarenta y pocos) con una dilatada carrera como escritor, traductor, poeta, “negro” de otros…Es licenciado en Filología hispánica. Su formación se inició por las ciencias físicas y en el último año de carrera abandonó para dedicarse a la escritura. Entre 2018 y 2020 cursó un máster de Escritura Creativa en la Universidad de Iowa. El coronavirus le hizo regresar pero la concepción e inicio de esta novela ya estaban larvados. De toda esta mezcla de influencias y formación, la novela radiografía muchas. Dos inseparables amigas de la infancia —puede que tengan pocas más opciones de elección— en un pequeño pueblo del Pirineo, crecerán compartiendo, disintiendo, recordando e imaginando juntas. Las personalidades de
ambas son muy diferentes, casi contrarias o complementarias. En estos juegos mentales y vitales aparecerán como obsesión para la una o la otra en la adolescencia, la muerte o el tiempo. ¿Diferentes e inseparables? Ese camino vital de fiestas, novios, juegos, fantasías, ficciones, miedos y tantas cosas compartidas habrán de pasar el filtro del tiempo pero tratado desde una óptica cuasi científica-relativista pero desarrollada con un exquisito y difícil lenguaje literario. Vemos que van apareciendo muchas dualidades en la novela que es capaz de abarcar, casi siempre, con diálogos introspectivos o rememorando en las vivencias del personaje la realidad social pero, sobre todo, la realidad vital de los personajes que presumimos que pueden tener mucho de autobiográficos. Las dos amigas compartirán durante años los largos veranos estudiantiles en el pueblo, con una cuadrilla inseparable y que evoluciona, con unos vínculos irrompibles que el tiempo y la vida irán destensando hasta, en algunos casos, desaparecer. La una será científica y la otra profesora de Literatura. La una establecerá su residencia en la Zaragoza de los 90 y la otra en la Barcelona cosmopolita, brillante y avanzada en formas. Se encontrarán con la vivencia de la sexualidad, de las posibilidades de maternidad, de los estímulos profesionales, de la forma familiar…Vidas.
Miguel Serrano Larraz.
La novela tiene diversidad de momentos y géneros diferentes en la misma. No es una novela de lectura fácil. En momentos parece más un ensayo o en párrafos te enfrentas a reflexiones puramente filosóficas. El tiempo y las formas de viajar en el tiempo estarán siempre presentes en los diálogos de la obra y en su propia estructura. Nada en la novela está improvisado o es fruto de la casualidad. Es una novela amplísima en temas, aunque no haya una trama única a perseguir. El universo literario y personal del autor se refleja en los recuerdos, en los útiles y productos de las tiendas del pueblo, en los bares, en las diversiones, en la vida del pueblo. El autor se atreve a juzgar en muchos momentos y fundamentar sus juicios con argumentos firmes. Sus juicios, casi siempre pesimistas o con tintes negativos me recuerdan, personalmente, a los existencialistas. No empiecen la novela como lectura de evasión. No podrán. Oficio, calidad y reflexión les esperan. Jesús Félez Bono
La baba del caracol Ramón Gil Novales
El autor aragonés que hoy les acerco puede parecer un poco lejano (Huesca 1928-Barcelona 2018) pero creo que por temática interesará, seguro, a los de más de cincuenta —por vivencias propias— y lo recomiendo especialmente a los de menos de esos cincuenta para palpar la historia cuotidiana y prosaica del tardofranquismo. También para disfrutar de un estilo moderno y actual así como de una prosa riquísima y ágil. El autor fue novelista, dramaturgo y traductor e íntimo amigo del, probablemente, mejor poeta catalán del siglo pasado, Salvador Espriu. Su hermano, Alberto, fue uno de los grandes historiadores nacionales y catedrático en la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Complutense de Madrid. El libro que les presento es una gran novela ambientada en la Barcelona de posguerra y con inicios del desarrollo y la omnipresencia del ladrillo y
el hormigón. Como sabemos en cualquier época, con los “daños” colaterales que ello conlleva. Gil Novales no olvida su Aragón natal y sus personajes serán, en gran medida, aragoneses emigrados o anclados en enclaves rurales que sufren claramente la despoblación y la huida, en muchos casos, de los más formados. La hondura de los personajes, la trama de las historias paralelas contempladas, el discurrir del sistema política y cultural, la descripción de costumbres o de imposiciones éticas forman un todo que nos “amarga” adictivamente. Son varias las historias y personajes que vamos siguiendo y todos nos interesan en su evolución vital. La novela nos engancha sobremanera y nos conduce, sin prisas, pero con numerosas disyuntivas a aventurar diversos finales humanos de los diferentes personajes y, en total, de un juicio sobre la condición humana. El autor nos enfrentará en numerosas ocasiones al comportamiento honesto y ético frente al provecho y beneficio egoísta personal. Recorreremos casi veinte años de acontecimientos sociales, históricos, corrupciones económicas, romances y trayectorias personales y profesionales con dos amigos que parten de un valle oscense, amigos siendo estudiantes, y que afrontarán la juventud y el trabajo en una Barcelona que intenta salir de las ruinas de la guerra civil. Sin duda me parece una novela que enlaza con la novela realista de finales del siglo XIX y que tiene
Ramón Gil Novales.
una gran capacidad para retratar la sociedad y las personas concretas que la pueblan. El autor es profuso y tiene muchas más obras que pueden interesarles. Ésta, desde luego, es una gran obra. Gil Novales recibió el Gran Premio de las letras aragonesas en 2008 y el nombramiento de hijo predilecto de la ciudad de Huesca en 2013. La velocidad de nuestras vidas y comunicaciones provocan que, a menudo, olvidemos rápidamente las informaciones y cambiemos de centros de interés. Sin duda, la novela que les recomiendo no pasa de moda a pesar de su solera. Por calidad, hondura y finura psicológica merece ser, incluso, trabajada en la enseñanza secundaria. (Desconozco si se hace). Para mí, un clásico aragonés.
Jesús Félez Bono