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Con el eje en el consenso y la austeridad fiscal

no”. Por eso, destacó: “En la Argentina hay un proyecto de ley muy parecido al de España pero tampoco se ha escuchado una voz por parte de las entidades que regulan las tareas y responsabilidades de los empleados sobre cómo manifestarse. Es complicado entender cuál es el futuro desde el ámbito legal normativo y del aspecto laboral”.

El marco de la normativa laboral

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En este punto, Silvana Chehda destacó que el tema en la Argentina también está presente por los dos proyectos que ya se presentaron. “Pero es importante entender que la normativa laboral se tiene que ajustar a las nuevas realidades, la tecnología y las exigencias del mercado. La reducción de la jornada es una arista del derecho laboral argentino. No es todo lo que debe ser observado”, reconoció.

Por eso, explicó que desde el área de legales de PWC entienden que la ley de jornada laboral es correcta tal como está vigente: “Ante el caso de que existan compañías que estén considerando reducir determinados días de los empleados como un beneficio, la vía razonable es la negociación colectiva. La tracción y la retención de talentos se lleva a cabo en algunas industrias más que en otras y cada vez es más significativa. Es más conveniente que sea abordado por actividad y según sus necesidades específicas y no ir a una modificación de una ley de fondo”.

En la misma línea Manera señaló que todavía faltan discusiones más profundas: “Tenemos empresas maduras para llevar adelante estos procesos pero hay que ver cómo van a participar los sindicatos. Con el rigor de la Ley de Contratos de Trabajo todavía parece lejano. Tienen que opinar los actores sindicales, el Estado y las cámaras. Eso para que tenga rigor de ley, porque atrás de esto vienen cuestiones como el derecho a la desconexión y cómo cuidar al empleado. ¿De qué hablamos cuando decimos que la semana se achica a cuatro días? ¿Son más horas otros días o esas horas las va a cubrir otra persona? En Finlandia se pensó para impulsar el empleo, en la Argentina eso no está claro”.

Para Manera, en el mismo sentido, en la Argentina hay personerías fuertes en el ámbito privado y sindical que, a veces, no confluyen del todo bien. “Cuando estos proyectos de ley toman peso aparece el tema de la productividad. En la Argentina tenemos una Ley de contratos de Trabajo que data de los años 70. Hay cosas súper obsoletas. Desde el tratamiento del personal femenino hasta lo que se entiende de jornada de trabajo. Falta un camino largo todavía y un debate, que puede ser en el Congreso o en el ámbito interno”, consideró.

“El proceso está empujado por la pospandemia y tiene que ver con lo que los trabajadores queremos. Ya no es solo el trabajo fijo, el salario y las condiciones sino también la flexibilidad para conciliar la vida laboral y la familiar que es lo que está en el eje de discusión.”

Caso por caso

Así las cosas, por el momento el proceso irá avanzando por partes. Para Javier Ailbirt es difícil que se aplique a todos los sectores: “En la industria la veo difícil, salvo que se contrate más gente porque hay que tener las maquinas prendidas las 24 horas. En trabajos como el periodismo y la programación sí porque son por objetivos”.

Para Ailbirt “puede pasar que menos días laborales impliquen proporcionalmente la contratación de más personal y esto llevaría a menor rentabilidad. A esto se le debe sumar la gran cantidad de días feriados que poseemos, haciendo que sea aún más difícil de planificar”.

Desde Manpower Dodero explicó: “A nivel global el 92% de las empresas que encuestamos nos decían que estaban planificando un modelo de trabajo hibrido. Pero no llegamos ni siquiera a esa instancia. Es medio prematuro hablar de cuatro días laborales”.

Según Manera hay que considerar el trabajo en pos de objetivos y en esos casos se puede acomodar los horarios para continuar trabajando por lo que tienen que hacer. “Todavía cuesta entender la productividad con el concepto que tienen los sindicatos. Es distinto cuando hablas con una tech que maneja otra dinámica donde ya no importa tanto como la persona administra su tiempo siempre y cuando tenga en claro que la prioridad es el objetivo y el cumplimiento del proyecto”, sostuvo.

La productividad en el centro

Todo cambio de esa naturaleza está atravesado por la rentabilidad que, en definitiva, es el motor de toda empresa. Javier Ailbirt recordó: “Según la ONG 4 Day Week Global aquellas empresas que implementaron esta forma de trabajar mejoraron la productividad, la salud de los trabajadores y sus familias.

Se comprobó que el exceso de trabajo genera pérdidas de hasta un 3% del PBI, según la Organización Internacional del Trabajo. La falta de descanso impacta de diferentes maneras: baja la productividad, aumenta el ausentismo y aumenta el riesgo de contraer enfermedades”.

Cristian Dodero aclaró: “Sobre la productividad de la jornada reducida no tenemos experiencia, pero sí con el trabajo hibrido: el empleado resulta más productivo, trabaja más contento y valora la posibilidad de trabajar en una organización que le da esa posibilidad”.

Para Ailbirt la clave es reducir tareas automatizadas para ganar tiempo y así mejorar la productividad. A eso se dedica The Eye. Por eso, explicó: “Cuando tenés que escribir una nota tenes que buscar información. Si tuvieras automatizada esa búsqueda y la computadora te avisa de una novedad, automatizas la research, bajas un montón tu tiempo y podes cumplir con el deadline.

Te vas a especializar en agregar valor. El 53% del tiempo de trabajo se usa en actividades operativas de las cuales se

puede automatizar un 30%. La reducción del horario está por debajo del tiempo que se libera automatizando”.

El puntapié inicial

La iniciativa parece tener el beneplácito de ambas partes.

La incógnita es si la reducción de la jornada surge por iniciativa de las empresas o por un reclamo de los trabajadores. Para

Alexandra Manera, “arranca desde el ámbito privado, pero hay empresas que se pueden acomodar y lo pueden generar como propuesta de valor y hay otras que claramente van a ir por el lado de un cambio en la legalidad”. Silvana Chehda señaló: “Hoy es una idea que hay que plasmarla y bajarla a tierra en conjunto con los gremios. De ser factible será bajo la forma win-win. Los ojos están puestos en los resultados más que en el horario. Por eso una ley sería una línea para todas las empresas y no parece ser la solución más rápida”. Para Dodero, en rigor, resulta de una nueva condición que la oferta de trabajo impone al sector privado: “Hay una gran 6898-MAP AvisoNuevosBancosySeguros_23x17cm.pdf 1 15/9/22 13:05 escasez de talentos. De cada cuatro empresas que buscan un empleado hay tres que no lo consiguen. Las empresas tenemos que atender esa flexibilidad para hacernos más apetecibles. Si no buscamos la flexibilidad no vamos a hacer una empresa apetecible para los empleados. No vamos a conseguir ese talento si no lo hacemos”. Con todo, explicó: “No tenemos una opinión formada como organización porque estamos parados en una instancia previa que es la de promover el trabajo híbrido. Creemos que el modelo 3-2-2 (tres días presenciales, dos de home office y dos de descanso) es un buen punto de partida”. Manera detalló: “Es una iniciativa del sector privado pero necesita el aval del Estado. Se trata de armar una propuesta de valor para que la gente sienta que es libre de administrar sus tiempos. Hay posibilidad de un equilibrio”.

MANAGEMENT

Coloquio de IDEA

mar dEl plata volvió a sEr la sEdE dEl coloquio dE idEa. los cinco puntos clavE En los quE buscaron sEllar coincidEncias políticos, EmprEsarios y sindicalistas.

Opinan:

Daniel Herrero - Daniel González Miguel Blanco - Roberto Murchison

El Coloquio de IDEA regresó a su tradicional sede de Mar del Plata en formato enteramente presencial. Entre el 12 y el 14 de octubre el Hotel Sheraton fue la sede del 58° encuentro que organiza, desde 1960, el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). En ese año se fundó la organización por iniciativa, entre otros, del empresario del sector de marketing Julio Francisco Rivas.

IDEA representa a más de 500 empresas que operan en el país y generan más del 50% del PBI y el empleo local. Allí revisten desde grandes multinacionales hasta pymes de la más amplia diversidad de sectores.

En la actualidad, el encuentro resultó un ámbito ineludible de intercambio de opiniones y visiones sobre desarrollo estratégico de la Argentina en materia de producción, inversiones y empleo. Por eso ha sido el espacio en el que economistas de distintas orientaciones contrastaron sus pronósticos y propuestas y, tradicionalmente, el ámbito donde los referentes políticos de los distintos espacios desarrollaron los ejes de sus programas de gobierno ante los principales hombres de negocios y, por su resonancia mediática, ante la opinión pública.

En general ha sido un espacio del cual participaron los presidentes en ejercicio y sus principales colaboradores, con la excepción de los tres mandatos en los que el ejecutivo estuvo liderado por Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. El actual presidente Alberto Fernández recompuso el vínculo cuando participó de la última edición que se realizó en Buenos Aires y en formato semipresencial.

En esta oportunidad, además de representantes del gobierno, también fueron invitados referentes de la oposición como Patricia Bullrich, Facundo Manes y Javier Milei; además de gobernadores como Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Jorge Capitanich, Sergio Uñac y Omar Perotti.

Junto a ellos tuvieron su lugar dirigentes sindicales como Gerardo Martínez de la UOCRA y Ricardo Pignanello del SMATA, y economistas de renombre como Martín Redrado, Marina Dal Poggetto, Dante Sica, Emmanuel Álvarez Agis y Hernán Lacunza, entre otros.

Ceder para crecer

A diferencia de encuentros anteriores, el centro de las preocupaciones no estuvo en asuntos económicos y productivos como la inflación y las reformas estructurales, sino en aspectos vinculados con las condiciones políticas, en particular a la calidad institucional. Así lo reflejó el lema de convocatoria que rezó “ceder para crecer”, en un mensaje que buscó normalizar las relaciones entre los actores políticos y sociales en un contexto signado por la confrontación y la conflictividad.

El lema resulta coherente con los resultados de una encuesta realizada a principio de agosto por la consultora D’ Alessio IROL entre 245 ejecutivos. Los resultados mostraron que la calidad institucional es una de las principales preocupaciones de los hombres de negocios en la Argentina, por encima, incluso, de la inflación. Así lo manifestaron el 77% de los encuestados.

Según los resultados del relevamiento, apenas el 13% de los empresarios manifiesta su intención de incrementar sus inversiones, mientras que el 51% planifica reducirlas. A la vez, el 34% planea achicar sus planteles laborales, mientras solo el 19% cree necesario incrementarlos.

A pesar de que los índices de crecimiento de la economía se mantienen robustos, el 88% de los empresarios afiliados a IDEA señaló que durante el primer semestre de 2022 le fue peor o moderadamente peor que en relación a un año antes, y apenas un 5% reconoció una mejora en sus negocios. Hacia adelante, el 70% manifestó pronósticos negativos, mientras el 13% confía en mejorar. El 28% de los exportadores cree que sus ventas al exterior van a disminuir, mientras que el 20% pronosticó un alza. A la vez, el 63% cree que sus ganancias se verán afectadas negativamente.

Más allá de la preocupación central que es la calidad institucional, los empresarios destacan como otros problemas: la aceleración de la inflación, la falta de plan económico, la escasez de dólares, la alta emisión, el aumento del gasto público y la presión tributaria y, por eso, exigen una reducción de impuestos, la revisión del marco laboral, más incentivos fiscales y financiamiento a largo plazo. Además bregan por la baja del déficit fiscal y la liberación del mercado de cambios en cuanto sea posible.

El comité organizador puso en discusión, por primera vez, un documento con propuestas concretas alrededor de los cinco ejes que restructurarán los paneles de debate: empleo, educación, finanzas públicas, inserción de Argentina en el mundo, y reglas de juego.

IDEA representa a más de 500 empresas que operan en el país y generan más del 50% del PBI y el empleo local. Allí revisten desde grandes multinacionales hasta pymes de la más amplia diversidad de sectores.

La visión de los protagonistas

La organización del evento recayó en un comité integrado por una docena de ejecutivos y CEO de las principales compañías que operan en el país.

“Nuestro país atraviesa una situación económica y social compleja que necesita del esfuerzo colectivo de todos los actores. La oportunidad que tenemos como país es enorme y por eso en esta edición proponemos algunas ideas concretas sobre diferentes ejes en los que IDEA viene trabajando hace tiempo”, señaló Roberto Murchison, presidente de IDEA y CEO de Grupo Murchison.

En la presentación de los resultados del estudio, el presidente del 58° Coloquio IDEA y presidente de Toyota Plan Argentina S. A., Daniel Herrero señaló que “abordar los desafíos estructurales del país exige un esfuerzo colectivo donde todos los sectores tenemos la responsabilidad de ceder para encontrar

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