6 minute read

Instituto Diocesano de Teología y Pastoral

El pasado 21 de octubre se inauguró el curso oficialmente en el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral (IDTP) con la presencia del obispo, quien ofreció una conferencia sobre “Teología e Iglesia hoy. Retos y perspectivas”.

Carlos García de Andoin dio a conocer las diversas tareas del Instituto y perfiló la programación que jalonará el curso. Se refirió a la formación teológica de los agentes pastorales, el laicado que está presente en las parroquias, los responsables diocesanos...

Entre las tareas del Instituto que subrayó, es la referente a propiciar el diálogo entre la fe y la cultura. En este sentido, puso el acento en la vinculación que mantienen con la Mesa de Entidades Culturales y con otros agentes de la vida cultural y educativa. Seminarios, cursos, publicaciones diversas... El Instituto Diocesano de Teología y Pastoral ofrece un amplio servicio a la Diócesis.

El lema de este Curso es «Hora de remar – Jo itsaso zabalera», LK, 5,4. Carlos García de Andoin afirmó que “es el momento de entrar en acción. De remar mar adentro con el Plan en marcha”. En su presentación señaló que este año finaliza su mandato como director de la Institución •

El obispo inauguró el curso del IDTP

El obispo, en su ponencia, se refirió a la “función clave de la Teología en la Iglesia” que es “dar razón de la esperanza” en cada contexto cultural e histórico.

Señaló que la “teología abre caminos” y prosiguió su intervención subrayando las tensiones entre la teología y el magisterio. Apuntó el más conocido, como es el denominado “caso Pagola”, aunque reconociendo que “son más los casos de colaboración que de conflicto”.

El prelado bilbaíno se refirió a la sinodalidad, una cuestión “que no se ha sacado de la chistera en este momento de la historia”, viene de lejos.

Mons. Segura advirtió que la sinodalidad “nos mueve a ir mucho más allá de ser una Iglesia de ministros ordenados que expenden la gracia y están jerárquicamente organizados”.

A modo de ver del obispo de Bilbao la sinodalidad “es también método teológico”. Se trata de “el camino para avanzar hacia la meta del conocimiento de Dios y de su designio salvador” •

Ponente en el curso sobre Sinodalidad del IDTP Carmen Bernabé: “El reto de la Iglesia es saber vivir en minoría”

El Secretariado de Laicado y el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral han organizado un seminario sobre Sinodalidad que se desarrollará a lo largo del curso. Comenzó el pasado 25 de octubre, con la intervención del presbítero Juan Mari Lechosa. Este mes de noviembre, el día 22, la Biblista Carmen Bernabé ofrecerá su visión sobre la `Sinodalidad en la Escritura y en la práctica eclesial del primer milenio´. Un tema interesante sobre el que ofrece una primera aproximación en esta entrevista.

La Sinodalidad, ¿una moda?

Es un proceso de hacer un camino juntos y de momento, los sínodos se han dado en la Iglesia a largo de los siglos. Siempre han sido reuniones de obispos, de hombres, para ver por dónde caminar. Lo que tiene de singularidad este proceso de Francisco es que ha querido implicar a todas las personas bautizadas. Habrá que ver a dónde llega y si se asumen algunas de las líneas que se van viendo. Es una idea acertada. Es importante que sea un proceso horizontal.

El proceso se ha ampliado otro año. ¿Es bueno?

Parece que la gente comenzó tarde y hay personas que se están animando. Creo que por lo que se va viendo en las Diócesis hay un consenso generalizado en ciertas cuestiones: sobre el tema de la mujer, el laicado, el sacerdocio y el celibato... No sé si va a ser posible apelar a esa razón tan dudosa de que algunas no se pueden hacer porque el pueblo llano se va a escandalizar.

Los cristianos del primer milenio. ¿Cómo eran?

Creo que los orígenes del cristianismo nos dan luces. No se trata de copiar, porque hay cosas que no se pueden. Pero hay intuiciones sobre auténticos valores y actitudes. Eran unas comunidades mucho más horizontales. Las comunidades eran mucho más pequeñas. La participación de todos los miembros. El espíritu suscitaba carismas en todos los miembros. Por circunstancias culturales, el proceso ha ido cambiando. Van intentando responder a las nuevas situaciones culturales con diferentes respuestas. Algunas son más acertadas que otras. Esto nos ayuda a hacer un análisis desde el hoy.

¿En qué situación estaban y están las mujeres en la Iglesia?

La sociedad de entonces estaba estructurada patriarcalmente. A las mujeres se les consideraba como de razón débil. Esto ya venía desde la filosofía griega, pero en el s. II, los varones formados, empiezan a proponer cómo organizar la Iglesia desde esos esquemas. Aun así, durante el primer milenio los bautizados participan bastante y en el segundo milenio la eclesiología cambia. La organización de la ciudad y la casa se transforma. No se concebía que la mujer tuviera una palabra en la asamblea ciudadana, en la judicatura... Los cristianos de aquél tiempo no querían escandalizar.

Eleiza abegikorragoa eta biziagoa behar dogu.

En la actualidad, sin embargo, la situación es favorable para desarrollar intuiciones del mensaje evangélico que no pudieron hacerse entonces. Por desgracia, seguimos todavía con aquél esquema mental.

¿Los hombres se pueden sentir atacados?

No estamos en contra de los varones en la Iglesia sino en contra de una estructura. Creo que no hay por qué sentirse atacados a no ser que se quieran mantener unas cuotas de poder y no se quiera cambiar.

Estás cerca de la juventud, en la Universidad de Deusto ¿Les interesan estos temas?

Hay de todo. Tengo gente que está definida. Hace años impartí unas clases de introducción a la escritura y hubo estudiantes que se sorprendieron´ porque vieron una oportunidad para aprender otras disciplinas. Ahora las nuevas generaciones son ignorantes respecto a la fe, la escritura... Hay gente que no sabe quién es Adán o Eva o lo que significa el purgatorio, el limbo... Son conceptos que no los han oído. Por otra parte, es bueno, porque te encuentras con jóvenes que no tienen prejuicios. ¿Cuál es el reto fundamental de la Iglesia hoy?

Para mí la Iglesia actualmente tiene el reto de saber vivir en minoría, como fermento, sin añorar tiempos de “cristiandad”, sino aprovechando la coyuntura para “soltar lastre” e ir a lo esencial, a los valores evangélicos traducidos al hoy. Debe conformarse como unas comunidades más acogedoras de la pluralidad, más vivas y participativas, donde se aprovechen mejor los carismas de todos y todas; una Iglesia institución más abierta a los “signos de los tiempos”, a la presencia del Espíritu de Dios, y a los cambios requeridos; debe abandonar adherencias y esquemas culturales y antropológicos periclitados; debe reformular la buena noticia humanizadora y liberadora de Jesús en otros más aptos y adecuados al hoy.

Debe desterrar el clericalismo y sus funestas consecuencias. Debe ser una comunidad de bautizados, un espacio compartido donde no se repartan tareas y lugares por sexo sino por vocación y carismas, discernidos comunitariamente •

Artemisia Gentileschi

(Maria Magdalena penitente) (1615-1616)

Mi tesis doctoral fue sobre María Magdalena y, desde entonces, me acompaña y la he ido estudiando. He escrito mucho sobre ella. Me ha ayudado a ver la vida y el mensaje de Jesús desde otra posición: desde aquellos que no aparecen casi o que están en la esquina. Como en la vida misma, que nos encontramos con gente callada que no sale en muchos sitios, pero es importante •

This article is from: