Día de la Poesía Un haiku por Japón
¡Cúantos pájaros habitando el árbol! Hubo un ruido.
Brillan luceros, en la orilla del lago croan los juncos.
En el ocaso los bermellones danzan sobre la playa.
¡Festín sorpresa! Dos pájaros revisan pasto cortado.
Par贸 la lluvia; el sendero empapado hasta la casa.
Y, de repente, un estallido rojo surge en lo verde.
DĂa de lluvia. El verde del ĂĄrbol no es el mismo.
Llamas de velas: del viento de afuera ÂĄquĂŠ poco saben!
Noche de frĂo; el agua en el fuego aĂşn no hierve.
Va el caracol, enhebrando espirales en el verano.
Noche de julio. El molino se queja del viento frĂo.
Tres mariposas volando entre las ramas. Una se aleja.
Braman las olas. A lo lejos resuenan las caracolas.
Luna en el agua: revolotea la garza y la hace trizas.
Dedos de lluvia, tamborilea la teja y bailan las flores.
Es alborada, la luna se desliza envuelta en tules.
Por la vereda, un canario en las ca単as. Nadie y mil huellas.
Puestos en fila, los รกrboles parecen bajar la sierra.