PRHCIOS POR - tRIHE6TREa Pueblo Extr~ro
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U.l~. 1' •
S. S. a la Feria
Interna€ional de· Lyoo 11
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(Con el usión) El pabelloa de la u. R. S . S . a la Feria Internacional de Lyon, el amontamiento d ·: sus muestras, la elocuencia de sus graficos y de sus fotografias, fueron una especie de m~e va revelación. Allí el etalge concreto de s~¡~s ~éneros triunfaba del error. escrito. Aún es tiempo de notMio. Pero no creo excesivo eu escribir que el dele~ado comercial Alexis lgnatiefí co de y general del djfunto régimen zarista, fue la -evocaciOu la llht:s oilgura l, y tamblén-ta- --rnQ persuasiva. Que su modesti a me perdone. Hay un poder de ceotelko d.: la pers,>nalidad que tiene en todas partes su valo~ propib, y quizás mas aún en Francia, y esto es un pa· pel importante · a desempeñar. Pa c;t todoa aque!los que comó yo lo vieron tend1er él fu~ el résumen vivo, palpable, d vasto pai!Vnfiaitamente rico y di verso, del ua l Tost :astornoa pueden parecerles todavi.a sor prendt:ntes a nuestros cerebros de occi· dentales, ser di~cutidos en sus fundaciones y porvenir, dejar escépticos los que lo creen ldaplicable a nuestro suelo, en donde bay sin emba rgo tantos t<:rra tenientes a despo· seer. A otros el apreciar los resultados del primer plan quinquenal y las pruQalida<ks del p lan actual. de saber si el carbón del · Donetz, vale el del Rhur y los folfatos de Siberia, los de Marruecos, de criticar los precios de exportación, a explqtación colec· tiva de la tierra, l;,a siembra con avión, la multiplicación inaudita de los tractores en ,·omparacion de los pocos coches automoví· les, las plantaciones de algodón del Asia Centrál, los equipos de choque, la calefaetión central eléctrica, y la central panadera, la goma sint'dica dé Amléri< a, las alfombras del Turksstan, las fuet~as motriz de Mongo• lia, la carcelreéducativa. la ~edlcina fundo·
narizada, el museó en los pueblos, el teatro escuela del' pueblo, .~ la maternid~d dirijida,' el hecho está ahi extenso, continuo, excep. cidnaf, e·n 1progresi6n asombrosa~ente cons· tante: Sin hablar de los mercados dominantes de bs t11adetas, de las pieles y del petróleo; es un hecho que la producción del trigo alcanza, por ejemplo, 900 miHones de quintales y que la tJroducción industrial. que había mas que doblado ya de 1920 a t930, a vuelto a doblar aun en menos de cuatro aftos, sin que las ~xportaciones, alcancrn la cifra de las im · portaciones, prueba ~vidente de consumo · terior. Como quedar indiferentes a ese r 41tnu:n que, durante os tiemvos de crisis ~-rl
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da , ignora lo que 800 lo!~ sin trab ll O, esa !la• gta D'luderna. Es imposible desfuteruarse de este e~tl~rzo qu! h1cen den nacionalidades unidaos, ocupando las dos versantes esencia· lelt de nuestro con inente, una especte de tejado del mundo. en donde las clases han desaparecido o al menos s.: han confundido, que trabajan si se quiere, como comunidades re ligiosas, vuelven a poner en cuestión a nuestras sociedades. Aprofundido el mantsmo de nuestra i ndustria y comercio, rra crtsi!f térf'tb-fe qué ncJs ate• naza los guardias de asa lto y las juventudes fa sci:st< :s. la política de las der.echas a quien solp falta la cruz gamada de los hitlerianos, los escándalos de estafadores a lo Stawisky, mitad en. fio a todas las naciones burguesas deqadeates, y «compa!ad•
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luces t>erdid~'i en el cielo,.; Ojos brillantes de · ale~á que alma del nifto brota. · cual capullo jbeiicbidd' qde explota en mil fragancias deflclosasi asi la radiante armonla sate a raudal' de sus miradas, estrelfas vertiendo a mirladas, a miríadas vertiendo rosas. Bellos ojos enamorados, de pálidas adolescentes, llenos de cJraciones fervientes; ojos 'de inquietante embeleso que mirad jos y asombrado!, de la dicha en el breve instante cuando, el'lo ~pttlmo defirlfrite, m SObre UD ¡;eso. Ojos de videntes ~ intensos; evocadorc!s de ideales, tejiendo ensueftos celestiales cual alma que su patria aftora, y detras de loot veloz densos etl la materia, se adivina siempre cambiante' y embrújadora. Ojos de miradcts inciertas de la vejez, de vida anciosa, como pregunta dolorosa brotando de uÓ' alma atlijida; e esas pupiias entreabiertas parecen formulh:, absortas en la obseción:, que son tan cortas las póbres dichas de la vida •••. Fló de LLIR
La Novela del · Teléfono · Qos ojos hablan GABRIEL SIMÓ (Jaumoya)
Ojos que miran inocentes de luz los áureos albores; Ojos llenos de resplandores bajo claro y diáCono velo, aparecen tán transparentes sus infantiles pttpilas, que hacen pensAr con las tranquilas
«Mister Watson,· verlg'á' Vd; 'le necestto.L Es~as fueron las primeras palabrás · q~e se · ba~láro por teléfono·, 'y el dta que tal acon.... tedó fué el10 de Marzo de 1876.
Durante varios meses, Alej~odro Graham Bell, el joven inventor que apenas tenia que cotper, y su amigo Watson, habían estado trabajándo en su nuevo invento. Como Bell
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