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Margarita Mercado Soto

MARGARITA MERCADO SOTO (Chile)

Margarita Mercado Soto el 2 de octubre de 1950 en la Ciudad de San Carlos Ñuble, Chile. Psicopedagoga y poetisa. Licenciada en Educación, Psicopedagoga diplomada en Déficit atencional e Hiperactividad en niños y jóvenes. Magister en Administración Educacional. Integrante de la "Sociedad Literaria y Cultural Entre Ríos" y del Grupo Folklórico Brotes de Esperanza de esta Ciudad. Profesora de Estado, 42 años en la docencia, ya jubilada. Participó en diversas Antologías, Encuentros Literarios Nacionales e Internacionales. Poeta de la Esperanza de Chile.

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LA POBREZA REFLEJADA EN UN ABUELO (poesía) Margarita Mercado Soto

Me hiere y me conmueve, ver la pobreza en un triste anciano, al ver que su familia lo ha abandonado.

Él dio todo por su hijo, cariño techo y abrigo y tan mal le ha pagado, vaga solo por las calles, masticando su infortunio.

En las noches silenciosas, en un remedo de cama y ropas regaladas se duerme pensando en su hijo y en sus nietos anhelados.

Le pide a Dios los proteja y estén bien cuidados, porque su Amor de Padre y Abuelo en su corazón los lleva bien guardado.

Cierto día, caminando por la calle, su nieto regalón lo ha encontrado.

Le pregunta:

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Abuelito, ¿por qué de casa te has marchado?

El abuelo baja la mirada y una lágrima furtiva por la mejilla ha rodado.

Acaricia la cabeza de su nieto y le dice: Mi niño cuando estamos viejos, no servimos para nada, ya pasó nuestro tiempo útil, ahora solo estorbamos.

Cuando tu crezcas y seas ya un hombre, comprenderás muchas cosas por las que los viejos pasamos.

El nieto dice: Abuelito, quiero que vuelvas a casa, yo te comparto mi cuarto, te paso mis juegos y nos divertimos un rato.

Para que nadie nos vea, entramos por la puerta del patio y en la noche mi cuarto, con llave lo cerramos.

El abuelo se emociona y abraza a su muchacho, Mi niño mejor mañana,

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tu padre ya ha llegado.

El niño responde: Yo hablaré con mi papi, le diré: ¿Por qué tan mal te has portado? Tú que eres su padre, hasta su casa te ha regalado.

Medita un poco papito y piensa en mí abuelito.

Cuando tú ya seas viejo, no quiero andes mendigando y sufras como mi abuelo por lo que está pasando.

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