Bienaventurados, agosto 2019

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CatedraldeSanIsidro catedraldesanisidro

CATEDRAL DE SAN ISIDRO - SANTA MARÍA DE LA CABEZA NUESTRA SEÑORA DE LA RIBERA - STELLA MARIS

Año 15

Agosto 2019 n 153

Distribución gratuita

Creer que puedo curarme

Árboles o camalotes ¿Caminamos como los cangrejos?


INFO

CAPILLAS

Párroco

Nuestra Señora de la Ribera

P. Carlos Avellaneda

Párroco emérito P. Pedro Oeyen

Vicario parroquial P. Juan Manuel Bianchi Jazhal

Diáconos permanentes Wenceslao Gómez Caride José Hamed

Horarios de misa Lunes a viernes 8, 10 y 19 h Sábados y feriados 10 y 19 h Domingos 9.30, 12.30, 19 y 20.30 h

Confesiones Diarias: media hora antes de la misa de 19 h Dominicales: media hora antes de cada misa

Secretaría parroquial De lunes a viernes de 8.30 a 12 y de 16 a 20 h Adrián Beccar Varela 530 Tel.: 4743 0291/4990

Cáritas Atiende en Anchorena 469

Elcano 172, Acassuso Tel. 4742 7198 Horarios de misa: sábados 18 h domingos 11 h

Horarios de secretaría: jueves 15 a 17 h sábados 16 a 18 h

Santa María de la Cabeza 33 Orientales 1301, Beccar Horario de misa: domingos 11 h

Stella Maris

España 1016, Beccar Horarios de misa:

sábados 19 h (de niños) domingos 11 h Distribución gratuita Tirada: 3.500 ejemplares 1era edición: año 2004

STAFF Director Padre Pedro Oeyen Dirección y coordinación Mechi Ruiz Luque Diseñadora Mechi Brousson mercedesdesign@gmail.com Correctora Sofi Costa fb e inst: Lantia Traducciones Ilustradoras Ana Ugarte ugarteana@outlook.com Paula Martínez reynartallerdecuentos@gmail.com Redactores Cata Beccar Varela Mechi Ruiz Luque Juanjo Mayer Felipe Dondo Ignacio Rico Teby Mentruyt

Si querés anunciar en Bienaventurados, escribí a publicidadbienaventurados@catedraldesanisidro.org Para hacernos llegar un comentario, escribí a bienaventurados@catedraldesanisidro.org


CARTA DEL PÁRROCO

PASO

Este mes se celebran en nuestro país las PASO. ¿Qué son las PASO? PASO es la abreviatura de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Nos dice la Ley que son: • Primarias: porque es la primera etapa de la elección. Cada partido político puede tener distintos aspirantes a un mismo cargo. Los ciudadanos, sin necesidad de estar afiliados a ese partido político, definen mediante su voto cuál de todos esos aspirantes será el candidato para ocupar el cargo. • Abiertas: porque todos los ciudadanos participan, sin perjuicio de que estén afiliados o no a un partido político. • Simultáneas: porque son el mismo día en todo el país, para todos los partidos. • Obligatorias: porque todos los ciudadanos tenemos la obligación de votar. ¿Cómo nos disponemos a participar de estas elecciones primarias? Quienes sean más jóvenes probablemente con la expectativa de expresar el propio parecer, ayudando así a mejorar la situación de nuestra Patria. Quienes seamos mayores y hayamos votado muchas veces participaremos con un mayor realismo, pensando que nuestro aporte es necesario pero que la construcción de la Nación es una tarea a largo plazo y no la veremos nunca como nos gustaría. Quizá, debido a tantas frustraciones acumuladas en los últimos años, otros sean escépticos respecto de las posibles mejoras y estén desmotivados para ir a votar. Me gustaría dejar aquí un pensamiento sencillo respecto de las elecciones que celebraremos este año. Hay una obligación que marca la Ley para ir a votar, pero hay otra obligación que es más íntima y surge de nuestra conciencia. Se trata de asumir, como propia y personal, la suerte de la Nación y de sus habitantes. Ser conscientes como cristianos nos lleva a hacernos cargos de la responsabilidad que todos tenemos respecto del bien común. También interesarnos por la suerte de los más pobres, que en nuestro país son los que más

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Elegir a nuestras autoridades es asumir el cargo de conformar el equipo de personas que desde el Estado gobernarán nuestro país.

sufren las crisis económicas y políticas. El bien común es, en primer lugar, una responsabilidad del Estado. Elegir a nuestras autoridades es precisamente asumir el cargo de conformar el equipo de personas que desde el Estado gobernarán nuestro país. Ellos serán hombres y mujeres imperfectos, con fallas y limitaciones, con errores en su pasado y hasta con opciones éticas que en algunos casos pueden ser diferentes a las nuestras. Nunca encontraremos a los candidatos perfectos y plenamente coincidentes con nuestros valores y nuestras ideas. No obstante, debemos discernir con consciencia lo que pensemos que sea mejor para el futuro de la Nación. Nadie, ni sacerdote, ni obispo, ni acompañante espiritual, podrá decirnos que pecamos si votamos a este o aquel candidato ni obligarnos a elegir a quien nos diga. Nuestra conciencia sólo debe sentirse inclinada hacia aquellos que creamos más idóneos para cumplir con la difícil tarea de gobernar. Tenemos que aceptar las limitaciones de los políticos, de las instituciones y de los procesos de construcción de nuestra Patria. Tenemos todo el derecho de expresar nuestras opiniones y nuestras disidencias, pero también tenemos el deber de hacer nuestro aporte mediante el voto en las elecciones de este año. Es nuestro compromiso. Un abrazo. Padre Carlos.


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PADRE PEDRO

¿Caminamos como los cangrejos? En Bélgica, en el antiguo pueblo donde nació mi abuela materna, cada año representaban algún hecho de la historia local, siempre diferente al del año anterior. Esto implicaba estudio y análisis de las alternativas, discusión sobre la conveniencia de elegir tal o cual hecho, ubicarlo en su realidad, ver si tenía actualidad y podía interesar al resto de la población, etc. Es decir que no se trataba simplemente de un acto escolar o protocolar para exaltar la figura de un prócer o recordar una fecha, sino de que el pasado iluminara el presente. Por eso, no siempre elegían hechos heroicos o brillantes, sino también derrotas, errores y catástrofes. Los vecinos asumían los personajes, escribían el libreto, preparaban el vestuario y ensayaban todo el año. En el pórtico de entrada colocaban un cartel que decía: “Los pueblos que no conocen su historia viven en perpetua adolescencia”. Cuando me enteré de esta costumbre, recordé una frase célebre entre los romanos: Historia magistra vitae. Es decir, la historia es maestra de la vida. Claro que si hablamos de historia no se trata de recordar una lista de nombres, fechas y batallas célebres, sino más bien de ver qué había detrás de los hechos: cuál era la situación, las ideas o ideales que movían a los protagonistas, los sentimientos que los impulsaban, las limitaciones que tenían, etc. Conociendo, recordando y actualizando los éxitos y fracasos del pasado podemos ver cómo repetir los primeros y evitar los segundos. De este modo, la his-

toria nos enseñará a tener una mirada crítica y objetiva de la realidad profunda. Me llama la atención que en Argentina, a menudo, los políticos y dirigentes hagan todo lo contrario. O exaltan el pasado negando o disimulando fracasos y errores, justificándolos con un planteo ideológico; o lo ignoran e intentan repetirlo, con lo que caen en las mismas fallas. Esto lleva a un planteo adolescente; se ensayan soluciones que no son tales y que ya demostraron que no servían, creyendo que el mundo y el país nacieron con ellos. Y la población suele tener mala memoria, de modo que no advierte la falacia de esos planteos. ¿Cómo salir de ese camino que ha llevado al país a ser uno de los que están postergados en el contexto del continente y del mundo, cuando hace un siglo estaba entre las naciones más desarrolladas? Creo que si conociéramos más y recordáramos mejor nuestro pasado, incluso el más reciente, y lo viésemos con una mirada objetiva y crítica, seríamos capaces de mirar el futuro con más esperanza y optimismo. El desafío es aprender de lo que nos ha pasado para hacer proyectos realizables y positivos. ¡Ojalá que los debates que se hagan en orden a las próximas elecciones vayan en esa dirección y que a la hora de votar busquemos el bien común por encima de intereses personales o sectoriales! Si no, me parece que estaríamos caminando para atrás como los cangrejos. Que Dios y la Virgen nos protejan e iluminen.

“Los pueblos que no conocen su historia viven en perpetua adolescencia”.


JÓVENES 5

Sólo por hoy

¡Para pegar en la heladera!

De muy joven, Juan XXIII escribió su Decálogo de la serenidad, que fue también publicado en uno de sus libros (“Diario del alma”). El Decálogo de la serenidad es un texto que propone un código de conducta diario para que se convierta en un propósito de por vida. Un decálogo que explica esa serenidad tan característica del papa Juan XXIII, que le permitía mantener la calma, la alegría y la paz en todas las circunstancias. En esta edición de la revista, les dejamos a todos los jóvenes (de cuerpo y espíritu) este legado papal tan lindo y enriquecedor:

1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente al día, sin querer resolver los problemas de mi vida todos de una vez. 2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: seré cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé criticar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo. 3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en este también. 4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos. 5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos a una buena lectura recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma. 6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie. 7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere. 8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión. 9. Sólo por hoy creeré firmemente, aunque las circunstancias demuestren lo contrario, en que la buena Providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo. 10. Sólo por hoy no tendré temores; de manera particular, no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.


6 SOCIEDAD

Árboles o camalotes

¿VIVIMOS DONDE QUEREMOS VIVIR? Hay personas que nacen, viven y mueren en la misma ciudad. Otras, cuando se les pregunta de dónde son, no saben qué responder porque tienen raíces desparramadas por el mapa. ¿Por qué algunos quieren irse? ¿Por qué a otros les duele tanto partir? Suele haber una tensión grande entre ambos deseos. Sobre todo en nuestros días de globalización y comunicación permanente. Quedarse en un lugar es renunciar a otros; irse es renunciar a la tierra de uno. No sé cómo habrá sido esto para nuestros abuelos, pero los de nuestra generación solemos querer las dos cosas. El campo y la ciudad, todo en un combo; la tranquilidad y el activismo, la naturaleza y las comodidades, la permanencia y la novedad, el confort y el desafío, soltar y sostener. Ser árbol y camalote a la vez. Queremos todo. Estuve charlando con unas cuantas personas que viven o vivieron esta tensión. Les comparto algunas de las cosas que me dijeron. Por supuesto que no elegimos dónde nacer ni tampoco el lugar de origen de nuestros padres y hermanos. Pero, con el paso del tiempo, sí podemos decidir libremente si seguimos viviendo ahí o si nos vamos a otro lado. El tema es que no todo el mundo se hace ese planteo. Algunos simplemente se quedan en el pago por inercia o por comodidad, sin saber si lo hacen porque realmente quieren quedarse. Para Eugenio, que nació y vive en Buenos Aires, “si no elegís y dejás que la vida te lleve, estás eligiendo no elegir y eso es una tragedia porque

eso es lo que hacen los camellos, las vacas y los osos panda. En cambio, nosotros somos seres humanos y estamos invitados a la fiesta de la libertad. Yo me quedé porque elegí quedarme”.

Pero, ¿es fácil elegir? Para nada. Agustín, por ejemplo, hace años que quiere mudarse al interior por varias razones: el ritmo de Buenos Aires es muy acelerado, el costo de vida es altísimo, las distancias son grandes, y la frecuencia con la que uno puede ver a sus amigos o familiares es muy poca… Pero reconoce que cada vez le resulta más difícil esa mudanza. En primer lugar, porque aunque todos esos factores lo incomodan, también se siente muy cómodo y tiene la vida bastante resuelta. En segundo lugar, porque sus hijos están creciendo y van echando raíces cada vez más fuertes en Buenos Aires… Todos coinciden en que no entra todo en la balanza, siempre algo se

cae. Gaby hubiera preferido quedarse en Resistencia, su ciudad natal, y tener a su familia a mano; pero decidió sacrificar eso para poder hacer su doctorado, y para eso necesitaba venir a Buenos Aires. “Fue un piletazo. Lloraba por el miedo a fallar, a que todo el sacrificio que implicaba dejar mi casa al final no sirviera para nada”. Pero se la jugó y le fue bien, sobre todo porque acá encontró un grupo de amigos que le dio contención y en el que se sintió cómoda. Y además porque, al descubrir nuevas adversidades (por ejemplo, la cantidad de tiempo que pasaba en el tren o colectivo), eligió aceptarlas porque entendió que eran realidades que no podía cambiar. Lo que sí todavía le resulta difícil es vivir “con el corazón dividido”. Esta es la dificultad más grande. La gran mayoría elige su lugar por cercanía de su familia y, cuando eso no se puede, cuesta mucho. Trini, que es de Mar del Plata, se mudó a Villa La Angostura por razones laborales del marido. La distancia les costó muchísimo, pero hicieron lo que muchos suelen hacer: se buscaron “familias sustitutas”. La primera Navidad, una familia de la parroquia los vio solos y los invitó a celebrar con ellos. Siempre hay alguien que estuvo en tu misma situación y te va a ayudar a instalarte. Las familias “desarraigadas” se juntan y se sostienen entre sí como camalotes. Echar raíces nuevas es incómodo e implica enfrentar la propia vergüenza o las trabas que cada uno tenga, porque no hay plan B en una ciudad desconocida: no tenés a tus papás, ni a tus hermanos, ni a tus amigos de toda la vida. El colectivo, la ver-


SOCIEDAD Felipe Dondo

dulería, el trabajo, los amigos, “todo es difícil cuando te mudás”. Cuando Virginia vino de Mar del Plata a Buenos Aires, le daba miedo la ciudad y hasta creía que no iba a ser capaz de trabajar como física en una empresa, porque pensaba que acá todos eran “más bochos y más rápidos”. Como no le quedó otra, enfrentó esos miedos y los está superando. Otro crecimiento es el de la unidad de la pareja o de la “familia chica”: Nacho y Dolo, que se fueron a Australia por dos años, dicen que eso los unió mucho porque se conocieron más. “Como dependíamos de nosotros mismos, nos teníamos que sostener el uno al otro porque éramos lo único que teníamos”. Todos dicen que sí es posible echar raíces nuevas, pero hace falta tiempo, paciencia y muchas pero muchas ganas. Cuando Rochi se mudó de Buenos Aires a Salta, empezó, como todo el mundo, haciendo comparaciones. Lo primero

que detectaba era la diferencia: de lenguaje, de costumbres, de trato. “Es natural comparar pero, si te quedás en eso, te va a costar seguir adelante”. A Julio, que vino de Colombia, esas diferencias le resultaron un problema y un atractivo a la vez. Ya lleva nueve años acá y dice que ganó en “amplitud de mirada y de afecto”, porque conoció gente muy distinta y construyó vínculos que nunca hubiera creído posibles. Esto mismo les pasa a muchos. Vivir fuera de tu cascarón te abre la cabeza y el corazón. Algunos, como Juampi y Ceci, eligieron su lugar priorizando la calidad de vida por sobre la cercanía de la familia: el ritmo tranquilo, la seguridad, el contacto con la naturaleza, la sencillez, la salud. La tecnología los ayuda a conservar sus vínculos y no se sienten lejos ni aislados. Juampi, por ejemplo, organiza una vez por semana una videollamada grupal con el resto de sus hermanos, que

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felipejmdondo@gmail.com

viven en otras ciudades. Eugenio y Rochi coincidieron en un punto que me pareció clave. Si vos te mudás, no empezás una página en blanco: te llevás en la valija toda tu historia previa, tus vínculos, tus fortalezas y tus miedos. Es fundamental “irse bien” de tu ciudad de origen, porque eso te da seguridad y confianza en la aventura que estás emprendiendo. Tu historia previa te sostiene o, de lo contrario, te arrastra. Si te vas buscando empezar de nuevo, quizá te estés engañando a vos mismo: todos esos conflictos van a ir con vos a donde vayas. El asunto es bien complejo porque tiene muchas aristas, pero vale la pena tomarse el tiempo para pensarlo y rezarlo. Después de todo, ninguna planta crece bien en cualquier suelo. Cada una necesita nutrientes distintos, especiales para ella. Buscar la mejor tierra para uno es una tarea imprescindible si queremos dar buenos frutos.



i nombre es Eugenia, y, durante los últimos tres años, atravesé todo tipo de emociones, buenas y malas, algunas más difíciles, otras más llevaderas. Mi historia comienza con una noticia que no esperaba, tras una consulta ginecológica de rutina y con otro propósito: buscar un embarazo. En ese camino de idas y venidas y estudios por una aparente displasia mamaria, después de seis meses dieron con el maldito diagnóstico: cáncer de mama (que luego fue agravándose). Al principio y después de dos semanas sin dormir, conocí a los médicos del lugar que hoy es mi segunda casa: el Hospital Alemán. Ahí me contuvieron, me apoyaron, me escucharon, me abrazaron tantas veces, y creo que yo también me dejé abrazar. Al principio, el diagnóstico fue

y sigue siendo, que los obstáculos que se nos presentan en la vida están para algo, para aprender, quizá porque no aprendimos lo suficiente en el camino. Por lo tanto, si la vida me enfrentaba a este desafío, había que hacerlo lo mejor posible y dando lo mejor de mí. De ahí en adelante todo fue alegría. No recuerdo haber estado tan bien antes. Fueron meses largos, pasé todo el invierno yendo a hacer la quimio con mi compañero incondicional, el amor de mi vida. Decidimos apartar nuestras agendas para concentrarnos en lo importante: salvar mi vida. Hicimos todo juntos, no nos despegábamos. En ese camino yo ya había empezado a andar los pasos de la fotografía; pero, con el trabajo y la vida agitada que llevaba, nunca me apartaba el tiempo para darle más lugar. Tras el diagnóstico, les dije a mis amigas de fotografía que no iba a

pelaron. Nos reímos un montón, obvio que había cierta nostalgia o una sensación rara, ya que esa era la prueba evidente de que yo era una persona con cáncer. Pero al mismo tiempo mi pensamiento mutó: la pérdida de pelo es el efecto de la medicación, de la sanación, y por lo tanto es el síntoma de que me estoy curando. De ahí en más, lucí mi pelada con mucho orgullo; me saqué muchas fotos, subía selfies a mi Instagram todo el tiempo con los distintos estados del proceso. La idea de sacarme tantas fotos surgió de un amigo del trabajo que ya había pasado por un proceso oncológico. Le dije: ‘quiero tratar de ser como vos, que durante tu tratamiento siempre te vi con energía, pilas, y tan positivo’. Él me respondió que no había sido tan así, y me mostró una serie de fotos en momentos no tan felices. Me recomendó que me sacara

Mi pensamiento siempre fue que los obstáculos en la vida están para algo aterrador. Uno piensa lo peor: la muerte. Lo recuerdo allá atrás como una película que vi, y me cuesta pensar que realmente estuve ahí. Mi tratamiento incluyó, para empezar, preservación de óvulos. Después empecé quimioterapia, que duró cinco meses (una vez por semana). Recuerdo esa primera sesión como si fuera ayer. Esa sensación de paz que se perpetuaba en el tiempo; después de dos meses de estudios y palabras técnicas, al fin me sentaba en ese sillón tan cómodo y acogedor. Me dieron una mantita para taparme. Las enfermeras eran tan cálidas y cuidadosas. Y empezó el camino. Ese día empecé a sanar. Estaba tan feliz que no se me borraba la sonrisa. Siempre tuve la convicción de que me tenía que curar, que estaba en las mejores manos y que todo era posible. El cielo era el límite. Mi pensamiento siempre fue,

poder seguir estudiando. A lo que ellas, sin dudarlo, respondieron ‘de ninguna manera, vamos a hacerlo juntas’. Así es que ahí empezamos; tomamos cursos juntas y compartimos cuanta salida fotográfica había... Era un gran contraste. Por un lado, le dedicaba todo el tiempo necesario al tratamiento, a las horas que tenía que dormir, descansar, y a todos los controles y médicos que tenía que ver… Pero había mucho tiempo para sacar fotos, para los mates, para las risas… fueron meses hermosos. Yo tenía el pelo largo, y no me parecía buena idea que se cayera desde ahí. Por eso, lo primero que hice fue hacerme un lindo corte corto, uno que disfruté durante dos o tres meses. Con la primera quimio se empezó a caer, y para la segunda ya no había cómo disimularlo. Hablé con mi marido y mi hijo y les dije ‘es hora, hay que cortarlo’. Subimos a la terraza y ellos me

muchas fotos, hasta en los peores momentos. ‘Son para vos, para cuando sientas que querés largar todo; para que te mires y recuerdes por lo que pasaste. Eso te va a dar energía para seguir’. Para él no todo fue color de rosas, y tampoco para mí. Luego de la quimio, y ya con una reducción del 98 % en los tumores, me sometí a la mastectomía, un proceso súper invasivo pero el final de una etapa. Abrí los ojos en el quirófano y pregunté si ya lo habían quitado todo y mi cirujana me respondió: ‘Sí, Maru, ya estás sana’. No hay palabras. Esa frase me va a acompañar el resto de mi vida. Recuerdo ese momento y me emociono. Luego de la recuperación y rehabilitación, que llevó varios meses, empecé con los rayos, un proceso que se hace a diario y que yo pensé que era menor. Pero terminó siendo un espacio en donde escu-


ché muchas historias, en donde escuchaban con atención la mía; 10 SOCIEDAD compartíamos café y budines. Era un rato en que nos veíamos y esperábamos juntos, y mientras llegaba nuestro turno, todos con camisolín en mano, compartíamos un momento sin pedir nada a cambio. El día en que finalicé el tratamiento, me hicieron tocar una campana que estaba en el mostrador. Uno de los chicos del hospital me dijo: ‘¡Sacudí fuerte, que todos escuchen! ¡Terminaste!’. Me acuerdo de la emoción que me invadió, de los abrazos de todos los que estaban ahí, personas que quizás había visto por primera vez ese día; todos lloramos, recordarlo me llena de alegría el corazón. Durante este camino y después de notar que mi historia conmovía a otras personas, conocí a Lau, cuyo caso era muy similar al mío. Nos presentó nuestra psicóloga de oncología del Hospital para ver si nos podíamos acom-

Decidí mostrar mis fotos porque creo que ver que otro lo logró es una ayuda enorme pañar en el proceso. La empatía fue maravillosa y hasta el día de hoy compartimos una gran amistad. Empezamos siendo dos, hoy somos cuatro en un grupo que nos une, y en donde nos apoyamos, nos contamos cosas que nos pasan, nos motivamos, porque tenemos algo en común: las cuatro luchamos para estar vivas. Así también conocí a Ale, la enfermera que asiste a mi cirujana. Y con ella nació la idea de mostrar mis fotos. Ella empezó a identificar a los pacientes que habían transitado sus tratamientos haciendo algún tipo de trabajo artístico, de expresión. Y veía que todos manteníamos una energía muy positiva. Fue entonces que se empezó a gestar ‘Resiliencia’, la muestra que hicimos el pasado mes de mayo en el Hospital Alemán. Una muestra

que tuvo fotografías, pintura, voces y música, y, por sobre todo, buena vibra. Todos pacientes oncológicos, algunos todavía en tratamiento. Pero todos con la convicción de que una actitud positiva mueve montañas. La razón por la que decidí mostrar mis fotografías fue porque creo que, a pesar de la confianza que tengamos en nuestros médicos, el ver a otra persona, el tener empatía, y el que se la tengan a uno, el ver lo que otro logró y cómo lo hizo, es una ayuda enorme para encontrar esa fuerza interior para seguir adelante. No se trata sólo del cáncer, puede ser en cualquier situación de la vida. A veces lo vemos en una peli y lo tomamos como referencia, pero en el fondo pensamos ‘bueno, son actores, es un poco irreal’. Y la verdad es que no, nosotros

somos reales, somos personas que atravesamos enfermedades durísimas, personas para las que la palabra cáncer, metástasis y muerte son moneda corriente. Fue un camino largo, que todavía sigue. Fue difícil, a veces muy duro. A veces quise tirar todo porque no daba más, y volví a esas fotos y me dije ‘mirá, estuviste peor, esto es pan comido’, y así pude seguir. Ese es mi mensaje. Soy una persona común, y quizá mi historia sirva para que otros encuentren su propia fuerza en sí mismos, porque todos tenemos ese poder y fuerza interior, y en mi caso hizo falta que la vida me golpeara un poco para que aprendiera a creer en mí.


REFLEXIONES Mechi Ruiz Luque

mechiruizluque@gmail.com

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@mechiruizluque

Amar el tiempo de los intentos Mis tiempos para componer canciones son de lo más dispersos que puedan imaginarse. Un día empiezo con una melodía, a la semana se me ocurre una estrofa, al mes pienso un estribillo y al año siguiente la reveo desde el principio hasta el final. Y ni hablar de los tiempos que me lleva grabar cada una. Esto mismo me pasa con muchos proyectos que emprendo. Cada tanto me planteo si no seré una persona esencialmente lenta, pero después me doy cuenta de que hay cosas que no dependen sólo de mí. A veces nos desesperamos cuando lo que hacemos no se da como planeábamos o nos lleva más tiempo del que pensábamos. Sin embargo, hay cosas que se escapan de nuestras manos. No podemos tener todo bajo control. Hay procesos que llevan su tiempo, y de nada sirve tratar de apurarlos. Más bien, es mejor tener paciencia y encararlos con constancia y amor. No hay nada mejor que poder disfrutar del trabajo y de las tareas que uno emprende. Poder vivir cada actividad con pasión y entusiasmo, con el 100 % de nuestro ser. Poder transitar con alegría (y con paciencia) los procesos que requiere cada meta. Por otro lado, resulta fundamental que podamos confiar no sólo en los planes de Dios, sino también en sus tiempos. “Hay que saber planificar y prevenir, es cierto, pero no pretender tenerlo todo previsto y controlado. Que Dios sea el rey y el Señor de nuestro futuro, que Él guíe nuestra vida, y todo estará a salvo”. 1 Para terminar esta reflexión sobre los tiempos y 1

los procesos, me parece lindo compartir una estrofa de la canción Sólo el amor, de Silvio Rodríguez. Porque quien no se amiga con el barro que tiene entre sus manos nunca podrá hacer algo lindo con Él. Es preciso tomarlo con amor y, a partir de ahí, comenzar a trabajar.

Debes amar la arcilla que va en tus manos, debes amar su arena hasta la locura. Y si no, no la emprendas que será en vano.

Fernández, Víctor Manuel: Para liberarte de la ansiedad y de la impaciencia. Argentina, Ed. San Pablo, 2009.


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ESPIRITUALIDAD

ESPIRITUALIDAD

Teby Mentruyt

estebancarlosmentruyt@gmail.com

¡De no creer!

(o de cómo quien busca a Jesús en comunidad lo encuentra) Para algunos, el apóstol Santo Tomás podría ser el patrono de los que dudan. Sus amigos lo habían visto a Jesús resucitado y él, escéptico, les dice: “Si no veo en sus manos la marca de los clavos y si no meto mi dedo en sus llagas y en su costado, no creeré”. Sabemos que la segunda vez Tomás sí puede ver a Jesús, quien le reprocha su falta de fe: “¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!”. Invito a darle una segunda mirada a la persona de Tomás. Porque es verdad que no creyó, pero también es cierto que hay dos cosas que lo llevaron a reencontrarse con Jesús. La primera fue la búsqueda de un Jesús concreto, humano. Búsqueda a la que tarde o temprano Dios atiende. “No me alcanza con que me la cuenten, con imaginármelo a Jesús”, parece decirnos, “‘necesito verlo, palparlo, sentirlo yo mismo. Necesito saber que no es un cuento, una energía solamente, una esperanza, un conjunto de valores. Yo lo conocí concreto, necesito saber que es ese mismo que pasó por la cruz, el que tiene la marca de los clavos. Necesi-

to esa experiencia profunda con Él, mano a mano, cara a cara”. En nuestra fe no puede alcanzarnos con que sólo “nos la cuenten”, con que sólo nos hablen de Jesús. Testimonios de fe de distintas personas pueden darnos perspectiva pero, sin un encuentro fuerte y personal con Jesús, a nuestra fe puede estar faltándole cimiento. Benedicto XVI lo pone en estas palabras: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona”. Me identifico con Tomás. Necesito verlo a Jesús de cerca, quiero mudarme de la idea, del dios teórico e inhumano, y convivir con el Dios persona y real. Quizás esta búsqueda que tiene Tomás no sólo sea muy válida, sino necesaria. ¡Nuestra fe no es cuento! Jesús no es etéreo. Mateo 25 (“cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”) es una manera en la que puedo tener esta experiencia personal con Él. Por otro lado, Tomás descubre a Jesús resucitado porque permanece en comunidad. Este es un mensaje muy fuerte: la

fe no se puede mantener viva sin una comunidad. Es cierto que no son perfectas, que no están libres de internas o roces, realidad que tendremos que abrazar. ¡¿Cuántas veces dudé y fueron mis codiscípulos de Jesús por quienes permanecí en Él?! Aprovecho para agradecerles: familia, amigos, coordinados/res, laicos, curas, el grupo de señoras que se juntan a rezar el rosario, el grupo de hombres, los de misión barrial, etc. No hay Jesús sin comunidad. Me guste o no me guste, sea perfecta o no. Me sirve esta imagen: somos como carbones que se mantienen encendidos cuando permanecemos juntos. Si separamos un carbón, este se irá apagando lentamente y se encenderá de nuevo cuando vuelva a la pirca, que es donde habita el Fuego. Sí, quizá Tomás dudaba. Pero no dejó de preguntarse por el Jesús vivo. Sí, quizá Tomás dudaba. Pero eso no lo alejó de sus compañeros de fe. Y fue por no abandonar su comunidad, por no alejarse del resto de los amigos de Jesús, que lo encuentra en la siguiente visita.


El staff de Bienaventurados selecciona sus preferidos y te los comparte. ¡No te los pierdas!

EXONARIO

DE JORGE MUX (ED. GRIJALBO) Un libro inteligente y divertido en el que se definen 270 palabras que no existen pero que deberían existir. Para tener en la biblioteca y reírse de vez en cuando.

Amigos intocables (Francia, 2011) Philippe es un hombre rico, culto y estructurado. Como padece una tetraplejía, necesita un asistente personal. Por alguna extraña razón, contrata a Driss, un inmigrante senegalés con antecedentes penales y otros condimentos totalmente opuestos a los de su jefe. Una comedia divertidísima y con un mensaje muy positivo.

La vida es bella (Italia, 1997) Cada tanto hay que volver a ver este clásico. Cuenta la historia de amor entre Guido y Dora durante el crecimiento del fascismo en Italia. La imaginación y el humor son el remedio que este simpático personaje encontró para cuidar a sus seres queridos de las aberraciones del nazismo.

Abran Mancha: un viaje por el arte

El Centro Cultural Konex ofrece un ciclo de actividades mensuales para introducir a los niños en el mundo del arte de una manera lúdica y creativa. La actividad está dirigida a chicos de entre 3 y 10 años, y hay otras propuestas para aquellos de entre 11 y 15. El próximo encuentro será sobre Vincent Van Gogh, y tendrá lugar el sábado 24 de agosto a las 15 h. Más información en www.cckonex.org.

Vox Pop: “Pequeños y medianos éxitos” La morada: espacio para novios

Ciclo de encuentros para fortalecer el vínculo de pareja, coordinados por el P. Checo Avellaneda y el P. Alejandro Bertolini. Empieza el 5 de agosto a las 20 h, en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced. Más información: lamorada@pjuventudsi.com / 4747-0277.

Siete cantantes a capella brindan un espectáculo musical lleno de energía y con muchísimo humor. Interpretarán grandes éxitos de Queen, Los Beatles, Aerosmith, ABBA y otros. Sábado 10 y viernes 16 de agosto en el Centro Cultural San Isidro (Av. Libertador 16138). Entradas por Ticketek.


AVISOS

RETIRO PARA COORDINADORES

Los días 9, 10 y 11 de agosto los coordinadores de los distintos grupos de jóvenes de la parroquia harán su retiro anual. Recemos por ellos.

MIÉRCOLES 15 DE AGOSTO: FIESTA DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN (día de precepto)

Por ser día laborable, las misas se celebrarán a las 8, 10, 19 y 20.30 h.

SÁBADO 24 DE AGOSTO: FIESTAS PATRONALES DE LA CAPILLA STELLA MARIS

Misa a las 19 h y luego encuentro comunitario.

CONFIRMACIÓN Y OTROS SACRAMENTOS

- Si sos adulto y te falta recibir el bautismo, la primera comunión o la confirmación, podés comunicarte con la secretaría de la parroquia al 4743-4990/0291 (int. 7) de lunes a viernes de 8.30 a 12 o de 16 a 20 h. O podés mandar un mail a catedral_sanisidro@yahoo.com.ar. - Está abierta la inscripción para jóvenes que desean recibir la confirmación, o participar en los grupos de Post-Confirmación (Caminar) y Ágora. Consultar la página de la Catedral o bien preguntar en secretaría de jóvenes (miércoles y viernes de 16 a 20 h). - Inicio de grupos de Confirmación: lunes 26 de agosto con misa de 19 h y luego charla informativa. -Inicio de grupos de Post-Confirmación (Caminar): lunes 2 de septiembre con misa de 19 h y luego charla informativa.

CURSO

Introducción a la mística cristiana. Maestros de contemplación a través de la historia. Del 22 de agosto al 7 de noviembre. Todos los jueves de 20 a 22 h, en Anchorena 469. Organizado por la Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana. Continua así el trabajo iniciado con la charla del padre Laurence Freeman en el 2018. Esta Comunidad tiene como misión transmitir el carisma de la oración silenciosa para laicos. Escuchar a los místicos y ver sus caminos de encuentro con Dios es una oportunidad para conocerlos y conocernos mejor.

El curso puede ser tomado en su totalidad o bien inscribirse para uno o varios encuentros. Solicitar programa, informes e inscripción: cursoraices3@gmail.com.

RETIRO PARA MATRIMONIOS Viernes 30, sábado 31 de agosto y domingo 1 de septiembre en la Casa de Ejercicios Espirituales Monseñor Aguirre. Predica el P. Checo Avellaneda. Inscripción: retiro.matrimonios@gmail. com.




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