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CATEDRAL DE SAN ISIDRO - SANTA MARÍA DE LA CABEZA NUESTRA SEÑORA DE LA RIBERA - STELLA MARIS
Año 13
Agosto 2016 n 123
Distribución gratuita
Bodas de oro Stella Maris
Críticas al Papa
PÁGINAS 8 Y 9
PÁGINA 3
INFO Párroco P. Pedro Oeyen
Vicarios parroquiales P. Juan Manuel Bianchi Jazhal P. Gonzalo Rebollo
Diáconos permanentes Wenceslao Gómez Caride José Hamed
Horarios de misa Lunes a viernes 8, 10 y 19 h Sábados y feriados 10 y 19 h Domingos 9:30, 12:30, 19 y 20:30 h
Confesiones Diarias: media hora antes de la misa de 19 h Dominicales: media hora antes de cada misa
Secretaría parroquial De lunes a viernes de 8:30 a 12 y de 16 a 20 h Adrián Beccar Varela 530 Tel.: 4743 0291/4990
Caritas
CAPILLAS Nuestra Señora de la Ribera Elcano 172, Acassuso Tel. 4742 7198 Horarios de misa: sábados 18 h domingos 19 h
Horarios de secretaría: jueves 15 a 17 h sábados 17 a 19 h
Santa María de la Cabeza 33 Orientales 1301, Beccar Horario de misa: domingos 11 h
Stella Maris
España 1016, Beccar Horarios de misa:
sábados 19 h (de niños) domingos 11 h
STAFF Director Padre Pedro Oeyen Cofundadora y directora Flor Tapia Gómez Diseñadora Mechi Brousson mercedesdesign@gmail.com Coordinación Mechi Ruiz Luque Correctora Sofi Costa fb: Lantia Traducciones Coordinación Arte Belén Ruiz Luque Ilustradoras Ana Ugarte ugarteana@outlook.com Belén Ruiz Luque fb: BRL - Ilustraciones Paula Martinez paulipeinture@yahoo.com.ar Redactores Cata Beccar Varela Mechi Ruiz Luque Santi Pando
Atiende en Anchorena 469
Distribución gratuita Tirada: 4.000 ejemplares 1era edición: año 2004 Si queres anunciar en Bienaventurados escribí a publicidadbienaventurados@catedradelsanisidro.org Para hacernos llegar un comentario escribí a bienaventurados@catedraldesanisidro.org
CARTA DEL PÁRROCO
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Críticas al Papa Queridos amigos: Sobre este tema transcribo unos párrafos de nuestro Obispo: “Escribo estas líneas preocupado por los comentarios sobre la persona del Santo Padre, que pueden oscurecer su mensaje evangélico y profético, su visión de este momento histórico y el lugar de la Iglesia en él. Veo la necesidad de poner de relieve todo el servicio y la vida del Papa, por encima de opiniones sesgadas y de suposiciones e informaciones no debidamente chequeadas. Si no nos permitimos una lectura en clave pastoral de sus palabras y gestos, nos perdemos lo esencial de su mensaje. El Santo Padre es y ha sido siempre un Pastor. Las interpretaciones políticas de sus actos nos llevan a perdernos en un laberinto que diluye su sentido y lo hace incomprensible. Seguramente para Francisco, recibir en el Año de la Misericordia a personas que lo han insultado públicamente significa manifestar algo tan esencial al Evangelio como el perdón. Pero existen en nosotros dificultades culturales y psicológicas muy profundas para entender el perdón y la misericordia. Nos cuesta entender a un Dios cuya omnipotencia resida justamente en la misericordia. A muchas personas les han parecido ciertas actitudes del Papa injustas y han sentido bronca y enojo. Confío en que una reflexión madura sobre lo que implica la misericordia pueda ayudarlos a sintonizar el lenguaje de los gestos. Hay que decir también que hoy nos encontramos con un Papa que pone límites. Que les dice a los suyos que no se dejen llevar por el terreno resbaladizo de la corrupción. Y también se lo critica por esto. De modo que cuando perdona porque
perdona, cuando es exigente porque es exigente. Este “manoseo” de su persona, unido a tantísimas críticas en los medios y en las redes sociales con total falta de respeto, puede desdibujar el mensaje del Evangelio que con tanta nitidez nos trasmite día a día en su magisterio. Creo que esta coyuntura nos plantea un doble desafío en el Año de la Misericordia. Por una parte, nos invita a profundizar en la naturaleza misericordiosa de Dios, revelada por Jesús. Este es el Padre perdonador de la parábola del hijo perdido (Lc. 15, 11-32). Dios es tan misericordioso que tenemos que pensarlo dos veces para no dar la razón al hijo mayor. Meditemos sobre este texto y pidamos en la oración la gracia de comprender y gozar “la entrañable misericordia de nuestro Dios” (Lc. 1,78). Por otra parte, y este es el segundo desafío, es oportuno renovar nuestra fe en el sucesor de Pedro que el Espíritu ha señalado para este momento de la vida de la Iglesia. A Francisco lo conocemos, habla castellano con acento argentino. “Nadie es profeta en su tierra” recordaba Jesús (Lc. 4,24). Quizá nos esté pasando algo de eso. Pero la fe nos despierta y nos invita a ver la verdad: El Señor ha llamado a uno de los de nuestra tierra y es a Francisco a quien le dice Jesús: “apacienta mis ovejas”. En nombre de la diócesis y junto a ella, deseo expresar al Santo Padre nuestro agradecimiento sincero a su magisterio, renovando nuestro compromiso de responder a su pedido insistente de “recen por mí”, para que el Señor lo siga sosteniendo en su misión”. + Oscar Ojea.
Hasta pronto, Pedro Oeyen
Si no nos permitimos una lectura en clave pastoral de sus palabras y gestos nos perdemos lo esencial de su mensaje. El Santo Padre es y ha sido siempre un Pastor
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PADRE JUAN MANUEL
ESPIRITUALIDAD
Celebrar la vida
Nuestra capilla Stella Maris está cumpliendo 50 años de vida y esto es motivo de acción de gracias a Dios por toda la vida que surgió y sigue surgiendo comunitariamente en torno a Jesús. Las celebraciones de nuestra vida (cumpleaños, aniversarios y otros acontecimientos significativos como bautismos o casamientos) nos generan alegría e interrumpen en nuestra rutina. Nos hacen revisar cómo venimos viviendo hasta hoy y nos proyectan hacia el futuro generando nuevos sueños o renovando los que tenemos. Hay aniversarios que, por ser números tan significativos, nos generan una sensación distinta a cualquier otro y nos hacen mirar los aciertos que tuvimos, los errores, las alegrías y las tristezas, para poder seguir caminando y confiando en que Jesús es el centro de la vida entregada. Son numerosas las características de nuestra comunidad, pero hay dos que expresan cómo se vive la fe a lo largo del año. La primera es la capacidad
celebrativa que tiene. Tanto los chicos como los grandes celebran la fe en torno a Jesús y siempre se vive un clima de mucha alegría, y esto es fundamental. En una homilía en su primer año de pontificado, el papa Francisco decía: “No se puede pensar en una Iglesia sin alegría, porque Jesús quiso que su esposa, la Iglesia, fuera alegre. Y la alegría de la Iglesia es precisamente anunciar el nombre de Jesús para poder decir: Mi esposo es el Señor, es Dios quien nos salva y nos acompaña.” (Santa Marta, 3 de diciembre de 2013) La segunda es el sentido de pertenencia que genera Jesús en torno a la capilla. Para las personas más grandes de nuestra comunidad, decir “vivo en el bajo” tiene casi el mismo orgullo que decir “mi fe creció en Stella Maris”. Cuando empezamos a preparar la fiesta por los 50 años, me sorprendía gratamente que varias personas (tanto las que ya no están en nuestra comunidad como las que continúan aquí) hablaban de la capilla como su segunda casa o incluso decían
sentirse parte de una gran familia. Sin duda, los chicos tienen un lugar muy importante en la vida de nuestra comunidad y son ellos quienes nos muestran los signos visibles del Reino cuando sábado a sábado celebran con alegría y sencillez. En los primeros años de vida, conocer cómo vivió Jesús, cómo se relacionó y cómo se mostraba cercano a todos puede llegar a ser tan importante que queremos que nuestro modo de vincularnos con los demás sea tan autentico y fraterno como el de Jesús. Mirar el pasado y lo que es hoy la vida de la comunidad nos invita a una acción de gracias a Dios por todas las personas que ayudaron al crecimiento comunitario. Gracias a todos los sacerdotes que acompañaron y gracias a los laicos que hicieron que Stella Maris sea un lugar en donde todos nos sentimos invitados a celebrar la vida. Pidámosle a Jesús que nuestra comunidad siga siendo tan celebrativa, festiva y cálida como durante estos primeros 50 años.
5 Helga Tartari
Hermanos en la fe Me cuesta imaginar una forma diferente de celebrar la fe que la que vivo en mi comunidad de Lourdes en Beccar. Nos acompañamos unos a otros y además tenemos la presencia permanente del sacerdote, testimonio de fidelidad y entrega. Las celebraciones suelen ser muy concurridas y la presencia de Jesús vivo se festeja con cantos, signos y mucha alegría. También nos gusta encontrarnos con amigos en el atrio al final de la misa. Además existen muchos grupos que se juntan en la semana para diferentes actividades. El templo es cómodo y tenemos ventiladores para los calurosos días de verano y calefacción para el invierno. No podemos pedir más. Hablo de estas cosas porque hace poco me tocó presenciar una forma muy diferente de celebrar al Jesús vivo del que hablaba. En el norte de nuestro país se encuentran algunas de las Iglesias más antiguas de la Argentina. De viaje por Jujuy, llegamos hasta la capilla de Susques. Según la tradición, una imagen de la Virgen de Belén, patrona de Susques, fue encontrada debajo de una piedra. En ese mismo lugar a principios del siglo XVIII, los jesuitas, ayudados por aborígenes, construyeron una iglesia. Era de noche y por ser invierno la temperatura era muy baja. Tanteamos la puerta creyendo que iba a estar cerrada por la hora, pero para nuestra sorpresa esta se abrió. Quedamos enormemente impactados con lo que vimos ya que, a pesar de la hora, el frío y la penumbra en la que se encontraba la capilla (a no ser por algunas velas que la iluminaban), un pequeño grupo de personas rezaba el Rosario con fervor. Una mujer hacía de guía y el resto respondía. Al terminar, recitaron interminables letanías. Todos rezaban de pie frente a la imagen de la Virgen. Vestían la ropa típica de esa zona: polleras con mantas superpuestas, ponchos y medias de lana. Los sombreros
habían quedado en el piso, al costado de la puerta de entrada. Entre ellos, nos llamó la atención una mujer de baja estatura, con un bebé en la espalda. Parecía muy joven y tenía otros tres chiquitos sentados en un banco. Creo que nos conmovió su imagen tan pequeña, imagen de pobreza y fragilidad, que contrastaba con lo mucho que tenía entre sus manos. Ella, en su pequeñez, rezaba con el fervor más grande. Sentí que era la imagen de la humildad, de quien espera todo de Dios. Su recuerdo me inspira a abandonarme al amor de Dios, consciente de ser su hija amada y de que jamás seré defraudada por Él. Me alegra también saberme hermana de aquellas personas que, en Susques, oran al mismo Padre en el
que yo creo y confío. Al día siguiente seguimos nuestro viaje y nos adentramos por un camino sinuoso de ripio, arenoso por momentos; y luego de recorrer más de veinte kilómetros llegamos a El Alfarcito (Salta), un pequeño pueblo de casas bajas de adobe. No había nadie en las pocas calles que forman el paraje. Casi inmediatamente nos encontramos con la Capilla. Decidimos visitarla. Para entrar, tuvimos que agacharnos para pasar por un pequeño portón que daba acceso a la puerta de la capilla. Entramos y nuevamente el templo estaba en penumbras, iluminado por algo de luz que entraba por las ventanas. Había muchísimas imágenes de vírgenes y santos, todas adornadas casi exageradamente con flores de colores naturales y artificiales. El colorido era impactante. En el primer banco, totalmente concentrada al punto de que no nos escuchó entrar, había una mujer pequeña de estatura y de cuerpo. Parecía tener muchos años y vestía también la ropa típica de la Puna. Rezaba el Rosario en voz alta, recitaba el Ave María y agregaba una parte al final de la oración que nosotros conocemos. Desconozco si en esa zona todos lo rezan así. Nunca bajó el volumen de la voz ni se dio vuelta a mirar quién había entrado. Nuevamente, nos conmovió enormemente su fervor. Al salir vimos su sombrero a un costado de la puerta. Creo que Dios se da a conocer más fácilmente a las personas pequeñas de la tierra ya que estas a menudo poseen la sabiduría de la humildad. Los humildes saben descubrir la mano de Dios en todos los momentos de su vida confiando en su Providencia y esperando todo del Padre que los ama. Dos experiencias similares vividas en nuestro viaje a Salta y Jujuy. Agradezco a Dios la oportunidad de haber podido vivirlas. Ya no podré olvidar lo que he visto y oído.
6 JÓVENES
JÓVENES 7
Reflexiones de un coordinador de Confirmación
Testimonios de coordinados de Confirmación Yo iba a tomar la Confirmación en el colegio. Pero mi hermana me incentivó a abrirme y así co- FRANCISCO ACCINELLI nocer gente nueva, 15 AÑOS profundizar mi fe, vivir nuevas experiencias, hacerme nuevos amigos… y esto es lo que verdaderamente sucedió. Prepararse para la Confirmación es salir de lo cotidiano y abrir el corazón a un ambiente en donde Cristo se hace presente en cada uno de los coordinadores, en cada compañero y en cada encuentro. Por eso, los invito a que se unan a este camino de recibir al Espíritu Santo.
Confirmación fue un camino de crecimiento espiritual. Fue un lugar en donde se disfrutó de todo momento: cada encuentro, el campamento, el retiro… Se nos dio el espacio para abrirnos a desconocidos que terminaron siendo grandes ANITA LYNCH Y amigos. Amigos que te quieren por lo que BELU MARISCOTTI 16 AÑOS sos, con tus defectos y virtudes. Amigos que te ayudan a pasar los momentos más difíciles simplemente entendiéndote, y que te ayudan a explotar lo mejor de vos. Amigos que te conocen tal cual sos. Las charlas con nuestro grupo y todos los momentos vividos con ellos nos fueron acercando más a Dios y a su Iglesia. Estamos muy felices de poder decir que nos sentimos más que parte de esta gran Iglesia, y estamos más que agradecidas con la Catedral por habernos dado el espacio y la oportunidad de empezar este largo camino.
Testimonio de coordinadores de Confirmacion Comenzamos con muchas expectativas, ganas y ansiedad, pero sobretodo con mucho amor para dar. Fue pasando el tiempo y empezamos a ver cómo nuesMAI LUPINO tro testimonio les servía tanto a BOUZÓN Y BELU estos chicos que empezábamos BARRAZA a conocer, y con eso nos recargábamos de ganas para preparar cada detalle y asegurarnos de que el encuentro fuera puramente con Dios. ¡Qué lindo es ponerse al servicio del otro con alegría, para sorprenderse luego con el amor tan grande de Dios que nos regala la sonrisa de cada chico!
Y cuando más nos ardía el corazón era cuando esos chicos que no se conocían, o que nunca se habían hablado, empezaban a quererse y empezaban a estar el uno para el otro, porque ahí es en donde podíamos ver a Jesús actuando en nuestro grupo. Finalmente cuando llegó el día, ese gran día de dar el SÍ en sus confirmaciones, sentimos felicidad y angustia. Felicidad porque veíamos florecer esa semillita que con tanto amor habíamos sembrado, pero con un gusto agridulce de saber que el camino que transitamos juntos concluía. Y, por último, la satisfacción de ver que el vínculo que generó Jesús con cada uno de los chicos era tan íntimo, que ese SÍ que dieron era sólo el primer paso de un gran camino que tienen por recorrer.
Les comparto esta mini reflexión de lo que me quedó del retiro: No puedo dormir. ¿Por qué? Porque cuando coordinás estás acostumbrado a dar sin pedir nada a cambio. Y JOACO SPINELLI de repente me encontré sintiéndome 20 AÑOS muy querido, viendo quizá los frutos de un trabajo que uno va haciendo en silencio y que piensa que los chicos no valoran. Y de golpe ves cómo van creciendo, cómo van madurando ellos y en sus relaciones. Ves lo mejor de cada uno. Sus mejores versiones que tapan todas sus cosas, que te dan ganas a veces de matarlos o simplemente tapan sus peores defectos. Te encontrás queriendo a personas más de lo que te podés permitir, sabiendo que ellos simplemente se adueñaron de tu corazón. Querés y tratás de no emocionarte; no querés que te dominen el sentimiento de extrañarlos y las ganas de abrazarlos. No podés parar de pensar en aquella/aquel que
se siente mal, o que sabés que está pasando por un mal momento. No podés no pensar en sus sonrisas tan alegres, en las veces que te hicieron la persona más feliz del mundo por 5 segundos. Cada uno de esos chicos se robó una gran parte de mi corazón. Y de repente te dicen gracias: gracias por preocuparte, gracias por estar, gracias por guiarme, gracias por confiar en mí, gracias por querernos y gracias por haberte conocido. Pero ellos no entienden que los agradecidos somos nosotros. Porque nadie nos advierte y nadie nos prepara para la sorpresa inmensa de su amor, para la falta que nos provoca su ausencia, nadie simplemente nos prepara a nosotros para que ellos se confirmen. Por eso siento que los coordinadores sufrimos tanto. Porque nuestro “trabajo” era que ellos se confirmaran, pero nadie nos dijo que nuestros corazones iban a arder cuando estuviéramos con Él, con Él en cada chico.
Testimonios de coordinadas de Post-Confirmación Para mí Post Confirmación fue un tiempo de encuentro conmigo misma, con los demás y con Dios. Pude experimentar cómo es la fe cotidiana y trabajar en encontrar a Jesús en el otro y ser MORA BENEDIT capaz de transmitirlo por medio de mis actos y acciones. Un tiempo de más aprendizaje, pero sobre todo de tratar de llevar a mi vida todo lo aprendido. Post me hizo encontrar un grupo que me ayudó a permanecer en la fe, aun cuando no había una meta al final sino que el objetivo era seguir caminando de la mano de Jesús a pesar de las dudas y la incertidumbre. Hoy elijo, una vez más, permanecer.
Empecé Post Confirmación sin saber exactamente con qué me iba a encontrar. Muchos dicen que Confirmación era mejor y otros CARME FAVIER dicen que les gustó más Post. Pero la verdad es que son cosas muy diferentes. Me ayudó a vivir mi fe desde otro lado: el servicio. Ese es el punto de Post. Poder sentir a Dios en esos momentos en los que te entregás a los demás. Con las actividades de servicio y las fichas que tuve con mi grupo, pude ir amoldando mi vida cotidiana y de a poco ser una versión más dispuesta de mí misma.
Testimonios de coordinadores de Post-Confirmación Coordiné Confirmación hace un año y recién esta semana terminé de coordinar Post. Fue unas de las mejores cosas que me pasó en la vida, me enseñó a demostrarme a mí misma que sí puedo. Me LUCHI MOSER mostró mis herramientas, dones y fortalezas desconocidas. Me ayudó a conocerme más a mí misma y a crecer más como persona ya que el elegir ser ejemplo para estos chicos me abrió los ojos para ver qué es lo que me hacía bien en mi vida y qué no, y qué quería realmente para mí. Y lo descubrí. Es tan lindo cada vez que veo la cara de algún coordinado; que llegás y te miran con confianza, esperando todo de vos y te dan ganas de dar más y más. Es algo que te ilumina el día a día y te cambia la vida.
Coordinar fue una experiencia totalmente fructífera. Fueron dos años llenos de emociones. Solamente tengo COCHO BISCOTTI para decir gracias: gracias a los chicos por confiar en nosotros. Creo que es algo que, si verdaderamente querés saber de qué se trata, tenés que darte la chance de hacerlo algún día; y te prometo que no te vas a arrepentir.
8 COMUNIDAD
COMUNIDAD 9
Bodas de Oro de la Capilla Stella Maris
CAPILLA 1967
FOTOS A Y ARC LEJANDRA HIVO STELL DELGADO A MAR IS CAPILLA 1980
Vivo en el Bajo de San Isidro hace 28 años. Nunca tuve formación religiosa. A través de mi familia y amigos del barrio, fui acercándome tímidamente pero sintiendo la necesidad de compartir las vivencias y los caminos de la fe por los que transitaban todos mis afectos. Es así que encontré en Soledad (mi esposa), mis hijos, los Padres Miguel Ángel y Maxi, y en Mirta Mora (mi amiga y catequista) todo lo que buscaba hallar y que finalmente pude alcanzar. También la capilla fue el eje del crecimiento de la fe de mis hijos, de la actividad misionera, de mi bautismo y comunión como adulto y hasta del sacerdocio de Lucas, el mayor de mis hijos. Por todo esto, muchas gracias a toda la comunidad. Alejandro Schcolnik
PESEBRE NIÑOS 1989
En Stella Maris fundamentalmente encontré un despertar en la fe. Comencé a aprender los rudimentos de la Liturgia, tuve que profundizar mis conocimientos de Catequesis para acompañar a mi esposa en la Catequesis de Mayores. Fue muy fuerte la experiencia del esfuerzo conjunto para poder levantar un templo. ¡Cuánta alegría cuando vimos terminada la Capilla a pesar de que cuando llovía se inundaba y había que ir temprano los domingos para sacar el agua para poder celebrar la Misa! Aprendí a ser mejor cristiano, solidario y colaborador. Todavía tengo muy presente a todos los amigos que ya no están y a todos los sacerdotes con quienes compartimos trabajos y preocupaciones Eugenio Grigorjev
Qué difícil expresar en tan pocas palabras lo que significó Stella Maris en mi vida… Llegamos al bajo allá por el año ‘89 y empecé a buscar un lugar para ir a Misa. En seguida me sentí en casa, bienvenida. ¡Qué comunidad tan alegre! Me acuerdo cómo me impresionó el saludo de Paz: no era como en otros lados, ¡acá eran amigos saludándose unos a otros en verdadera comunión! Con el tiempo, me fui quedando y cada vez me sentía más parte, más querida, más en comunión. Los domingos tocaba la guitarra y cantaba mientras mis hijos chiquitos se sentaban al lado mío o correteaban por ahí. Stella Maris fue una parte tan entrañable de mi vida y así es el recuerdo que aún hoy anida en mi corazón. Cecilia Nicholson
La historia de los abuelos se funda en torno a la Catedral de San Isidro. Mis padres, pioneros en la zona del bajo, van formando la familia, cercanos a la capilla del barrio. Primero un saloncito de madera y chapa en donde tomé clases de corte y confección a la vez que comenzaba la Catequesis Familiar para los niños del barrio. Los grupos de oración, atentos a las necesidades de cada hogar; los sacerdotes, golpeando las manos y compartiendo la mesa. La vida y la fe de la mano, en el mismo camino. Los sacramentos y la riqueza de la comunidad sostenida en la advocación de Stella Maris. Sólo agradecer los momentos de gozo y dolor, cada uno encierra la promesa de amor que permanece en Jesús Resucitado. Norma Córdoba
La Capilla es parte de mi hogar y la Comunidad de Stella Maris, parte de mi familia. ¿Pensar en mudarnos? ¡Qué difícil es pensar en esto! Lejos de mi querida Capilla, en donde hace tantos años me dan la posibilidad de anunciar a Jesús y seguir creciendo en la fe en compañía de tantos chicos, y disfrutando la Misa de niños y cada una de las celebraciones que allí realizamos con estos pequeños – grandes maestros. Me cuesta muchísimo vivir los tiempos fuertes de nuestra liturgia (Navidad y Pascua) sin las celebraciones propias para los niños. Pido en estas fiestas patronales a nuestra Madre que me de la fuerza necesaria para continuar trabajando como hasta ahora, si es esa la voluntad del Padre. Pulgui Otero
BAUTISMOS EN ASTILLERO 1998
Celebración de las Bodas de oro de Stella Maris Sábado 20 de agosto 19 hs. Misa presidida por Monseñor Ojea y festejo posterior.
MISA DE NIÑOS 2015
Mi vínculo comenzó jugando cuando en una Navidad por el año 1988 mi mamá me llevo a participar del pesebre viviente. Ese fue el inicio de un largo y hermoso camino dentro de Stella Maris, participando luego de los grupos de Perseverancia con quienes nos reuníamos en los salones viejos de la calle España 860. El Padre Roberto fue quien me acompañó durante esos años… ¡nunca me voy a olvidar de él! Unos cuantos años después llegó el grupo de Confirmación, los retiros y los encuentros para compartir la vida; y de la mano de la Confirmación llegó el grupo de Misión, ¡que era lo más esperado! La aventura comenzaba durante el año, preparando lo que sería luego la misión en la Capilla Nuestra Señora de la Ternura en el Delta, sobre el Río Sarmiento. Todo este camino entre Confirmación y Misión fue el que me marcó y formó para ser quien soy hoy, 20 años después. De allí salieron las experiencias más duras, más movilizadoras, más divertidas, más hermosas y más complejas. De allí salieron mis amigos, muchos siguen conmigo hasta hoy… Y cada experiencia fue más maravillosa aún porque tuvimos al Padre Miguel Ángel que nos guió en todo el camino. Los años fueron pasando, las actividades y la vida misma fueron llevándonos por distintos caminos, pero nadie me quita los recuerdos y compartirlos con ustedes me hace revivirlos… ¡gracias! Soledad Mora
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ESPIRITUALIDAD
Santiago Pando
27 de agosto
Santa Mónica
spando93@gmail.com
28 de agosto
San Agustín
En la búsqueda de Dios San Agustín de Hipona nació el 13 de noviembre del año 354 en Tagasté; hijo de Santa Mónica, quién rezó arduamente por la conversión de su esposo e hijo. Su vida es sorprendente puesto que no fue cristiano desde el principio, y aun así es considerado uno de los mayores exponentes y filósofos de la religión cristiana. Transitó su juventud en busca de La Verdad, una que respondiera a sus necesidades. Fue así que se acercó a los Maniqueos, quienes creían que había una lucha entre dos principios opuestos e irreductibles: el bien y el mal. Finalmente, y sin encontrar lo que buscaba, Agustín conoce al obispo Ambrosio, cuyo carácter, homilías e interpretación de la Biblia impactan notoriamente en su alma y abandona el maniqueísmo. En el año 385 la filosofía neoplatónica lo acerca al cristianismo. Fue tan grande la iluminación que sintió por la verdadera fe que luego terminó dirigiéndose a Fausto, obispo Maniqueo, como “verdadera trampa del Diablo”. San Agustín se asombra incluso de su conversión diciendo en sus confesiones: “Me sorprendió amarte a Ti, no a un fantasma que hiciera tus veces”1. Siempre interpreté esta frase como la culminación de una ardua búsqueda de la verdadera fe, en donde se vio cara a cara con Dios, no con un falso reflejo o un vano sustituto. Agustín había encontrado su verdad, La Verdad que satisfacía su búsqueda, y Mónica no podía estar más contenta. Siendo este el Año de la Misericordia, la conversión de Agustín nos llega más cercana y repercute con gran fuerza porque queda aquí manifestado que Dios espera y escucha, que nos recibe con sus brazos abiertos de par en par. ¿Qué mejor momento, me pregunto, para acercarnos más a Dios? Quizá, como San
Agustín, necesitamos un acompañamiento para reencontrarnos con Dios. Por eso considero importante no olvidar-
Confesiones Palabra, pág. 54.
de
San
REFLEXIÓN 11
Aniversario de la bomba de Hiroshima
Ana Ugarte
HIROSHIMA/NAGASAKI agosto de 1945 “Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica, yo sugerí la mejor de todas... LA PAZ” Albert Einstein
nos de aquellas personas que, como Santa Mónica (que en silencio le hablaba a Dios de su hijo), le hablan a Dios de nosotros; de aquellos que nos ponen en sus intenciones y rezos. La historia de nuestra vida está compuesta de encuentros y desencuentros que nos dejan en donde estamos ahora. Con entusiasmo, entonces, salgamos en su búsqueda y seguro en ellos encontraremos a Dios. 1
6 de agosto
Agustín
–
edición
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ACTUALIDAD
Flor Tapia Gomez
flor.tapiagomez@gmail.com
REFLEXIÓN
19 de agosto @FlorTapiaGomez
fue designado por la Asamblea General de la ONU como el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria en conmemoración del aniversario del atentado a la sede de la ONU en Bagdad en el año 2003, en el que fallecieron 22 personas.
Día de la Asistencia Humanitaria
Para sacarse el sombrero y reconectar con nuestra humanidad
La acción humanitaria es el conjunto diverso de acciones de ayuda a las víctimas de desastres (desencadenados por catástrofes naturales o por conflictos armados), orientadas a aliviar su sufrimiento, garantizar su subsistencia, proteger sus derechos fundamentales y defender su dignidad así como, a veces, a frenar el proceso de desestructuración socioeconómica de la comunidad y prepararlos ante desastres naturales. La ayuda y la acción humanitarias se caracterizan por una serie de principios éticos y operativos, entre los que destacan la humanidad, la imparcialidad, la neutralidad y la independencia. Les presento a Diana Gargano, una italiana de 34 años que una amiga mía conoció cuando fue voluntaria en Pakistán. Ella hace 6 años se dedica a esto y vivió en 4 países. ¿Por qué elegís trabajar en asistencia humanitaria? Empecé a trabajar en asistencia humanitaria porque quería viajar alrededor del mundo, no como una simple turista sino como agente de un cambio positivo. De chica, me encantaba pasar mi tiempo libre ayudando como voluntaria en mi ciudad natal y nunca me imaginé a mí misma trabajando en una empresa ni en un banco. Con el paso del tiempo, fui progresando en mi camino como trabajadora humanitaria y me di cuenta de que hago este trabajo para ayudarme a mí a convertirme en una mejor persona por medio de lo que aprendo de las culturas que me alojan y realizando esfuerzos para ofrecer oportunidades a aquellos a quienes la vida les dio menos chances. Por último, creo que sólo podemos dar algo a los demás si estamos abiertos a recibir
Mechi Ruiz Luque
mechiruizluque@gmail.com
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@mechiruizluque
¡Buen Camino!
y a amarnos a nosotros mismos primero. ¿Podrías contarnos acerca de dos experiencias en las que tu trabajo tuvo más impacto positivo? Mi experiencia en Filipinas, como delegada de subsistencia para la Cruz Roja, fue muy positiva. Por medio de un proyecto de rehabilitación para las víctimas del Tifón Yolanda, asistimos a comunidades rurales vulnerables a recuperar los ingresos que habían perdido generando actividades basadas en las necesidades del mercado. Por ejemplo, ayudamos a una asociación local a armar un cultivo de hongos con el objetivo de generar ingresos mediante la venta de hongos frescos, secos y procesados, a la vez que se promovía un alimento de gran valor nutricional. Organizamos capacitaciones sobre el cultivo de hongos y todos aprendimos y nos divertimos muchísimo. ¡Y, además, todos en la zona se volvieron fanáticos de los hongos! Otra experiencia positiva fue en Madagascar, trabajando para la Cruz Roja como Delegada de Reducción de Riesgos de Desastres. El proyecto que llevábamos a cabo con comunidades rurales se enfocaba en promover prácticas y sistemas de mitigación para una mejor preparación en épocas de desastres naturales. Las comunidades aprendieron cómo manejar mejor los riesgos existentes (como ciclones e inundaciones) mediante el trazado de mapas de riesgos y planes de contingencia, la práctica de simulacros y el uso de sistemas de alarmas tempranas, y la creación de estructuras de mitigación a pequeña escala. También asistimos a las mujeres con la creación de cantos acerca de la reducción de riesgos de desastres. Fue increíble ver cómo las mujeres creativas y activas se desenvolvían creando música con instrumentos básicos mientras transmitían mensajes muy útiles para la comunidad.
Hace tres años, con una amiga hicimos los últimos 112 kilómetros del Camino de Santiago, la ruta de peregrinación que se hace desde distintos lugares hasta Santiago de Compostela. La vida como camino es una metáfora muy conocida. Pero esta vez, los invito a profundizar un poco más sobre lo que eso implica. El clima: el contexto en el que vivimos A lo largo del Camino nos tocaron días soleados, pero también otros de lluvia y frío. Ante estos últimos, ningún peregrino dejaba de avanzar. Nosotras tampoco: quizá tuvimos que bajar el ritmo, ingeniárnoslas para mojarnos lo menos posible o detenernos más seguido para tomar algo reconfortante. Pero, tanto en este caso como en la vida, no hay que dejarse vencer por las circunstancias: siempre podemos seguir caminando. Las flechas: la ayuda de quienes nos preceden En el Camino de Santiago se transita por bosques, prados y campos, y también por puentes, rutas y calles de algún pueblito. Hay subidas y bajadas, curvas y bifurcaciones. Para saber por dónde teníamos que ir, debíamos seguir las conchas de vieira (tradicional símbolo de la peregrinación) y las flechas amarillas pintadas en árboles, paredes y piedras. En la vida, cuando nos sentimos perdidos, siempre podemos contar con la experiencia y los consejos de los que ya transitaron esa situación y pueden orientarnos. Los otros caminantes: quienes nos acompañan Durante el Camino, es importantísimo contar con el apoyo y compañía de los demás. Dialogar, saberse sostenido, dejarse cuidar en caso de que sea necesario. Con algunos peregrinos compartíamos comidas, intercambiábamos consejos y ayuda. Todos nos cuidábamos entre todos. En la vida también necesitamos de los demás, nadie es autosuficiente.
Las heridas: nuestras vulnerabilidades A medida que pasaban los días, el cansancio de nuestros músculos se hacía notar cada vez más, y teníamos algunas ampollas y moretones. ¡Qué importante es reconocer nuestras heridas y aprender a caminar con ellas, por más de que eso implique avanzar un poco más lento! Son situaciones por las que pasamos, que nos marcan y no podemos ignorar. Las mochilas: lo que elegimos cargar A medida que pasaban los días, las mochilas empezaban a pesarnos un poco más. La clave en el Camino (y en la vida) es ir ligero de equipaje para no dificultar el andar. Las cosas que elegimos cargar dependen de nosotros. Es prudente ir bien equipados, pero… ¿qué sentido tiene llevar 10 remeras, 20 paquetes de arroz y 5 litros de agua? ¿Y qué sentido tiene cargar toda nuestra vida con proyectos inconclusos, responsabilidades innecesarias o vicios adquiridos? Simplemente, hay una solución: aprender a soltar y dejar lo que no nos hace bien. La meta: lugar de un nuevo comienzo El quinto día de caminata llegamos a Santiago de Compostela, la meta de nuestra peregrinación. Fue un momento de emociones encontradas: alegría por haber llegado y tristeza por haber terminado tan linda experiencia. Pero siempre que algo termina, algo nuevo empieza. La vida es un viaje permanente. Es bueno tener metas para direccionar nuestro caminar, pero llegar a ellas es algo transitorio.
La vida es un camino. Tenemos que disfrutarlo en cada tramo, en cada bifurcación, en cada logro… y en cada paso.
AVISOS