Coloquios para el
Bienestar
Vida en pareja Herbert Sรกnchez Silva
Coloquios para el
Bienestar
Vida en pareja Herbert Sรกnchez Silva
Coloquios para el
Bienestar
Vida en pareja Herbert Sรกnchez Silva
Bogotรก, D. C., Colombia, octubre de 2012
© Universidad Nacional de Colombia Dirección de Bienestar Universitario Sede Bogotá “Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales” Impreso y hecho en Bogotá D.C., Colombia Edición, ilustración y diseño Oficina de Comunicaciones Bienestar Sede Bogotá Bogotá D.C., Colombia, noviembre de 2012
Rector Ignacio Mantilla Prada Vicerrector General Jorge Iván Bula Escobar Director Nacional de Bienestar Diego Arango Muñoz Vicerrectora Sede Bogotá María Clemencia Vargas Vargas Director de Bienestar Oscar Oliveros Garay Jefes de Área Catalina Martínez Gómez, Área de Gestión y Fomento Socioeconómico Gloria Alicia Rodríguez, Área de Cultura Zulma Camargo Cantor, Área de Acompañamiento Integral Javier Eduardo Bejarano Daza, Área de Salud Óscar René López Roa, Área de Actividad Física y Deporte Jorge Enrique Cruz Medina, Programa de Bienestar Docente y Administrativo Hugo Pardo Acosta, Programa de Egresados Edna Margarita Corredor Pachón, Jardín Infantil Jesús Antonio Arana Jaimes, Colegio Iparm Manuel José Jiménez Rodríguez, Capellanía
Contenido Página PRESENTACIÓN
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INTRODUCCIÓN
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CAPÍTULO 1
Origen de los conflictos en la pareja CAPÍTULO 2
Etapas de la vida en pareja CAPÍTULO 3
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Clases de parejas
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BIBLIOGRAFÍA
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Presentación
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a Dirección de Bienestar sede Bogotá, presenta “Coloquios para el Bienestar” una herramienta que trae a la reflexión académica temas cotidianos pero trascendentales para la calidad de vida de los miembros que concurren en esta diversa y compleja comunidad universitaria. Es una cartilla de estudio que ofrece a partir de la articulación entre vivencias reales y academia, diferentes miradas sobre cómo abordar situaciones que afectan de manera tangible el bien-estar humano. El primer número: Vida en pareja muestra los diferentes momentos que se viven en medio de la construcción del proyecto de vida conjunta, mostrando el conflicto como una realidad inherente al ser humano que perturba e incide en la convivencia más aún si de relaciones amorosas se trata. A continuación se presenta el compilado del ciclo de las primeras cuatro conferencias realizadas durante el 2011 y que abordan las temáticas: origen de los conflictos, etapas, clases y habilidades, y dimensiones comunicativas de la pareja. Esta publicación más que un manual sobre cómo llevar una relación espera ser una excusa para reflexionar sobre la importancia de una buena comunicación y cómo aprovechar los espacios de diálogo para construir a partir de la diferencia. Bienvenidas y Bienvenidos
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Introducción
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as miles de personas que confluyen en la UN sede Bogotá encuentran en ella además el espacio perfecto para compartir afinidades, experiencias y relacionarse, hacer amigos y porque no, encontrar su media naranja. En el transcurso de la cotidianidad académica y laboral se forman y terminan noviazgos, se concretan compromisos, vibran o se rompen corazones. En esta última circunstancia la moneda muestra su cara opuesta y empiezan los dolores de cabeza, cuando el conflicto llega y no se sabe cómo resolverlo. Según el Área de Salud de Bienestar Universitario el 51% de las consultas de atención psicosocial de estudiantes y funcionarios se centran en trastornos afectivos relacionados con problemas de pareja. Pero ¿cuáles son las principales razones para que el conflicto haga parte de la cotidianidad de las parejas que conviven en el campus universitario? Una de las posibles razones en el caso de los estudiantes, según el Área de Salud, se encuentra en que el 70% de esa población de la Universidad son menores de 23 años, quienes en muchos casos al ingresar al Alma Mater empiezan de manera algo prematura a experimentar su vida amorosa. Por lo anterior, los profesionales del área concluyen que la edad es un factor determinante del conflicto. Según los expertos, a los jóve-
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Vida en pareja
nes en este rango de edad les cuesta manejar el tiempo, los amigos, la dedicación académica y las relaciones de pareja. Durante las consultas, los estudiantes manifiestan con frecuencia insatisfacción respecto al tiempo que su pareja dedica para compartir con él o ella, argumentando que la otra persona reclama más tiempo para su vida académica o que necesita espacios para compartir con otras personas, situación que genera destiempos en la relación produciéndose así conflicto porque “cuando una persona quiere, la otra está ocupada”. Por otro lado un alto porcentaje de la población estudiantil manifiesta grandes dificultades para entablar relaciones de pareja. Lo anterior podría presentarse según los profesionales, debido a la carencia de habilidades sociales por parte de muchos adolescentes en la época actual. Otra de las razones de conflicto se relaciona con la sospecha de infidelidad expresada a través de celos inmaduros que buscan el control y no permiten a la pareja establecer relaciones de amistad con otras personas, o en muchas ocasiones la posibilidad de tener contacto con otros. Una importante causal de crisis en las parejas que conviven en el campus de la Universidad tiene que ver con las relaciones “no sanas”, donde se entablan romances con personas comprometidas ya sea en noviazgo o matrimonio. En este aspecto se presenta un doble conflicto: infidelidad e inestabilidad emocional por parte de los involucrados.
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Introducción
Por otra parte, una ruptura genera cambios y alteraciones en el estado emocional, lo que en el caso de los jovenes les impide ser eficientes académicamente, les genera desconcentración, falta de disciplina, bajo rendimiento y hasta perdida de asignaturas. De manera libre y espontánea los consultantes, movidos por su fe, acuden a la Capellanía de la UN para buscar consejo sobre cómo resolver sus dilemas y otros simplemente acuden para hacer un ejercicio de catarsis. En el caso del noviazgo las problemáticas fuertes son dadas por las relaciones sexuales, el embarazo, las personas que quieren contraer matrimonio y quieren confirmar la decisión. Según la dependencia las dinámicas sociales que se viven actualmente hacen que los jóvenes sean “cortoplacistas”, que no se proyecten y no prioricen su proyecto académico por encima de otras opciones de vida como la construcción de una pareja. Para la Capellanía la sociedad de consumo es en parte la causante de estas apuestas, dado que genera ciertas necesidades y ante ello los jóvenes se sienten presionados y desubicados. Partiendo de este panorama se llevó a cabo durante 2011 y 2012 un ciclo de conferencias sobre “Vida en Pareja” dirigidas por Herbert Sánchez, comunicador social experto en Coaching de proyecto de vida personal, de pareja y de familia, quien basado en diferentes teorías comunicativas ofrece algunos tips sobre cómo construir pareja en el mundo actual. Coloquios para el Bienestar No. 1 presenta a continuación el compilado del ciclo de las primeras cuatro conferencias realizadas durante el 2011 y que abordan las temáticas: origen de los conflictos, etapas, clases y habilidades y dimensiones comunicativas de la pareja.
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CapĂtulo 1
Origen de los conflictos en la pareja
Vida en pareja
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a sana vida en pareja comprende la experiencia del conflicto en todas las dimensiones de la relación. El conflicto, si se asume positivamente, es una herramienta de trabajo recomendable para la evolución armónica de la pareja que quiere crecer. El conflicto dinamiza y motiva todos los procesos de la comunicación, de la negociación y de las expresiones afectivas entre las dos personas que constituyen la pareja. Se puede presentar en forma de diferencia, de disputa o de problema que surge en la pareja. Es importante identificar sus motivaciones, su existencia y su frecuencia. Un ser humano medianamente normal ha tenido conflictos en algún momento, lugar, circunstancia y tiempo de su vida. La mayoría se resuelven al interior de la pareja, pero algunos requieren mayor introspección y discernimiento o inclusive la intervención de un tercero, para lograr acciones de conciliación. De acuerdo con el sociólogo y escritor francés Roger Callois1 y con el representante de la Psicología Evolutiva, Roberto Sanz, todo conflicto está relacionado con la necesidad de establecer límites - internos y externos - frente a las decisiones, a los sentimientos y a las acciones de cada uno de los miembros de la pareja.
1. Callois R., El Mito y el Hombre: fondo de cultura económica. París: Gallimard Ed., 2008 y Conflictos de Pareja: consideraciones sobre los mitos influyentes. Roberto Sanz, en SEXPOL - Revista de Información Sexológica, 2010, No. 97, XI CONGRESO ESPAÑOL DE SEXOLOGÍA.
Origen de los conflictos en la pareja
Los límites internos, denominados intra-diádicos2 establecen la individualidad. Es decir, identifican dónde termina el espacio de cada uno de los miembros de la pareja para convertirse en el espacio global de la relación. Gracias al establecimiento claro de estos límites internos es posible mantener la privacidad dentro de la relación de pareja. Los límites externos, o extra-diádicos, regulan las relaciones de la pareja con el entorno y las redes sociales, como las familias de origen, las amistades comunes, etc. Si los límites internos no están claramente definidos, pueden surgir problemas de falta de intimidad, de absorción entre los miembros o de restricción de las libertades individuales, dando lugar a parejas fusionadas. Si son demasiado rígidos la situación puede aproximarse más a la idea de “compartir un techo” que al ejercicio de una sana relación de pareja. En relación a los límites externos, si son insuficientes es posible convertir la pareja en un grupo, permitiendo la indeseable intromisión de distintas personas en su relación; padres, hijos o amigos son las más frecuentes. Por el contrario, si su rigidez es excesiva la pareja perderá redes sociales importantes.
2. (DÍADA:del lat. dyas, -ădis, y este del gr. δυoς, -oδoς, dualidad, pareja. Pareja de dos seres o cosas estrecha y especialmente vinculados entre sí. DICCIONARIO REAL ACADEMIA ESPAÑOLA).
Los conflictos derivados del establecimiento de estos límites son habituales, aunque relativamente fáciles de superar en una asesoría o consulta. Con la ayuda del terapeuta es posible delimitarlos, remarcarlos o hacerlos más permeables, según las circunstancias. Se podría decir que son conflictos de origen bastante visible y, por tanto, reales para la pareja. Y si la propia pareja puede percibirlos es mucho más probable su colaboración eficaz en la consulta.
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Vida en pareja
Pero existen otro tipo de conflictos que no resultan tan visibles. De hecho, lo frecuente en estos casos es que la persona desconozca su origen. Por ello, pueden resultar más peligrosos. Tendremos en cuenta el esquema propuesto por el psicólogo Roberto Sanz, respecto al tratamiento de algunos de los conflictos provenientes de las creencias y los mitos que manejamos en la pareja.
Cada uno trae sus mitos En la vida cotidiana de la pareja se generan algunos conflictos que tienen su origen en el campo de los imaginarios, de las creencias y de los mitos que cada uno de sus miembros transfiere a la relación. Los mitos3 son esas creencias infundadas que surgen culturalmente y que generan en las personas expectativas exageradas o erróneas, provocando comportamientos y relaciones disfuncionales. Aun más, dentro de la pareja se suelen entremezclar los mitos que carga un miembro con los del otro, provocando malestar por sí solos o al entrar varios en contacto. Estas creencias son muy diversas y comparten una supuesta veracidad. Es decir, se asumen siempre como ciertas y en muchas ocasiones son imposibles de verificar. Estos mitos se establecen en torno al amor, a la pareja, a la familia o la sexualidad. Mitos como la media naranja, el príncipe azul o la adivinación, establecen unas formas determinadas de relación dentro de la pareja que exteriormente serán difíciles de identificar, más aun por los propios miembros. Es importante conocer todos los mitos que pueden entrar en el juego de un conflicto de pareja, ya que su rápida identificación puede marcar la diferencia entre una
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3. MITO:(Del gr. μiθος). DICC. DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA 1. Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad. 2. Historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal. 3. Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima. 4. Personas o cosas a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen.
Origen de los conflictos en la pareja
intervención o terapia exitosa o el estancamiento, incluso hasta el fracaso de la relación de pareja.
Mitos que vivimos desde la experiencia de las familias de origen Los modelos de relación que cada uno de los miembros de una nueva pareja tuvo en su familia de origen son significativos y reveladores de todos y cada uno de los fenómenos positivos y negativos vividos en las mismas. Amores y castigos Bajo este mito se cree que para “recibir amor” se debe “pagar un precio” o se piensa que viene implícito algún tipo de castigo; la sensación recurrente frente a este tipo de creencia es la frustración por la pérdida de la libertad. Es un mito que lleva a “amortizar el costo” que conlleva al amor que va a sostener la constitución de la pareja. Se asumen los defectos o las carencias mutuas en beneficio de que la relación de pareja funcione, así sea de manera aparente frente a la sociedad. Bajo este planteamiento del fundamento y del origen de la relación de pareja no cabe la negociación, únicamente la resignación.
Aplicación: La pérdida de la identidad y las manifestaciones de la violencia de género, encuentran su base en este mito. La manifestación popular habla del “porque te quiero te golpeo”.
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Vida en pareja
Sociedad armónica La familia debe mostrarse siempre feliz; se niegan los conflictos en todas las dimensiones y manifestaciones. Es más, ni siquiera se quieren ver o reconocer los conflictos. Todo se maneja con fina logística; se quiere vivir la vida como se maneja una presentación o un evento social: a la perfección. No se tiene en cuenta que en la vida humana existen aciertos y fracasos, temores y esperanzas, euforias y tristezas. Se desconoce que existe la posibilidad de evitar el conflicto, mucho menos se identifica una visión positiva del mismo, como oportunidad de crecimiento o como posibilidad de comunicación para crecer asertivamente. Todo conflicto se evita, se silencia, generalmente buscando otros temas que sirvan para desviar la atención, como el manejo logístico de las obligaciones frente a los hijos, las deudas o las facturas. Aplicación: Se establece un bloqueo para manifestar las inquietudes, los sueños y los deseos individuales. Se alimenta la frustración como una bomba de tiempo. Búsqueda del culpable Al interior de la familia, siempre se tiende a identificar un “culpable constante” para todo lo inesperado o inexplicable que sucede. La tendencia es a identificar el origen, el cómo y el por qué de los problemas y no se hace de igual manera frente a la búsqueda de soluciones para los mismos. Se tiende a establecer quién, cómo, cuándo, dónde y por qué siempre hay un culpable para cada cosa que sucede en la pareja y en la familia. A esta persona se le impone una etiqueta permanente.
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Origen de los conflictos en la pareja
El origen, la forma y la circunstancia de los conflictos de la pareja se le atribuyen a una persona, haciéndole responsable de todo lo malo que ocurra. Curiosamente, es a través de este modelo de conflicto como se pretende mantener a la familia o a la pareja ocupada o unida, en tanto, erróneamente, se cree que la naturaleza, el modo y el fin del vivir en pareja o en familia es identificar y manejar los conflictos de esta manera. El sujeto que domina en la relación o en la familia piensa, cree y siente que su papel es aleccionar a los demás identificando las causas de todo lo que sucede y buscando culpables para lo inexplicable pero nunca pasa a las soluciones; de esta manera legítima su presencia frente a los demás. Aplicación: Para la persona que arrastra la etiqueta del culpable dentro de la pareja se generan enormes sentimientos de culpa, al tiempo que se exime de responsabilidades al otro miembro dominante y supuestamente inocente. Ley de Murphy Siempre se piensa con actitud pesimista y de ruina. Siempre existe el miedo a que ocurra algo malo y se previene tomando precauciones o restricciones. Se da lugar a creer que cuando todo va bien es que viene lo peor. Este mito clasifica la felicidad como imposible o inalcanzable, forzando a la pareja a “generar” siempre problemas aunque de poca intensidad, pero que sirven para dar la sensación de constante lucha por el bienestar. Aplicación: La armonía, la serenidad y la felicidad son inalcanzables. Se niega la natural capacidad humana de la autodeterminación para el bien, para la verdad y para la unidad. Se cae fácilmente en la depresión y la frustración.
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Vida en pareja
Nos conviene estar bien Podemos identificar esta creencia como una pseudo-reciprocidad. Se cree que las discusiones sólo existen en las malas familias. Las familias “buenas” son las que están siempre de acuerdo en todo. El cambio o el crecimiento están en cierto modo prohibidos. Es un mito muy relacionado con la Falsa Armonía. Se impide la asertividad y se favorece la sumisión en favor de lo que sería una “causa mayor”: el concepto mismo de la familia estable o de la pareja feliz. Aplicación: El silencio dentro de una pareja no indica la ausencia de problemas sino únicamente su no expresión. Este es un fenómeno nocivo, desproporcionado frente a la dimensión de realidad, negativo y destructivo de la relación. Los actores Es el mito típico de la tendencia a sobre-generalizar todas las experiencias que se viven en pareja y en familia. Se vive y se actúa desde el rol que cada uno de los miembros de la pareja intuye que debe asumir en la relación. El papel que adopta cada miembro o que se impone para cada persona dentro de la familia, se generaliza al resto de situaciones y de entornos. Por ejemplo, se asume y se aplica el título de padre y se pretende ser “padre” en todo momento, lugar y situación. Igual para la madre, el hijo, el hermano, etc. Aplicación: Las formas de ser de cada uno de los miembros de la familia se viven fuera de ella, hacia el exterior, hacia la máscara, como si se estuviera en el teatro y esto se lleva hacia la relación
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Origen de los conflictos en la pareja
de la pareja. Obviamente esto es causa de conflicto, en tanto comportarse como “padre/madre” no es adecuado para el desarrollo armónico de la pareja, aún menos el de “hijo/a”. Todos para uno y… Es la creencia que representa la Unidad en el sentido de la fusión total que despersonaliza. Se concibe la familia como “una piña”, es decir, que todos y cada uno de sus miembros adoptan y viven una actitud marcadamente cerrada a cualquier agente externo que no sea miembro legítimo de la familia. Frente a este modelo de familia, las personas de fuera no son de confianza. Se piensa que la familia debe permanecer estrechamente unida a pesar de las circunstancias, de las adversidades o de las críticas. La familia se preocupa exageradamente por vivir una experiencia de extrema confianza y de relaciones cerradas al exterior. Este mito siempre generará conflicto en la pareja con las familias de origen, pues cada miembro de la pareja desconfía de la familia extensa de su compañero(a), pues piensa que por no ser miembros directos de su familia, no son dignos de confianza. Aplicación: Estas desconfianzas entre familias, como si de antiguos clanes se tratara, generan incomodidad y malestar, olvidando la importancia vital que tiene la red familiar en cuanto que es el primer tejido humano que se crea de forma necesaria e innata. Héroes y Víctimas Es la afirmación de la necesidad de salvación y redención. Se tiende a buscar por fuera de la pareja o de la familia al salvador que redima y solucione todas las inquietudes y conflictos propios.
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Vida en pareja
Para el caso de la pareja, ese redentor puede ser alguien ajeno o un nuevo miembro, como lo puede ser un hijo. Esta última opción daría lugar al pensamiento de que “tener un hijo” es la máxima muestra de amor que mejorará la relación. En definitiva lo único que establece este mito es que la familia no puede regularse a sí misma, basándose en mitos como el de la unidad o la pseudo-reciprocidad. Aplicación: Resultan familias o parejas en las que la resignación a las circunstancias es muy común, olvidándose de la posibilidad de buscar siquiera soluciones. Lo más frecuente en estos casos es que su disposición ante la terapia sea muy clara: el terapeuta es quien debe solucionar “nuestros” problemas. Es la típica actitud de la violencia pasiva.
Mitos que vivimos desde el pre-concepto de “pareja” En la pareja podemos resaltar ciertos mitos que son más propios del imaginario que de cada uno de los miembros maneja respecto a lo que es una pareja, que de aquello que objetivamente sería una pareja sana. Media naranja Este mito tan arraigado en la sociedad moderna, frente a la experiencia de pareja lleva a creer que existe una sola persona en todo el planeta y sólo una que es perfecta para cada uno de nosotros. Como esa persona es “perfecta”, sólo con ella se podrá establecer la comunicación eficaz, la adecuada simbiosis, la justa identificación, el ejercicio de la sexualidad satisfactoria, etc.
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Origen de los conflictos en la pareja
Por lo anterior, inclusive se llegan a establecer patrones de búsqueda de la pareja perfecta, se establecen comparaciones y puestas a prueba como media naranja y finalmente rechazo o aceptación eterna en función del resultado. Incluye además, asumir perdidas personales e individuales de cara al perfecto acoplamiento. Los efectos negativos del mito saltan a la vista por su simple búsqueda de la perfección. Aplicación: Es el mensaje central del tema musical cóncavo y convexo de Roberto Carlos. Se aplaude todo lo contrario a uno mismo; eso es lo que enamora; se defiende a capa y espada el concepto de que los polos opuestos se atraen; en la cotidianidad se espera que el otro responda como yo espero y se desconfía si lo hace de manera semejante a mí. Hay que tener en cuenta que con el pasar del tiempo la etapa primaria del encantamiento evoluciona y madura. Se pierde de vista qué se tiene en común y qué hay de oportuno en las diferencias. Unión total Se piensa que la pareja debe hacerlo absolutamente todo al tiempo, en el mismo lugar, de la misma forma, siempre juntos. Esto provoca desajustes en los límites internos que referimos al principio. El resultado son esas parejas fusionadas en las que no se puede pensar en un miembro sin el otro. Este mito, tan sencillo como parece, resulta de los más significativos por su relación con otros como la media naranja, la equidad, el amor romántico, etc. A estas parejas les cuesta separarse aunque sea físicamente y por tiempo limitado. La distancia les genera incomodidad y puede convertirse en agresividad o desconfianza mutua.
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Vida en pareja
Aplicación: Se identifica como “peligrosa” cualquier actividad o persona conocida o no (familia, compañeros de estudio, trabajo etc.) que se acerque a plantear una actividad individual. ¿En dónde está el apego? Amor romántico Desde esta visión, se establece la etapa del enamoramiento como aquella que debe permanecer durante toda la relación. Se confunde fácilmente la experiencia del amor con una de las etapas de la relación y de la vida en pareja, que es el enamoramiento. Es una creencia relacionada con la “media naranja” o con “la unión total” en la medida en que únicamente la media naranja nos daría esa relación interminable de eterna seducción. Aplicación: En su máxima expresión llevaría a la monogamia sucesiva, también llamada “teoría del clínex”, en la que tras el fin de la etapa del enamoramiento, de la que nunca se pretende salir, sobreviene el fin del interés por la pareja y por ende, la búsqueda de una nueva relación que continúe satisfaciendo esa necesidad de permanente enamoramiento. Confianza absoluta en la pareja La tendencia en este mito es a absolutizar a la pareja. Es decir, se cree, siente, piensa y actúa de tal manera que en el interior de la persona que lo vive, se hace inconcebible que el otro pueda llegar a tener algún defecto, error o dimensión rechazable. Se cree que el otro es absolutamente perfecto. Esta no es una visión sana ni una concepción de lo que es una persona medianamente normal. A quien más se convence de la imagen de perfección de la pareja es a ella misma.
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Origen de los conflictos en la pareja
Aplicación: Si llevamos este mito a su última expresión, veremos la razón del aumento de casos de VIH en personas heterosexuales casadas. La confianza es positiva siempre que no sea unidireccional o ciega. No se le permite al otro que sea consciente de sus fragilidades o defectos. Jamás se le va a perdonar un defecto o un error. Amor dominante La persona que mantiene vivo este mito espera que su pareja la ame y la reconozca de la única forma en que ella concibe. En esta actitud la persona es prácticamente intransigente. Es una actitud absoluta que no tiene en cuenta la propia y auténtica forma gratuita e incondicional en que la pareja desea amar al otro. Se proyectan los propios modelos y preconceptos de pareja, de familia o de amor en la otra persona. Este mito da lugar a sentimientos de fracaso o frustración que se resolverían fácilmente a través de la comunicación y la asertividad. Está estrechamente relacionado con la adivinación, en tanto esos preconceptos los vive pero no los hace evidentes, no los manifiesta, no los da a conocer sino que permanece en constante actitud de evaluar al otro. Aplicación: Prácticamente la persona que vive desde este mito se unió al concepto, a la idea, al imaginario que tiene de lo que es su propia experiencia de “amor”, pero no se unió a una persona específica, real o concreta. La calculadora Todo en la pareja se divide exactamente en partes iguales: tareas domesticas, crianza, economía, etc. Se hace con rigidez destructiva, siendo más útil la división subjetiva y la elección individual.
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Vida en pareja
Mito muy presente actualmente por los cambios que se van produciendo en los roles masculino y femenino que la vida contemporánea plantea en las obligaciones y desempeños profesionales, económicos y laborales desde los cuales no hay diferenciación de género. En definitiva, el reparto de tareas debe ser equitativo, espontáneo, autónomo y recíproco de forma subjetiva, no aritmética. Aplicación: La gran tentación es mirar qué está haciendo el otro en cada instante; quien vive el mito siente que siempre está haciendo más, aportando más; genera frenos en la creatividad, en el disfrute, en las invitaciones, en la espontaneidad, en los detalles, etc. Relación de pareja como ocasión para realizar los propios sueños La persona espera que la pareja o la relación en sí misma sea la vía o el canal para realizar sus propios sueños, necesidades y metas. Las frustraciones derivadas de este mito pueden ser incalculables cuando se alimenta la creencia de que esas realizaciones vendrán por sí mismas, sencillamente por el hecho de “estar” en pareja. Puede exacerbarse cuando la persona vuelca todas esas fantasías en la pareja. Genera una falsa responsabilidad de ser el causante de las realizaciones, alegrías, fracasos y frustraciones de la pareja, incluso, así el otro no ponga nada de sí. Aplicación: Fácilmente la persona se impone ser la causante o la culpable de todo, se siente impotente. Es el típico caso del papá que le quiere dar todo a su hijo sin permitirle la mínima tolerancia a la frustración. Es el camino fácil hacia las pataletas: “tú me prometiste…”.
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Origen de los conflictos en la pareja
Adivinación La persona cree que si tiene que pedirle algo a su pareja es porque ella ha dejado de conocerle y valorarle. Si relacionamos este mito con el de la media naranja, la persona que vive el mito cree que si su pareja le ama realmente debe conocer, en igual medida, todo aquello que requiere para estar bien y agradado; aquello que le asegura el amor del otro es constatar que resulta innecesario el hecho de “pedir”, porque aquel le ha adivinado. Es poner al otro a adivinar todo el tiempo que es lo que se requiere para agradar a la relación y a la pareja. La adivinación es uno de los mitos más extendidos. Afecta directamente la dimensión comunicativa. Esto no es verdadera comunicación. Se desconoce el entramado natural del proceso comunicativo humano, donde hay unos códigos de comunicación, hay una decodificación, un emisor y un receptor natural que ofrece una retroalimentación que enriquece la comunicación. Este es el verdadero fenómeno de la comunicación humana. El problema radica en las justificaciones que se emplean cuando la adivinación no se da. Aplicación: “Explícate…, no entiendo” Es muy frecuente que si un miembro no es capaz de adivinar al otro, este piense que no es una falla sino algo intencionado y meditado, una agresión. Aguante sin quejarse. Pareja infeliz mejor que rota La pareja se establece en función o en beneficio de elementos ajenos a lo que la naturaleza misma de la relación requiere. Se vive en función o en favor de los niños, la hipoteca, las inversiones, las familias de origen o únicamente por las apariencias.
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Vida en pareja
Se mantiene la relación por el establecimiento de la apariencia social, del logro de un proyecto o de una beca a costa de la auténtica y sana relación entre los miembros. Por ser un planteamiento tan rígido la relación de pareja se agota totalmente, pues el fundamento de la relación está determinado por elementos ajenos a la naturaleza de la unión, como la búsqueda del logro frente a proyectos individuales o convenientes. Luego de la ruptura de la relación se establecen nuevas relaciones, cayendo en la monogamia sucesiva, pues nunca se funda la relación en la donación total al otro. Aún así, hoy en día podemos observar multitud de parejas tan infelices como incapaces de solicitar ayuda o de disolverse sensatamente. Aplicación: Es el caso de establecer una relación sólo por lograr cualquier meta personal en cualquiera de las dimensiones de la persona (ética, intelectual, profesional, afectiva, estética, espiritual, socio-política, física, comunicativa), por cualquier motivo que no sea la donación plena al proyecto común. La vida en pareja debe establecerse con la única motivación y decisión de llevar adelante un proyecto común, como ambiente propicio sobre el cual se establecen los hijos y todos los demás frutos de la relación, pero los frutos no son el fundamento de la pareja. Es menos traumático o doloroso explicar un divorcio que mantener un hogar con un ambiente carente de afecto o cargado de agresividad. Siempre se cree que la solución más fácil es disolver el vínculo. Transformar al otro en alguien mejor Desde el principio de la relación siempre se cree que “mi pareja con el tiempo cambiará”. Bajo esta premisa se actúa desde la etapa del
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Origen de los conflictos en la pareja
noviazgo. Casi que es una tarea que la persona se impone a manera de ejercer la “redención” de los defectos y fragilidades del otro. La persona con esta creencia prácticamente se impone la “tarea” de modificar a una persona, que a todas luces no favorece una relación satisfactoria. Se cree que con el tiempo se logrará transformar al otro, considerándolo como un ser pasivo y casi fabricado al propio modo. El término “elección de pareja” pierde su verdadero horizonte y significado, pues ésta no se elige sino que se acepta para luego modificarla al antojo. El conflicto suele venir cuando el supuesto “frágil” nunca es capaz de cambiar o de adaptarse al modo como su “redentor” lo ha concebido desde el principio de la relación. Para el redentor, el “frágil” se resiste a cambiar. Y para el frágil el “redentor” es un impaciente y agresivo modificador. Aplicación: Las personas de esta pareja no son verdaderamente amorosas o dinámicas frente a la apertura y a la incondicionalidad de la relación. Son comunes las expresiones como “ya sabes cómo era antes de salir” o “te enamoraste de mi tal y como soy y no pienso cambiar”. Si se presenta un cambio, el redentor, que siempre quiere serlo, lo percibe como algo desconocido, inesperado, hasta increíble, como una agresión, aunque sea un cambio positivo, pues se le ha acabado la tarea que se ha impuesto a sí mismo. Los opuestos se atraen y se complementan Se cree que la mejor relación de pareja es aquella en la que definitivamente cada uno de sus miembros es radical y absolutamente
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Vida en pareja
opuesto en todo al otro. Se piensa que esto trae verdadera riqueza y diversidad a la relación de pareja. Es importante tener en cuenta que las diferencias pueden enriquecer, pero si son numerosas y extremadamente discordantes, pueden ser irreconciliables. De igual forma, es clave saber que no existen personas incompatibles sino personas que se niegan a cambiar. Aplicación: Es cierto que demasiadas diferencias dificultan la convivencia. Igual ocurre al contrario, pues dos personas demasiado similares pueden caer en la rutina con mayor facilidad.
A manera de conclusión
Muchos de los mitos que se viven en la pareja provienen de experiencias particulares en conexión con la familia de origen y otros son creaciones de la propia persona. Todo mito y creencia que asumimos como propio, marca direcciones concretas en el funcionamiento de la pareja que deseamos establecer y deben tenerse en cuenta. Frente a la mayoría de los mitos expuestos bastará con identificarlos para poder solventarlos, mientras que otros requerirán un trabajo más intenso. Todo dependerá del grado de interiorización que los individuos se impongan a sí mismos, a su pareja, a su familia o a su terapeuta.
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Origen de los conflictos en la pareja
Cada uno de los miembros de una pareja puede vivir uno o varios mitos a la vez. De igual forma, puede que s贸lo uno de los miembros viva alg煤n mito y el otro no. Este ha sido un recorrido por algunos de los mitos que se pueden plantear para la vida en pareja, pero cabe anotar que pueden existir mitos en todas y cada una de las dimensiones de la persona, que de alguna forma afectar谩n la relaci贸n de pareja.
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CapĂtulo 2
Etapas de la vida en pareja
Vida en pareja
En virtud de la opción de amor que cada uno ha hecho por el otro, en todo momento de la vida en pareja cada uno debe hacer el esfuerzo permanente por saber dónde está ubicado y hacia dónde se dirige el “proyecto común” que se han forjado.
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a vida en pareja como cualquier otro proyecto de vida comunitaria, es un sistema vivo de relaciones que atraviesa por sus propias etapas: nace, crece, se forma, transforma su entorno, madura, reposa, crea, fructifica, envejece y muere. Cada una de estas situaciones debe vivirse, valorarse, asumirse, aprovecharse, nutrirse y abandonarse positivamente, pues cada una se presenta en un tiempo determinado y bajo circunstancias específicas, que según la pareja pueden desarrollarse de manera armónica, indiferente o polémica. Si los dos miembros que conforman la unión han hecho una verdadera y sana opción fundamental por llevar a buen término su vida de pareja, desde el principio de la relación y a lo largo de la misma, cada uno debe desarrollar la capacidad de reconocer los propios conflictos y los de la alianza, con el fin de convivir armónicamente con los elementos que no pueden cambiar. Esto es lo susceptible de ser amado. Mantener una sana relación a través de los años requiere esfuerzo para no dañarla. Para esto es importante hacerse consciente de que la pareja atraviesa por unas etapas que hay que vivir sin pausa pero sin prisa.
Etapas de de la la vida vida en en pareja pareja Etapas Toda la experiencia se desarrolla en un ciclo vital de constante aprendizaje, en el que día a día se debe reafirmar el “nosotros” para lograr el equilibrio de la pareja y de la familia. Preguntémonos: ¿El grado de desarrollo de mi propia personalidad es equivalente, armónico y conveniente para la evolución que mi relación de pareja requiere y exige hoy? Al conjunto de las edades cronológica, biológica, psicológica y social se le conoce con el nombre de edad funcional4, es la edad en que la persona es capaz de realizar una vida autónoma, (mantiene su capacidad de decisión) e independiente (no necesita de otro para realizar las actividades básicas de relación social en la vida diaria). La existencia de una correlación entre estas cuatro edades es lo deseable y esperado. Naturalmente, así como el ser humano toda relación de pareja también atraviesa por unas etapas pero en diversa intensidad y con distinta duración, dependiendo de los modelos aprendidos, la madurez de cada uno de los cónyuges, su disposición a crecer, la edad, la capacidad de adaptación al otro y de la apertura a la posibilidad de la concepción y el crecimiento de los hijos. El hecho de ser una persona equilibrada y sana en el propio desarrollo de su personalidad no significa que la relación de pareja en que se vive sea manejada de igual manera. 4.
“Diccionario MOSBY de Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud”. 5ta. Ed. Ediciones Harcourt, S.A. Madrid – España, 2008.
Alguien puede tener una edad funcional completamente íntegra y equilibrada, pero manejar una relación de pareja que se mantiene en una etapa incipiente o peor, que no desarrolla o no aporta a la
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dinámica del crecimiento en el compromiso. Una relación de pareja se puede pasar toda la vida en una misma etapa. Desde los primeros años de la unión hasta cuando se afronta la vejez, la pareja se enfrenta permanentemente ante temores, imaginarios, miedos y obstáculos de poder, intimidad y comunicación. Alguien podría pensar que si su relación de pareja no funciona como debería lo mejor sería cambiar hacia una nueva relación, pero desconoce que se expone a “volver a empezar” y a vivir todas y/o cada una de las etapas de la relación de pareja. Primera etapa: la era romántica Fase 1: la luna de miel Es la etapa de la adaptación y de la transición temprana. Comienzo Es la época del noviazgo y se mantiene hasta cierto tiempo después de la boda. Características Sueños e ilusiones. Muchos detalles para agradar a la otra persona. Idealización del cónyuge y de la felicidad. Aparecen una serie de promesas que pretenden “garantizar” la felicidad. Muchas expectativas no acordadas. Sentimiento predominante “¡Palpo la felicidad a la vuelta de la esquina!” La pareja se adapta al nuevo sistema de vida, en el cual habrá
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Etapas de de la la vida vida en en pareja pareja Etapas grandes diferencias en la manera de enfrentarse a la cotidianidad y en los hábitos muy particulares de cada uno de los cónyuges. Es una etapa del aprendizaje, de un rol que hasta ahora era desconocido. Hay parejas que se callan y se guardan para sí las inconformidades, y desde muy temprano en la relación no logran acuerdos realistas y maduros para manejar los conflictos. Primera etapa: la era romántica Fase 2: la hora del cuestionamiento Prontamente, otros discuten fuertemente pero son incapaces de ceder y nunca llegan a soluciones adecuadas. Por lo tanto, es una etapa en la que es de suma importancia saber dialogar y negociar adecuadamente frente a los desacuerdos. Una tarea clave es la de crear y definir límites con las familias extensas o de origen, pues pueden surgir ciertos problemas por la cercanía o la distancia que se debe establecer sanamente hacia los padres y su influencia ante las decisiones de la joven pareja. Un aspecto significativo para resolver en este período de ajuste es desprenderse sanamente de las familias de origen y no buscar constantemente el apoyo y consejo de estos, con el fin de lograr la autonomía que toda pareja necesita para llegar preparada a las siguientes etapas. Primera etapa: la era romantica Fase 3: aclarar dudas
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Es una etapa para establecer las reglas de la intimidad, sobre los gustos, preferencias y aquellos momentos o situaciones que agradan o desagradan a cada uno. La pareja se prueba en el manejo y administración del dinero, del tipo y cantidad de diversiones, así como en la distribución de tareas del hogar. En las amistades también se debe decidir y llegar a acuerdos en los que ambos se sientan tomados en cuenta y respetados en sus opiniones. Segunda etapa: vuelta a la realidad Fase 1: no era lo que yo esperaba Es la etapa de la “reafirmación como pareja y viene la experiencia de la paternidad”. Comienzo Cuando los dos enfrentan las verdaderas demandas de la vida en pareja y de la relación de una manera distinta a la que esperaban. Características Los dos se conocen mejor. Se resquebraja la relación simbiótica, es decir, la pareja en un momento dado alcanzó una íntima y armoniosa relación de asociación en todo sentido, y a partir de la desilusión sufre la crisis. En este momento se acumulan los sentimientos de frustración con la esperanza de que las cosas “vuelvan a ser como antes”. Vienen las fantasías de reciprocidad: “Si soy lo suficientemente cariñoso(a), amable, bueno(a), mi pareja también lo será”. Se busca manipular a la pareja para volver a la etapa anterior.
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Etapas de de la la vida vida en en pareja pareja Etapas Sentimiento predominante “¡Siento que la felicidad se nos escapa!” En esta etapa se pueden seguir dos caminos: aclarar, superar y enfrentar las dudas o romper definitivamente la relación. En este momento ya ha terminado la luna de miel y la etapa de adaptación. En algunos casos puede venir una desilusión y las dudas de haber elegido bien o no al cónyuge. Es muy importante resolver estas dudas y superar los aspectos que los han desilusionado para reafirmarse y lograr una estabilidad. Segunda etapa: vuelta a la realidad Fase 2: reconocer al otro como imperfecto La inmadurez, la terquedad y la idealización de lo que se espera de la relación pueden llevar a la infelicidad y a sentirse insatisfechos. Es en esta etapa donde se da el número más elevado de divorcios en las parejas. Algunos autores han llamado a este momento “el bache del bebé” y el peor error es centrarse demasiado en ellos y descuidar la relación de pareja. Lo que hay que cuidar es que ante las presiones de los hijos, del trabajo y las demandas de la vida diaria, no empiece un gradual distanciamiento. En el área del poder se establecen patrones sobre cómo y quién lo ejerce. Según el psicoterapeuta familiar Francisco Castañera5, pueden presentarse tres tipos de relación de poder:
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Vida en pareja Tercera etapa: la lucha por el poder. Fase 1: va a ver quién es quién “diferenciación y realización” Comienzo Cuando la persona deja de pedir o esperar y demanda que el otro cumpla sus promesas. Características Pánico de perder para siempre el sueño de la felicidad. Sistema de quejas: “¡He sido defraudado(a)!” “¡Si no fuera por ti!”. Vienen las “amenazas silenciosas”: “¡Te voy a obligar a cumplir las promesas que me hiciste!”. Se presenta una escalada de conductas manipulativas que involucran dinero, profesión, sexo, parientes, hijos, etc. Es la época de las peleas continuas: “¡No aguanto más!, ¡Estoy harto(a) de ti!”. Se culpa al otro de todo y sale lo peor de cada uno. Se busca al amigo, al pastor, al consejero, al confidente para ¡que convenza al cónyuge de que cambie! Sentimiento predominante “Siento que me estoy desgastando” Tercera etapa: la lucha por el poder Fase 2: negocio de la aceptación o del rechazo Se puede decir que cuando las parejas han sido capaces de resolver conflictos y crisis en las etapas anteriores, este es un período de estabilización, una oportunidad para lograr un mayor desarrollo personal y como pareja. Pero también esto puede ser fuente de conflicto al presentarse un
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5. “EL CICLO DEL MATRIMONIO”. CASTAÑERA, Francisco. Psicoterapeuta Familiar y Maestro de Espiritualidad, en www.elperíodicodemexico.com, Ciudad de México, D.F.. México 21, JULIO-2007.
Etapas de de la la vida vida en en pareja pareja Etapas desarrollo desigual en los esposos. Alguno de los dos por tener mayores obligaciones con los niños pequeños, puede haberse olvidado de cultivar y trabajar en su crecimiento personal y por lo tanto sentirse en desventaja frente al otro, albergando cierto resentimiento que lo lleva a formar alianzas con los hijos. Tercera etapa: la lucha por el poder Fase 3: discernimiento por la aceptación o por el rechazo En esta etapa los cónyuges deben trabajar para lograr un matrimonio con actividades y metas comunes, ser creativos para evitar caer en la rutina y no involucrar a los hijos en las decisiones y conflictos que son únicamente de los esposos. Cuarta etapa: desilusion o separación Fase 1: no sé si quiero seguir luchando Comienzo Cuando uno o ambos deciden que no vale la pena luchar por alcanzar el sueño de la felicidad (al menos con esta persona). Características Mucha duda respecto a si continuar o no con la relación. Separación en lo emotivo, en lo sexual, en lo físico, etc. Cada uno se dedica a “algo” para llenar el vacío y el tiempo. Es típico que la madre se dedique a los hijos, a los negocios, a las amistades, a las actividades sociales, al grupo de mujeres. Es típico que el padre se sumerja en el trabajo, en la Junta de Acción Comunal, en la construcción de la casa,
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Cuarta etapa: desilusión o separación. Fase 2: tomar decisiones-salen los guardados Se está listo(a) para tomar una decisión importante frente a tres posibilidades: ●Romper la relación: Separación o divorcio para encontrar a la persona que “ahora sí me hará feliz”. Se inicia así otra vez el ciclo: romance, realidad, lucha por el poder, etc. Sentimientos predominantes “Duda de si me equivoqué contigo” Resignarse a permanecer pasivamente en la relación: permanecer en la relación es más cómodo que complicarme la vida. Es lo más conveniente y fácil para no enfrentar cuestionamientos profundos. Es lo mejor para no vivir una larga soledad. Es lo más conveniente para mi estabilidad económica, profesional y social. Es lo que manda la sociedad, la religión y la imagen de la verdadera familia. Lo hago por necesidad de compañía. ¿Qué dirán los demás si me separo? Será mejor dejar así y vivir hasta la muerte. Es lo mejor para nuestros hijos y cuando se puedan defender sí me separo. Ya es muy tarde para empezar otra relación.
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Etapas de de la la vida vida en en pareja pareja Etapas Sentimientos predominantes Inseguridad, soledad, resignación y conveniencia. Se venden las convicciones.
●Crecer: Implica tomar responsabilidad y compromiso por sí mismo(a). Se Renegocia la relación como un camino de felicidad. Se hacen ajustes en todas las dimensiones de la relación. Sentimientos predominantes “Puedo crecer y cambiar”. Se genera la estabilidad, la madurez y la autodeterminación. Quinta etapa: si se decide crecer viene la transformación y el desarrollo Fase 1: amor es más que sólo sentimientos Comienzo Cuando cada uno asume la responsabilidad por lo que es y por lo que espera de la relación. Características Disposición a renegociar la relación con bases más sólidas que el puro sentimiento romántico. Quinta etapa: si se decide crecer-transformación y desarrollo. Fase 2: amor también es confianza profunda Características Disposición a comprometerse, aceptarse, respetarse y ayudarse. Viene la renuncia a la expectativa de que “el otro satisfaga todas
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mis necesidades”. Se comprende que el amor es una experiencia de donación al otro. Sentimientos predominantes “Estoy aprendiendo a amar en forma más madura”. Hay una mesura y un equilibrio frente a los sentimientos. Se identifican actitudes más adultas frente a los compromisos y exigencias de una sana comunicación. Hay más tolerancia en todo sentido. Se piensa mejor antes de actuar. Se busca que el compromiso sea más estable. Ya no se quiere salir corriendo ante las diferencias planteadas en las discusiones. Viene una aceptación frente a todo el planteamiento de una relación incondicional. No se cae tan fácilmente por el lado del respeto mutuo. Hay capacidad de acción concreta o por lo menos mayor disposición a ello. Se consolida la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Sexta etapa: estabilidad e intimidad Fase 1: ahora sí me casé contigo Comienzo Cuando cada uno decide compartir sin imponerse y sin temer a que el otro se imponga. Características Se descubre que la intimidad es multifacética. Se despierta el deseo por participar en acciones y proyectos comunes. Como pareja se buscan nuevos amigos, pasatiempos y otros intereses mutuos, con personas que hablan el mismo lenguaje y manejan la misma actitud frente a la institución de la pareja.
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Etapas de de la la vida vida en en pareja pareja Etapas
Sentimientos predominantes “Estamos creciendo, nos estamos realizando”. Nos estamos dando a conocer mejor, sin máscaras. Compartimos incondicionalmente. Nos damos mutuamente sin el esquema de la negociación o del esperar algo a cambio. Ya no necesito del otro en el sentido de la dependencia, pues amo realmente al otro por ser quien es en sí mismo. Sexta etapa: estabilidad e intimidad Fase 2: la edad interesante La relación se hace profunda y realmente interesante. Se busca un sano y armónico equilibrio entre las aspiraciones y los logros. Se conduce la vida hacia la estabilización de cada uno de los cónyuges y de la tercera persona, que es la relación de pareja. Sexta etapa: estabilidad e intimidad Fase 3: crisis de la edad madura Naturalmente existen riesgos y conflictos en cuanto a la pérdida de atractivo y habilidades físicas. Algunas personas de esta edad buscan compensaciones con personas más jóvenes y quieren demostrar que aún poseen fuerza y virilidad o feminidad para atraer a personas que consideran atractivas. El poder se puede ver afectado cuando los hijos hacen alguna alianza para poner a uno de los padres en contra del otro y para beneficio propio.
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Séptima etapa: generatividad positiva nos damos a los demás “De enfrentamiento con las verdades fundamentales” Comienzo Cuando la pareja ya no está absorta o temerosa de que su relación se pueda dañar. La relación siente que se puede dar a los demás sin descuidarse mutuamente. Características Si la copa se derrama, se puede solucionar. Los temas principales son la serenidad ante la vejez, ante la pérdida de capacidades físicas e intelectuales, la soledad por la partida de los hijos, las desavenencias y problemas de la vida, y ante las muertes graduales de parientes y amigos. No se cuestiona lo fundamental que es la estabilidad y la armonía de la relación de pareja. Se trabaja por otros, por las nuevas generaciones, por la comunidad. Se generan nuevas oportunidades en todo sentido para la relación y para que otros se beneficien de ella. La donación es integral, incondicional y propositiva. No hay temores de exigir ni de ser exigido. No se le huye a la diferencia ni a la discusión. El diálogo es sereno, exigente y constructivo. Muchas inseguridades se han superado. Se sabe que la diferencia enriquece la relación. No se espera nada del otro, mejor se disfruta del otro tal y
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Etapas de de la la vida vida en en pareja pareja Etapas como es. Ver feliz al otro me satisface, pues conozco sus aspiraciones y estoy dispuesto(a) a apoyarlas. Ofrezco todo de mí para buscar su bienestar, tanto material, sexual como emocional. Estoy dispuesto(a) a invertir todas mis energías en acompañarle, entenderle y servirle aún cuando me implique renuncia y sacrificio. Nace el impulso confiado, que es dar todo de sí y recibir todo lo que el otro es para formar un “nosotros”. El sentimiento predominante es que no se vive en vano.
A manera de conclusión Las variaciones de pareja a pareja frente a las etapas de su relación son diferentes. Lo importante es ser conscientes de que todos los acontecimientos que se viven están en función de los valores que se han forjado. Los conflictos en cada etapa son muy particulares y propios de cada una. Toda pareja debe trabajar permanentemente por su estabilización en todas las líneas de poder e intimidad. Lo importante es valorar durante toda la relación la calidad y la cantidad de la intimidad, el apoyo y el cariño que se dan, y no esperar a una última etapa cronológica cuando el final se encuentra cerca. Es primordial que todas las relaciones de pareja, en todas las etapas de la vida, vivan una profunda vida de donación, incondicionalidad y valoración de lo que cada uno está dispuesto a hacer por el crecimiento propio, el de la pareja y el de la relación.
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CapĂtulo 3
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Aspectos generales
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a expresión “formar pareja”, señala que las personas que la constituyen deben cuestionarse permanentemente en todas sus dimensiones, respecto de cómo cada uno afecta y transforma en la pareja los modos de vivir, decidir, percibir, pensar y sentir la vida. La pareja no es sólo la unión de dos personas, sino la conjunción de dos historias, de dos tradiciones, de dos costumbres, de dos esquemas de valores, de dos sociedades, de dos culturas, de dos familias total y absolutamente desconocidas y ajenas, pero eso sí, cada una de ellas, implícita o explícitamente, siempre ejercerá su influencia sobre la otra, de tal manera que ahora se crea una compleja red de subsistemas frente a todas las relaciones que se establecen. En la mayoría de las culturas las ceremonias que rodean el nacimiento, la pubertad, el matrimonio y la muerte son protegidas como signos y actos cruciales para la estabilidad de la vida en comunidad. Los actos simbólicos frente al hecho de vivir en pareja, tienen un significado distinto para cada miembro de la sociedad, pero siempre reclaman el acuerdo social de que la joven pareja se compromete mutuamente a vivir unida para toda la vida. Cuando la pareja comienza a convivir debe elaborar una cantidad de acuerdos necesarios para cualquier par de personas que viven en íntima asociación. Es necesario acordar nuevas maneras de manejarse con sus familias de origen, con sus pares, con los aspectos prácticos de la vida en común, y con las diferencias sutiles y manifiestas que existen entre ellos como individuos.
6. HALEY, Jay. Terapia no convencional. Las Técnicas Psiquiátricas de Milton Erickson, 2da. Ed. Ed. Amorrortu, Madrid, 2008-
Clases de parejas La joven pareja también debe diseñar modos de encarar los desacuerdos. La mayoría de las decisiones están influidas no sólo por lo que cada uno aprendió en su respectiva familia sino también por las intrincadas alianzas con los padres, que constituyen un aspecto inevitable del matrimonio. Como dice el analista de la comunicación humana y terapeuta familiar J. Haley6 el arte del matrimonio incluye que la independencia se alcance mientras se conserva el vínculo emocional con los respectivos parientes. Así mismo los valores culturales inciden en las decisiones que tienen que ver con la forma en que se resuelven las distintas situaciones. Un elemento importante en la sociedad occidental del siglo XXI es el criterio de individualidad y el “valor-amor” como fuente para resolver problemas. Un ejemplo concreto de lo anterior se identifica en muchos jóvenes de hoy - y por qué no también a los adultos-, que con facilismo consideran la unión de pareja como fuente y oportunidad para lograr toda gratificación sin, por supuesto, trabajar por superar todas las dificultades que es necesario sortear para vivir bien. Esto crea una cantidad de expectativas y de exigencias puestas en el otro que por cierto no siempre son fáciles de satisfacer, pues la convivencia significa esfuerzos y renuncias. La pareja es un sistema de dos, es punto de llegada y es la confluencia de familias anteriores. A su vez, es el punto de partida para la creación de una nueva familia. La pareja es una condición necesaria pero no suficiente para constituir una familia. Una pareja recién casada establece una nueva y única identidad, que en líneas generales les servirán para crear su nueva forma de “ser familia”, en virtud de sus experiencias anteriores en las familias de origen.
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En consonancia con lo anterior, la nueva pareja debe crear sus propias normas de funcionamiento en todo sentido, debe plantearse acuerdos en cada uno de los momentos y experiencias de la relación, que a veces son difíciles de obtener debido a que hay aspectos de la formación y de la educación que están muy arraigados y cada uno los vive como “no negociables”. Por ejemplo frente a la cantidad de hijos que desean tener o de cara al manejo de las finanzas del hogar.
7. MINUCHIN, SALVADOR. Y L. VO icas de Terapia Familiar, Barcelona, Ed. PAIDÓS IBERICA, 2002.
Existirán tantos tipos de acuerdos como tipos de parejas. Unos acuerdos están dados en el marco de las normas de cada sociedad y otros son creados por cada pareja. El término “pareja” mantiene una inconveniente ambigüedad, porque alude a la condición de “par” y ocurre que si en algún sentido una pareja es un par, se trata de una dupla complementaria que se constituye propiamente en razón de ser dispar. Frente a todo lo que un ser humano tiene en común con otro esa diferencia podrá verse pequeña, pero sin asumirla plenamente no se puede formar bien una pareja. Al tratar la pareja debemos ser conscientes de tres cosas: las familias de origen, la familia que conforman y la familia que desearían llegar a ser. Por lo general cuando se presentan situaciones que impiden su evolución y cuando tratan de resolverlas sin lograrlo, surge la crisis. 1. Parejas según Salvador Minuchin y L. Von Bertalanffy8
●Pareja con sistema conyugal de cambio abierto Tratan cada problema de acuerdo a las circunstancias que lo originan. Las diferencias de opinión son tratadas en un ambiente de negociación. Si existen desacuerdos, buscan una solución conciliatoria.
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8. Ibid. MINUCHIN, SALVADOR. Y L. VON BERTALANFFY.
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9. LEDERER, W, y JACKSON, D.J., Hacia un modelo integrado de interacción marital. El Matrimonio, New York, Ed. NORTON Y COMPANY, 2004.
Están en constante evolución, nunca se quedan estancadas. No inician una nueva etapa de sus vidas sin antes terminar la anterior. No buscan competir sino ofrecer sus capacidades para el bien de los dos. ●Pareja con sistema conyugal de cambio cerrado Tratan todos los problemas de la misma forma no aceptando ningún cambio. Las reglas son impuestas por el cónyuge que posee el poder en la relación. Se defiende la forma en que la pareja ha llevado la relación. No aceptan cambios “externos” que ellos no puedan controlar. No existe el “término medio” y quien decide si es o no, es el cónyuge que tiene el control. Las cosas se deben dar de la forma y en el momento en que quien mantiene el control lo decidió, de lo contrario, se puede pensar que “algo malo” le pasa al otro, e incluso que está enfermo. Todo cambio es sinónimo de peligro y se buscará evitarlo para que en el futuro no vuelva a ocurrir. 2. Parejas según Ledere y Jackson9 ●Por la estabilidad de la relación Los miembros de una sana pareja necesitan desarrollar la capacidad de construir una relación sólida y armoniosa, que requiere elementos aportados por ambos para asegurar la estabilidad del desempeño y la satisfacción personal, pues es la única manera en que cada uno se siente a gusto y valorado por el otro. ●Pareja estable-insatisfactoria Los mantiene unidos una situación que a los dos les interesa como lo son los hijos, pero no hacen nada por resolver sus diferencias.
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●Pareja inestable-insatisfactoria Abundan las agresiones verbales debido a la agresividad, el alcoholismo, problemas sexuales, económicos, etc. Buscan consejería, ya que quieren que el otro cambie, porque se considera que “él/ella es el problema.” ●Pareja inestable-satisfactoria Buscan cualquier excusa para entrar en conflicto pues su mayor deseo es hacerle la vida imposible al otro. ●Pareja estable-satisfactoria A pesar de los altibajos que puedan tener han sabido llevar sus diferencias a través de los años, por lo que no frecuentan a un consejero en busca de ayuda. ●Pareja con reglas reconocidas Son aquellas que han establecido reglas bien definidas desde el inicio del matrimonio o aún antes. Las experiencias cotidianas raramente les toman por sorpresa, pues han definido criterios que les permite obrar adecuadamente. ●Pareja con reglas implícitas Estas parejas no establecen reglas sobre aspectos como el dinero o las vacaciones porque parten de que se supone que el otro sabe qué hacer, generando problemas cuando esas expectativas no se dieron. ●Parejas con reglas secretas No son fáciles de detectar, pero se puede lograr cuando vemos que se inculpan el uno al otro. Las reglas que existen buscan cortar la iniciativa, autonomía o estabilidad al
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otro. Parejas con meta reglas: son aquellas en donde uno de los cónyuges va más allá de las reglas establecidas, produciendo heridas que originan resultados no deseados. 3. Parejas según H. E. Ritcher10 ●Modelos según el comportamiento sintomático Este psicoanalista alemán plantea que la relación de pareja se desenvuelve en medio de una dependencia sentimental que se identifica como un trastorno de la relación, pues se manifiestan comportamientos adictivos en la relación interpersonal, basados en la desigualdad de los roles que cada uno asume y en una actitud dependiente en relación al sujeto del que se depende. La pareja percibe estos comportamientos como positivos pero en realidad desarrollan experiencias negativas e inútiles. Se identifican los siguientes: ●Pareja con comportamiento fóbico Se mantienen aisladas del “mundo exterior” por temor a no ser comprendidos, aceptados o ser tomados en cuenta, aunque aparentan ser una pareja normal.
10. RITCHTER, Horst- Eberhard. La Familia como paciente: origen, estructura y terapia del conflicto marital y familiar. 1923, Franckfort. Traducción de Margarita María C. Oliva, Sao Paolo, Ed. Martins Fontes, Brasil, 1979.
●Pareja con comportamiento histeroide Aquí por inseguridad en sí mismo uno de los cónyuges tiene las riendas de la relación y contagia su duda al otro. Es llamada también “pareja teatro”, donde cada uno desempeña su papel, produciendo comportamientos depresivos. Uno actúa como el subordinado y el otro como el jefe. ●Pareja con comportamiento esquizoide En la pareja existe un distanciamiento debido a que los intentos de superación de uno, el otro los ve como amenazantes, por lo que
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busca la forma de evitarlo. La pareja parece estar tranquila mientras pueda continuar con sus tareas auto-elegidas en forma quieta e ininterrumpida. Los defectos inherentes a este modelo de relación se hacen evidentes si los miembros se sienten presionados a involucrarse en alguna forma. Esto les parece perturbador e irritante y los empuja a precipitarse en una violenta acción evasiva. Tienden a la disolución y a la ruptura progresiva de los vínculos. La unidad familiar es escasa, casi nula. Sus integrantes emigran frecuentemente a modelos de relaciones negociables, rompen la comunicación y desconocen la nostalgia. El arquetipo o modelo de conducta es el del pionero o aquel que vive aventuras que le hacen perder contacto con su familia. ●Pareja con comportamiento epileptoide Tienen temor de todo lo que esté fuera de la pareja, por lo que se necesitan mutuamente para sentirse seguros. Sólo se comunican en algunos campos muy concretos como el sexual o el económico, donde no están presentes los sentimientos y las emociones. A pesar de los años juntos la monotonía se encuentra presente en su relación. Este modelo sugiere movimientos y desplazamientos en grupo. Sus integrantes no emigran, y si se impone el abandono del lugar natal lo hacen en grupo en su totalidad. La estructura familiar es cerrada, rígida, acepta con mucha dificultad el ingreso de un integrante, quien es ubicado siempre en un estatus inferior. Los roles son fijos y estereotipados.
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4. Parejas según Guillermo Gulotta11 modelo según la “historia curricular” de la pareja Este psicólogo y sociólogo italiano, luego del análisis y la observación de la evolución histórica de la relación de las parejas, las clasifica según el modo en que cada una de ellas ha desarrollado su relación desde el principio hasta el fin de la misma. ●Pareja A Al principio de la relación se encuentran separados, pero luego aparece “algo” que los une (un hijo, un proyecto, un sueño…) y así permanecen en el transcurso de los años. ●Pareja B Se mantienen separados durante toda la relación aunque exista “algo” que los une. ●Pareja C Aquí los cónyuges se siguen el uno al otro sin jamás alcanzarse o identificarse plenamente en todo. Cuesta mucho atenderlos en terapia por lo escurridizos y esquivos que son frente a la relación.
11. GULOTTA Guillermo. Fa-
milia y Violencia. Aspectos Psicosociales. Roma, 4ta. Edición, Ed. Asociación Italiana, 2002.
●Pareja D Al igual que la anterior, los cónyuges se siguen el uno al otro tratando de alcanzarse. Por ser tan cambiantes el consejero deberá estar revisando constantemente las pautas dadas al inicio de la terapia para saber cuál es la causa que los trajo a la consejería. ●Pareja E Esta pareja comienza muy unida en su relación pero con el tiempo
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empiezan a distanciarse, primero de forma lenta y luego de manera brusca, de tal manera que si no es tratada de forma adecuada puede terminar en una ruptura. Son las que más acuden a consejería. ●Pareja F Al igual que la pareja A al inicio se encuentran distantes, luego se presenta “algo” que los une y de repente empiezan a distanciarse por factores ajenos a la pareja, tanto que termina en una ruptura. ●Pareja G Al inicio empiezan bien, luego por una infidelidad, una enfermedad o una situación inesperada se empiezan a distanciar. El trabajo con ellos es lento y doloroso. Esto lleva a que la pareja se canse y renuncie antes de tiempo. ●Pareja H Esta pareja empieza y termina bien y no es frecuente verla en consejería. CONCLUSIONES En pareja se debe ser capaz de reconocer los diferentes estadiosetapas de la misma. Los miembros de la pareja deben ser cada vez mas consientes del tipo de pareja que desean y merecen vivir. Sus miembros deben tratarse mutuamente con respeto en cada una de las situaciones de la vida. De parte de cualquier terapeuta se debe identificar y tratar a cada pareja según su caso particular. Es indispensable buscar el mejor modelo terapéutico en el momento oportuno. Es trascendental aclarar los aspectos que sean necesarios de manera inmediata y rápida.
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Se debe ayudar a la pareja a “sacar” los aspectos que se han mantenido ocultos en cada individuo. Para esto hay que emplear técnicas que ayuden a la pareja a madurar y a promover la comunicación en un ambiente de respeto y valoración de la otra persona. Entre las variadas expresiones de amor se encuentra la del amor de pareja. El poeta y místico musulmán Rumi dice: “nunca el amante busca sin ser buscado por su amada”; “sólo la luz del amor ha penetrado en este corazón, sabe que también hay amor en aquel corazón”; “sin la otra mano, ningún ruido de palmoteo sale de una mano”. En la constitución de una pareja bien integrada ambos participantes asumen una dimensión superior de sí mismos, se complementan en todas las extensiones de la persona, en lo físico, mental, cultural, social, espiritual, ético, socio-político y estético. Afirma Kahlil Gibran acerca de la vida en pareja: “... Canten, dancen y sean felices, pero dejen que cada uno de ustedes esté solo. Como las cuerdas del laúd que están separadas y, sin embargo, vibran en el mismo sentido y con la misma música (…). Estén juntos pero no demasiado cerca. Porque los pilares del templo están aparte, y las encinas y los cipreses no crecen uno a la sombra del otro”. El amor maduro significa unión a condición de preservar la propia integridad, la propia individualidad. La constitución de la pareja humana, basada en una relación amorosa da nacimiento al concepto de familia, ya que persiguiendo el fin de superar la tentación de “separarse” se construye un proyecto consolidado a través de un tiempo de vida familiar compartida, que genera sentimientos de pertenencia, apoyo y unión.
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Bibliografía
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Coloquios para el Bienestar, Vida en Pareja Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá Dirección de Bienestar Universitario se terminó de imprimir en noviembre de 2012 en los talleres gráficos de Beta Impresores Ltda, con un tiraje de 500 ejemplares; en su diseño se utilizó la fuente Georgia en sus versiones regular, bold e italic.
Herbert Sánchez Silva
Doctor y magíster en Derecho Canónico, especialista en Gestión para el Desarrollo Humano en las Organizaciones, diplomado en Derechos Humanos, Comunicador social con énfasis organizacional, filósofo y teólogo. Durante 16 años se ha desempeñado en el sector privado, con un enfoque humanista de la realidad, planteando intervenciones proactivas a favor de la comunicación organizacional interna y externa, la gestión humana, el bienestar social y la cultura empresarial. Amplia experiencia en capacitación y desarrollo humano. Asesor en diseño de proyecto de vida personal, de pareja y de familia. En su trabajo ha hecho acompañamiento en la toma de decisiones frente a situaciones límite, así como en el fortalecimiento ante la crisis, la enfermedad, la muerte y el tratamiento de las distintas clases de duelo. Entre sus publicaciones se destaca: La gestión y el desarrollo humano en las organizaciones, Gestión humana participativa. Transformación social desde la organización, Los derechos humanos son posibles en una comunidad del lenguaje, entre otros.