as suelen ser s e n a d m to s u c Las motos , pesadas, s e d n a r g te n e generalm o si fueran m o c s a d ta a tr y caras, chicos de s o L . a n la e c r o de p están en una s e e k n o m h c n e Wr ente diferente. sintonía totalm n un ojo de la ta s e u c o n s to o Sus m e que tienen b a c a d u d é u q cara, pero oría de sus y a m a L . a m is r mucho ca itantes de clientes son hab s, intelectuales e n e v jó , e u g a h Copen gente con n ie b o , o it x é n y co ativas y pasión e r c s e n io s fe o r p diseño. por el arte y el 48 BIKER ZONE
Texto> Charley Charles Fotos> Siwer Ohlsson
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Dinamarca es el país de las contradicciones.
En comparación con sus países vecinos del norte, siempre ha sido el “todo vale”, un país con una acentuada libertad individual... tanta que casi parece peligroso. Puedes comprar cerveza fuerte Carlsberg Elephant en cualquier supermercado, cannabis en la ciudad libre de Christiania con su comunidad hippie, y en Copenhague hay incluso una zona roja (como en Amsterdam, por ejemplo), a diferencia de las otras capitales escandinavas. Pero basta echar un vistazo al ambiente motociclista y de repente Dinamarca, se parece más a un gulag siberiano. Las leyes para los motoristas y los impuestos de importación son una pesadilla. Y las cosas, en los últimos años, han empeorado en vez de mejorar. Las inspecciones técnicas de las motocicletas solía ser un asunto de Estado, y antes se podía razonar, en cierta medida, con los responsables.... Nielsen de Wrenchmonkees en Copenhague es el que nos pone al día. -Ahora los establecimientos donde hay que llevar la moto a la inspección se han privatizado, y los mecánicos, procedentes generalmente de talleres de automóviles, han recibido un curso intensivo de tres semanas en inspección de motocicletas. Los bikers están molestos y atemorizados pues reciben continúas evaluaciones negativas, ¡sencillamente cuando una tuerca y un tornillo no es una pieza de serie! Estuve hablando con los integrantes de Wrenchmonkees en un tranquilo sótano del barrio de Frederiksberg. Café y pasteles daneses, un montón de motos en la calle, y motores y piezas de moto por todas partes. Dos de los tres Wrenchmonkees pudieron acudir a esta reunión: Nielsen y Nicholas. Anders Ingvartsen tenía otros asuntos que tratar en esos momentos. Aunque Nicholas parece el típico biker, por su aspecto no imaginarías que es un urbanita con una profesión muy peculiar, fotógrafo publicitario. Sólo trabaja media jornada en el taller, y cuida mucho su otra ocupación como
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fotógrafo. Anders, el que no pudo asistir, tiene el mismo trabajo. Per en cambio ha tenido un montón de ocupaciones diferentes y en la actualidad es el único empleado de Wrenchmonkees a tiempo completo. El estrecho taller ubicado en el sótano puede ser modesto, pero su presencia e importancia en la web es realmente grande. Su página web y el blog tiene entre 500 y 1.000 visitas cada día, y lo más curioso ¡de todo el mundo! -Alrededor del 60 % de las visitas a la web proviene de Estados Unidos, hemos conseguido una buena reputación allí. También hay bastantes alemanes e italianos y tal vez un 10 % de los visitantes proviene de Escandinavia, -y Nicholas lo dice con evidente orgullo. Per nos dice que su estilo se ha convertido en algo familiar en Internet. La gente se jacta de hacerle un “monkeefied” a sus motocicletas. Eso significa que se recortan los guardabarros o directamente se eliminan, se montan faros pequeños y discretos, al igual que la
La configuración básica del cuadro, la horquilla y las ruedas por lo general no cambia. Sin embargo la mayoría de sus motos están al borde de lo que se considera legal en Dinamarca
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instrumentación, sin intermitentes, y es obligado que los neumáticos sean gruesos, Firestone o Coker. Y tampoco vamos a encontrar colores brillantes o piezas cromadas. -”Menos es más” y además nos gustan las motos oscuras. Otra característica especial de nuestras motos es el hecho de que su imagen mejora cuanto más la usas. Y Nicholas, añade: -Te garantizamos que las manos de los clientes al cabo del tiempo sufren, que el asiento tiene un relleno demasiado fino, y que se nota el sabor a aceite quemado en la boca... Es fácil hacer un paralelismo entre este estilo y las personalizaciones japonesas, y aunque esta es una de las fuentes de inspiración, Nicholas nos dice que también se inspiran en los aviones, los coches, el diseño industrial y el arte en general. Entonces, ¿qué marcas de motocicletas son las mejores para construir una con estilo “monkeefy”? No hay tabúes en contra de ninguna marca, pero son mejores las métricas. Además, las motos deben estar refrigeradas por aire y tener un chasis de tubo de acero. Y está la cuestión de las leyes y la burocracia, por ese motivo escogemos motos antiguas, en las que no es obligatorio el uso de cosas tales como los intermitentes, los espejos, el velocímetro... Pero tampoco es recomendable que la moto sea demasiado vieja, ya que esto podría significar una revisión completa y cara del motor. Otro dato curioso: Los chicos tratan de evitar aquellos modelos que hayan creado, por cualquier motivo, una especie de culto. -Las motocicletas son increíblemente caras en Dinamarca, por lo que optamos por modelos a un precio decente a pesar de tratarse de motos grandes. Claro, disponemos de motos como la Yamaha SR 500 y la XS 650, pero mucha gente quiere motos de mayor cilindrada y, por ejemplo, la Kawasaki Z 750 con motor Twin, puede conseguirse bastante barata y es una máquina impresionante. La moto más sensacional de todas las que hemos construido es una a partir de una Honda CB 750 que lleva el nombre de “Gorilla Punch”. Por el trabajo de pintura verde oscuro y el motor en gris es lo más cerca que han estado de fabricar una Bike Show.
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-Todo comenzó cuando nos invitaron para llevar una de nuestras motos a una exposición en un museo, bajo el lema el Arte en la Industria que se celebró en Copenhague. Gracias a esa experiencia pensamos que podíamos crear algo realmente único, nos dice Nicholas. La Honda se equipó con horquillas de Kawasaki, acortadas 30 milímetros y tijas mecanizadas en CNC. Los frenos también son Kawa. Los bujes se han fabricado a mano y los neumáticos son unos grandes Coker old style que le añaden mucho carácter. Otras piezas como el depósito de fibra de vidrio, y el colín o el depósito de aceite son también artesanales. Si alguien duda de que una motocicleta pueda ser vista como cultura, le diremos que la Gorilla Punch pasó la mayor parte del otoño de 2009 en una galería de arte muy de moda en Barcelona. Estos constructores de nuevo sacan a colación las leyes increíblemente represivas que sufren los bikers daneses, y me explican un caso que me pone los pelos de punta: -Teníamos una moto de serie con unos frenos de tambor realmente escasos, por eso le pusimos unos discos de freno mordidos por pinzas Brembo, y la llevamos a la gente de la inspección técnica... por supuesto fue declarada no apta para el uso por la calle con el argumento de ¡Las piezas nuevas no son originales!
¡Lo cierto es que no imaginaba que la situación era tan mala! ¿Cómo puede la llamada “tierra de la libertad” convertirse en un país tan restrictivo en cuanto a personalización se refiere? La mayoría de los daneses evitan el problema desmontando las piezas antes de la inspección anual, y a continuación, después del visto bueno de los burócratas volviendo a personalizar su motocicleta. Desde luego es una gran esfuerzo y también una invitación a tener problemas, pero no principalmente problemas con la policía, nos cuenta Nicholas. -A los policías no les importa si la moto es legal o no, mientras estas no hagan mucho ruido. Las compañías de seguros son el problema más grave. Si sucede algo malo y se dan cuenta de que la moto estaba equipada con piezas que no estaban en la moto de serie, es probable que no recibas ni un céntimo, ¡independientemente de si la culpa del accidente es tuya o del contrario! Ni que decir tiene, que los bikers daneses, rezan por entrar a formar parte de la normativa europea, y eso sucederá tarde o temprano. De cualquier manera, el taller Wrenchmonkees va viento en popa y han vendido cerca de 20 motos desde que comenzaron su negocio hace ya dos años. Sus clientes son profesionales muy diversos pues entre ellos hay arquitectos, médicos, publicistas, abogados, agentes de la autoridad, jueces, actores, espe-
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culadores en la bolsa y artistas del tatuaje. -También hay motoristas al estilo antiguo, los que prefieren construir su propia motocicleta comprándonos las piezas a nosotros. No ha habido exportación de motocicletas fuera de DinaVmarca, pero los integrantes de Wrenchmonkees son la esperanza del futuro. El principal problema por el momento (sin contar el 180 por ciento de los impuestos de importación de motocicletas, de ahí que las motos nuevas cuestan tres veces más que en los países vecinos) es que la corona danesa es mucho más fuerte que las otras monedas, lo que significa que sus motos son demasiado caras para los extranjeros. ¿Alguien pagaría 22.000 euros por la Gorilla Punch?
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De momento la prioridad es seguir trabajando y darse a conocer. Todo es caro en Copenhague, los chicos están planeando una nueva tienda con una sala de exposición -no tener que ir con las motos arriba y abajo utilizando una tabla para sacarlas del sótano, ¡por las escaleras! Son optimistas pues el negocio va bien y una nueva tienda podría pronto ser una realidad, nos dice Nicholas. -En pocos meses, tendremos cinco o seis nuevas motos listas, entre ellas una Ducati 900 SS, ¡por lo que tal vez vengas a vernos otra vez! Más información en la web: www.wrenchmonkees.com.
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