¿Surgió inconscientemente o querías hablar de la fragilidad? Las dos cosas. En La Fortaleza empecé a explorar esta temática. Si bien tiene muchos “yo” adentro, hay muchas temáticas de crudeza, fragilidad, vulnerabilidad. Ante la lucha con uno mismo, la ansiedad, el miedo, el arrepentimiento, facetas feas que no queremos mostrar, creo que la fortaleza es un proceso de reconocerlas y presentarlas legítimamente, no avergonzadamente. Hay un deber ser y un querer ser y eso siempre dio un tironeo. La crudeza y honestidad siempre ha estado, pero ahora quiero aprovechar ese espacio de creación para plasmar ese mensaje y empujarlo sin miedo.
“A veces necesitamos romper para construir algo nuevo” La artista chilena regresó con “Castillo de Cristal”, single que cuenta con un videoclip dirigido por ella misma. POR JOSEFINA ARMENDÁRIZ
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a pasó un año desde que Francisca Valenzuela presentó su cuarto álbum, La Fortaleza. Un trabajo con el que, además de cosechar éxito y diversas presentaciones en Chile y el mundo, puso en la mesa distintos tópicos que visualiza, profundiza y da a conocer con su arte. Ahora, la artista y activista regresa con un trabajo que exalta todo lo opuesto a la aparente Fortaleza. “Castillo de Cristal” nace en respuesta a la fragilidad de la vida y las relaciones: “Al escribirla, me di cuenta de que muchas veces lo importante en nuestra vida se rompe o quiebra, pero que también hay ocasiones donde necesitamos romper con cosas para construir algo nuevo y partir de cero”, comparte. Desde México, donde fue a filmar los videos restantes y reactivar proyectos postergados por la pandemia, Valenzuela está entretenida, reencontrándose con lo especial de una vida que antes asimilaba como natural. 30
Sacaste esta canción, ¿qué se siente dar a conocer este nuevo mundo? Ha sido bonito, también extraño. Estoy súper contenta, en la pandemia hubo una inesperada activación creativa súper fuerte. Hice un disco entero, canciones escritas en pandemia, con un sonido y energía súper fresca. Fue muy orgánico. Se siente muy bien, salir al mundo es emocionante. Me siento muy afortunada de haber podido canalizar preocupaciones, ansiedades o reflexiones en la música, y de poder dedicarme a la música en momentos como este. Ser creativos, crear mundos, historias y compartirlas. ¿Qué trajo a tu universo esta nueva canción? Es difícil identificar qué pasa en tiempo real. Creo que confianza, aprendí a confiar y a dejarme ir. Confiar en mí artísticamente, en mis colaboradores, no cuestionar tanto, entregarme al proceso. He hecho
discos y conciertos con confianza y entrega, pero en este momento siento que hubo un disfrute y una consciencia, un estar presente. La pandemia me permitió estar conectada con el proceso, disfrutarlo, confiar y entregar mucho. Un proceso muy rico para mí, que a veces estoy muy atrapada en la cabeza. ¿Cómo describirías ser frágil? Creo que es vivir y mirarse sin miedo, aceptarse como uno es. Reconocer las vulnerabilidades, acogerlas y aceptarlas. En la medida en que uno acepta eso, deja de luchar tanto. Y se entrega a pesar del riesgo, porque siempre todo va a tener potencial para romperse o que duela. Es una invitación a vivir más conectado, más profundamente. Estas canciones nacen de forma visceral e inconsciente y tratar de ponerle palabras conscientemente es como agarrar algo intangible. Es una sensación que va surgiendo de algo emocional que es más inteligente que yo.
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¿Cuándo intentas sostener ese castillo de cristal? Son como esas historias que uno se cuenta, que se ven muy bonitas y que no son para tí. Como construcciones más de afuera que de adentro. La canción la sentí desde un lugar de afuera, ciudadana del mundo, mirando este castillo. Sin embargo, dando vuelta la cámara y llevándola a mí misma, creo que he tenido que romper muchas cosas para reconstruir y muchas veces construí cosas que no me servían. En mi carrera, quizá seguí esta ilusión de llegar al castillo embobada, pensando que era lo que me correspondía o lo que yo quería, y en verdad no. Con presión, forjando una carrera que no era adecuada para mí, trabajando con personas que no tenían nada que ver conmigo, poniéndome límites. Es como el Mago de Oz, pensaba en algo que a distancia se veía increíble y en verdad es una ilusión, entonces hay que quebrar y construir algo distinto. Con otra materialidad, otras características, en lo colectivo o en lo personal. ¿Por qué comenzaste esa nueva etapa con “Castillo de Cristal”? Esta canción es la primera porque plantea este momento de cómo todo se está quebrando, cayéndose a pedazos. Estamos enfrentando ese mundo que cae, ¿qué viene después?, ¿qué se hace de cara a eso? El capítulo dos viene una invitación a qué hacer con eso. ¿Qué puedes anticipar del disco? El álbum completo, hecho en pandemia, es apasionado y orgánico. Es una digestión de la vida de afuera y adentro. Está la dualidad entre la fragilidad y lo fuerte, y también lo doloroso y lo bonito. Conviven. Todo eso, revestido por música fresca, colorida y un pop súper lúdico. ENERO 2022
FOTO: JESÚS SOTO
FRANCISCA VALENZUELA