Edición junio 2013

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REVISTA

BIOMA

JUNIO 2013

ISSN 0719-093X

VIDA AL SUR DE LA TIERRA

ALERCES EN LA NIEBLA

Huinay

EL PANGUE Una planta con secretos


REVISTA

BIOMA VIDA AL SUR DE LA TIERRA

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EN ESTA EDICIÓN ALERCES EN LA NIEBLA 5000 años atrás, bosques templados del continente sudámericano. …“La mañana ha comenzado muy helada como siempre, la temperatura probablemente ha llegado a los tres grados, durante la noche llovió mucho y ahora parece que graniza. Junto con mi familia...

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EL PANGUE, una planta con secretos En febrero de 2013, un turista de 32 años se extravió por un lapso de 20 días en el Parque Nacional Chiloé, en 44 mil hectáreas de naturaleza aparentemente hostil para el ser humano, pero esta persona logró salir adelante agregando a su menú agua de lluvia, insectos y raíces de Pangue...

EL PULSO DE LA NATURALEZA Es un espacio donde la vida toma un carácter interpretativo, las sensaciones y la percepción de todos los sentidos humanos adquieren protagonismo. Textos de Mario A. Ortiz Lafferte.


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EDITORIAL Alerces en la niebla En esta edición encontramos un episodio de nuestra historia que está oculto entre las paginas del olvido, en él hay capítulos donde aún no se han realizado estudios más acabados. Ejemplo de ello es que la Dendrocronología podría presentarnos el potencial del Fitzroya cupressoides para reconstruir estos episodios paleo climáticos, que aun desconocemos de nuestro continente. Utilizando estadísticas dendroclimatológicas podríamos saber el verdadero avance del calentamiento global, descubriendo las fluctuaciones climáticas de pasados periodos en la tierra. Entendemos que en Argentina se han realizado dataciones con los anillos de crecimiento de Alerces que han presentado un cuadro más claro de lo que sucedió hace miles de años en la región austral. Pero más allá de esto, nos admiramos ante la mística capacidad de esta especie para prevalecer por milenios viendo como su hábitat cambiaba. ¿Cómo era todo antes de la llegada del hombre?. La visión de un Chile de hace 5000 años, es por decir lo menos, desconcertante si bien son sólo cinco mil años, que a escala humana son muchos, a nivel geológico y evolutivo son prácticamente nada. Aún así es atractivo imaginar los parajes que existían, es como la fascinación que produce en pequeños y grandes la vida de que hubo en el periodo del Jurásico con sus dinosaurios gigantescos. Lamentablemente la historia se repite cada vez que el humano aparece en escena. Lo que la naturaleza tardó miles de años en crear y desarrollar, el hombre en un par de siglos logró devastar casi hasta las raíces con la tala indiscriminada del Alerce. La profunda visión de estos árboles que dominaba los valles alto andinos patagónicos, era algo más que sólo bosques, era un mundo único en su clase, era un espíritu natural que palpitaba tan fuerte que dejó huellas hasta nuestros días, y aún lucha por mantenerse por otros cinco mil años. Bienvenidos a esta nueva edición de Revista BIOMA César Jopia Quiñones Director 05



ALERCES en La NiebLa


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5000 años atrás, bosques templados del continente sudamericano. …“La mañana ha comenzado muy helada como siempre, la temperatura probablemente ha llegado a los tres grados, durante la noche llovió mucho y ahora parece que graniza. Junto con mi familia, en estos días vivimos una nueva experiencia, por que hace tiempo teníamos una estupenda vista del bosque desde la entrada de nuestro hueco en el árbol, pero poco a poco nos dimos cuenta que hasta la altura de nuestra panorámica comenzó a crecer otro árbol, aún con las hojas tiernas parece prometedor, tal vez nos mudemos cuando su tronco alcance la madurez para que lo podamos habitar… ”Así podría haber meditado alguna criatura arborícola hace cinco mil años atrás, al encontrarse frente al nacimiento de un Alerce (Fitzroya cupressoides) en algún recodo de los bosques templados antiguos australes del actual Chile y que se encuentran en la cordillera de Los Andes frente a Huinay, X región. Si bien los periodos geológicos y evolutivos de la tierra se miden en millones de años, el Chile de hace cinco mil años atrás, era muy diferente al contrario de lo que se pueda pensar. No habían etnias ni colonos, vale decir; no habían humanos. Entonces el hábitat que rodeaba a los Alerces era un ámbito muy opuesto. La fauna con funciones ecosistémicas distintas a las actuales -por el estado prístino en que vivían-, pululaban en abundantes poblaciones, sólo temiéndole a sus depredadores naturales. 09







…”Hace mucho que hemos tratado de mudarnos a un hueco más grande, la familia ha crecido, pero la población de parientes es abundante, sí… hay muchos árboles, pero cada vez que salgo a buscar uno adecuado me encuentro con vecinos que no hacen más que gruñirme, obligándome a dar la vuelta por donde vine, soy sincero al reconocer que el Arrayán es nuestro favorito, pero siento algo muy especial por el Alerce, me parece tan digno y reverenciable, que no hago otra cosa que sentarme en las tardes a ver como se mece con el viento sur…”


El Alerce es el segundo árbol más antiguo de la tierra (después del Pinus longaeva, oeste de Estados Unidos). Desde la separación de los continentes y la constante mutación de estos, el paisaje parecía esperarlos con ansias, pueden haber muchas preguntas entorno a su aparición y de como llegaron a alcanzar esa increíble longevidad, sólo imagínenlo, cuando nacieron no existían seres humanos aquí y hoy podemos abrazarlos en el mismo suelo que los vio surgir de una pequeña semilla hace tanto tiempo. La *Fitzroya crece sobre los 700 metros hasta los 1200 m.s.n.m. en terrazas y pendientes de los remotos valles andinos de la indómita Región de los Lagos, es interesante pensar que ha habitado aquí desde que existe como especie, compartiendo los bosques mixtos o asociativos con especies parientes como el Coihue con sus tres variedades Nothofagus dombeyi, betuloides y nitida, además de Chusquea bambú y Canelo enano (Drimys winteri var. andina), ciertamente el Alerce los vió crecer y morir por miles de años a su alrededor, imperturbable e impávido ante el devenir de los tiempos.

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El Lahuán, como llaman al Alerce los mapuches, estaba acompañado durante el presente periodo Geológico denominado Holoceno (actual Cuaternario) por una gran comunidad faunística, que si bien hoy aún coexisten con nosotros, la gran mayoría a disminuido ostentosamente su número, marginando su presencia a reducidas comunidades en apartadas zonas geográficas. Pero en aquella época eran abundantes, había micromamíferos marsupiales como Dromiciops y Ryncholestes, gran cantidad de roedores granívoros, además de depredadores como Huillines y Chingues. Otras especies también habitaban la zona austral de ese remoto periodo biológico: Huemules, Pudúes, zorros y una rica avifauna tanto diurna como nocturna; águilas y halcones, traros, tiuques cordilleranos, tucúqueres y también lechuzas. Hay pocos estudios, pero es probable que la fauna íctica se viera afectada con extinciones más notorias, pudo haber existido extravagantes bagres nativos nadando en esas heladas aguas. …”Vivíamos en bosques llenos de vida, había mucha agitación, animales iban y venían por doquier, y así fue por generaciones. Un día vimos desde la seguridad de nuestros árboles como unas criaturas que caminaban en dos patas llegaban en maderas que flotaban en el agua hasta las orillas del fiordo… luego vino un largo silencio…” Con el paso de los milenios y con la llegada del hombre, el Alerce comenzó a quedar cada vez más solo, hoy los especímenes más antiguos están 19


presentes solamente en ignotos lugares de la cordillera de los Andes, fue talado casi hasta su desaparición en toda la zona costera. Este gigante de 40 metros era muy cotizado y ciertamente que lo era, contiene una resina que evita la descomposición volviéndolo resistente a los elementos, además de poseer una hermosa textura por eso era perfecto para la carpintería y la construcción de casas. Sólo alrededor del 15 % de los bosques de Alerces original existen hoy, era un paisaje muy, muy distinto al que conocemos, pero no por eso ha perdido su esencia mágica y mística adquirida con el paso de los siglos. Llegar a la cima del cerro La Cruz en los terrenos protegidos por la Fundación San Ignacio de Huinay, nos tomó más de diez horas de ascenso, para alcanzar 1500 m.s.n.m. sin senderos ni rutas, sólo antiguas y ocasionales huellas, de principios de siglo que dejaron leñadores de antaño, quienes solían bajar a mano troncos de Alerce. En la cima y ya de noche encontramos finalmente los restos de un Alerce de aproximadamente 4800 años, el más antiguo registrado en Huinay. Esta expedición en busca de este milenario árbol se convirtió en una maravillosa experiencia de encuentro cercano con un viajero del tiempo, con el Alerce en la niebla… *El primer nombre científico de este árbol fue dado en honor al capitán Robert Fitzroy quien comandó el HMS Beagle, durante el épico viaje de Charles Darwin alrededor del mundo.



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EL PANGUE

UNA PLANTA CON SECRETOS




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n febrero de 2013, un turista de 32 años se extravió por un lapso de 20 días en el Parque Nacional Chiloé, en 44 mil hectáreas de naturaleza aparentemente hostil para el ser humano, pero esta persona logró salir adelante agregando a su menú agua de lluvia, insectos y raíces de Pangue, las que también con sus enormes hojas le sirvieron como protección ante las inclemencias del clima, ciertamente toda una proeza, pero como siempre la madre naturaleza proveyó, sólo había que saber como buscar. Por eso destacamos al Pangue, una especie del reino vegetal con características muy particulares. Los escenarios naturales del sur de Chile no serían los mismos sin la presencia característica de esta enorme especie de la familia de las Gunneraceae conocida como Pangue (Gunnera tinctoria), esta impresionante planta por sus voluminosas hojas es un ícono del Chile austral, aunque su distribución geográfica comienza desde la IV región hasta Magallanes. La palabra Pangue es un nombre vernáculo dado tradicionalmente por los pueblos originarios que hace referencia a la hoja, mientras que el tallo o peciolo es conocido como Nalca. Y su descripción no termina ahí, su tamaño es proporcional a sus nombres, ya que la base del tallo y la raíz es llamada “Depe” mientras que la inflorescencia se le dice “Chanfarraina”. Además en Chiloé hay una variedad de Pangue, que crece adaptada en las arenas húmedas de las playas le dicen “Dengacho” que 28



En primera instancia, sabemos que la Gunnera 1 tiene cualidades culinarias, por ejemplo; el peciolo -la nalca-, es comestible como una sabrosa ensalada preparada como el apio, al igual que el rizoma enterrado y las partes bajas están en las tradicionales recetas de los pueblos originarios desde tiempos inmemoriales. Por otro lado esta hoja pubescente (cubierta de pelos) es clave a la hora de preparar los tan apetecidos Curantos y de la misma manera la hoja se utiliza para envolver Chuañes, un cocimiento de papas y harina. Y como si no fuera poco toda esta carta de manejo, al macerar las flores se obtiene una bebida refrescante. Cabe mencionar que más allá del valor alimenticio, tiene otros usos, las raíces sirven para teñir lanas de color negro y sus hojas para curtir cuero. Esta multi-planta también posee un importante aporte a la farmacodinamia, por sus variadas aplicaciones, especialmente los que hacen referencias a las extraordinarias propiedades astringentes y hemostáticas. Por ejemplo, cociendo la raíz y el peciolo sirve para detener hemorragias, disentería, lavar heridas, etc. Así mismo afecciones de la boca y la garganta, problemas estomacales o el hígado. Las gigantescas hojas que pueden alcanzar hasta los 1.5 metros de diámetro también tienen un uso medicinal en el inventario de propiedades beneficiosas de este arbusto herbáceo polígamo-monoico 2, porque al cocer sus velludas hojas se pueden utilizar para bajar la fiebre, bebiendo el preparado o disponiendo las hojas 30


como un cataplasma en la zona de los riñones y la espalda de la persona enferma. En resumen, esta noble planta tiene mucho para ofrecer, con nuevos estudios podrían eventualmente aparecer nuevas aplicaciones farmacéuticas. La naturaleza aún guarda muchos secretos, mientras tanto, siempre que vea una plantita por diminuta que parezca a la orilla del camino, véala con respeto puede esconder en su genética una gran sabiduría… El nombre científico es dado en honor al botánico de origen Sueco, Johann Ernst Gunner (1718-1773) 2 Planta que tiene individuos con flores hermafroditas, es decir; flores masculinas y femeninas. 31




Una repentina llegada de los vientos del norte, y un leve descenso de la temperatura, en la Reserva Nacional Las Chinchillas, son la antesala de una nueva estación. Inevitablemente el cálido verano retrocede para dar paso al otoño, que anuncia su llegada con suaves vientos danzantes, que esparcen las hojas caducas, tapizando el suelo reseco, que aguarda en larga espera, la esquiva lluvia invernal. La quietud de los días grises, se instala en el entorno de la pérgola, estimulando el recuerdo de la intensa actividad de la fauna silvestre, durante el verano. En medio de estas rememoranzas, surge una de las imágenes infaltables en este lugar, a la hora del calor en los días estivales. La imagen de la fascinante, “Iguana Chilena”. Me parece verla meciendo su cuerpo de lado a lado, con pasos prehistóricos, vestida de gala con pechera naranja y su característico mosaico burdeo en el lomo, salpicado de negro y gris. Recuerdo que en esos días cálidos, una de estas iguanas me mostró una de sus más sorprendentes estra-

tegias de caza... Caminando por el suelo candente, llegó hasta la sombra de un guayacán, se agazapó en el piso, y comenzó a moldear la tierra suelta con el vientre, hasta quedar semienterrada, luego empezó a echarse tierra en el lomo con sus extremidades, hasta casi desaparecer de la vista. Una vez logrado el perfecto camuflaje, se quedó inmóvil en espera de alguna presa. Permaneció largo rato quieta, expectante, invisible, parecía no tener prisa, como si el tiempo no transcurriera… hasta que la repentina llegada de un zorro culpeo, que paso trotando muy cerca de ella, puso fin al montaje, obligándola a desaparecer velozmente en una cueva cercana. En ese momento pude comprender cabalmente, los entretelones de un acontecimiento narrado por los Guardaparques, ocurrido hace algún tiempo, protagonizado por una iguana y una tenca, con un desenlace sorprendente y bastante mas dramático, que lo que acabo de contar. Tratare de recrear este suceso, de la mejor manera posible, para dejar un

ILUSTRACIÓN: César Jopia Q.

Un Cazador de Sangre Fría


testimonio escrito, de este episodio y contribuir al conocimiento del inmenso potencial depredador de este reptil.... Todo comenzó con algo muy interesante, que ocurría a nivel del suelo, una nueva generación de hormigas aladas emergía desde las profundidades, aglomerándose en la salida de un hormiguero, antes de emprender el vuelo. Los movimientos inaugurales de cientos de pequeñas alas transparentes, emitían destellos intermitentes al entrar en contacto con el sol, llamando la atención de una estilizada tenca, que descendió volando, hasta aterrizar sobre la multitudinaria reunión de hormigas. Una vez en tierra, la tenca se dedicó a caminar sobre las hormigas, pisoteando a los laboriosos insectos,

lanzando picotazos para atraparlos y engullirlos uno tras otro, provocando una creciente agitación en la colonia de formícidos. Sorpresivamente, una iguana que se encontraba al lado de las hormigas, y que había permanecido inmóvil e invisible a los ojos de la tenca, se lanzó al ataque, atrapando con sus mandíbulas, las patas de la sorprendida ave. La asustada tenca, en una maniobra desesperada por escapar de las poderosas mandíbulas del reptil, intentó volar, elevándose a poca altura del suelo, hasta el extremo de arrastrar a su captor toda la distancia que sus fuerzas se lo permitieron...

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Luego cayó exhausta, en ese momento se invirtieron los papeles; ahora la iguana comenzó a retroceder arrastrando a la tenca con determinación, mientras el ave oponía resistencia tratando de aferrarse al suelo con sus alas extendidas, emitiendo a la vez, ruidosos gritos de aflicción. Cuando todo parecía perdido, la voluntariosa tenca saco fuerzas de flaqueza y emprendió un vuelo forzoso, levantando nuevamente a la iguana casi hasta despegarla del piso, arrastrándola con dificultad una corta distancia. Pero inevitablemente una vez más cayó al suelo extremadamente agotada, quedando a merced de su victimaria, en ese momento la iguana volvió a retroceder sin pausa, llevando a su presa hasta la entrada de su madriguera, en donde hizo un alto, con claros signos de cansancio.

Una vez recobrado el aliento, el reptil entró retrocediendo en su madriguera, tratando de llevar a su presa a la oscuridad de sus dominios. Sin embargo, en el último momento, en una desesperada maniobra de resistencia la infortunada tenca, se aferró con sus alas abiertas en los bordes de la entrada, logrando posponer por un instante su inevitable destino. Finalmente y luego de una pausa, se reanudaron los fuertes tirones que provenían desde el interior de la madriguera, doblegando toda resistencia. En ese momento la estilizada tenca, que un poco antes se había convertido en un momentáneo tormento para las hormigas aladas, desaparecía para siempre tragada por la tierra, víctima de una irrevocable sentencia de muerte.


Para explorar... para descubrir... para conservar...

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