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El rol de la mujer empresaria en América Latina

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GASTOS HORMIGA

GASTOS HORMIGA

Por Guadalupe Piña del Bosque Directora de Administración y Finanzas de Vitrohogar

Status Quo

La fundación de un emprendimiento femenino, habrá que afrontarlo, es siempre un desafío contra el status quo, una iniciativa que necesariamente terminará por sacudir los cimientos culturales de las personas alrededor de la mujer que emprende, su familia y su pareja, y que forzosamente cuestionará la estructura predominante. Es por ello que la estructura de estas empresas es también una respuesta ideológica que debe contar con condiciones laborales transparentes que busquen proveer a sus empleadas con una sensación de logro, evitar la sobrecarga laboral y las largas horas de trabajo, prevenir la inmovilidad laboral y la hostilidad en el entorno de trabajo, empujar la brecha salarial de género y promover evaluaciones objetivas, con base en los resultados, además de fomentar las interconexiones y la innovación. Claramente no se trata de una labor sencilla.

En contraste con la realidad global, el área de ALC presenta altos niveles de emprendimiento en comparación con otras regiones del mundo, con economías en desarrollo, emergentes o de primer mundo. Sin embargo, la necesidad de contar con fuentes de ingresos paralelos a los principales o en reemplazo a los mismos, prevalece como la principal motivación de los emprendimientos y la mayoría de los mismos se localiza en el sector de servicios; los enfoques hacia mercados internacionales son pocos o prácticamente inexistentes.

En este mismo contexto, está demostrado que las estrategias de crecimiento empleados por mujeres ejecutivas se basan en el trabajo en red, que interconecta la función de varias mujeres en distintas aplicaciones o emprendimientos; la presencia y el apoyo de una persona líder capaz de guiar el proceso de desarrollo y que es empleada como referencia; la educación y la experiencia general. De igual forma, la presencia de las mujeres en el ámbito fintech es mucho más numerosa que en otras regiones.

Ahora bien, si reconocemos que en la enorme mayoría de los casos, la entrada a un proyecto empresarial o de emprendimiento es consecuencia de una necesidad y no de la libre elección o la continuidad profesional, hemos de reconocer también que para la mayoría ha sido una experiencia que les descubre características personales empresariales: una relocalización en el presente que necesariamente genera especulaciones sobre el futuro y el establecimiento de metas a largo plazo, para la vida entera. Luego de la crisis sanitaria y las problemáticas relacionadas con el confinamiento en muchos países, la gente y en especial las mujeres de bajos recursos no suelen contar con la oportunidad para evaluar su situación, reconocer sus fortalezas y superar sus debilidades de cara al mundo empresarial.

Por citar un ejemplo de la disparidad de oportunidades, en Paraguay, un análisis de la Población Económicamente Activa

(González, 2022) cuantifica a los hombres en total en una cifra próxima a los 2 millones 090 mil 067 y a las mujeres en 1 millón 409 mil 036. En contraste, la población económicamente inactiva se cuantifica en 691 mil 225 hombres y un total de 1 millón 366 mil 107 mujeres. Y hablamos de un país que culturalmente debe gran parte de su identidad y su historia a las mujeres, en tanto la misma fue construída por mujeres indígenas y son al tiempo quienes han conservado el guaraní. Al márgen, el marco histórico del país incluye una larga fase de reconstrucción luego de la guerra de finales del siglo XIX y comienzos del XX, en donde el papel de las mujeres paraguayas fue de suma relevancia para remover los escombros, las cenizas y reconstruir los hogares, al asumir múltiples roles. Ante los hechos, es tristemente creíble que Paraguay se trató del último país latinoamericano en conceder el derecho a votar a las mujeres.

Existen factores en común a lo largo y ancho del continente que explican las cifras de actividad de emprendimiento y la brecha de género a la que se sujetan: el nivel educativo, la tolerancia de la inversión al riesgo, la presencia de un vehículo propio como principal medio de transporte y los sentimientos de satisfacción laboral, así como la propiedad de la empresa por parte de los padres, lo que se corresponde a casi un 85% de las micro, pequeñas y medianas empresas presentes en Latinoamérica y el Caribe. Deben tomarse en cuenta además, variables más individuales, como la edad, el acceso a préstamos y la búsqueda de logros, lo que está significativamente asociado al emprendimiento, pero que se suele omitir cuando se explica la brecha, o mejor dicho, las brechas de género.

Silencios sistémicos

La emergente cultura de la mujer empresaria surgió acompañada de largos silencios de carácter sistémico, que también pueden explicar parte del fenómeno estadístico que el sector atraviesa. No se trata propiamente de inequidades u omisiones de las que alguna agrupación o individuo sea responsable, sino también de cómo las reglas del juego no son parejas para todas y para todos.

Si bien existe un ecosistema reconocible y consultable de literatura académica respecto a mujeres empresarias, con respecto al sector de innovación, invención y emprendimiento académico este es prácticamente inexistente. Igualmente inexistente es la participación de la mujer en la actividad de patentamiento en México; lo que cobra una relevancia importante respecto a cómo se vincula la igualdad de género y el progreso tecnológico, factores ambos que contribuyen al bienestar general de una sociedad. La participación femenina en el patentamiento no mejora a nivel global.

Resulta igualmente representativo la casi absoluta ausencia de investigación respecto a la presencia de la mujer en industrias de extracción (pesca, minería y procesamiento forestal) que bien pueden deberse a la ausencia real o la invisibilidad por la baja recurrencia estadística.

Asimismo, en el aspecto ético, suele formarse una cierta superioridad moral alrededor de mujeres en posiciones de influencia (propietarias de empresas o en alta dirección), sin embargo, en América Latina las mismas se encuentran equivalentemente ligadas a actos de corrupción y soborno a nivel empresarial. Diversos estudios señalan, además, que por estos actos, las mujeres obtienen una mayor retribución en comparación a sus equivalentes masculinos. La información llega hasta ahí y en la mayoría de los documentos consultados jamás se abunda en las razones socioculturales, estructurales o sistémicas del fenómeno de corrupción en las mujeres empresarias.

El silencio alrededor de las estrategias administrativas y conductas asumidas por las mujeres en posiciones directivas, identificable como homosocialización o comportamiento de "abeja reina", es una evidencia concreta de desconocimiento o de omisión intencional en cuanto a las características deseadas, moralmente superiores del emprendimiento femenino. Y si bien es verdad que en los estudios de este tipo, el lugar, la edad y la morfología no suelen ser elementos incluídos o abordados, incluso en ópticas más regionales, la relación de la mujer y el emprendimiento en sectores rurales, las senior preneurs, las autoempleadas o freelancers, las afrolatinas e indígenas no figuran en forma alguna dentro de los estudios académicos de América Latina.

Y respecto a la literatura especializada sobre la mujer emprendedora de carácter regional, es posible cuantificarla en dos grandes categorías: base a su carácter local, referida a casos específicos, en países, ciudades y pueblos específicos, lo que representaría cerca de tres cuartas partes de la producción académica, dejando apenas una cuarta parte dedicada a lo regional, con un enorme vacío respecto a los análisis o lecturas de carácter global; en ese mismo eje, hay una notable ausencia de trabajos o investigaciones que busquen ampliar el enfoque, de lo local a lo regional. Es cierto que los países de la región son muy diferentes entre sí, pero los mismos comparten rasgos culturales e históricos que ofrecerían espacio para extenderse sobre las interrelaciones de los escenarios y las aproximaciones a los fenómenos, en especial a los que se relacionan a mujeres.

Respecto a la pandemia del covid-19, existen varios espacios y oportunidades de investigación en un estado prácticamente virgen, como lo son el rol de la mujer en las economías circulares, y su presencia como impulsoras de modelos de consumo y cuidado sostenibles, así como el impacto que tienen en prácticas organizacionales y corporativos es nulo. Se sabe que la afectación económica producto del confinamiento tuvo un impacto más duro en las mujeres, pero no hay nada respecto a los detalles, pues nunca se ha tratado solamente de volver evidente que lo fueron y establecer cifras al respecto y sí de estudiar los mecanismos socioculturales que fueron la causa de dicho impacto; durante el confinamiento, así mismo hay verdaderas avenidas a explorar por investigaciones futuras.

El reto que supone para una mujer crear y dirigir una empresa ya implica de comienzo un enorme factor de competitividad empresarial que debe tomarse en cuenta en el impacto que tiene sobre las sociedades. Desde este ángulo, todas las empresas siempre han contado con el potencial para transformar al tejido social y en el caso de los roles de género involucrados con la presencia de la mujer empresaria implica el involucramiento activo de todos los actores de la sociedad, lo que en términos estratégicos ha traído y seguirá construyendo un futuro mejor y un mercado más competitivo.

En ese mismo sentido, la búsqueda de la agrupación y organización sindicalizada y patronal con perspectiva de género, resulta ser una labor permanentemente prioritaria; incluso con la presencia de organizaciones previas con una visión más inclinada hacia el sector o el territorio. Este cambio fundamental en las superestructuras de regulación y asociación de las empresas no implica la pérdida de influencia de organismos similares, sino todo lo contrario, sumaría a la formación de un ecosistema que interconecte contextos locales en una dirección global y a su vez se traduciría en la formación de equipos profesionales más efectivos, con capacidad para la innovación en sus diferentes ramas.

Referencias

+ https://businessinsider.mx/emprendimientofeminino-paridad-genero-equidad-inversiones_ startups/

+ www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/--americas/---ro-lima/---sro-san_jose/documents/ publication/wcms_179034.pdf

+ https://www.estrategiaaduanera.mx/a-a-lauraelena-blanco-gonzalez-una-mujer-visionariaempoderando-el-sector-aduanero-del-pais/ + https://revistascientificas.una.py/index.php/ reco/article/view/2509

+ https://www.paginasdeagenda.com/pdf_ original/Agenda%20260%20octubre%2720.pdf

+ https://revistas.pucp.edu.pe/index. php/360gestion/article/download/26418/24868

+ https://dialnet.unirioja.es/servlet/ articulo?codigo=8471687

+ https://ojs.ual.es/ojs/index.php/RAUDEM/ article/download/6403/7561

+ https://cipres.sanmateo.edu.co/ojs/index.php/ rcca/article/download/619/545

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