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DATA UP
Indagando sobre la percepción de desigualdad de género en la UP
Escribe: Kevin Gershy-Damet Vargas
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En esta ocasión, invitamos al lector a reflexionar sobre posibles situaciones de desigualdad de género que haya experimentado u observado como alumno en la UP. Para fomentar esta mirada crítica, se realizó una encuesta a una muestra de 316 alumnos , que giró en torno a la percepción que existe en nuestra universidad sobre este problema social. Tal como se irá planteando, algunos estadísticos indican que la desigualdad no solo se limita a la negación de una posibilidad para un género en específico; sino que, por el contrario, algunas veces lleva a tener mejores oportunidades por ser de un determinado sexo. A continuación, quisiera comentar los principales resultados que obtuvimos: El primer resultado gira en torno al buen trato que se recibe por parte de profesores y jefes de práctica de la UP, según el sexo del alumno. Cabe resaltar que esta pregunta se restringió al trato diferenciado sin tener otra justificación más que el sexo del estudiante. Siendo así, resulta sorprendente que en total 30% de los encuestados afirme haber recibido un mejor trato por parte de algún JP según los lineamientos de la pregunta planteada; y que un 28% afirme haberlo recibido por parte de algún profesor. En ambos casos, la mayor proporción de alumnos que afirmó haber estado en una situación semejante fue del género femenino, aunque solo por un pequeño margen con respecto al masculino. Aun así, se estimó que pertenecer al género femenino lleva a un incremento de 10% en la probabilidad de percibir un mejor trato por parte de un JP. No se encontró diferencia significativa para el trato recibido por profesores .
FOTO: ANDREA SEGHELMEBLE
En ese sentido, podemos pensar también en la percepción del favorecimiento o des-favorecimiento académico que podría recibirse basado únicamente en el género (es decir, excluyendo el factor mérito). A continuación, presento un par de tablas con las principales situaciones detectadas:
Porcentajes expresados en términos del total de alumnos por género. Los alumnos pueden haber experimentado más de una situación simultáneamente.
FOTO: ANDREA SEGHELMEBLE
Es indudable que la percepción de desigualdad de género está presente en cada una de las situaciones planteadas. En particular, de la tabla se deduce que los alumnos tienden a percibir a los profesores del sexo femenino como más imparciales que aquellos del sexo masculino. No obstante, con respecto a los jefes de práctica, la mayoría de casos corresponde a estudiantes que dicen haber sido favorecidos académicamente por un JP del sexo opuesto. En particular, hemos estimado que la probabilidad de haber percibido favorecimiento académico por parte de un JP femenino, sin justificación otra que el género del estudiante, se ve incrementada en 19% cuando el alumno es hombre. Asimismo, la probabilidad de percibir favorecimiento académico por parte de un JP masculino se ve incrementada en 9% al ser del género femenino. No se encontró diferencias significativas para el caso de des-favorecimientos académicos.
En el caso de los profesores, el único resultado significativo que se encontró fue que la probabilidad de percibir des-favorecimiento académico por parte de un profesor del género masculino se ve incrementada en 5% cuando el alumno es hombre.
Una última pregunta relacionada a la percepción de favorecimiento académico fue la siguiente: “Durante el último año, ¿cuántos puntos estimas haber obtenido como consecuencia de reclamos procedidos por beneficios que no tengan otra justificación además de tu género?”. Para el caso de alumnos del sexo femenino, esta cantidad ascendió en promedio a 0.46 puntos; mientras que para el caso de alumnos del sexo masculino, a 0.31 puntos. No obstante, el margen no es lo suficientemente grande como para asegurar una diferencia significativa.
Finalmente, en la encuesta les dimos la oportunidad a los alumnos para que nos cuenten alguna experiencia que hayan podido observar o experimentar en la UP, asociada a desigualdad de género. Algunos de los comentarios fueron bastante repetitivos. A continuación presento los más relevantes y representativos, manteniendo el anonimato de sus autores:
“He oído comentarios en clase de algunos profesores que son denigrantes hacia las mujeres. Creo que algunos de los profes que contratan son machistas y disminuyen el poder de la mujer. Estos actos además son avalados por algunos estudiantes hombres del salón.”
“A veces voy a reclamarle a un JP y me responde cortantemente. En cambio, cuando va una chica, este le responde con cariño. Además, creo que hay bastantes JPs hombres que tienen bastante preferencia por las mujeres (a veces notoria y exagerada), y llega incluso a influir en los reclamos y en la atención de preguntas durante una PC.”
“En un curso que llevé, había un profesor que mostraba de manera exagerada su preferencia a las opiniones de los hombres y su menosprecio al de las mujeres. No solo yo, si no también algunas amigas sentían que el profesor no tomaba en serio nuestras preguntas porque éramos mujeres; pero cuando los hombres hacían preguntas similares, el profesor se explayaba. Afortunadamente, las quejas fueron escuchadas y ya no enseña más en la UP. Cabe agregar que ese profesor hacia comentarios machistas muy recurrentes.”
“Siento que hay profesores hombres que mantienen mayor distancia con las mujeres por evitar malentendidos, y eso me ha limitado cuando he querido conversar sobre algún tema con ellos.”
Al parecer, la presencia de percepción sobre desigualdad de género en nuestra casa de estudios no es nula. Tomando en cuenta los resultados de esta encuesta, invitamos a toda la comunidad universitaria a tomar una posición activa que busque evitar permanentemente este tipo de situaciones.