>Educación
Por Karina Velarde, periodista
De camino un día al mall me percaté del impacto de El juego del calamar o Squid Game. A lo lejos divisé a un grupo de niños jugando “luz roja, luz verde”, juego coreano que se hizo popular por aparecer en la serie original de Netflix. En la actualidad posee el podio a la producción más vista en la historia del streaming, con 111 millones de visualizaciones alrededor del mundo y una segunda temporada ya confirmada. Este tremendo éxito no debe entenderse como una sorpresa, pues los surcoreanos han perfeccionado el género del thriller durante las últimas dos décadas, logrando reconocimiento mundial en el Festival de Cannes y premios Oscar con películas como Oldboy y Parasite, que abrieron camino para que más personas conozcan las producciones asiáticas. La serie de nueve capítulos, creada por Hwang Dong-hyuk, centra su historia en un grupo de personas sobreendeudadas, invitadas a participar de una serie de juegos infantiles por un premio de 45 billones de wones, unos 30 billones de pesos chilenos. ¿La trampa? Si pierden, mueren, y no de la mejor forma.
Más realidad que ficción Sarah Son, profesora de estudios coreanos en la Universidad de Sheffield de Inglaterra, expresa que la serie es más real de lo que creemos, ya que es una referencia a la vida actual en Corea del Sur. En el artículo que escribió para el sitio web The Conversation, postula que “la deuda de los hogares en Corea del Sur ha aumentado considerablemente en los últimos años, hasta superar el 100% de su PIB, el más alto de Asia”.
14
BOLETÍN SALESIANO
La brecha entre ricos y pobres también se ha hecho más profunda, “el 20% de los que más ganan en el país tiene un patrimonio neto 166 veces mayor que el del 20% con menores ingresos, una disparidad que se ha incrementado en un 50% desde 2017”, agrega. La especialista explica que las familias surcoreanas se endeudan principalmente en vivienda y educación, mientras que los millennials y jóvenes de 30 años son los que más deben en relación a sus ingresos.