Boletin salesiano abril 2017

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URUGUAY / Segunda época / Año XXXIX / Nº 2 / Abril 2017 / www.issuu.com/bsuru

s o l a h c u c r a s r t E a encon ! s a v e t

ENCUENTROS VIRTUALES VS ENCUENTROS REALES Un desafío para la pastoral

ING. KARINA SANTO La CEO informática traspasada por la alegría salesiana


Sumario En los espacios digitales ¿Hay posibilidades de ENCUENTRO?

Encuentros virtuales y encuentros reales

SINTONIZANDO CON DON BOSCO D. Ángel Fernández Artime Para que tengamos vida en abundancia

Vale la pena Jóvenes comunicadores hacen lío en la radio

FAMILIA EN OBRA Gonzalo Martínez Las redes de la oportunidad

PÁG 16. Ing. Karina Santo La CEO informática traspasada por la alegría salesiana

Darle Me Gusta a la expansión

PÁG 23. P. Francisco Lezama sdb Enredos

PÁG 21.

SINTONIZANDO CON DON BOSCO Sor Yvonne Reoungoat fma Habitar los lugares de los jóvenes

PÁG 22. PÁG 29.

PÁG 24. AQUÍ Y AHORA La vida en tiempo real

PÁG 30. DEL ÁRBOL SALESIANO El Observatorio Meteorológico del Pío con autoridad para formar

La flor y el picaflor

PÁG 32.

UNA MANO AMIGA Las Obras Sociales salesianas ¿quiénes somos?

PÁG 35.


CARTA DEL DIRECTOR

P. Sergio Álvarez sdb

En los espacios digitales ¿hay posibilidades de ENCUENTRO? Algo así es lo que nos preguntamos al inicio de la elaboración de este Boletín Salesiano. Fuimos encontrando pistas para la comprensión, los podemos reconocer como nuevos espacios para el encuentro entre las personas y, en especial, entre los diversos. "Diversos" no es peyorativo o negativo, sino identidades y riquezas para un bien que podemos construir entre todos, o al menos entre varios, desde nuestra originalidad. Este es un WhatsApp real con un joven. La invitación es “pa un diálogo”. Ahí está el desafío: dialogar los diversos. Diversos por muchas, muchas posibles realidades. Podemos vivir nuestros encuentros “de diversos” con diálogos que nos conduzcan a construir juntos una nueva realidad que nos necesita a todos, porque todos estamos, tenemos derecho, y somos responsables de esta casa común que es el planeta, la sociedad, la familia y la comunidad.

Queremos proponer testimonios y reflexiones para valorar mejor esos nuevos espacios “digitales” que a todos nos acompañan, y que en mayor o menor medida habitamos. Espacios que como Familia Salesiana los reconocemos como “patios digitales”. No vienen a sustituir, sino a ampliar los lugares para el encuentro educativo‐ pastoral. O sea, lugares donde podamos reconocer cómo mueve la vida la Pascua de Jesús, el Señor Resucitado. Por eso a este Boletín ¡leelo, te vas a encontrar! En nombre del Equipo de Producción… ¡Feliz Pascua!

Boletín Salesiano

Comunicación Salesiana ‐ Uruguay

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Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sergio Álvarez sdb Redactora Jefe: Adriana Porteiro Columnistas: P. Francisco Lezama sdb, Gonzalo Martínez y P. José Adrián García sdb Equipo de redacción y responsables de secciones: P. Daniel Bernardoni sdb, Lic. Carolina Bellocq, Gianfranco Brandi sdb, Hna. María Baffundo hma, Lic. Natalia Roba, Lic. Marcelo Hernández y Lic. Selene Cardarello. Fotografía: Sebastián Andión y Leonardo Pagliari. Corrección: Graciela Rodríguez Diseño: gustavo@tanganika.com.uy

Impresión: Mastergraf Departamento Comercial: Luis Gómez E‐mail: boletinsalesianouruguay@gmail.com Celular: 092 432 286 Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. / Depósito Legal: 366.191

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ยกSร , HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL!

S E L S A U LE T R EA I V R le b i S S O RO ind y R c s o T NT re al h N p E UE im tor U C NC bo Pas N m E E co a la Y n ar U p

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Tres Salesianos, uno seminarista y dos sacerdotes, analizan el impacto de las redes sociales en la tarea pastoral con los jóvenes, comparten sus estrategias y, con ojo crítico, señalan fortalezas y debilidades de estos nuevos espacios de encuentro. El patio, ese lugar tan importante en toda obra salesiana, es la imagen elegida por el seminarista Gianfranco Brandi a la hora de reflexionar sobre las redes sociales y la evangelización. A su modo de ver, las plataformas digitales (What‐ sapp, Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat, entre otras) son una extensión de ese patio. No se refiere a un lugar físico, sino a un espacio de encuentro, juegos y conocimiento mutuo. Una oportunidad de mantener el contacto pese a las distancias. “Con las redes sociales ese ruido hermoso que se percibe en una tarde de oratorio o en el recreo del colegio, los típicos gritos de unos gurises saltando la cuerda, o de dos que se pelean por una hamaca, cambian de escenario en las distin‐ tas ventanas que se van abriendo o las diferentes conversaciones que se mantienen con otros jóvenes, en el mismo momento”, ilustra Brandi. Gracias a la tecnología, ya no hay límites de tiempo y espacio para compartir y celebrar. Ahora todo se sucede, sin que haya fronteras, la mayoría tiene la posibilidad de superar kilómetros para hablar con alguien, o de volver el tiempo atrás para mirar unas fotos y revivir un momento. Esto forma parte de la realidad, especialmente de los jóvenes. Y es escenario, cómo no, para desarrollar la pasto‐ ral. “Se derriban las barreras territoriales”, coinci‐ de el director del Instituto Juan XXIII, Padre Hugo Espinosa, cuando se le pregunta si las redes sociales hacen que los agentes pastora‐ les tengan una mayor cercanía con los jóvenes. “Además se logra ingresar en uno de los canales que para ellos son cotidianos”, agrega.

Con las redes sociales “se derriban las barreras territoriales y se logra ingresar en uno de los canales que para los jóvenes son cotidianos” P. Hugo Espinosa sdb

Son cada vez más los sacerdotes, religiosos, animadores y catequistas que usan las posibilidades de la tecnología para acercarse a los demás y acompañarlos en su caminar. Algunos tienen una estrategia y realizan publicaciones sistemáticas y premeditadas. Otros las manejan como un canal donde cuentan de su vida cotidiana, y eso muchas veces ya es testimonio de fe que despierta inquietudes en los demás. Algunos simplemente las usan para conectarse y comunicarse con otros. Lo que está claro es que las redes sociales generan un vínculo más fluido y espontáneo entre las personas. Brandi menciona algunos ejemplos: “Al ver en qué están los jóvenes a través de sus publicaciones, podemos preguntarles cómo les va, cómo les ha ido en determinada actividad que estaban haciendo, 5


saludarlos o felicitarlos por algún logro, darles para adelante ante algún tropiezo o fracaso. Hay una relación más cercana y espontánea”. Sería insólito quedar por fuera de este ámbito. El Padre Sebastián Ferreyra, encar‐ gado de Pastoral del Colegio Pío IX, conside‐ ra que los chicos son “jóvenes en redes” y de hecho no sabe cómo serían sin ellas. “Sé cómo fue mi juventud, en la que la única red social era el mate. Las redes nos permiten la inmediatez de muchas cosas, de comunicar y de estar enterados, nos ponen en un lugar visible, hay redes que avisan a tus contactos que estás cerca, por ejemplo”. A su modo de ver, los más jóvenes viven en las redes como en un espacio de encuentro que forma parte de su vida cotidiana. No son algo distinto de lo habitual sino todo lo contrario, son su hábitat. “Quizá es a noso‐ tros, los adultos, a quienes nos cuesta integrarlas y seguimos pensándolas como algo separado, añadido al mundo de las 6

“Los chicos son `jóvenes en redes´ y de hecho no sabe cómo serían sin ellas. Sé cómo fue mi juventud, en la que la única red social era el mate” P. Sebastián Ferreyra sdb relaciones”, indica.

Facebook puede haber desde notas de texto hasta álbumes enteros, por mencio‐ nar algo, y Youtube es para videos.

Mar adentro El desafío consiste en encontrar el lenguaje adecuado para, en este patio virtual, acer‐ tar y lograr entablar un encuentro verdade‐ ro con los demás. “Se trata de una integra‐ ción, porque no se oponen a otros modos de construir encuentros”, apunta el Padre Ferreyra. No es cuestión de inventar algo muy diferente, sino más bien de adaptar lo necesario para que, por medio de las redes sociales, se favorezcan los procesos pasto‐ rales que ya se están animando.

Cada una tiene sus características que es preciso conocer para usar de la manera más óptima posible. Pero en todo caso, comenta el P. Espinosa, es importante generar un vínculo con el lenguaje que manejan los adolescentes. “Lenguaje” es un concepto muy amplio en este terreno, pues en inter‐ net se permiten las palabras, imágenes, signos y símbolos. Todo un idioma complejo y, a la vez, riquísimo en posibilidades.

Esto implica cierto esfuerzo, sí. Se trata de conocer la especificidad de cada una de las plataformas para ver cómo aprovecharlas mejor. En Instagram se usarán fotos, en

“Si queremos permanecer en las distintas plataformas digitales debemos saber cuá‐ les son las claves que hacen que se pueda permanecer y no terminar siendo alguien


“Si queremos permanecer en las distintas plataformas digitales debemos saber cuáles son las claves que hacen que se pueda permanecer y no terminar siendo alguien que satura o no dice nada” Gianfranco Brandi sdb

que satura o se convierte en algo más que aparece pero no dice nada”, agrega Brandi, el más joven de los tres entrevistados. Pero en tierra firme Las redes no son el todo. Y al decir del P. Ferreyra, no suplantan los encuentros cara a cara ni alcanzan en sí mismas para la evangelización: “Son medios que colabo‐ ran, que ayudan a construir las relaciones interpersonales, que por otra parte solo se construyen si se da el encuentro personal cara a cara”. Desde su experiencia pastoral, la única relación evangelizadora auténtica es el encuentro personal. Las plataformas digita‐ les colaboran para sostener dicho encuen‐ tro más allá de los límites de tiempo y espacio. “Son como una especie de prolon‐ gación o anticipo del encuentro personal o grupal”. Pero no lo suplantan. Es por eso que ciertamente conviene conocer los límites de estas realidades y moverse dentro de ellos. El director del Juan XXIII remarca la superficialidad de algunos mensajes y el hecho de que estas plataformas no permiten dialogar con gran profundidad ni penetrar en la interioridad de muchas personas. También es cierto que muchos jóvenes se refugian en las imáge‐ nes y muestran solo lo que les interesa revelar y del modo como les conviene. De aquí la insistencia en procurar siempre el encuentro cara a cara.

en las redes son efímeros, con fecha de caducidad muy próxima y por lo tanto con una huella poco profunda. Nada de esto debe ser un freno a la hora de tomar las redes y subir a la barca. Más bien, todo lo contrario. La clave para navegar es tener una estrategia definida y las herramientas necesarias para que esos contactos que se generen en el patio virtual lleguen a ser encuentros cara a cara en los patios reales.

Asimismo, a veces es fácil que se generen malentendidos o haya malas interpretacio‐ nes, producto de que en internet las palabras no tienen un tono de voz o una mirada que las acompañe. Y a esto se suma que, en general, los contenidos que circulan 7


FAMILIA EN OBRA

Suena el despertador. María Noel, de 15 años, toma su celular y apaga la alarma. Casi sin pensarlo, aunque el día apenas comienza, envía un “snap” a sus amigos, contesta los mensajes de WhatsApp del grupo de la clase y publica un “tweet” contándole a sus seguidores lo que le ha costado levantarse. Mientras tanto, su madre, Juana, se prepara para ir a trabajar mientras le da una ojeada rápida al Face‐ book y comenta alguna noticia. Aunque parezca exagerado, este caso no es una excepción. Dicho uso se encuentra muy lejos de ser atípico.

LAS REDES DE LA OPORTUNIDAD Las redes sociales han ganado terreno a pasos agiganta‐ dos y se han instalado entre nosotros, especialmente en los más jóvenes. Desde hace unos años, nos hemos convertidos en testigos de la era de la información y de la comunicación inmediata. Un tiempo de continuo intercambio de todo tipo de mensajes, expresiones, comentarios, fotos y reacciones. A veces, en solo 140 caracteres. O en imágenes que se borran automática‐ mente a las 24 horas de ser publicadas. Según había revelado una investigación del Grupo Radar en 2015, un total de 2.100.000 uruguayos ya tenían su cuenta en Facebook. El número de usuarios de WhatsApp era, al menos hasta ese tiempo, similar. Mientras tanto, 440.000 también tenían Twitter y 420.000 Instagram. Otro estudio de la misma empresa, pero de 2016, indicó que para los usuarios de Internet (que, por cierto, eran 8 de cada 10 uruguayos) el uso de las redes sociales ocupaba a un 84% de los mismos. Los números son elocuentes y marcan una realidad difícil de cuestionar. Es innegable, a su vez, los múltiples beneficios de estos espacios. El intercambio en tiempo real, la facilitación de la comunicación, el encuentro y reencuentro con seres queridos, la oportunidad de acortar distancias y la posibilidad de mantenerse actualizados acerca de temas de interés pueden ser algunas de las característi‐ cas positivas más notorias. Sin embargo, tampoco se puede negar el peligro que representa una praxis irresponsable de estos espacios. Ser atentos y precavidos nos puede evitar varios dolores de cabeza. No obstante, sin dejar de subrayar la impor‐ tancia de este punto por los efectos negativos que puede derivar la exposición y el intercambio permanen‐ te, en esta columna queremos centrarnos especialmen‐

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te en la oportunidad que las redes sociales pueden significar en nuestras tareas pastorales. Los jóvenes “habitan” las redes sociales, en el sentido verdadero de la palabra. Sienten que es su lugar, su mundo, su terreno. A nuestro modo de ver, las redes sociales son nuevos “patios” y, como tales, son oportu‐ nidad de interacción, acompañamiento, evangelización y educación. Don Bosco nos invitaba a “amar lo que los jóvenes aman”, a gustar de lo que ellos gustan y disfru‐ tar de lo que disfrutan. Con esto no queremos decir que estas oportunidades son mejores y deben sustituir a otras. Será difícil que podamos conocer y acompañar por lo que se nos cuenta o vemos que se publica pero, sin dudas, podrá ser una herramienta. Por otro lado, tomar esta realidad no significa, bajo ningún punto de vista, avalar o “guardar bajo la alfom‐ bra” ese “micromundo” que muchas veces se genera en las redes sociales. Ese donde pesan la cantidad de “me gusta” de Instagram, el número de “retweets” de Twitter, los “fueguitos” de Snapchat y la cantidad de amigos en Facebook. Quizás esas definiciones y catego‐ rizaciones que se desprenden de forma tan imprecisa, sean, también, la oportunidad de cuestionarnos y repensarnos a través del Evangelio de Mateo que nos invita a construir sobre roca y no en la arena. O, en otras palabras, a edificar sobre lo que en verdad importa, alejándonos de esas cosas volátiles y efímeras que no necesariamente son parte de lo que somos.

Gonzalo Martínez MJS IMA


SINTONIZANDO CON DON BOSCO

P. Ángel Fernández Artime Rector Mayor de los SDB

Estamos a las puertas de la celebración de la Pascua, amigos lectores del Boletín Salesiano, querida familia salesiana. Bien sabemos lo que significa celebrar la Pascua, no obstante año tras año nos proponernos profundizar en la riqueza de esta realidad. Jesús, el Señor, Resucita, vuelve a la VIDA con mayúsculas. De este modo Dios Padre manifiesta al mundo que la última palabra no la tiene ni la muerte, ni todo aquello que la causa: nuestras violencias, egoísmos, guerras; u otras muertes como son el desgaste y la agonía que viven las personas en las relaciones humanas, que se sienten explotadas, vejadas, domina‐ das, excluidas. Porque lo que Dios quiere para el ser humano, es decir, para nosotros, es que tengamos vida y en abundancia. Inevitablemente mi pensamiento vuela hacia las presencias salesianas del mundo porque nuestro sueño es que estas pue‐ dan dar vida a tantos jóvenes, y una vida en abundancia, auténtica, verdadera, que les dé dignidad y que les ayude a experimentar el gran don que es Dios en sus vidas. Mi pensamiento vuela del este al oeste. Y pienso en el primer lugar que ve la luz cada día en el mundo salesiano, en concreto, la presencia en la Isla Samoana de Savai, donde pude conocer

PARA QUE TENGAMOS VIDA… EN ABUNDANCIA hermosos jóvenes y una comunidad que les acompaña en su vivir. Y pienso tam‐ bién en las presencias más al oeste del mundo salesiano, de la costa oeste de Estados Unidos. Y casi como cuando Don Bosco soñaba la expansión de su Congre‐ gación, me alegra saber que en tantos lugares las sencillas casas de nuestro mundo salesiano ofrecen vida a los muchachos y muchachas. Ya sea en Samoa, o en Islas Salomón o en Papua New Guinea, con una hermosa formación profesional que prepara para el futuro; o en Kolkata, Delhi o Chennai, entre otras, con las casas que permiten que niños y niñas dejen su vida en la calle y se trans‐ forman en un hogar. Ya sea en la casa salesiana de Estambul, o en la herida Alepo; vida que los chicos y chicas encuentran en cientos de casas de nues‐ tra familia salesiana en África: los chicos de la calle en Adis Ababa, o las niñas rescatadas del abuso sexual en Sierra Leona, o bien 'os meninhos da rua' (los niños y niñas de la calle) en Mozambique y Angola. Vida también encuentran los jóvenes inmigrantes acogidos en la casa de la familia salesiana en Catania, o en Nápo‐ les, o en tantas otras presencias de Europa. Y también los adolescentes y jóvenes que han dejado la guerrilla en Colombia y viven en Ciudad Don Bosco de Medellín, o los miles de desplazados en la frontera

mexicana de Tijuana, donde nuestras hermanas y hermanos sencillamente comparten con ellos la vida. Todo esto, y mucho más, me inspira la celebración de la Pascua del Señor. No puede ser una celebración sin Dios, sin el Misterio, sin la fuerza del Espíritu que resucita a Jesús. Pero tampoco puede ser una celebración 'espiritualista vacía' donde pareciera que la vida y el dolor de los hijos de Dios no cuenta. Para Jesús contaba y día a día intentaba acompañar la vida de su gente, en especial los más pobres, los más frágiles. Mis amigos y amigas, no dejemos que estas cosas sencillas pero muy importan‐ tes se nos escapen. Que la celebración de la Pascua del Señor nos llene de gozo, de esperanza, de profunda Fe, y que por eso mismo nuestra mirada busque, perma‐ nentemente, ofrecer vida, y vida abun‐ dante, digna, auténticamente humana a quienes la tienen destrozada y herida a causa de lo que no va bien en nuestro mundo. Les invito a que, con la fuerza de la Pascua, no nos acostumbremos a ver que otras personas no tengan vida de la buena. Feliz Pascua del Señor

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HACIENDO HISTORIA

Jóvenes que hacen “lío” en la radio “Vale la pena” es el nombre del programa que desde hace 5 meses lleva adelante un grupo de jóvenes comunicado‐ res salesianos en la emisora de la Arquidiócesis de Montevideo, Oriental 770 AM. El producto es mucho más que un espacio radial, es una experiencia de educomunicación que supone el acompañamiento de los procesos que transitan estos jóvenes en el día a día y en sus primeras armas como comunicadores profesionales. Todos los sábados, de 9 a 10.30 horas, Nicolás Vilche, Selene Cardarello, Juan José Malvárez, Rodrigo Lozano y el seminarista Nicolás Soto toman posesión de los micrófonos de Oriental, mientras Juan Pablo Paipó asume las riendas del ritmo del programa garantizando que el guión (minuciosamente elaborado durante la semana) se plasme en su totalidad, sin evitar las intervenciones espontáneas que favorece la empatía que logran con los invitados y oyentes. Este programa radial nace en el marco del trabajo mancomunado y sinérgico que naturalmente realizan la Pastoral Juvenil salesiana junto con el Sistema Salesiano de Comunicación, y la propuesta concreta de parte del director de la Programación Religiosa de Radio Oriental, Pbro. Fabián Róvere.

¿Qué es “Vale la pena”?... lo cuentan sus hacedores... 10 14


NICOLÁS VILCHE / Co‐conductor (22 años)

NICOLÁS SOTO / Productor, co‐conductor (27 años)

Ser parte de “Vale la pena” es una experiencia muy linda de encuentro con uno y con los demás, donde aprende‐ mos de todos. Pensamos y buscamos hacer pensar. La idea de "Iglesia en salida" ayudó a aceptar la propuesta que hoy se transformó en acción misionera que, como salesianos, vivimos. En un tiempo donde todo parece pasar por lo visual (y la consecuente contaminación) este espacio radial es un gran desafío que decidimos afrontar. Varios de los que integramos el staff nos conocíamos de la movida salesiana pero nunca habíamos trabajado juntos. Nos unió la propuesta y acá estamos. Los sábados de mañana prendé la radio y fijate si “Vale la pena”.

Hace poco más de un mes, el Inspector (P. Néstor Castell sdb) me pidió como apostolado para este año que asu‐ miera acompañar a un grupo de muchachos que tienen un programa de radio. Esta tarea la vamos haciendo entre todos, porque nos acompañamos mutuamente, entre todos aprendemos y vamos haciendo este programa: “Vale la pena”. ¿Qué buscamos? Buscamos primero que jóvenes comuni‐ cadores puedan volcar sus estudios como una manera de hacer apostolado, buscamos formarnos en el diálogo social, en ser capaces, como cristianos, de dialogar con todos los que se nos presenten, principalmente escuchan‐ do, porque el otro ¡tiene una riqueza que compartirnos! En boca del Papa Francisco buscamos que el programa sea un espacio “donde «creyentes y no creyentes pueden dialogar sobre los temas fundamentales de la ética, del arte y de la ciencia, y sobre la búsqueda de la trascenden‐ cia». Este también es un camino de paz para nuestro mundo herido”. (EG 257) Aportar nuestro granito de arena en el dialogo social en Uruguay, donde muchas veces el “diálogo” es entre sordos. En este poco tiempo he aprendido mucho, es una expe‐ riencia nueva pero ésta es justamente la riqueza de nuestro carisma: responder con creatividad evangélica y educativa a las diferentes realidades de las juventudes, anunciando allí, en sus culturas y sus vidas, que Dios existe y que es capaz de llenar una vida.

SELENE CARDARELLO / Co‐ conductora (23 años) Para mí “Vale la Pena” es un desafío cada sábado. Me permite ir descubriéndome a mí misma en un rol que sabía que me gustaba pero al llevarlo a la práctica ese gusto se exponenció. Es saber que voy a divertirme, a pasar bien porque la gente que construye el programa ‐ la produc‐ ción, mis compañeros conductores, los invitados, el operador y cada uno de los oyentes ‐ nos unimos en un clima positivo, alegre, y a la vez serio. Tenemos un público exigente que nos desafía a ser profesionales. Adriana Porteiro, productora, mentora y madre del equipo es sostén fundamental. Nos transmite que tenemos que ser carismáticos y rigurosos porque el tiempo de las personas es valioso y que está en nuestras manos hacer que de verdad “Valga la pena” elegir poner 770 ¡a las 9 de la mañana! El P. Sergio Álvarez también tiene un rol que nos ayuda siempre a crecer, corrigiendo con amor de padre, valorando y destacando las cosas buenas y haciendo críticas desde la construcción.

JUAN JOSÉ MALVÁREZ / Co‐conductor (28 años) Vale la pena para mí ha sido una oportunidad de cumplir el sueño de comunicar por medio de la radio proponiendo reflexiones que interpelen a los oyentes, con nuestro propio estilo juvenil, fresco, que la audiencia no solamente ha aceptado sino que disfruta. Nos tomamos muy en serio el desafío, teniendo presente lo que dijo el Papa Francisco el año pasado con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: ''Es hermoso ver personas que se afanan en elegir con cuidado las palabras y los gestos para superar las incomprensiones, curar la memoria herida y construir paz y armonía”. En estos tiempos de mucha sensibilidad y división es funda‐ mental tener claro el mensaje que se quiere transmitir, siendo necesaria una actitud de diálogo, escucha y com‐ prensión, generando un espacio en el que los temas se aborden desde diferentes ópticas que enriquezcan a todos. Me reconozco dentro de los discípulos misioneros que menciona el Papa en la Exhortación Apostólica Evan‐ gelii Gaudium cuando invita a entender la realidad acercándonos con la mirada del Buen Pastor, que no busca juzgar sino amar. Esta es la forma de llegar a muchos que hoy están lejos. Creo que estamos haciendo algo bueno, tendiendo puentes, en definitiva, haciendo que las maña‐ nas de los sábados ¡Valgan la pena!

RODRIGO LOZANO / Co‐conductor (20 años) Para mí ¡Vale la pena! es una experiencia muy rica, no solo por el hecho de hacer radio que es una de mis pasiones, sino por el tipo de programa que es. Estudio Comunicación Social y desde hace más de dos años trabajo voluntaria‐ mente en una radio comunitaria en diferentes formatos, pero nunca había hecho un programa de este estilo, donde el eje central es la fe. Este programa es diferente dentro de la grilla de la radio: primero, porque está compuesto en su gran mayoría por jóvenes; segundo, porque es conducido por jóvenes para un público mayormente adulto y tercero, porque los jóvenes quieren transmitir los valores y la fe católica desde las experiencias de otras personas, que no tienen por qué ser famosas y/o conocidas. Esa para mí es la esencia de “¡Vale la pena!”

JUAN PABLO PAIPÓ / Productor (19 años) El Papa Francisco nos invita a ser una iglesia en salida, y con este programa radial “Vale la pena” es la manera que nosotros encontramos para poder ser parte de esa salida, de ir al encuentro con el otro. En el programa tratamos temas que forman parte de nuestra vida, de nuestra realidad o de la de las personas que nos rodean. Procuramos profundizar en el tema, pero desde las diferentes caras que tiene, para poder contribuir al discernimiento de los que nos escuchan. Además de ser un lugar para aportar a los demás, es un espacio que se nos da a nosotros para aprender, compartir y divertimos.

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VALE LA PENA VIVIR ASÍ

DARLE ME GUSTA A LA EXPANSIÓN El patio salesiano, histórico escenario privilegiado de encuentros y acompañamiento halló, en el siglo XXI, nuevas extensiones y oportunidades que no saben de límites de tiempo ni de espacio. 12


”Para Don Bosco, Casa, Parroquia, Patio y Escuela no son espacios físicos sino actitudes del corazón entrelazadas y mezcladas, donde la presencia de una implica la de las otras. Se trata de actitudes para vivir en la casa salesiana que no se declaman, sino que se experi‐ mentan”, aseguró Juan Pablo Massimelli, Responsable de Pastoral en Talleres Don Bosco.

“Cuando educador y joven comparten amistad en un perfil , están poniendo en común parte de sus vidas que circula por esas redes. Y esto crea un gran desafío” Juan Pablo Massimelli

Con el objetivo de interiorizar desde la Espiritualidad Juvenil Salesiana la aventura de seguir a Jesús y darlo a conocer, impulsados por el Aguinaldo del Rector Mayor para el 2016 (“Recorramos Juntos la Aventura del Espíritu”), sumada la preocupación por la formación de animadores, la Escuela de Salesianidad de Talleres Don Bosco brindó el año pasado siete talleres formativos. Más de 80 animadores de distintas casas salesianas de Montevideo y Las Piedras, e incluso de otros centros educativos católicos montevideanos, participaron en los talleres formati‐ vos: Recreación y animación, Oración y celebraciones, Iglesia en salida, Primeros auxilios, Acompañamiento, Preparación y ejecución de eventos y Nuevos Patios Salesianos. LA EXPERIENCIA QUE SE LLEVA AL PLANO DIGITAL El patio salesiano es lugar para el encuentro con el joven, para compartir su vida y sus inquietudes, donde el educador se pone a su nivel, le muestra que ama lo que él ama, y donde surgen propuestas significativas para su vida. En el tiempo del oratorio de Valdocco, en Turín, no existían Facebook, WhatsApp, Insta‐ gram ni Snapchat. Hoy, en pleno siglo XXI, las redes sociales son parte del día a día de los jóvenes, escenario donde se forjan relaciones y propician encuentros. Y es en este contexto que el patio salesiano se expande para tomar un nuevo lugar y ser también, un patio digital. 13


“En las redes también se generan cosas lindas como en el patio salesiano” Agustina Clérico

“Cuando educador y joven comparten amistad en un perfil, están poniendo en común parte de sus vidas que circula por esas redes. Y esto crea un gran desafío para el educador si lo que quiere es lograr que las nuevas plataformas sean lugar de encuen‐ tro al estilo del patio salesiano. Genera un desafío en la manera de estar, de establecer esa relación, de mantener el espíritu de familia y la amorevolezza que lleva a valorar al otro y a crear un clima de confianza”, afirmó Massimelli. “El reto máximo es encontrar caminos, medios y propuestas que permitan invitar a los jóvenes a sumar‐ se para recorrer juntos un camino que sea verdadero soplo de vida, de aire fresco de Dios, de presencia del Espíritu en sus vidas”, acotó.

tes, y acá es cuando tengo una mirada más desde mi rol profesional, Lic. en Comunica‐ ción. Los afiches, los colores, los sonidos, las imágenes, los emojis ‐que en mi época eran los emoticones, dice entre risas‐ son insumos que las redes nos permiten utilizar y con los que los gurises hoy en día están creciendo y conviviendo. Están motivados constantemente por estos elementos y cuando descubren que nosotros también podemos utilizarlos al igual que ellos, para evangelizar y llevar a Dios a todas partes, les resulta muy estimulante”.

que invitarlos a que sientan en las redes las características de un patio salesiano, donde se respira el amor de Dios, un ambiente de frescura, un lugar donde expresamos nuestra alegría, como decía Don Bosco, y donde vivimos la fe con felicidad”. Massimelli aseguró que la repercusión tanto del taller de Nuevos Patios Salesia‐ nos, como la de los otros talleres, fue muy positiva. “Nos queda la satisfacción de haber generado instancias masivas de formación que son escasas a nivel metropo‐

Agustina Clérico de 22 años, animadora salesiana que participó del taller de Nuevos Patios Salesianos coincide en que “en las redes también se generan cosas lindas como en el patio salesiano”. Compartir el espacio de las redes sociales “es una linda oportunidad para el gurí, que se siente más cercano al animador, que forma parte de un grupo con el que no solo comparten los sábados de mañana en el patio, sino otros ámbitos que suele frecuentar”, opinó. “Ahora el gurí nos encuentra en los mismos lugares que él, y eso, si lo utilizamos con cuidado, genera cercanía”, aseveró. Precisamente en las redes sociales se valora la capacidad de relación y de empatía de las personas. El nuevo modelo de comunica‐ ción se basa en la participación, en la colaboración, en crear comunidad. El éxito en el funcionamiento de las redes está en su capacidad de escuchar y generar conversa‐ ción con los usuarios; en conocer cuáles son sus intereses, cómo son y qué los mueve. ¿QUIÉN SOS? ¿QUÉ TE MUEVE? ¿CÓMO TE ACOMPAÑO? Agustina afirmó que hay que saber usar las redes de manera adecuada y explotar todo lo bueno que tienen. “Los contenidos audiovisuales para mí son súper importan‐ 14

Luego del taller, la animadora y Licenciada en Comunicación comenzó a entender las redes como un espacio similar al de un patio salesiano. “Me fui con el desafío de llevar esto al colegio y hacerles sentir a todos que el patio es un lugar de encuentro, por lo tanto, las redes también lo son; un espacio propicio para invitar a los jóvenes, para demostrarles que la pastoral es un estilo de vida y, por ende, que la llevamos a todos los ámbitos donde nos encontramos, no podemos separarla. Si utilizo las redes, evangelizo a través de las redes. Y como animadora, aprovecho el espacio para acercarme a ellos, para demostrarles que a Jesús lo llevo a todas partes y como sea. Hay

litano. Nos impulsa a seguir trabajando en dicha propuesta y apostando a la formación y el cuidado de los que educan en forma directa en nuestras casas salesianas”. Para los animadores, educadores, sacerdo‐ tes, hermanas, queda el desafío de respon‐ der a esta nueva realidad de la mejor manera para que realmente los encuentros en las redes sociales sean una extensión del patio de hormigón del colegio, del campito del oratorio, de las explanadas de las acam‐ padas, de las playas de los campamentos, de las canchitas de futbol… ¿Cómo usaría Don Bosco su Snapchat, qué historia mostraría en Instagram?


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20- 22 de Octubre “Soñador”

“Felices aquí y en la eternidad”. fecha a definir

“Vamos a medias” Acompañamiento personal todo el año

Contacto: P. Alfonso Bauer alfonsobauer@yahoo.es


CON NOMBRE Y APELLIDO

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KARINA SANTO LA CEO INFORMÁTICA TRASPASADA POR LA ALEGRIA SALESIANA

Karina Santo es desde hace varios años CEO (Directora Ejecutiva) de tres empresas de tecnología y soluciones informáticas más importantes de Uruguay: K2B, Genexus Consulting y GXVi‐ sión, que trabajan para clientes de todo el mundo. Es inge‐ niera en sistemas pero tiene otras cuantas “vocaciones” que ha logrado conciliar con su trabajo, su marido, sus 4 hijos y una nieta.

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xalumna del Instituto Juan XXIII se confiesa marcada por una experiencia de fe más humana y fresca y donde halló la mezcla justa para el manejo de la responsabilidad y la libertad. El rol de la mujer en el mundo de la informática, la integración intergeneracional en las empresas, el uso de internet por parte de los jóvenes, la transmisión de la fe a los hijos, y el lugar de Dios en el propio trabajo fueron algunos de los tópicos a los que la empresaria tecnológica dio respuesta en esta entrevista. ¿Cómo llegaste a tu posición actual en las empresas y en el sector? Yo empecé a trabajar en GeneXus. Tengo que ser una agradecida porque mi pasión era hacer sistemas y me dejaron avanzar por ese lado. Eso fue creciendo hasta que hubo un proyecto que nació como extensión de GeneXus, que fue GeneXus Consulting, y después surgieron las otras empresas. En definitiva, ahora estoy en la parte de empresas de servicio. ¿Lo que te gusta es el desarrollo informático o estás más en la parte de venta del producto? Ahora estoy en la parte de dirección, pero lo que me gustaba en su momento era hacer soluciones para transformar a las organizaciones. Ese era un poco mi motor y no me veía tan cerca de la tecnología. Me gusta mucho la gente y ahí es donde me muevo mejor. Entonces empecé pidiendo hacer eso. Nos quedábamos fuera de hora con Daniel (ahora Gerente de Consultoría) y hacíamos desarrollo de aplicaciones. Eso fue creciendo y creciendo hasta que se transformó en una primera empresa y después en otra y en otra. Tengo que agradecer a Nicolás Jodal y a Breogán Gonda (los fundadores de GeneXus), que de alguna manera me dejaron. Fue como que en una empresa que hace motores viene uno que quiere empezar a hacer autos, y le dicen “¡bueno, dale!”. ¿Y era común cuando arrancaste una mujer en el sector? En la carrera (ingeniería) éramos un porcentaje alto de mujeres, yo diría que hasta cincuenta y cincuenta. Ahora el porcentaje de mujeres está entre el 14 y el 20. O sea que bajó muchísimo. En ese momento era más común ver mujeres informáticas que hoy. ¿Y a qué se debe esa baja? Yo estoy trabajando y me han llamado para promover la inserción de la mujer en el sector. Porque hay sobre demanda de recursos, como en la revolución industrial, pero no podemos decir “vamos a meter a las mujeres porque las necesitamos”. Tampoco me parece bien ese manejo. Creo que a cada uno le gusta lo que le gusta. La mujer debe elegir desde una conciencia más profunda, si le gusta o no le gusta, si la hace vibrar o no. Tampoco se puede cambiar la vocación de la gente. Yo creo que la mujer tiene las mismas capacidades que los hombres para hacer esto. Hay millones de roles en la informática que van desde la gestión hasta el bit, pasando por aspectos psicológicos de cómo comunicarse con una computadora, temas sociales, de diseño, más creativos...hay perfiles tan distintos que la mujer puede jugar en cualquiera de ellos. Lo que sí entiendo es que la mujer tiene características emocionales y afectivas diferentes que hacen que, si juntás al hombre y la mujer en equipos, los resultados sean sustancialmente mejores. Los equipos solos de mujeres o solos de hombres no funcionan tan bien. ¿Cómo ves a los jóvenes hoy? Hace como 6 meses que organizamos un grupo de innovación dentro de la empresa para generar algunos espacios para la creatividad, más allá de que la empresa de por sí es innovadora. El objetivo fue definir a qué espacios vamos a estar más dirigidos o pautados para la innovación, que vayan con la estrategia de la empresa y no cualquier cosa. Y uno de los retos es cómo integrar a las nuevas generaciones a la organización. Justo recién tuvimos una reunión que ya se transformó en un grupo de terapia. No es que esté mal o bien cómo son ellos y cómo somos nosotros. Lo que nos cuesta es encontrar los enchufes y cómo integrar esas generaciones a un equipo de trabajo y saber interactuar o qué conflictos puedo tener entre las distintas generaciones. 18


¿Qué cuesta? Ellos, los millennials, los menores de 29 años, tienen una necesidad de cambio mucho más rápida que nosotros, los estilos y canales de comunicación son diferentes, la resistencia a las cosas no inmediatas es diferente (ellos quieren todo en forma inmediata y nosotros no), es otra la valora‐ ción del trabajo, de la incertidumbre y la seguridad. ¿Y en la empresa eso genera una tensión a atender? Hace 10 años, por ejemplo, no teníamos los niveles de rotación de personal en la empresa que tenemos ahora. Y esos niveles están generados por una sobre demanda del sector y porque a los chiquilines le gusta cambiar. Según encuestas a nivel mundial, el 70 por ciento de los gurises toman un trabajo pensando que van a cambiar el primer o segundo año. Los intereses respecto a la base económica o la proyec‐ ción son diferentes. Hay en ellos mucho más sentido del propósito, de "qué me divierte".

generación. Ellos entran a la empresa diciendo "mirá, yo tengo una vida..." y está bien. De alguna manera esas cosas se polarizan. Nosotros nos fuimos hacia un extremo y ellos nos están diciendo "bueno eso yo no lo quiero". Es el efecto resorte. Eso en algún momento se va a equilibrar. Pero el planteo es legítimo. ¿Y vos no te arrepentís de no haber puesto límites a tu trabajo a veces? ¿Lo vas a poner eso? (risas) Si me dejás….Porque decimos de ellos… pero nosotros también a veces pensamos "pah, yo tendría que haber puesto un límite”. Habrás pasado hasta las 7 de la mañana... Millones de veces. El límite no tiene que ver tanto con la cantidad de horas sino con cuánto dejás de hacer vos de cosas que te aportan como persona. Porque uno cuando tiene una pasión no tiene límites, aunque no está bueno tampoco no tener límites. Y muchas veces se tienen varias pasiones. Yo en realidad cuando empecé en ingeniería no pensaba que era la vocación de mi vida. Quería ser asistente social, profesora de educación física, jugar un mundial de volleyball y me encantaban las matemáti‐ cas, y además quería tener cinco hijos. Después, en el transcurso de mi vida, miro

“Nunca digan algo por Facebook o Whatsapp que no lo dirían cara a cara" ¿Encontrás abnegación, compromiso, dar lo mejor de sí? No me gustan mucho las generalizaciones. Nosotros somos una generación de mucha abnegación al trabajo, de mucho esfuerzo, de mucho compromiso, de mucha camiseta por la empresa y de dejar la vida. Esa es mi cultura, mi cabeza y más o menos la de mi

hacia atrás y veo que esas pasiones que tenía se me realizaron. Yo jugué al volleyball hasta los 36 años, hice muchas cosas sociales de mil maneras, que me encantan y sigo haciendo, como ahora en una funda‐ ción de exalumnos del Juan XXIII para el Oratorio, y tuve 4 hijos, no 5 como había pensado. De alguna manera cuando tenía 17 o 18 años me querían encajonar en una sola cosa y después terminé siendo lo que soy. En aquel momento dijeron "a esta nena hay que llevarla al psicólogo porque tiene una desorientación inmensa". Si te gustaba educación física, asistente social e ingenie‐ ría algún problema tenías. Eran mis moto‐ res que siguieron estando y no los pude inhibir. No va por una decisión mía sino por lo que realmente sos. UNA PERSPECTIVA DE LA FE FRESCA Y ALEGRE ¿Y la fe te viene de la familia? La fe me viene del Santa Rita y después del Juan XXII, donde se profundizó. En el Santa Rita yo ya estaba re metida en los grupos, lideraba retiros… El Juan XXIII me dio esa alegría salesiana que es impresionante, de convivir y compartir centrados en la fe. A mí, que ya tenía una experiencia de fe, lo que más me impactó del Juan fue la frescura. En otras comunidades como que todo es más pesa‐ do, ahí es más liviano, con más aire, más humano, más patio. 19


“Está bueno decir `voy hasta acá, el resto se lo entrego, que Dios ponga lo que falta´” ¿Por qué elegiste el Juan XXIII para tus hijos? ¿Por valores, por educación, por egreso y seguridad para la facultad? Todos mis hijos fueron al Juan. El más chico entra el año que viene. Yo mucha opción no les planteé y probé a ver qué pasaba. Y si se me revelaban mucho... El nivel de exigencia está bárbaro, te levanta la vara, pero más que nada por una expe‐ riencia de vivir una cantidad de cosas, valores, vida en grupo, las convivencias y los “Campajuan", que te dan una perspectiva distinta de la fe, como más fresca, más alegre. Y también te dan un sentido de responsabilidad mezclado con libertad que me parece bien interesante. Porque no es la norma por la norma, te sueltan donde te tienen que soltar, y te aprietan donde te tienen que apretar. Esa mezcla de responsa‐ bilidad y libertad me parece que la manejan bárbaro. Con todo, los míos venían conmigo a misa y ahora no quieren saber nada, y el más chico me decía que no quiere ir al campamento. Yo ahora solté un poco más...ahora nego‐ ciamos y ponemos en la mano de Dios.

Esa sensación de que está en nosotros la responsabilidad o la transmisión de la fe o de valores es cierta hasta determinado punto. Y además los momentos no son los que uno quiere, son los que Dios quiere. ¿Qué está bien? ¿Que sea ahora o dentro de dos años o como San Agustín a los treinta y pico cuando ya hizo todo? Porque vos te fijás en todos los santos y antes hicieron de todo. San Ignacio también. A uno le parece que tiene que ser cuando uno quiere pero no es así. ¿Y cómo es tu aporte en la fundación del Juan XXIII? Ahí se pone en marcha un poco ese motor social que tengo. El trabajo social me gusta, me llama, me tira. En la Fundación estamos queriendo acomodar el cuerpo. El año pasado hicimos una cantidad de trabajo pero no se cuánto quedó bien. Ahora estamos retomando. Somos un grupo de exalumnos que queremos apoyar a los oratorios. Se consiguió ayudar a construir el segundo piso en Aires Puros, hicimos algunas actividades, conseguimos mejorar

el asunto de los padrinos...Estamos buscan‐ do las formas de trabajar y hay un nuevo director. ¿Encontrás a Dios en el trabajo? Antes me costaba mucho más relacionar a Dios con mi trabajo porque decía: “¿Por qué lo vamos a meter, pobre, en estas cosas, en esto que es todo superficial...en la vida familiar y personal sí, pero acá?…." Ahora hace dos años que hice los retiros espirituales de San Ignacio en Manresa y ahí empecé a cambiar el enfoque. Me parecía mal pedir para que las cosas fueran bien o porque tenía una reunión complica‐ da. Y ahora como que no, que está bueno decir "voy hasta acá ,el resto se lo entrego, que Dios ponga lo que falta". Me encontré algunos amigos de la parro‐ quia, de mi experiencia de fe anterior, que ahora son empresarios, y empecé un víncu‐ lo con ellos para ver cómo podemos en este escenario tener una experiencia de Dios o no tener una división de vida. Compartir la experiencia con otros pares te alimenta, te hace saber que no estamos solos y te aterriza.

“NO PODÉS DECIR NO AL CELULAR” ¿Cómo fuiste con tus hijos? ¿Los estimulaste en la utilización de Internet, de las redes? ¿Les pusiste filtros? Filtros en internet no puse. En algunas etapas sí en el uso de juegos. Internet es mucha cosa. Mi hijo el más chico ve videos de la Segunda Guerra Mundial, de carpintería (porque le encanta), de los youtubers y de todo. Sí me molesta que esté todo el tiempo con el celular, pero si cambiás esa postura y le preguntás “qué estás haciendo” y en realidad son esos videos o hablando con un amigo no le podès decir “no” al celular. Yo les ponía límites en las vacaciones en una chacra, permitiendo que se agarrara después del almuerzo y de la cena un rato. Entre medio era “¡salgan!”. Al principio les costó, pero desde hace unos años me dicen "mamá ponenos la regla del verano que estaba buena". El tema de dónde poner el límite es suerte o inspiración divina. Los límites cuando son muy forzados después decís "ahora qué va a pasar". Es mejor concientizar del tema, explicar por qué crees que disfrutar de la naturaleza es un valor, argumentar que el relacionamiento tiene otras dimensiones. Eso es lo que tiene más valor. Por más que en algún momento adolescente te dice "vos no entendés nada, ahora nos comunicamos así". ¿Y de qué forma se comunican ellos y te es extraña? La comunicación por Whatsapp, incluso teniendo personas en el otro cuarto, esa es la clásica. Como que la comuni‐ cación tiene varios aspectos diferentes. No decir las cosas de frente tiene menos compromiso. Yo siempre les digo:'Uds. nunca digan algo por Facebook o Whatsapp que no lo dirían cara a cara. Piensen antes". Porque los impactos son muchísimo mayores. Si yo te insulto a vos ahora queda entre nosotros pero si lo digo en Facebook el alcance es monumental. También es difícil la comunicación, mucho más concisa, menos elaborada. Me doy cuenta de que la expresión de ideas más conceptuales o más desarrolladas les cuesta más. Ellos son más de pum, pum, pam. 20


SINTONIZANDO CON DON BOSCO

Sor Yvonne Reungoat Superiora General de las FMA

HABITAR LOS LUGARES QUE LOS JÓVENES FRECUENTAN PARA EL INTERCAMBIO

DE OTROS LARES

Fuente: ANS

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ENREDOS

Esta página se refiere a la lectura del Evangelio según San Lucas (24,13‐35) proclamada en la Misa del 30 de abril, Domingo III de Pascua. El diálogo cada vez se repite más: ‐¿Lo conocés a Fulano de Tal? ‐Mmm… ¿Uno flaco, morocho…? ‐Sí… ‐¿…que estudia en el IPA…? ‐¡Sí, sí! ‐…que ene un hermano y una hermana… ‐¡Ese mismo! ¿De dónde lo conocés? ‐No sé, de la vuelta… Creo que nunca lo vi, pero somos amigos en Facebook…

Las tecnologías digitales han indiscu blemente repercu do en toda nuestra vida, y muy especialmente en el lenguaje que usamos para expresar nuestra relación con los demás… La serie británica “Black Mirror ” es una buena aproximación a este fenómeno. Lo cierto es que aunque los desarrollos en la tecnología aceleren algunos procesos, las redes solo reflejan la condición humana, con las mismas virtudes y vicios que en otras épocas se expresaban de otras mil maneras… Las tecnologías digitales han ayudado a que emerja una “cibercultura”, que como todas P. Francisco Lezama sdb las culturas, está llamada a encontrarse con el Evangelio para desarrollarse en plenitud. El pasaje de los discípulos de Emaús ‐que es un verdadero ícono evangélico de la pastoral salesiana‐ podría ser también comentado desde esta perspec va: una “ciberexégesis” que

nos ayude a comprender el misterio de la Buena Nueva del Resucitado anunciada en el mundo digital. Aunque el extenso y rico texto daría para resaltar muchos aspectos, te propongo acercarnos al fenómeno de la credibilidad y la experiencia del encuentro, tal como son presentados en este pasaje. La no cia de la resurrección ya había circulado en las redes de los dos discípulos; algunas mujeres postearon que Jesús estaba vivo; otros comentaron algo similar en el grupo, pero todo esto no movió a la fe de los inquietos caminantes. Ellos lo tomaron como un fake, una de las tantas no cias falsas que se viralizan y que responden más a expecta vas o preconceptos de los consumidores que a la verdad de los hechos. Ni siquiera un diálogo con Jesús les abrió los ojos a los discípulos… Y esto quizás no ene tanto que ver con un cambio del look de Cristo después de la resurrección (¡estaba tan dis nto a su foto de perfil!), sino con la experiencia de Jesús que tenían los discípulos. ¡No se puede reconocer sin conocer! Ni aun el ardor en el corazón bastó para que ellos se dieran cuenta de quién tenían adelante. Es recién en el “face to face” (y no por Skype o Face me) que el verdadero rostro del otro se des‐cubre. Y es en la experiencia del pan par do que el encuentro se transforma en comunión, en verdadera revelación del Otro. Ante la tentación de basar un anuncio del Evangelio en experiencias fugaces y vínculos superficiales, la Palabra nos invita a vivir en las redes el encuentro en profundidad, para poder también allí afirmar como los discípulos: “¡Es verdad! ¡El Señor resucitó!”

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AQUÍ Y AHORA

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La vida en tiempo real La irrupción de las redes sociales supone un antes y un después en las formas de protagonismo y sociabilidad juvenil. En su nuevo “habitab” los jóvenes asumen nuevos roles, ensayan nuevas formas de ser y de estar y viven en tiempo real.

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Antes los jóvenes se emancipaban a través del estudio, el trabajo y el matrimonio. Ahora lo hacen a través de la conectividad, un espacio de separación de los adultos, y a edades más tempranas. Así explica la doctora en Comunicación argentina Roxana Morduchowicz, uno de los aspectos positi‐ vos que ofrecen las redes sociales a los jóvenes: la autonomía. Y no es el único, según una conferencia de la también investigadora y consultora de Unesco, publicada en internet, otro impor‐ tante beneficio de la conectividad en los adolescentes es que fortalece su sociabili‐ dad. “Las tecnologías no crean un efecto de soledad”, asegura. Por el contrario “su principal función es comunicativa: hablar, 26

mandar mensajes, chatear, bloguear, crear perfiles. Generan nuevas formas de sociabi‐ lidad juvenil: La interacción es en simultá‐ neo, en múltiples pantallas, en tiempo real”. Además, “los hace sentir menos expuestos. Se comunican con más libertad, viven nuevos roles, ensayan nuevas conductas, se atreven a más, monitorean las respuestas de las audiencias e incorporan lo aceptado a la vida real”. Pero hay otros dos aspectos fundamentales y prioritarios para los adolescentes: les ofrece visibilidad y cumplen su deseo de popularidad. “Contar su vida para ser visible: ver y ser vistos”, explica Morducho‐

wicz, a lo que se suma el poder desarrollar una identidad. La experta añade que “ser popular es pertenecer, y por eso cuentan más de sí para ser más populares”. Para el psicólogo uruguayo Roberto Bala‐ guer, estudioso de cómo impacta la tecno‐ logía en los adolescentes, desde el punto de la socialización las redes sociales les brin‐ dan la posibilidad de “estar conectados a una generación de jóvenes casi global”. “Es un cambio estructural importante, sus códigos y gustos pasan a estar atravesados por esta malla que está omnipresente. Las posibilidades de conexión se amplían. Antes estaban más restringidas a un círculo, hoy se les hace visible un joven que está en


Instagram superó a Twitter en el número de usuarios. “Estar en Facebook” dejó de ser un diferencial. El usuario promedio está en 2 redes. tes participan de las redes sociales. Los datos del Perfil del Internauta uruguayo que elabora el Grupo Radar lo confirman. Según los datos de 2014 el 96% de los adolescentes de entre 12 y 19 años tiene acceso a internet, herramienta que utilizan un promedio de 17 horas por semana. De acuerdo a la última edición del Perfil del Internauta Uruguayo 2016, 2.2 millones de uruguayos tienen un teléfono smart, habiéndose multiplicado la cifra por 18 en los últimos cuatro años. Dos de cada tres de quienes tiene celular con acceso a internet admitieron ser "bastante o totalmente" adictos al teléfono. Según esta muestra, existe un segmento de altos usuarios que usa internet más de 6 horas por día: son la cuarta parte de los usuarios y consumen casi dos tercios del total de horas. El usuario promedio de internet se conecta 4 horas diarias. el interior, y otro que está en Estados Unidos. Se vuelven visibles los círculos de amistad de sus amigos, y de los amigos de sus amigos. Antes si no había alguien que te presentara no lo conocías, hoy el que media es la tecnología”, agrega Balaguer. Balaguer explica que eso también genera dificultades porque para el joven los más importante son sus pares, lo que piensan, lo que dicen, y como tienen la posibilidad de estar todo el día conectados con esta generación, “lo que se ha vuelto más complejo es desconectarlos, desligarlos de esa malla omnipresente”. De acuerdo a los datos que recopila Balaguer en sus investigaciones, llegando a los 15 años más del 90% de los adolescen‐

Si se consideran todas las edades (se encuesta a mayores de 12 años), 8 de cada 10 uruguayos son usuarios de internet, y también 8 de cada 10 usuarios se conecta a través de su móvil. En cuanto al tipo de red social, Instagram superó a Twitter en el número de usuarios. “Estar en Facebook” dejó de ser un diferen‐ cial. El usuario promedio está en 2 redes, y los menores de 30 años en 2,3 redes. VIRTUDES Y MISERIAS El uso de las redes sociales también presen‐ ta riesgos para sus usuarios y los más chicos son más vulnerables aunque según Balaguer los peligros dependen de las características de la personalidad de quien

los asume. “Toda tecnología trae consigo beneficios y perjuicios al tiempo que se amplifican cuestiones que ya estaban presentes”, aclara. Para el psicólogo es un error pensar que los riesgos son de los otros. “Yo diría que el riesgo principal es uno mismo. Cuando digo uno mismo depende de la personalidad de cada uno. Dependerá de qué sea lo que esté buscando en los entornos de red: sobreex‐ posición, fama, ser conocido”, señala. “Por un lado (la tecnología) permite establecer lazos de amistad o enamora‐ miento con gente lejana pero también da la posibilidad de participar en fenómenos sociales de bullying con personas cercanas o que uno desconoce. Lo que hacen las redes es amplificar o polarizar las cuestio‐ nes. Las mayores miserias y las mayores virtudes”, agrega. El cyberbullying definido como el acoso sistemático, repetitivo y prolongado duran‐ te un cierto período de tiempo que sufre un alumno a manos de un compañero o grupo de compañeros, es una expresión más de la violencia entre pares pero se amplifica a través de las redes. En una nota publicada por El Observador el 12 de marzo de 2017, la exprofesora grado 5 en Psiquiatría Pediátrica Laura Viola, señala que el hostigamiento escolar siem‐ pre existió, pero la "impunidad" del anoni‐ mato del bullying cibernécito es lo que hace la diferencia. La médica especialista en adolescentes, Laura Batalla, consideró en ese artículo periodístico que el hostigamiento en las instituciones educativas llegó en los

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últimos años a niveles "grotescos". La especialista hizo hincapié en el rol de las redes sociales en el acoso estudiantil, ya que como se perdieron los límites entre lo virtual y lo real, el bullying persigue al adolescente incluso fuera del salón de clase. "Es el acoso, más la filmación del acoso, más la exposición, más la viraliza‐ ción. Se agiganta la humillación", explica. El cyberbullying es una de las causas de la depresión juvenil, junto al fracaso escolar, que en casos extremos lleva a intentos de autoeliminación. De acuerdo con datos del Ministerio de Salud Pública, la tasa de autoeliminaciones de 2015 (último año contabilizado) fue de 15 jóvenes cada 100 mil. Por lo tanto, se suicidaron en Uruguay 96 personas de entre 10 y 24 años (el grupo etario que toma la Organización Mundial de la Salud). En todo el país hubo ese año 643 autoeliminaciones, lo que significa que el 15% de los suicidios fue entre niños y jóvenes. EL PELIGRO DEL PENSAMIENTO MÁGICO “Las conductas antes quedaban acotadas al espacio geográfico, ahora se abren mil ventanas de posibilidades de cometer errores al tener una conectividad de 24 horas. A ello se suma ese pensamiento mágico que tienen muchas veces los adolescentes, que creen que las cosas son visibles solo por aquellos que ellos quieren que las vean. Pero no, lo que publican lo ven quienes ellos quieren que lo vean y también quienes no quieren que lo vean”, aclara Balaguer. Morduchowicz presenta otro riesgo que trae consigo el deseo de ser popular, tan presente en los adolescentes. Explica que en internet “la intimidad se desplaza a la web y es vista por todos. Las fronteras público‐privado se desdibujan, los jóvenes publican para hacer público, para pertene‐ cer y ser populares. La intimidad cede ante el deseo de ser popular”. De ahí la expansión de otro fenómeno que es el sexting: el envío de fotos o videos con contenidos sexual a través de teléfonos 28

En internet “los jóvenes publican para hacer público, para pertenecer y ser populares. La intimidad cede ante el deseo de ser popular” celulares. Balaguer explica que “hay un periodo crítico en la adolescencia tempra‐ na, sobre todo en las chicas. En ese pasaje de ser niñas a adolescentes quieren ser agradables, sentirse deseadas y va a depen‐ der mucho de la personalidad de la chica los riesgos que asuma y lo que esté buscando. El elemento fundamental es el grado de vulnerabilidad que pueden tener los chiqui‐ lines”, advierte. “Alguien que esté emocionalmente vulne‐ rable seguramente va a tomar malas deci‐ siones en la escuela, en el barrio, y en las redes. A veces lo situamos en las redes y el problema real no está ahí, está en las personas”, explica y agrega que un adoles‐ cente “que se sienta emocionalmente contenido, que tenga límites, no necesitará asumir los riesgos de cualquier tipo de conducta, sea sexting u otra”. Consultado sobre el rol de los padres y educadores frente a estos fenómenos, Balaguer asegura que el papel fundamental de los adultos “es dar fortaleza emocional para que tomen buenas decisiones”. “Si no apuntas hoy a la fortaleza emocional y a la responsabilidad en la ciudadanía digital el control es cada vez más difícil”, advierte. Cuando en sus trabajos de investigación

pregunta sobre quién les abrió la cuenta de Facebook a los adolescentes, en el 50% de los casos los chicos de entre 12 y 15 años responden que fueron ellos. Al otro 50% se la hizo la madre, el padre, el hermano o un amigo. “Pero cuando vamos a las nuevas redes como Instagram o Snapchat, más del 90% se las hicieron ellos, porque está en el móvil, es más difícil controlarlo”, informa. Álvaro Bilbao, neuropsicólogo español y autor del libro “El cerebro del niño explica‐ do a los padres”, se muestra contrario a la utilización de las redes sociales en exceso. Según un artículo publicado en el diario ABC de Madrid el 23 de mayo de 2016, Bilbao advierte que estudios han puesto de manifiesto que “estas tecnologías son adictivas y que aquellos que abusan de ellas experimentan más problemas de concen‐ tración, problemas de comportamien‐ to/autocontrol y fracaso escolar”. Basado en cómo se desarrolla el cerebro de un preadolescente y cuáles son sus necesi‐ dades, Bilbao recomienda “introducir las redes sociales más tarde que pronto y ofrecer reglas y normas claras que permi‐ tan a nuestros hijos ejercer autocontrol y una desintoxicación digital en distintos entornos y momentos del día. El rato en familia debería ser, sin duda uno de ellos”.


SABOR A BUENAS NOCHES

LA FLOR iego vivía en la capital. Era un joven muy Ddinámico, lleno de compromisos, activida‐ des, y tantas relaciones sociales que casi no le daba el día para poder estar respondien‐ do a todos los mensajes de WhatsApp, mantener actualizado su Facebook y usar el Twitter, entre otros. Le gustaba este estilo vertiginoso de vida, pero poco a poco se hacía cada vez más agobiante. Tan grande fue su saturación y el poco descanso que sucumbió en un profundo surmenage. Se vio invadido por una ola enorme de información. Sentía la moles‐ tia de tantas personas que por estas redes recla‐ maban su afecto, con otras “clavando el visto” evitaba la P. Adrián García sdb respuesta para no continuar discusiones grupales innecesa‐ rias. Notaba que conocía a mucha gente a través de estos medios, pero dudaba sobre cuántos de estos eran verdaderos amigos, ya que no conocía de su vida personal y menos de comprometerse mutuamente. Teniendo comunicación con tantas personas, se sintió profundamente solo. Resolvió marcharse al campo de sus abue‐ los para alejarse de todo este agobio. Sin celular, sin tablet, sin computadora y encontrarse con la menor cantidad de personas posibles. Deseaba estar con sus queridos abuelos y la charla infaltable con Don Aroldo, el viejo capataz de la estancia, cuya sabiduría y paciencia admiraba desde niño. Así fue que luego de intercambiar unos amargos, le contó lo que le andaba pasando. El anciano tomándose su tiempo, lo miró a los ojos con ternura, y le dijo:

y el picaflor

“Mire cómo se comportan los animales y de ahí elija el animal que más le guste parecer‐ se, pa comunicarse con las personas, de esa misma manera”. Desde ese día pasaba contemplando todo lo que veía, con la ilusión de poder descu‐ brir en la naturaleza la forma más auténtica de comunicarse con los demás. Las ovejas no le llamaban la atención, por más unida que fuera la majada, las notaba con poca autonomía, caminando todas juntas sin tener cada una su propio camino. El tero si bien es un buen avisador cuando alguien se acerca, no le dio mucha confianza, se vuelve algo confuso al gritar siempre lejos de su nido. El perro viejo de las casas ya casi sin fuerza pa ladrar, lo miró y siguió durmiendo, por más “mejor amigo del hombre” no le inspiró una buena compañía. Las hormigas que por el caminito iban y venían, cargadas de comida para el hormi‐ guero, le recordaban mucho sus espacios de grupo en WhatsApp, donde se lograban grandes trabajos con el activismo de todos. Pero cada uno estaba en la suya y al cruzar‐ se personalmente ni un “buen día ¿cómo estás?”, se decían. Esto tampoco convencía. Varias veces quedó admirado divisando el planear del águila por el cielo, mirando agudamente hacía abajo, pronta para bajar y atrapar su presa. A pesar de su admiración recordó con tristeza todas esas veces que usó el Facebook sobrevolando imágenes de chicas, para luego usarlas a ellas para su provecho. Otras veces, degradando a compañeros al ventilar sus informaciones íntimas sin respeto alguno. Un día, ya decepcionado por no encontrar el animal que le diera una pista de cómo

continuar su vida social, se sentó a tomar mate debajo del alero, disfrutando la belleza del jardín de su abuela. De pronto, vio un ágil pajarito que zumbaba entre las flores. Diego quedó admirado contemplan‐ do la agilidad con que el colibrí se movía de flor en flor. Se acercó y su imaginación colaboró para ver, en cámara lenta, la suspensión en el aire del picaflor frente a un hibisco abierto. ¡Con qué ternura aquel pajarito observaba el fondo de esa flor! Se fue acercando lentamente como pidiéndo‐ le permiso para introducir su largo pico en el interior del hibisco y allí intercambiar, como en un beso, lo más preciado de los dos. Diego suspiró hondamente y esbozó una enorme sonrisa. Había encontrado lo que buscaba. Seguramente esta escena del colibrí y la flor colaboró para valorar aquel tipo de relación tan directa, ese contacto verdadero de ser a ser, siendo posible integrarlo a su vida social. No era ya necesa‐ rio aislarse del mundo, ni tampoco dejar de usar la tecnología que antes lo había dejado tan vacío. Más bien despertó en él un deseo profundo, a través de estos medios, de ponerse de cara a las personas, con respeto y con enorme cariño. De disponerse a contemplar al otro, valorando así la riqueza interior de cada persona e intentar la posibilidad de unificar el movimiento disperso de su vida juvenil con el contacto intenso en las relaciones, que seguirá construyendo día a día.


DEL ÁRBOL SALESIANO

El Observatorio Meteorológico del Pío

con autoridad para formar Desde la tarde del 7 de mayo de 1882 el Colegio Pío IX de Villa Colón cuenta con un Observatorio Meteorológico, el primero de nuestro país y el segundo de Sudamérica, después de San Nicolás de los Arroyos, en el sur de Argentina. Recién en 1905 el Estado contrata a un Salesiano de apellido Morandi, que había llegado desde Italia con el P. Luis Lasagna, fundador del Colegio, para que armara el servicio meteorológico del Estado. La torre del Pío funcionó hasta el falleci‐ miento de Lasagna, en 1955, “alma mater” del Colegio y del Observatorio. El Observatorio quedó abandonado hasta que en 2006 desde la Curia Generalicia llegan la orden y los fondos para transfor‐ marlo en un museo integrado a los otros 30

dos del complejo: el Histórico y el de Ciencias Naturales. Hacia fines del 2013, el profesor José Serra, meteorólogo de vasta trayectoria en el área, cofundador de Metsul en Brasil, ofreció algunas charlas en el Colegio, a las que asistieron exalumnos de la generación 1959. Tras escucharlo le preguntaron sobre las posibilidades de reactivar el Observato‐ rio, a lo cual respondió: “Con voluntad y dinero, se puede”.

Voluntad sobraba y el dinero para lo imprescindible lo juntaron, por lo que, a principios de 2014, el Observatorio fue reactivado con equipos de computación reciclados, sin Internet, y manejando lo más básico, narró el Prof. Serra, quien finalmente accedió a ser el ejecutor princi‐ pal de esta gesta. TRABAJO EN RED Desde el Observatorio se han tendido redes en estos años de funcionamiento, lo que posibilita el acceso a informes meteorológi‐


cos a nivel mundial, redundando en un pronóstico de mayor precisión. Se emiten pronósticos a 72 horas que se difunden a través de unas 65 radioemisoras de todo el país; al tiempo que se atienden consultas de particulares y de países vecinos. FORMADORES DE METEORÓLOGOS Además de generar información, en el Observatorio se forma a los futuros meteo‐ rólogos técnicos predictores, en base a las exigencias de la Organización Meteorológi‐ ca Mundial (OMM). El curso docente está integrado por profesionales en la temática, reconocidos en el medio. Estos cursos demandan tres años de estudio, pero se egresa del 1er. año como Observador Meteorológico de Superficie, y de 2º como Ayudante de Predictor‐ Meteorólogo Técnico Nivel Básico. Las clases se brindan en forma presencial, semi presencial u online, lo que permite admitir alumnos desde cualquier parte del territorio. Para acceder al 1er. año de formación se requiere tener cursado 4to. de Secundaria. Para los dos años siguientes es necesario ser egresado de Bachillerato. No hay límite de edad para recibir los cursos. Los cupos por año son de 25 alum‐ nos. En este momento ya hay varios inscriptos y la mayoría son mujeres, desta‐ có el Director. Hay tiempo para anotarse durante abril, si bien el inicio formal de los cursos será en los primeros días del mes.

COMPROMISO ANTE LA CONSTITUCIÓN Y DIOS “Queremos trabajar en forma conjunta, con una modalidad de no solo dar información, sino aprendiendo de los alumnos y de la gente de campo, que son los mejores observadores que tenemos. Se trata de interpretar, captar esa información, y luego pasarla de un ámbito primario, popular, a otro profesional, científico”, enfatizó Serra. El curso tiene mucho de contacto directo con la naturaleza, para que los futuros meteorólogos puedan “vivirlo, interpretar‐ lo, analizarlo y luego poder hacer un pronóstico del estado del tiempo”, aseveró el profesional. Un aspecto en el que puso especial énfasis es en el juramento que hacen los egresados ante la Constitución y ante Dios, “de ejercer ética y profesionalmente sus cometidos”. Esta es una profesión “con mucha proyec‐ ción, ya que la inserción en el mundo laboral puede darse tanto en un juzgado, como en un hospital, junto a un Presidente de una República, en el campo, en una empresa constructora, de transporte y de turismo, entre otras posibilidades”, aseguró Serra.

Inscripciones e información Colegio PIO IX. Av. Lezica 6375. Villa Colón Montevideo. Uruguay / Tel. 2322 8758 www.observatorio.colegiopio.edu.uy 31


UNA MANO AMIGA

“… si estos jóvenes hubieran tenido un amigo que se preocupara por ellos, los acompañara y les mostrase el amor de Dios, quien sabe si no se hubieran alejado de esta vida que llevan…” Don Bosco (MO)

¿QUIÉNES SOMOS? Las “Obras Sociales Salesianas del Uruguay” nuclea y coordina las actividades de 14 centros animados por salesianas y salesianos: En Montevideo: Club de la Alegría, Centro Salesiano Aires Puros, Casa Tacurú, Escuela de oficios Don Bosco, Obra Social Centrobosco, Centro Puertas Abiertas.

14 OBRAS SOCIALES SALESIANAS

En el interior: Obra Social Don Bosco (Salto), Obra Social Picapiedras (Melo), Proyecto Social Caquiero (Rivera), Proyecto Minga (Las piedras), Proyecto Múltiple Santa Mónica (Paysandú),Institución Benigno Paiva Irisarri (Sarandí del Yí), Obra de Promoción Cruzada de la Caridad (Paysandú), Centro de Capacitación y Promoción “María Auxiliadora”(Rivera) y Rincón Don Bosco (Rivera).

40 PROYECTOS EDUCATIVO PASTORALES Desarrollamos nuestra tarea a través de diferentes propuestas que buscan atender a la diversidad de realidades: CAIF Club de niños, Apoyo Escolar Centro Juvenil, Apoyo Liceal Escuela de Capacitación Escuela deportiva Formación Profesional Básica Proyecto con Jóvenes en Conflicto con la Ley penal Hogar para adolescentes del campo Atención a adolescentes en situación de calle Formación para madres y referentes 32


¿A QUIÉNES ATENDEMOS? 550 PRESCOLARES 1200 NIÑOS DE EDAD ESCOLAR 900 ADOLESCENTES 400 JÓVENES De nuestras obras participan, como mostramos, alrededor de 3000 destinatarios y sus familias, en situación de vulnerabilidad social. Los proyectos buscan llevar adelante procesos educativos y evangelizadores que habiliten a los jóvenes a la inserción social, empoderándolos en sus derechos y deberes. Lo hacemos a través del trabajo paciente y generoso de más de 500 educadores que buscan vivir y compartir la vida con los gurises.

400 EDUCADORES 110 TÉCNICOS 40 COORDINADORES 20 RELIGIOSOS Y RELIGIOSAS

¿QUÉ HACEMOS? Al estilo de Don Bosco y Madre Mazza‐ rello, desarrollamos propuestas recreativas, educativas, pastorales que crean un ambiente propicio para que cada uno de los gurises descubra la obra como CASA que recibe, ESCUELA que prepara para la vida, PATIO en el que encuentra amigos y PARROQUIA que le presenta la propuesta del evan‐ gelio. A lo largo del año, junto a las actividades regulares y buscando la integralidad de la propuesta se desa‐ rrollan otras actividades y espacios como paseos didácticos y recreativos, campamentos, talleres para padres, capacitación para padres, catequesis sacramental y celebración de la fe.

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HAY ALGO MÁS

Estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos llegó Jesús y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!" (Jn 20, 19). Jueves 20 de abril | De 20 a 21.30 horas | Capilla Maturana


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ADMA JÓVENES te invita a compartir un espacio de oración junto a María Lunes 24 de abril | 19 horas en Maturana


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