Bajo un mismo cielo | Boletín Salesiano - Octubre 2024

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11 DE PUÑO Y LETRA

Ni animales ni dioses

12 VALE LA PENA VIVIR ASÍ

Jornada E: Participación juvenil para generar acciones que transforman

25 SABOR A BUENAS NOCHES

El corazón político de Don Bosco

Boletín

Salesiano

04 ¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO

EL SOL!

Política en el living: un intercambio entre jóvenes salesianos y los candidatos presidenciales

08 CRECER DESDE ADENTRO

Javier García y Gabriel Oddone

16 CON NOMBRE Y APELLIDO

“La fe es la columna vertebral de mi vida”

26 DEL ÁRBOL SALESIANO

Campaña y periodismo con “sello salesiano”

20 AQUÍ Y AHORA

Artesanos de la unidad

28 UNA MANO AMIGA

La experiencia de “Iglesia en diálogo” y el aporte de las obras sociales

Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa

Director: P. Sebastián Ferreyra sdb

Editor Jefe: Lic. Gonzalo Martínez

Columnistas: Juan Manuel Fernández sdb, Chiara Cazzuola, Manuel Mietto y Guillermo Passeggi.

Equipo de redacción de este mes Nahuel Durand, Elisa Juambletz, : Bernardo Lapasta y Nicolás Opazo.

Fotografía: ANS, Agencia Foco Uy, Josefina du Pré, Agustina Márquez, Casa Monseñor Lasagna, Sofía Cayota, Romina Fernández, Guillermo García, Shutterstock y archivo del BS.

Corrección: Graciela Rodríguez

07 SINTONIZANDO CON DON BOSCO

Nuestro regalo anual

10 FAMILIA EN OBRA

Todo para el bien común

24 DE OTROS LARES

Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora

31 GALERÍA DE INSTAGRAM

salesianosuy

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Impresión: Mosca

Departamento Comercial: Luis Gómez

E­mail: boletinsalesiano@salesianos.uy

Celular: 092 432 286

Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181

CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521

Sitio web: www.issuu.com/bsuru

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Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. / Depósito Legal: 366.191

Vivimos un tiempo en el que la realidad política y nuestras miradas sobre ella son el pan de cada día. En Uruguay, las elecciones se viven con alegría; es una esta que se respira en las calles.

A pesar de la tendencia cultural de separar, la vida política, para los cristianos, es una vía esencial para ser testigos del amor de Dios en el mundo. Participar en esta actividad desde una perspectiva cristiana nos invita a ir más allá de los intereses personales o partidarios y se vuelve un llamado a humanizar nuestras relaciones, a cultivar la fraternidad y a transformar el poder en servicio.

Para esto, la comunicación auténtica y humanizante es esencial. Si descubrimos el valor de vincularnos genuinamente, la política puede ser un espacio para dialogar desde la verdad y construir puentes reales. Humanizar el ámbito político implica abrir canales de comunicación respetuosos y transparentes, que permitan atender las necesidades de todos, especialmente de los más vulnerables. Esto no solo fortalece las relaciones sociales, sino que también reeja el amor de Dios al buscar el bien común sobre los intereses propios. La política debe ser un lugar donde el respeto y la comprensión sean herramientas para encontrar soluciones que realmente humanicen la sociedad.

Política y fraternidad se necesitan mutuamente. La historia de Caín y Abel nos revela la tragedia de la falta de fraternidad y nos invita a cuidarnos unos a otros. Hoy, en un mundo marcado por la desigualdad y la injusticia, la participación política inspirada en el Evangelio exige construir una sociedad justa donde la fraternidad sea una realidad. Esta fraternidad, que surge de comprender que todos somos hijos de Dios, es la base para una paz duradera y para erradicar la violencia. Así, el cristiano en política deende la dignidad humana y la equidad, reejando la misión de Jesús de traer unidad y amor al mundo.

La mirada cristiana sobre el poder en la política es transformadora. El poder, entendido desde el Evangelio, se convierte en servicio. Este servicio exige rechazar la tentación de la superioridad y, en su lugar, buscar el bien de los demás con una actitud de escucha y acompañamiento.

Que este Boletín inspire los caminos para una vida más integrada en la que nuestra fe sea fermento en la masa de la sociedad.

Política en el living: un intercambio entre jóvenes salesianos y los candidatos presidenciales

Políticos de distintos partidos han explicado sus ideas a jóvenes, muchos ajenos a la actividad partidaria, en el marco de las elecciones nacionales de este año.

toría, se busca promover que quienes se acerquen sean conscientes y participes de la decisión política de quiénes gobernarán el país los próximos años. Por más que no tengan interés en lo partidario en su vida cotidiana, el objetivo es empezar a trabajar la conciencia ciudadana", indicó Paula Bonfiglio, encargada del CML.

En las elecciones nacionales de 2019 se realizó una única instancia de intercambio con los candidatos y referentes de los partidos, pero en esta oportunidad se optó por realizar una mesa de diálogo con cada candidato por separado. La intención fue que los jóvenes tomaran un protagonismo mayor para reflejar sus interrogantes, ya que varios de ellos no están vinculados a la actividad política: así se da la oportunidad de opinar o preguntar, explicó otro de los encargados del CML, Martín Silva.

ANTES DE SALIR A ESCENA

La Casa Monseñor Lasagna (CML) y la Pastoral Juvenil Salesiana han organizado un espacio de intercambio llamado Política en el living, con el objetivo de informar y hacer protagonistas a los jóvenes de cara a la temporada electoral de este año, con el análisis de temas de educación, pobreza, trabajo y seguridad.

El ciclo comenzó en setiembre y tiene un formato de podcast. A la mesa se sientan jóvenes junto a los candidatos presidenciales de los distintos partidos para debatir sobre los ejes propuestos. Con apoyo de la Inspec-

La mesa ha sido moderada por el periodista Ramiro Pisabarro, que es exalumno salesiano e integra la Casa Monseñor Lasagna y el Voluntariado Misionero Salesiano. Además de coordinar el calendario con los dirigentes políticos, en los encuentros ha tenido el rol de diagramar las preguntas junto a Martín Freire, Maria Noel Arijón y Pedro Arhancet, todos con formaciones y roles diferentes en

oratorios y obras de Don Bosco

A la hora de armar las preguntas para los candidatos se ha tenido en cuenta la esencia y las curiosidades de los integrantes de la mesa y al comienzo de los encuentros se les hizo saber a los políticos que las respuestas tenían que ser orientadas a un público joven para que todos aquellos que lo siguen presencialmente y también por la transmisión en streaming pudieran entender de lo que se estaba hablando.

En ese sentido, se buscó que cada pregunta se contextualizara previamente, con la intención de que se tuviera un marco y así no dar nada por sentado, explicó Martín al BS.

La primera edición fue con el presidenciable por el Partido Independiente, Pablo Mieres, y el segundo con el de Cabildo Abierto, Guido Manini Rios. En tercer lugar estuvo el dirigente y candidato al Senado, Pedro Bordaberry, luego de que no se concretara la asistencia del candidato colorado Andrés Ojeda.

Rumbo a la segunda vuelta se prevé la participación de los dos contendientes en carrera, aunque en el caso de que esto no sea posible se buscará generar un encuentro, al menos, con un referente del Frente Amplio y otro del Partido Nacional.

EN PRIMERA PERSONA

Los intercambios de los políticos con los jóvenes son muy importantes, sobre todo, en Uruguay donde creo que los jóvenes no tenemos tantas ganas de votar o no tenemos tantas ganas de meternos en la política, analiza el estudiante de Ingeniería, animador de Tacurú y facilitador de la mesa, Pedro Arhancet.

Su compañera María Noel Arijón, estudiante de Derecho y del profesorado de Literatura, también se muestra entusiasmada con la posibilidad de participar en instancias de estas características, más aún como moderadora del ciclo. Valora, sobre todo, que el espacio está enfocado en aquellos que no están cerca de la política ni la siguen cotidianamente, encontrando allí una posibilidad de tomar decisiones informadas de cara a las elecciones.

Uno no solo vota por sí mismo y sus propios intereses, sino que también vota por el otro y la fe te mueve a ponerte en el lugar del otro porque querés lo mejor, agrega Paula Bonfiglio y en la misma línea va Pedro Arhancet, que asegura que el compromiso juvenil en distintas actividades como los oratorios y centros juveniles buscan ayudar al que más lo necesita

Un ciclo con historia

Los espacios de reflexión política en tiempos electorales tienen larga data en el CML: se realizan desde 1994. Para estas elecciones se comenzó a trabajar desde comienzo de año, con un ciclo de dos encuentros donde los sociólogos y exalumnos salesianos Victoria Vega y Nicolás Roballo explicaron las particularidades que tiene esta instancia electoral. Por ejemplo, se desarrolló que partidos políticos participarían, que se votaba en junio, octubre y noviembre, cómo se anulaba el voto y qué era un sufragio en blanco, entre otras interrogantes que fueron surgiendo en el diálogo junto a los jóvenes.

Cerca de las elecciones generales y del, en ese entonces, eventual balotaje, comenzaron a realizarse las charlas con los candidatos. En esta oportunidad, se incorporó el for-mato podcast que es transmitido en vivo por YouTube, a través del canal Casa de Exalumnos Monseñor Lasagna.

El mensaje del Vicario Del Rector Mayor - P. Stefano Martoglio sdb

NUESTRO REGALO ANUAL

Como familia salesiana recibimos cada año el Aguinaldo: un regalo al comienzo de cada año que hoy quiero mirar para acogerlo como se merece, sin perder nada de su frescura. Es un obsequio, porque, ante todo, Aguinaldo significa: ¡Te hago un regalo!, te doy algo importante para celebrar un tiempo nuevo. Así lo pensó Don Bosco y así se lo hizo saber a los jóvenes y adultos que estaban con él.

El Aguinaldo es una ayuda para ver el tiempo que viene fijándonos en un hilo rojo que guía el nuevo tiempo y este año, ese hilo es la esperanza. Los acontecimientos que destacan en este regalo son experiencias globales o particulares que nos implican a todos y queremos vivirlas bien.

El primero es el Jubileo ordinario del año 2025, donde queremos experimentar esta peregrinación que la Iglesia nos ofrece para volver a poner la presencia de Cristo en el centro de nuestras vidas y de la vida del mundo. El Papa ha elegido un tema motivador para el Jubileo: ¡La esperanza no defrauda!. Si algo necesita el planeta en estos momentos difíciles es la esperanza, pero no la que creemos que podemos hacer por nosotros mismos a riesgo de que se convierta en una ilusión, sino la que hace redescubrir la presencia de Dios. El papa Francisco escribe: «¡La esperanza llena el corazón!». No solo calienta el corazón, lo llena hasta hacerlo rebosar, y también nos hace peregrinos.

El Jubileo es peregrinación porque te pone en movimiento por dentro, si no, no es Jubileo. Dentro de este acontecimiento eclesial, nosotros,

como congregación salesiana, tenemos un importante aniversario: en 2025 se cumplirá el 150 aniversario de la primera expedición misionera a Argentina.

Don Bosco, en Valdocco, lanzó su corazón más allá de todas las fronteras y envió a sus hijos al otro lado del mundo. Lo hizo más allá de toda seguridad humana, cuando ni siquiera tenía a los que necesitaba para continuar lo que había comenzado. Eso también es un signo de esperanza que impulsa la fe y pone en marcha la caridad. Este aniversario hay que celebrarlo porque nos ayuda a reconocer el don y recordar y fortalecer la energía de la misión. La esperanza es el fundamento para salir al encuentro de los demás.

Te invito a no mantener oculto lo que se te ha dado y a testimoniar

con tu vida a la siguiente generación. Esta es la misión de la Iglesia y la de cada uno de nosotros.

Con la esperanza que hay en ti, podrás vivir y preparar este nuevo año que comienza para renovar el sueño de Don Bosco y el sueño de Dios. Al Aguinaldo que todos recibiremos debes sumar tu parte; tu vida cotidiana que sabrás iluminar con lo que hemos escrito. De lo contrario, no será esperanza.

Confiemos este camino a la Madre del Señor, Madre de la Iglesia y Auxiliadora nuestra; peregrina de la esperanza con nosotros.

¿Qué recordás de tu pasaje por casas salesianas?

Me marcó en muchos sentidos. Diría que fue muy divertido desde el punto de vista de las relaciones sociales, tanto que al grueso de mis amigos los conocí en el Juan XXIII.

¿Qué te dejó?

Economista y docente. Es exalumno salesiano y asegura que el colegio fue una etapa “muy importante” para él. Fue designado ministro de Economía en un eventual gobierno del Frente creo que es muy atractivo desde el punto de vista del espectáculo. También me atrae mucho el debate político, si bien en el último tiempo hay una suerte de devaluación del contenido. Creo que la necesidad de comunicar corto a veces desvirtúa un poco la posibilidad de confrontar ideas y desarrollar argumentos, aunque quizás es porque me estoy poniendo viejo y tengo cierta nostalgia de cómo era antes ¿Qué le dirías a los jóvenes que están votando por primera vez?

Me dejó un ámbito de diversidad porque en el colegio convergía gente de distintos lugares; también una importancia de los valores en términos de amistad, lealtad y solidaridad entre todos; y el muy buen compañerismo. Fue una etapa muy importante para mí.

¿Qué significa para vos la política?

Como toda persona que nació a la vida política en dictadura, para mí es un ámbito de canalización de descontento, donde la sociedad dirime sus conflictos y el disenso. Es una actividad noble, de mucho sacrificio, indispensable para una democracia de partidos políticos que garantiza que las libertades individuales existan y es muy importante porque es la que nos permite lograr acuerdos. En mi modesta opinión, creo también que constituye una mínima obligación que tenemos con la sociedad: podemos no involucrarnos activamente, pero al menos una vez cada cinco años tenemos que elegir la mejor opción, o, al menos, la menos mala.

¿Cómo vivís los tiempos de campaña?

A mí siempre me divirtieron mucho. El clima de efervescencia y la gente manifestándose en la calle por su candidato

Que se hagan cargo. Que lo mínimo que les puedo pedir es que una vez cada cinco años se pongan a pensar cuáles tienen que ser las personas que deberían estar a cargo de conducir el país y que merecen ser apoyadas. El voto es una cosa maravillosa y es muy generoso por los efectos públicos que puede tener. Les diría que no tienen por qué intervenir activamente, pero sí al menos prestarle atención, porque muchas de las decisiones que se toman terminan repercutiendo en nuestras vidas.

¿Quién es Gabriel Oddone?

Ah, bueno (risas). Es un hincha de Nacional y de Trouville, un padre de familia, un economista e historiador económico, que ha dedicado muchos años de su vida a la docencia. Una persona a quien le ha ido profesionalmente mucho mejor de lo que pensó cuando era joven y que se siente muy agradecido con el Uruguay, que es un país extraordinario, y que por eso ve que vale la pena esforzarse para devolverle al Uruguay lo que le dio a su generación. También alguien al que no le gusta el alto perfil, a pesar de que la actividad política me genera más desafíos en ese sentido. Una persona cristiana, que tiene una valoración de la solidaridad, el compañerismo, el sacrificio y la vocación del servicio.

Médico. Exministro de Defensa. Pasó por varias obras de Don Bosco y asegura que se siente salesiano. Fue el senador más votado del Partido Nacional en las elecciones de octubre.

¿Qué recordás de tu pasaje por casas salesianas?

Que era mi casa. Mi primer contacto fue ir a jugar al Sabatino al Maturana y al año siguiente entré como alumno. Después estuve en el Juan XXIII y en los oratorios festivos como diez o quince años. La vida salesiana es más el patio que el aula y recuerdo que nosotros pasábamos el día entero en el colegio: íbamos a clase y después seguíamos de largo. Fueron unos años hermosos, quizás de los más lindos de mi vida porque me formaron y sellaron a fuego. Me siento salesiano.

¿Qué te dejó?

Vivir y disfrutar la vida Y los amigos, esos que son mis hermanos.

¿Qué significa para vos la política?

Servir. Creo que es una de las más lindas formas de servir Elegí la medicina y luego la política decididamente. Creo que es uno de los instrumentos para contribuir a la sociedad y a su gente.

¿Cómo vivís los tiempos electorales?

Generan mucha ansiedad. A nivel político es la forma en la que se evalúa tu trabajo y tu militancia. Las elecciones son una gran pregunta donde los que somos candidatos le preguntamos a los uruguayos si se sienten conformes con nuestro servicio y ellos nos contestan a través de la urna y el voto. Personalmente, vivo estos tiempos con intensidad. Algo que aprendí de la formación salesiana es que para cumplir con los objetivos hay que trabajar, porque los resultados no se obtienen por casualidad, sino que son fruto del esfuerzo y la dedicación. También te puede pasar que no obtengas lo que querés y ahí tenés que ser muy resiliente para entender que las derrotas también te for-

man. Se necesita temple y apertura para entender que tenés allí una oportunidad de mejorar, y que las verdes también hay que aprovecharlas. ¿Qué le dirías a los jóvenes que están votando por primera vez?

A los que son alumnos de nuestras obras les diría que aprovechen mucho este tiempo, porque estar allí es una oportunidad, un beneficio que no todos tienen y que debe ponerse al servicio de los demás. Pasar por una casa salesiana es agarrar energía y formarse, sin dudas para uno, pero, principalmente, para el otro, para aquel que no pudo llegar a tener esa formación. Les diría también que militen en política, en donde quieran, pero que militen y se comprometan, porque es la forma de poder trabajar y participar en algo que mejora la vida de la gente. Eso es lo que queremos todos los partidos más allá de que podamos diferir en las formas. Abracen el instrumento que les parezca mejor, pero abrácenlo. Como se dice desde la fe: tibios nunca.

¿Quién es Javier García?

Un uruguayo que ama a su patria, que ama las cosas que hace y que se entrega mil por mil en cada una de ellas, en el acierto o en el error. Una persona honesta, que cree en el intercambio de ideas y que en el trabajo está el crecimiento de una sociedad.

Todo para el bien común

La política, como señaló el sacerdote Álvaro Lobo, "es un arte tan necesario como imperfecto", y no podría tener más razón.

En tiempos de campaña, una de las actividades que se vuelve favorita de muchos es criticar a los políticos por sus defectos. Aun asumiendo que muchos de ellos son reales, aparece un riesgo cuando el juicio se extiende hacia la política como actividad en sí: olvidar que se trata de una herramienta esencial para la construcción del bien común. Este interés general es el objetivo final, la regla de oro, el faro moral que guía la vida de la sociedad. Es, en definitiva, el principio según el cual todas las decisiones deben buscar el beneficio de la comunidad, o al menos, evitar perjudicarla.

Los seres humanos, como seres sociales, necesitamos mecanismos que nos permitan convivir de manera pacífica y justa, y la búsqueda del bien común quiere aportar en esa dirección asegurando una vida digna

y libre para todas las personas.

La pregunta de cómo alcanzarlo, naturalmente, nos puede llevar a la discrepancia. En una democracia, hay muchas voces, perspectivas y propuestas, y la política es la herramienta que transforma esas inquietudes, necesidades y reclamos en acciones concretas en miras del interés general. Eso es lo que hace tan especial a esta imperfecta actividad: sin política, no hay democracia; sin democracia, no hay participación; sin participación, el bien común es inalcanzable. Por eso es importante valorarla.

Los cristianos y cristianas, inspirados por los valores de justicia, paz y solidaridad, estamos llamados a involucrarnos activamente en la construcción del bien común. Ignorar la política es ignorar una herramienta clave de transformación y es cerrar los ojos ante las ilusiones, necesidades, búsquedas y sufrimientos de las personas.

Los partidos y las ideologías tienen propuestas y enfoques diferentes, pero, si en sus acciones mantienen el compromiso ético de construir un mundo más justo, libre y con vida digna para todas las personas, entonces involucrarse en su construcción como proyecto social es una acción virtuosa.

De la diferencia de los caminos surge la importancia de las elecciones, las campañas y los candidatos que compiten entre sí; defender lo que uno cree, en tanto, es parte de la noble tarea del involucrarse. Sin embargo, no hay que perder de vista que, independientemente del partido al que se pertenezca, al mirar al otro debemos encontrarnos en un territorio común: el de la búsqueda del bien común para nuestro país.

Guillermo Passeggi Educador salesiano. Estudiante avanzado de Sociología.

NI ANIMALES NI DIOSES

Estas elecciones han sido significativas en mi vida ciudadana porque son las primeras que me han encontrado habilitado a votar. De un proceso tal surgen diversas reflexiones, o más bien, preguntas. Del pasado, por la larga tradición en la que las civilizaciones han organizado su forma de gobierno, y del futuro, en la medida que hay grandes interrogantes en el marco de, en palabras de Ignacio De Posadas, una democracia incomprendida.

Una de las interrogantes en las que estuve pensando es qué sentido tiene la vocación al servicio público. La pregunta alude directamente al sentido de la vida política, y para ello, más allá de razonamientos y planteos contemporáneos, hay algunas cuestiones filosóficas que me han ayudado a entender esta actividad del hombre.

Aristóteles lo definió hace 25 siglos. Somos un zoon politikon, es decir, un animal político que, a diferencia de dioses o animales, necesita actuar con otros. Por lo tanto, nos realizamos como humanos en la medida que actuamos con los demás, política.

El interés de participar de una vida activa, tal como lo calificaría Hannah surge del deseo de abordar debates relacionados a cuestiones que hac vencia de los miembros de una comunidad. En tal sentido, cr existe un llamado a restaurar los consensos comunes que sustentan los principios que la democracia por sí misma es incapaz de reproducir. En esta misión, las humanidades son un instrumento para dotar la militancia de herramientas para el desarrollo de una cultura políticamente fuerte, que salga de la el marketing.

Es probable que este tipo de cuestiones resulte extraña a la hora de abor paña electoral, pero lo cierto es que en ese tipo de contenidos que interpelan, inquietan, incomodan y llevan al debate es donde radica el hac

Creo que lo público se ha convertido en una especie de vitrina de artefactos para erradicar contingencias sociales, cuando en realidad la eliminación de ellas es el mínimo garante para que a partir el individuo pueda salir de su vida privada, limitada, al ejer político, es decir, a su actividad esencial.

En vista de ello, parece natural el reclamo al sistema polític de abordar debates públicos desde la tolerancia y el respeto a las minorías, independientemente de los resultados electorales. Asimismo, creo que desarrollar una emocionalidad política vinculada a la compasión y la humanidad compartida es clave para ese reencantamiento democráco de un sistema que ha perdido credibilidad en la medida que el conocimiento y las verdades comunes se han retirado del plano común, dando paso a los consensos fragmentados, las emociones negativas que erosionan el debate público, las grietas, los fundamentalismos, y de la mano de ello, los relativismos.

En palabras de Joseph Ratzinger, las decisiones mayoritarias no pierden su condición verdaderamente humana y razonable cuando presuponen un sustrato básico de humanidad

Manuel Mietto

vale la pena vivir

En setiembre se llevó adelante, en el Colegio Maturana, la tercera edición de la Jornada E, una instancia preparada por jóvenes y para jóvenes para reflexionar sobre la ecología integral y el mundo en el que vivimos.

La política es el conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones en grupo, u otras formas de relaciones de poder entre individuos, como la distribución de recursos o el estatus, dice una de las definiciones del concepto política. En pleno período electoral, esta acepción de la palabra nos invita a mirar más allá y a tener una visión más integral de lo que nos imaginamos habitualmente.

En ese sentido de involucramiento, en setiembre se llevó a cabo la tercera edición de la Jornada E, un congreso juvenil de ecología integral preparado y liderado por estudiantes de bachillerato del Colegio Maturana, con el objetivo de encontrar eco en otros jóvenes de distintas instituciones salesianas y generar acciones que transformen. Se trata, en pocas palabras, de un congreso juvenil de ecología integral que busca favorecer el protagonismo juvenil y el involucramiento y la reflexión sobre problemáticas socioambientales.

La actividad nació con la integración de los niveles de bachillerato a la propuesta educativa del colegio, a partir de un enfoque basado en la encíclica Laudato Si' del Papa Francisco en la que se entiende al ser humano como cocreador, responsable de lo que sucede en el planeta. Así es que se trabaja la idea de ecología integral como un concepto basado en el cuidado en tres ejes: uno mismo, el otro y el entorno.

Por su amplitud, esta forma de abordar las temáticas sirve para analizar aspectos económicos, políticos, sociales, educativos o culturales. De hecho, también permite mirar nuestros vínculos con amigos, familiares o compañeros de clase o trabajo. Queremos y creemos que, a través de esta instancia y de esta manera de analizar las situaciones, podemos despertar en los jóvenes nuevas reflexiones, preguntas y cuestionamientos que vale la pena hacerse, explica Camila Acosta, profesora de Formación Cristiana de la institución.

FAVORECER EL PROTAGONISMO:

SOLTAR LAS RIENDAS

Salud mental, trastornos alimenticios,

Es lindo estar involucrado con las cosas que suceden.
Belén Ruiz

cuestiones sociales, estructuras familiares en Uruguay, redes sociales, medios de comunicación, contaminación, cambio climático, huertas comunitarias, deporte y salud fueron algunos de los temas que se abordaron en la jornada de este año, también en consulta con el interés de los estudiantes. Según Camila, hay cosas que a los jóvenes les preocupan especialmente: la situación medioambiental los indigna, pero no saben qué hacer o cómo encararlo. Por otra parte, todo lo que tiene que ver con salud mental los interpela. Es un tema que ha ido generando más interés edición a edición; es algo que viven de primera mano.

De esta edición participaron más de 500 jóvenes de distintos colegios y obras sociales salesianas, lo que permite el intercambio y la reflexión porque el contacto con otros implica dejarse interpelar por su realidad y la de los demás, la justicia y lo que quieren hacer con su vida en relación con lo que pasa en el mundo, asegura Camila al BS.

Cada uno de los estudiantes participó de un ciclo de charlas dirigidas por los propios alumnos de Maturana y, luego, en un taller a cargo de un referente del tema en la sociedad civil. También hubo intervenciones musicales y espacios de animación llevados adelante por los mismos jóvenes. Ellos fueron los protagonistas. Nosotros nos encargamos de aspectos logísticos, pero los que finalmente pusieron la cara fueron los gurises y, la verdad, es que cada año los estudiantes toman más responsabilidades, cuenta Camila.

A su vez, agrega que el hecho de que los jóvenes sean protagonistas implica soltar las riendas y confiar en que va a suceder lo que tenga que suceder, teniendo en cuenta que siempre hay imprevistos y tratando de entender que no se puede tener el control de todo.

ES MUY VALIOSO SER PARTE

Belén Ruiz tiene 17 años y está cursando 2° del bachillerato Científico en el Maturana y le tocó participar en la organización de la Jornada E como estudiante. Vengo al colegio desde que tengo un año y medio, así que

La situación medioambiental los indigna, pero no saben qué hacer o cómo encararlo.

Por otra parte, todo lo que tiene que ver con salud mental los interpela.

participar de esta experiencia colaborando con todo lo que pude con mi segunda casa, fue algo muy lindo, asegura, antes de agregar que está buenísimo ponernos en ese rol, estar presentes y trabajar en un proyecto final que va a aportar algo importante, que impacta también en personas de otras instituciones Si mira hacia atrás, reconoce fácilmente que lo que más le gustó hacer fue colaborar y enfocarse en la generación de un proyecto en el que es necesario que todos participen con compromiso y seriedad. Lo importante es llegar a brindar algo que valga la pena, donde se note que hay un trabajo por detrás. Entonces, si nos asignan un rol, tenemos que estar y hay que cumplir, cuenta

Belén.

A ella le tocó encargarse de los souvenirs, la presentación y la animación de la jornada junto a otros de sus compañeros. Desde ese lugar, fueron los encargados de transmitir el sentido de la instancia, liderar juegos y brindar una reflexión final.

Belén está convencida de que esta jornada le dejó mucho para pensar, reflexionar y pasar por el corazón: tuve la suerte de vivirlo y me parece que sería genial que otras instituciones tengan este tipo de experiencias. Es una gran idea. Es muy lindo lo que genera, pero también es muy valioso ser parte de la organización, asegura. Es lindo estar involucrado con las cosas que suceden, concluye.

Camila Acosta
con nombre y apellido
Bernardo Lapasta

El reloj marcaba las 20.30 horas del 24 de noviembre de 2019, cuando un periodista le hizo una pregunta a la socia directora de la consultora Cifra, Mariana Pomiés:

El nuevo presidente de la República, Mariana, ¿quién es?

Luis Lacalle Pou.

La ajustada diferencia de votos entre los presidenciables marcaba un escenario de incertidumbre y nerviosismo en aquel balotaje, pero, en ese instante, Pomiés se animó a decir quién gobernaría al país durante los cinco años siguientes.

Su rostro está asociado a momentos como ese, el de las elecciones y las encuestas, pero una faceta suya es más desconocida: su fuerte vínculo con la fe cristiana. De su relación con Dios, la importancia de la vida en comunidad y su visión sobre las elecciones, el bien común y la participación juvenil es esta entrevista del BS.

¿Cuál fue tu primer contacto con la fe?

Mi evangelización se dio de forma gradual, porque no fui educada en un ambiente de fe. La fui incorporando como parte de mi vida a medida que crecí, desde que entré al Colegio Seminario. Así como adquirí conocimientos, también la fe se integró a mi vida.

¿Cómo es tu vínculo con Dios en el día a día?

En el Seminario me integré a los movimientos y apostolados que se proponían y a través de ellos fui valorando la experiencia grupal y comunitaria. Cuando terminé el colegio, ingresé a la Comunidad de Vida Cristiana (CVX), un movimiento laical de espiritualidad ignaciana, vinculado a los jesuitas. Estoy en esa comunidad hace más de 30 años. En este tiempo, he asumido diversas responsabilidades, hoy soy vicepresidenta de la CVX en Uruguay y también formo parte del Consejo Ejecutivo de América Latina. Además, soy acompañante de ejercicios espirituales. La fe es la columna vertebral de mi vida y guía tanto mis decisiones familiares como laborales.

No concibo la fe fuera de la comunidad. Mi fe se vive y se comparte en comunidad.

Mencionaste la importancia de la comunidad

No concibo la fe fuera de la comunidad. Mi fe se vive y se comparte en comunidad. Tenemos reuniones periódicas donde compartimos nuestras vidas, rezamos juntos y nos acompañamos en los momentos de discernimiento. Mi comunidad es mi testigo y mi contraparte en todos mis procesos, siento que soy enviada por ella a los distintos apostolados que tengo.

¿Cómo convive tu trabajo con tu manera de vivir la fe?

Lo que he logrado es integrarla en todas las áreas de mi vida. Todo lo que hago, tanto a nivel profesional como personal, lo hago desde mi fe cristiana. Creo que tenemos una misión en la vida y que nuestras decisiones deben contemplar el bien de los demás. Trato de aplicar esta consigna siempre, incluso en la consultoría empresarial, buscando que el impacto de mi trabajo siempre tenga un beneficio positivo para otros.

¿Creés que hay un vínculo entre las personas creyentes y su participación en política?

No creo que, en Uruguay al menos, exista una tendencia a que los creyentes participen más en política. Somos un país muy laico y la religión ha quedado más bien relegada al ámbito privado. Además, los católicos somos una minoría en un país que culturalmente ve a la Iglesia con cierta desconfianza, asociándola con

dogmatismo y falta de libertad. Para un político que busca captar votos de diversos grupos, es difícil identificarse fuertemente con una minoría como los católicos. Aún no hemos integrado nuestra fe de manera visible en el ámbito político y cuando algún político lo intenta, es rápidamente tildado de dogmático.

En el último tiempo hemos visto ejemplos de políticos que se han declarado abiertamente creyentes.

¿Eso representa una apertura?

Creo que sí, estamos avanzando. Hace tiempo, por ejemplo, (el exministro de Economía por el Frente Amplio) Danilo Astori había declarado ser católico, pero era como si lo dijera pidiendo disculpas. Durante mucho tiempo se decía que los católicos éramos tibios, pero también vivimos en un ambiente bastante hostil hacia la Iglesia. Por eso, es positivo que políticos, especialmente desde la izquierda, se manifiesten como católicos practicantes y convencidos, lo que demuestra que su fe no es incompatible con su postura política.

¿Tenés algún referente en la fe?

Sí, San Ignacio es un gran referente porque es la fuente de mi espiritualidad. También he tenido muchos referentes a lo largo del camino, tanto sacerdotes como laicos, que me han ayudado a madurar en mi fe. Además, el Papa Francisco ha sido una figura clave para mí. Su liderazgo ha traído un deseo de sanar heridas dentro de la Iglesia, como el tema de los abusos que durante mucho tiem-

po no se trató de forma adecuada, lo que causó más dolor También ha puesto temas importantes sobre la mesa, como el cuidado de la casa común.

En cuanto a tu trabajo más específico, ¿cómo vivís las campañas electorales y qué particularidad ves en la actual?

Creo mucho en la política como una herramienta para mejorar la vida de

las personas. Conozco a los políticos desde su lado más humano y, como los asesoro, logro ponerme en el lugar de cada uno. Me parece importante ayudarlos a conectar con la gente y ofrecer lo mejor. Las campañas son momentos privilegiados donde podemos aportar insumos para que los candidatos y partidos hagan lo mejor para el país. Sobre la actual, algunas personas la consideran aburrida o vacía de contenido.

Lo que le digo a mis hijos es que, al votar, deberíamos pensar en el otro, en quién puede ayudar más a aquellos que tienen menos posibilidades, menos capacidad de valerse por sí mismo.

Creo que nos hemos acostumbrado a la constante estimulación de las redes sociales, y ahora esperamos lo mismo de las campañas políticas. Pero no son necesariamente lentas o vacías, solo que las comparaciones con otros medios más dinámicos hacen que lo parezcan. También creo que hay más miedo a arriesgar porque la competencia entre los dos bloques es muy pareja y perder un poco puede significar perder la elección.

Sobre los jóvenes y la política, ¿qué podrías decir sobre esa relación hoy en Uruguay?

Creo que los jóvenes están menos interesados y más desconectados de la política, al igual que de otras áreas colectivas. La cultura actual, más individualista, afecta su vínculo con la política. No es que no les importe específicamente la política -su desinterés por lo colectivo es más general, pero lo viven de manera diferente a generaciones anteriores.

¿Cuál es tu mensaje para estas épocas de campaña electoral y de comunicación agitada?

Me gustaría reflexionar sobre cómo los cristianos debemos posicionarnos frente a la política y a las responsabilidades públicas. No todos los cristianos estamos llamados a participar directamente, pero creo que tenemos que meternos en política si queremos cambiar la realidad. El voto es una responsabilidad. Lo que le digo a mis hijos es que, al votar, deberíamos pensar en el otro, en quién puede ayudar más a aquellos que tienen menos posibilidades, menos capacidad de valerse por sí mismo.

Artesanos de unidad

Uruguay es una excepción respecto a los discursos polarizados de la región: por qué ocurre que en nuestro país no hay grieta y qué desafíos tenemos para que siga ganando la lógica del consenso

Los candidatos no siempre tienen diferencias. De hecho, muchas veces, se pueden encontrar entre ellos grandes coincidencias. Y en esta recta final de la campaña, la más evidente tiene que ver con la que expone esa misma afirmación: la búsqueda de los presidenciables por articular, generar acuerdos y ofrecerse a los votantes como personas capaces de dialogar con aquellos que piensan distinto.

Esa estrategia enfocada en la articulación no es nueva en el escenario político del Uruguay, pero sí es una rareza si se la compara con los discursos polarizados que se vienen escuchando cada vez más, por ejemplo, en nuestros vecinos Argentina y Brasil. También en Estados Unidos y otros países europeos.

Sin embargo, esta idiosincrasia en pos de los consensos tiene razones bastante evidentes y saludables. Es que, según una encuesta de El Observador, la Unidad de Métodos y Acceso a Datos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República y el estadístico Juan Pablo Ferreira, en Uruguay es menor el sentimiento de rechazo hacia partidos políticos que no son el propio, en comparación con lo que sucede en otros países.

El estudio, publicado en setiembre de este año, indica que a la mayoría de nuestros ciudadanos les es indiferente tener amigos que voten al partido que ellos no apoyan. A su vez, menos de la cuarta parte se sentiría disgustada si uno de sus hijos se casara con un elector de otra colectividad. Ese mismo dato, por ejemplo, es más del doble en Estados Unidos, donde un 38% de los republicanos y los demócratas se sentirían un poco o muy molestos con un yerno o nuera del partido opuesto, señala El Observador. Y agrega que en una región en la que la polarización es cada vez más evidente, Uruguay sigue siendo una isla de cercanía y de búsqueda de acuerdos que se refleja en los discursos políticos

En otras palabras: hasta ahora, en nuestro país, no existe el fenómeno que en otros lugares se conoce como

En una región en la que la polarización es cada vez más evidente, Uruguay sigue siendo una isla de cercanía y de búsqueda de acuerdos que se refleja en los discursos políticos

grieta. El sociólogo y experto en comunicación política, Federico Irazábal, aseguró al BS que, aunque algunos pueden coquetear con discursos polarizadores, es muy difícil hacer una campaña negativa y de confrontación porque al otro día te cruzás con el otro en el supermercado. Para Irazábal, esa dimensión de tamaño y de una cultura democrática y tradición basada en los partidos,

que imponen algunas reglas, nos tiene afortunadamente blindados Esto no significa, lógicamente, que no existan diferencias entre los ciudadanos y en las propuestas que hacen los partidos para ganar las elecciones y gobernar. De hecho, en el campo de la ciencia política se entiende que cierta polarización es necesaria en tanto la democracia se

El Observador

sustenta también en la gestión de los disensos.

Sin embargo, los desacuerdos en Uruguay están lejos de ser una guerra cultural. No hay una polarización tóxica donde se acuse al adversario de enemigo, ni está permitido para la enorme mayoría de la dirigencia el insulto recurrente o la legitimación de la violencia sobre el otro político. Ese terreno en el que Uruguay está desde el regreso de la democracia se sostiene, detalla un informe del politólogo Iván Schualiaquer, publicado a mitad de año por la Fundación Friedrich Ebert. El mismo documento sostiene que a eso se le suman diferentes consensos claros entre los distintos partidos, que no consideran que todas las dimensiones de lo social y lo político se reduzcan a la

distinción y exclusión entre un 'nosotros' y un 'ellos'

CRISPACIÓN Y REDES SOCIALES

A pesar de las buenas noticias, el estudio de El Observador, la Universidad de la República y Juan Pablo Ferreira señala también que un 46% de los uruguayos considera que el clima político es de mayor enfrentamiento que hace cinco años. Y la hipótesis principal que tienen los expertos de por qué los encuestados tienen esa creencia está en las redes sociales. Los que más generan contenido e interactúan en esos ámbitos son los más extremos o polarizados, asegura El Observador Otro estudio de la Fundación Friedrich Ebert, titulado Polarización en el país de los consensos: política y redes sociales y publicado en 2023

va en la misma dirección.

Para Irazábal, en este escenario emergente lo mejor para los ciudadanos es informarse más y mejor y devolverle a la política la seriedad, que no es solemnidad, pero sí es una cosa seria porque tiene que ver con nuestra vida. Si bien en el mundo digital a veces parece que se mueve la aguja con ciertos discursos duros, si reducimos lo que decimos a que de un lado están los zurdos y del otro, los fachos, el empobrecimiento de la política es inminente, opinó el experto

El desafío es importante para los ciudadanos, en tanto están bombardeados por estas nuevas maneras de expresión, pero también para los políticos que nos piden su voto elección tras elección. Según Irazábal, el hecho de no contribuir a que se materialice una grieta pasa mucho por el trabajo a nivel discursivo. Para el experto, los protagonistas deben pensar en tener asesores que los hagan utilizar las palabras en beneficio del acuerdo y la buena política, en busca de la reflexión y el pensamiento. A su vez, se tiene que profesionalizar la comunicación política para que las palabras no generen daño ni confusión, indicó.

EL PAÍS DE LAS MITADES

Si bien los cambios en los guarismos de votación son naturales, el escenario electoral uruguayo lleva al menos un lustro repartido en dos mitades prácticamente iguales. Más aún, la historia política del Uruguay es, de algún modo, la historia de dos grandes bloques.

Consultado por este fenómeno y, en particular, sobre si esto podría ser un factor que potencie la polarización en nuestro país, Irazábal explicó que la lógica del péndulo, donde un amplio grupo de votantes cambian de partido elección tras elección, hace que los discursos pro grieta no sean ni siquiera convenientes.

Sin embargo, que eso continúe siendo así dependerá de una delicada artesanía donde los partidos y los ciudadanos deberán seguir gestionando y resolviendo sus diferencias.

Buenos cristianos, honrados ciudadanos

Don Bosco resumió su visión "política" en torno a una combinación inseparable de "buenos cristianos y honrados ciudadanos" para que una persona alcance toda su plenitud. La creencia que impulsó la acción educativa de nuestro fundador es que todos los jóvenes pueden llegar a serlo.

La profundización en ese postulado se convierte en un elemento esencial, no solo para definir en términos rigurosos su visión de la educación, sino también y, en particular, para reconsiderar la dimensión social y política de Don Bosco.

La combinación de nuestro objetivo educativo de buenos cristianos y honrados ciudadanos requiere formación en la fe, esperanza y amor para vivir los valores de la ciudadanía activa comprometidos con el Evangelio. También enseñar a leer los signos de los tiempos como lo hacía Jesús, agudizar el sentido crítico, la sabiduría de valoración de la realidad y de las consecuencias prospectivas de los acontecimientos. En fin, educarnos y entrenarnos en la mirada del Resucitado sobre la dinámica humana y la fuerza de la gracia.

El cristiano no actúa aislado, sino en una comunidad de creyentes. Desde la perspectiva de la fe centrada en la encarnación, asumimos en Jesús la responsabilidad de colaborar, con nuestra identidad y nuestras creencias, en la creación de una convivencia orientada al bien común que no es ni más ni menos que la dignidad de la persona entendida según el humanismo cristiano.

Si por política entendemos la promoción del bien común, del cuidado y bien de la propia polis, político es todo lo que se refiere a la ciudad. Allí,

la familia y la escuela adquieren un papel preponderante porque son los operadores indispensables de la educación para la ciudadanía activa.

Más allá de cualquier posible definición, podemos ver que la familia es la base del proceso educativo. Es el núcleo fundacional de toda sociedad, un lugar natural de vínculos y entrelazamientos relacionales, de profun-

los más jóvenes, creando caminos que ayuden a aumentar la atención hacia la sociedad en la que viven y a una participación activa y gradual en la vida de la escuela y de la comunidad. También ayuda a los escolares de todos los niveles a crecer en conciencia de respeto a los derechos y deberes, a ser responsables y capaces de responsabilizarse de sí mismos, a ser promotores de la paz, expertos en

didad de los intercambios emocionales. En su dinámica educativa se aprenden valores morales y religiosos de forma paulatina, pero indeleble. La vida familiar es una iniciación a la vida en sociedad, es el humus de la sociedad. Aquí aprendemos la gramática de la paz y somos educados en las virtudes de la acogida, la comprensión, la solidaridad, el respeto, el cuidado mutuo, la convivencia en el amor y en un fuerte sentido de pertenencia. La conexión que mantiene unido al grupo permite a sus miembros relacionarse con el mundo exterior

La escuela, en tanto, es el agente educativo indiscutible de las nuevas generaciones y toda civilización se reproduce y recrea a través de la educación, por lo que no puede evitar el compromiso intencionado de promover y desarrollar la ciudadanía activa y las habilidades cívicas en

la convivencia civil y la gestión de conflictos, abiertos al diálogo, la solidaridad, la tolerancia, la acogida y la inclusión.

Una última palabra para la ciudadanía digital, que hoy no podemos descuidar y merece ser considerada ampliamente. El escenario tecnológico, ya de por sí complejo, se está poblando de máquinas cada vez más autónomas e inteligentes (robots, pero no solo). Por lo tanto, es de vital importancia reafirmar los valores que serán la base de nuestra civilización en el futuro. El tema es muy desafiante y ciertamente requiere un estudio más profundo. La esperanza para todos es «que de la actual crisis global surja la voluntad común de dar vida a una nueva cultura de solidaridad y participación responsable, condiciones indispensables para construir juntos el futuro de nuestro planeta».

EL CORAZÓN POLÍTICO DE DON BOSCO

Y usted Don Bosco, ¿qué posición va a tomar?. Mi política es la del Padre Nuestro, respondía él sin miramientos. A Don Bosco le tocó vivir en una época de mucho movimiento: el llamado Resurgimiento, donde las ideas democráticas en contra de la monarquía, la independencia de Italia frente a Austria, y las ideas de la unidad tana florecían en toda la ciudad.

A Don Bosco lo apretaban para que tomara postura en los distintos debates ideológicos de la época, pero él eligió mantenerse al margen. Sin embargo, esto no lo hacía un hombre apolítico; de hecho, era un hombre muy político y un político muy hábil. Un ejemplo es cuando tuvo que realizar trabajos diplomáticos entre el naciente estado italiano y el Vaticano. Pero sin duda, su opción política más firme fue la opción por los jóvenes pobres, abandonados y en peligro. De ahí que su política fuera la del Padre Nuestro.

Don Bosco se hizo servidor para que el Reino de Dios viniera y se construyera en la vida de sus muchachos. Trabajó incansablemente para que la voluntad de Dios, que es voluntad de amor y justicia, se cumpliera en la historia de los jóvenes del oratorio. Se desvivió para que no faltara el pan de cada día en la mesa de sus jóvenes. Enseñó a perdonar y a aceptar el perdón, y de ese modo, poco a poco, a poder sanar los corazones heridos de sus muchachos.

Todos, incluso los jóvenes, vivían sumergidos en este ambiente revolucionario: un tiempo caldeado políticamente, con muchas voces contrapuestas de un lado y del

otro, con ideas y discursos que se multiplicaban en cada esquina. Incluso muchos sacerdotes tomaron las armas, alistándose y luchando por la independencia italiana. Es icónico el caso del P. Juan Cocchi que llevó junto con él a muchos jóvenes de su oratorio, que entendían que ir al frente de ataque era la mejor forma de participar en esa coyuntura tan especial.

A Don Bosco lo tentaron con esta opción, pero ideó una forma distinta de participación juvenil para esos tiempos tan calientes: involucró a los jóvenes en la creación, estructuración y andamiaje del oratorio.

En 1854, Don Bosco reunió en su habitación a Rúa, Rocchietti, Artiglia y Cagliero, a quienes les propuso ...hacer, con la ayuda del Señor y de San Francisco de Sales, una experiencia de ejercicio práctico de caridad con el prójimo.... Más adelante, en 1859, Don Bosco se encontró con 17 jóvenes a quienes hizo la invitación explícita de fundar la congregación salesiana para promover y conservar el espíritu de verdadera caridad que se requiere en la obra de los Oratorios para la juventud abandonada y en peligro...

Don Bosco, involucrado políticamente en bien de los jóvenes, y ellos participando activamente con él, le dieron vida al oratorio festivo.

Juan Manuel Fernández SDB

Natalia Roba:

Natalia Roba es periodista de raza. Cuando todavía estudiaba Comunicación, a finales de la década de los 90, llegó a la redacción del diario El País. Luego se especializó en la cobertura de temas judiciales y en 2007 se incorporó a El Observador. En ese medio se convirtió en editora de Actualidad y más tarde, en jefa de redacción. Hace poco, sin embargo, volvió a la sección que la convirtió en una de las periodistas más prestigiosas de la prensa escrita uruguaya: desde 2023 es editora de Judiciales.

Ganó el Premio Morosoli de plata en la categoría Periodismo nacional de investigación y también fue reconocida con el premio a la Mujer del año en Prensa escrita en marzo de 2024.

Cuando era chica jugaba a repartir el Boletín Salesiano y en estas páginas también escribió durante mucho tiempo.

En esta entrevista habla sobre su trayectoria en los medios de comunicación, su trabajo en la campaña electoral y el gran cariño con el que recuerda la educación salesiana que recibió.

¿Cómo fue tu llegada a El Observador y cómo te convertiste en jefa de redacción?

En 2007 me llamaron para cubrir la sección Judicial. Ya tenía algo de experiencia en el área, así que me sumé luego de siete años en El País. Luego pasé a ser editora de Actualidad y lo de redactora en jefe fue más tarde, en 2021. La dirección buscaba a alguien que pudiera coordinar el trabajo entre la productora y la redacción y mi función era asegurar un ida y vuelta en las reuniones de equipo para que todos aprovecharan al máximo los contenidos.

También escribiste durante varios años en el Boletín Salesiano. ¿Cómo fue esa experiencia?

Sí, formé parte del equipo durante varios años. Cuando me sumé estaba trabajando en El País TV y no estaba escribiendo notas porque me dedicaba a la producción. Entonces, cuando la editora de entonces, Adriana (Porteiro), me invitó a sumarme, me encantó la idea. De chica jugaba a repartir el Boletín como si fuera la maestra, así que siempre fue una presencia importante en mi casa. Tengo un gran cariño por los salesianos: mi formación fue en el Maturana y en el Juan XXIII, y mi familia siempre estuvo vinculada a la comunidad.

¿Cómo fueron esos años, en comparación con el periodismo más duro que hacías en El Observador? Lo del Boletín fue una experiencia muy enriquecedora porque tocaba temas distintos, más humanos y sociales.

Hacía informes sobre educación, por ejemplo, que es un área que no cubría en mi trabajo habitual, lo que me permitía ver otra faceta y me daba una perspectiva más profunda y positiva. Este año tuve que dejarlo porque estoy terminando un doctorado en Comunicación y estoy abocada a la tesis, que también es sobre un tema interesante: el debate sobre la laicidad en Uruguay

Estoy investigando cómo fue representada la Iglesia Católica en el tema del espacio público y el uso de la rambla para la instalación de la Virgen. Creo que es importante aportar a la discusión académica en este tipo de temas.

¿Cuál es tu vínculo con el carisma salesiano?

Desde la infancia, la fe ha estado muy

presente en mi vida. Me formé en una familia católica y siempre he tenido un lazo con la familia salesiana. Tomé mi primera comunión en Maturana y, más adelante, me acerqué al Opus Dei, pero luego volví a conectar con los salesianos. Siempre me gustaron las misas de la comunidad, con sus cantos y guitarras.

¿Y cómo integrás la fe en tu trabajo diario como periodista?

Siempre trato de tener presente a Dios en mi trabajo. Antes de empezar a escribir le dedico un pensamiento; pido que me ayude con lo que tengo por delante, sobre todo en esos días en que parece que las ideas no fluyen. A lo largo de los años, sentí que Dios estaba ahí ayudándome a encontrar las noticias y a enfrentar los desafíos.

¿Por qué decidiste estudiar periodismo? Cuando estaba en el liceo teníamos una materia de discernimiento profesional que nos llevaba a conocer distintas carreras y profesiones. En una de esas visitas, fuimos a Canal 4 y recuerdo que pensé: esto es lo mío. Estábamos en la redacción, en el turno nocturno viendo a los periodistas trabajar y me di cuenta de que me gustaba ese contacto con la gente y la posibilidad de conocer muchas cosas. Siempre tuve una inclinación humanista; además, me interesaban temas como la política y el derecho. El periodismo me daba la oportunidad de saber un poco de todo y eso me terminó de convencer

¿Cómo describirías el trabajo en una redacción en campaña electoral? En una redacción siempre hay cambios, uno llega con un plan y de repente surge una noticia importante que lo

cambia todo. El trabajo implica ir detrás de la información constantemente. Los periodistas solemos cubrir áreas específicas y tener roles definidos: los editores hacen ciertas tareas, los periodistas otras, pero en una campaña todo gira en torno a las elecciones. Ahora estoy más enfocada en el área judicial, pero sigo escribiendo una columna semanal de análisis político que me lleva a tener mucha cercanía con la campaña.

Mencionabas que el contacto con la gente es importante para vos. ¿Cómo ves la relación entre los políticos y la ciudadanía? ¿Sentís que los candidatos tienen llegada?

La relación es compleja. Hay un sector de la población que sigue muy alineado con sus partidos independientemente de lo que ocurra. Los temas que interesan suelen ser los de siempre: seguridad, economía. Las encuestas muestran eso. Sin embargo, hay cierta desconexión, me parece que falta un poco de comunicación genuina entre los políticos y la gente.

¿Cómo ves a los jóvenes y su vínculo con la política? ¿Creés que los candidatos logran interpelarlos?

No del todo. Hay grupos de jóvenes que están muy metidos en política, pero son una minoría. La mayoría no muestran tanto interés. Hace poco alguien me comentaba que los jóvenes suelen tener perfiles muy definidos según el partido, incluso están más segmentados por clase social. En general, parece que falta una comunicación efectiva que realmente los atraiga. Algunos temas como salud mental o bienestar animal tienen éxito, pero no sé si las estrategias actuales logran conectar realmente con ellos.

La experiencia de “Iglesia en diálogo” y el aporte de las obras sociales

Previo a las elecciones nacionales de octubre, los candidatos presidenciales de los partidos políticos se reunieron con referentes eclesiales en el marco de los encuentros de Iglesia en diálogo.

La Hna. Laura Guisado, directora del Colegio San José de Las Piedras y de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (Audec), fue parte de esos encuentros. La religiosa salesiana representó a las obras sociales y en entrevista con el BS destacó la importancia de encontrarse con los políticos para ser escuchados. También resaltó que es fundamental que estos proyectos reciban el apoyo del Estado.

¿Cómo se desarrolló el encuentro con candidatos?

Mantuvimos entrevistas con Álvaro Delgado, Yamandú Orsi, Pablo Mieres, Guido Manini Ríos y Andrés Ojeda. Para nosotros fue una instancia muy valiosa; poder presentarles nuestra mirada, compartir pareceres y preocupaciones fue de suma importancia para la construcción colectiva y para la cantidad de niños, niñas y adolescentes que son alcanzados por nuestras propuestas. Intentamos encontrar los puntos de sintonía con cada programa político y los desafíos que se podían plantear con cada uno.

¿Quiénes fueron parte?

Participaron el cardenal Daniel Sturla, monseñor Heriberto Bodeant y monseñor Arturo Fajardo. También fueron parte los referentes de algunos de los grupos presentes en el territorio vinculados con la Iglesia Católica: la Pastoral Social de la Arquidiócesis, la Pastoral Carcelaria, Ceprodih, Cáritas, la vicaría de la Educación de Montevideo, el departamento de Comunicación y Audec.

¿Cuál fue la finalidad de las reuniones?

El objetivo fue generar un espacio de cercanía en el que pudiéramos presentarnos como socios y manifestar nuestros deseos, preocupaciones e intereses. También queríamos escuchar con atención lo que los candidatos quisieran preguntar o proponer. Pero, sobre todo, buscamos mostrar la relevancia de nuestra presencia en todo el país. Nuestros colegios están en todos los departamentos y en educación no formal, en 14 de los 19 departamentos. Estamos en los barrios donde muchas veces otros no llegan, buscando la cercanía con los que más lo necesitan, porque allí es donde se hace imprescindible la mirada atenta, el cuidado amoroso y el vínculo cercano. Somos colaboradores del Estado, trabajamos juntos y nos gusta poder ser un lugar donde aportamos con voz y elementos para la reflexión. Todos buscamos el bien del pueblo y el cuidado del alma.

¿Qué temáticas abordaron?

Buscamos el punto donde podíamos

conectar con el bien de la gente, con el horizonte del servicio por encima de todo. Les contamos todo el trabajo que realiza la Iglesia y la educación católica. Audec reúne aproximadamente 170 proyectos socioeducativos que se desarrollan tanto en Montevideo como en el interior y pusimos sobre la mesa la atención a los más vulnerables, la necesidad de apoyo para la educación formal pública de gestión privada, la salud mental y la educación emocional, el trabajo en las cárceles y las adicciones.

¿Qué se planteó desde el lugar de las obras sociales?

Entendemos que la alianza con el Estado nos permite llevar adelante nuestra misión. Hay muchos de los proyectos socioeducativos que no poseen financiación y los llevamos adelante como Iglesia, con compromiso y responsabilidad, gracias a las congregaciones y también a las donaciones.

¿Qué preocupaciones trasladaron? Nos preocupa y nos ocupa las infan-

cias vulneradas, la violencia que cada vez más salpica a las familias trabajadoras. Allí están los clubes de niños, los centros juveniles y los CAIF. Hay un trabajo, que muchas veces es silencioso, de diferentes educadores para que existan lugares seguros. No solo en el sentido explícito de la palabra, también esa contención emocional, la escucha, el acompañamiento para encontrar un proyecto de vida. Pero para eso, necesitamos más apoyo de parte del Estado.

¿Qué frutos esperan, luego de estos encuentros con los candidatos a presidente?

Queremos ser tenidos en cuenta cuando se tomen decisiones que incluyan a la infancia y la adolescencia. Que nos consulten y nos vean como un socio activo. También, respecto al tema de las exoneraciones o financiamientos, que visualicen que estamos realizando un trabajo que derrama en toda la sociedad. Hay que ver cómo seguimos las conversaciones y ahí veremos los efectos de esta experiencia.

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