Las experiencias de contemplar en la acción nos cambian las miradas, y esos
cambios nos cambian a nosotros, con la maleabilidad de un niño.
Algo hay que estar buscando y algo hay que estar esperando para disponerse a
encuentros que nos regalen la CONTEMPLACIÓN EN LA ACCIÓN.
Es un don de Dios para CONFIAR EN DIOS en toda circunstancia.
Ese don, nos mueve a cambiar uno mismo para poder vivir en este mundo como niños,
porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos.
Y como los niños tienen la palabra, a este Boletín Salesiano ¡léelo, te vas a
encontrar! … contemplativo en la acción.