Sabido es ya que no hemos vivido una época de cambios sino un cambio de época. Ello ha supuesto una auténtica revolución para el sector financiero en general y, en concreto, para el sector bancario de nuestro país. Escándalos, fusiones, rescates... han conf igurado un nuevo mapa que no parece haber llegado a su fin.
Es momento ya para que los que han sobrevivido empiecen a tomar medidas en la reinvención del negocio, no solo en respuesta a las presiones actuales, sino también para adaptarse rápidamente al mañana.