Hasta debajo de las piedras…

¡hay clientes!

Prospectar significa buscar clientes y es la primera tarea de un buen vendedor. Hay muchas formas de prospectar. ¡Vamos a descubrirlas!

Prospectación interna

Échate un clavado en tus notas y ve quiénes te han comprado anteriormente. Es posible que entre estas personas encuentres a muchos que últimamente no han comprado tus productos, ¿qué esperas para llamarles?

En ferias

Hoy en día hay eventos que nos permiten conocer clientes nuevos. Una feria es un evento periódico en el que diversos expositores exhiben sus productos o servicios para atraer clientes.

La ventaja de las ferias comerciales es que tú estás en tu stand y los posibles clientes llegan a pedir informes.

Para que te vaya bien debes elegir a qué feria asistir; debe ser la más adecuada para tus productos y debes asegurarte de que lleguen clientes de tu mercado meta.

Prospectación directa

La prospectación directa o cambaceo es lo que comúnmente llamamos “tocar puertas”. Hoy en día no puedes tocar las puertas de las casas porque es peligroso, pero sí puedes acercarte a negocios que podrían vender tus productos. Esto debes hacerlo siempre acompañado de un adulto de tu confianza.

A través de conocidos

Las relaciones públicas son muy importantes para un vendedor.

Tus familiares, amigos, o simplemente conocidos, podrán comprarte o recomendarte con otras personas.

Mientras más gente conozcas más oportunidades de venta tendrás.

A través de directorios

Existen muchos tipos de directorios, desde el directorio telefónico, ya sea de empresas o personas, hasta directorios en internet.

En ellos encontrarás prospectos que pueden comprar tus productos o adquirir tus servicios.

Como puedes ver, hay muchas formas de encontrar clientes a quienes vender tus productos. Una vez que se interesen en tu oferta deberás persuadirlos para que compren.

No todos comprarán, pero mientras más candidatos tengas, más ventas cerrarás.