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Valentina y la flor que se multiplicó
Había una vez una niña, llamada Valentina, que venía de una familia muy pobre. Ella vivía con sus dos hermanitos y con sus papás quienes hacían grandes sacrificios para poder enviar a sus hijos a la escuela y darles comida y vestido. Valentina vivía en una zona donde había una gran riqueza natural, pero iba a la escuela en una zona céntrica de su ciudad.
Un día, al salir rumbo a la escuela, Valentina encontró una flor tirada en el suelo, la recogió y subió al autobús con ella. Al llegar a la escuela con la flor en sus manos, pasó una señora y al ver lo bonita que era la flor de Valentina le ofreció comprársela. Valentina amaba su flor, pero pensó de inmediato en la oportunidad que representaba para su familia que ella ganara un poco de dinero por lo que aceptó venderla. La señora le entregó $20 por su flor. Valentina estaba tan feliz que apenas pudo concentrarse en su clase.
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Al salir, subió al autobús de regreso, ilusionada por llevar ese dinero a casa, pero al bajar en la parada, ya cerca de su hogar, vio un puesto de flores y preguntó el precio de una flor idéntica a la que ella acababa de vender. ¡El precio era de $5!
Al descubrir el buen negocio que había hecho esa mañana, Valentina decidió invertir sus ganancias del día y entregó los $20 al dueño del puesto, encargándole 4 flores iguales para la mañana siguiente. No dijo nada en su casa, pero la ilusión de este nuevo negocio no la dejaba dormir.
A la mañana siguiente salió de casa más temprano que nunca y recogió las flores que había pagado el día anterior. Corrió al autobús y al bajar cerca de la escuela, caminó con sus flores a la vista. Eran tan hermosas que todos las veían y cuando le preguntaban si las vendía, ella decía que sí, que costaban $20. Dos maestras le compraron, y una amiga se llevó dos como regalo de cumpleaños para su mamá.
Al salir de la escuela Valentina tenía ya $80.
Al llegar con su proveedor, le pidió 16 flores para la siguiente mañana. Ese día pidió a sus papás que fueran a pasear a un parque cercano a su escuela. Ahí colocó un mantel con sus flores y mostró a su familia su nuevo negocio. Ellos le ayudaron a vender, y a final del día tenían ya $320.
Valentina estaba feliz y su papá, quien estaba muy orgulloso de ella, decidió apoyarla. Solicitaron un permiso a la ciudad y montaron un bonito puesto que atendían cada fin de semana. Valentina seguía vendiendo algunas flores en su escuela, pero las mayores ganancias venían de las ventas en el parque.
La gente admiraba la belleza de las flores que Valentina traía del otro lado de la ciudad.
Al cabo de un año, abrieron un segundo puesto en otro parque y después de 5 años, la familia de Valentina tenía 6 puestos por toda la ciudad. Todos admiraban las flores y la familia pudo tener un mejor nivel de vida gracias al emprendimiento de Valentina.
El éxito de su negocio se basó en lo siguiente:
1.- Valentina aprovechó una oportunidad.
2.- Reinvirtió sus ganancias en lugar de gastar el pago de su primera clienta.
3.- La niña se dio cuenta de que algo que era común en una zona de la ciudad, era sumamente preciado en otra zona.
4.- Valentina contó con el apoyo de su familia, y la familia tuvo apoyo de las autoridades.
5.- Todos supieron reinvertir el dinero una y otra vez hasta que el negocio les permitió mejorar su nivel económico.