prólogo Este trabajo como antólogo, me recordó mi infancia cuando tenía que escoger entre infinitas posibilidades. Cuando escogía gomitas en una dulcería era igual de “desastroso” o, como lo calificaba mi mamá, el mayor popurrí. Ella agarraba una bolsita distinta y mezclaba solo tres variedades de gomitas y de cada tipo agregaba cinco. Quedaban quince, un buen número, organizadas y visiblemente agradables. Además, al comerlas, sus sabores no chocaban. Pero para mí siempre ha sido más importante probar un poco de todo para tener un panorama más amplio de qué es lo que voy a pedir la próxima vez en mayor cantidad. Si alguien me preguntaba cuál era la gomita más sabrosa yo podía guiarlo sin problemas. Bueno, este libro es una bolsita en la que metí siete sabores distintos de a dos gomitas. A simple vista no atrae, pero después de comer la selección que elegí que yo elegí, de paladear el “uno de cada uno”, de que ustedes prueben todos los sabores, decidirán si mi madre tenía razón. Esta antología toma dos poemas de autores destacados en su época y contexto. El tema que trataron los une, así los separen siglos, situaciones sociales y algunos continentes. A todos los poetas les toca vivir una experiencia que crea una visión de mundo distinta: cómo ven su oficio, dónde está la musa y qué hacen con su resultado, el poema. Cada vez me acerco más temporal, geográfica y socialmente a donde nos encontramos, cuando voy de Europa a Latinoamérica, del siglo diecinueve al veintiuno y de lo celestial a lo mundano. La respuesta para la pregunta de que si
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