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OPINIÓN

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ECONÓMICO

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¡A RECUPERAR LA CONFIANZA!

El gran reto de Bogotá es superar las fallas de planeación y de gestión de los contratos que dificultan el cumplimiento riguroso de los cronogramas de obra establecidos y de los presupuestos iniciales que dieron origen a los mismos. ¿Qué hacer?

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Por: Jorge Alberto Marín Gómez, vicepresidente Técnico de la CCI

Recientemente la Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI, en conjunto con el Instituto de Desarrollo Urbano, IDU, y cerca de 300 empresas consultoras, constructoras e interventoras de obras civiles, realizó una completa evaluación sobre aquellos aspectos que tienen incidencia en el normal desarrollo de los proyectos y que de una u otra manera estarían incidiendo en el cumplimiento de los cronogramas y presupuestos de las obras públicas en la capital.

Y es que, en efecto, históricamente en la ciudad, las obras civiles han sufrido de retrasos, demoras, sobrecostos, mayores valores en sus contratos e inclusive de manera desafortunada, fueron utilizadas para saquear las arcas de la ciudad en una pasada administración corrupta.

Sin embargo también es importante reconocer que hoy Bogotá cuenta con un Instituto que implementa procesos internos de maduración de los proyectos, que adopta metodologías de transformación digital para su desarrollo (BIM), que contrata las obras públicas con total transparencia, en concordancia absoluta con los pliegos tipo y, también, en una gran proporción adopta e implementa los manuales de buenas prácticas que promueve la CCI para la actividad de la consultoría y de la construcción.

A pesar de lo mencionado, persisten las dificultades en la gestión de los contratos. Ejemplos típicos son las demoras generadas por la interferencia de redes de

servicio público o la demora en el trámite y aprobación de los planes de manejo de tráfico. En ambos casos dos de las principales problemáticas que actualmente afectan los cronogramas de las obras y de los cuales muy seguramente ambas partes, sector público y contratistas tienen aspectos por mejorar en sus gestiones y actuaciones. Del reciente ejercicio se acordó la instalación de una mesa de trabajo interinstitucional, conformada por el IDU, la Empresa de Acueducto de Bogotá, EAB y la Secretaría de Movilidad, con el fin de precisar los requisitos mínimos que se deben cumplir para gestionar los tráLA PRIMERA LÍNEA DEL mites ante estas entidades. El gremio acompañará este espacio, liderando la participa-

METRO, EL REGIOTRAM ción de los contratistas que hoy ejecutan los DE OCCIDENTE, LOS 22 proyectos en la ciudad y que han tenido serias

CORREDORES VERDES DE dificultades en la obtención de las aprobaciones y permisos por parte de estas entidades.

ALTA Y MEDIA CAPACIDAD, No obstante, a pesar de estos esfuerzos

INCLUIDAS LAS TRONCALES por mejorar la gestión de los contratos, los

DE TRANSMILENIO Y LOS bogotanos deberemos tener paciencia, pues la cantidad de proyectos que actualmente

SIETE CABLES AÉREOS, se adelantan y los que se tienen planeados

DEBERÁN DESARROLLARSE EN LA contratar y ejecutar en los próximos años es PRÓXIMA DÉCADA TAL Y COMO ESTÁ realmente importante. La primera línea del

PLASMADO EN EL DOCUMENTO metro, el Regiotram de Occidente, los 22 corredores verdes de alta y media capacidad, CONPES 4034 DE 2021. incluidas las troncales de TransMilenio y los siete cables aéreos, deberán desarrollarse en la próxima década tal y como está plasmado en el documento Conpes 4034 de 2021. El gran reto es, por lo tanto, superar las fallas de planeación y de gestión de los contratos que dificultan el cumplimiento riguroso de los cronogramas de obra establecidos y de los presupuestos iniciales que dieron origen a los mismos. Y debe primar un compromiso de ambas partes, del lado público y privado. Solo de esta forma podremos recuperar la confianza de los ciudadanos en las empresas que ejecutan las obras públicas en la capital.

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