Revista 23 de la Cámara de Caracas

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Un mercado editorial con errores Banco del Libro: donde la lectura es la ganancia Rafael Arráiz: “Mi inspiración es Venezuela” Una librería debajo del puente Los tesoros escondidos de El Buscón El inicio de las librerías en Venezuela “Los libreros somos románticos” Kalathos: un espacio para cautivar al lector Un lugar fuera de lo común Sopa de Letras: un buen caldo para la literatura Noctua: un punto de referencia literaria Librería de Cedice: 30 años de pensamiento liberal Gastón Sardi electo presidente de la Cámara de Caracas

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ESPECIAL

Libros, Librerías y Libreros camara de caracas @camaradecaracas www.camaradecaracas.org.ve

REVISTA INSTITUCIONAL DE LA CÁMARA DE COMERCIO, INDUSTRIA Y SERVICIOS DE CARACAS. AÑO 10, Nº 23 - OCTUBRE 2014

Dahbar: impresión sobre el mercado del libro

Banco del libro, 54 años promoviendo lectura

Celebrada Asamblea de la Cámara de Caracas

Los libreros de las Fuerzas Armadas

Investigar para dejar un legado a la historia

La Revista de la Cámara E

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Malabares entre Letras

Libros, Librerías y Libreros es el tema ofrecido en esta nueva edición, la cual fue pensada en un momento complejo para el sector editorial venezolano, en el que existen múltiples esfuerzos para mantener vivo el valor de un libro, el esfuerzo de sus escritores, el negocio editorial y sobretodo el placer de los lectores por disfrutar de una amena lectura.

Conocer sus dificultades es descubrir el mundo que se esconde entre las páginas de sus textos, los cuales dejan huellas que perduran en el tiempo y en la memoria de los leyentes, más aún en momentos como los que confrontamos y en los que pareciera se cierran las posibilidades de tener entre las manos una buena publicación, aquella que nos gustaría leer pero que se nos imposibilita por no encontrarla o simplemente por no poderla adquirir, porque lamentablemente, la escasez también golpea al mercado editorial en Venezuela.

Desde esfuerzos individuales para producir una obra hasta intentos fallidos por pretender traer material de afuera se desvanecen ante la falta de acceso a las divisas, pero aunque resulte paradójico, también se están abriendo nuevas oportunidades, mientras que la cadena productiva del sector lucha por hacer un óptimo trabajo y dar lo mejor para seguir satisfaciendo a los lectores locales.

El talento nacional ha visto algunas ventajosas salidas para manifestar su impulso literario y algunas empresas siguen apostando a ello, pero realmente son pocos los resultados, sin embargo hay una esperanza que motiva a continuar escribiendo y a seguir imprimiendo a pesar de lo engorroso que puede resultar.

Alternativas culturales y literarias parecieran ser una de las iniciativas para reinventar el negocio de las librerías nacionales, y los caraqueños cada día evalúan y disfrutan esta posibilidad que se abre para todas las edades y gustos, en las cuales además se dan diferentes modalidades de arte, cultura, debates y maneras de relacionarse, compartir y recrearse.

Los libros están y seguirán allí, nuevos, usados, prestados y hasta debatidos en grupo, pues son la forma de viajar en el tiempo, de soñar, de vivir y de imaginar.

Esconden secretos y según la opinión de algunos “tienen alma”, pero sin duda, son un tesoro que bien vale la pena cuidar y preservar.

Dedicamos esta edición a este noble sector y a todo aquel apasionado por la lectura, a quienes creen en un buen libro y a aquellos que disfrutan su contenido y saben lo “sabroso” que resulta sentir el papel entre los dedos, hojear sus páginas y apreciar el valor de poder leer lo que realmente les gusta.

Letizia Buttarello Lavarte

Sergio Dahbar da su impresión sobre el sector venezolano del libro

Un mercado editorial con errores M

encionar a Sergio Dahbar es asociarlo inmediatamente a la imagen de un libro, porque además de ser periodista y reconocido en el medio literario, desde 2006 es editor de la revista El Librero y fundador del grupo editorial Cyngular, empresa que además de sacar su revista, cuenta con dos sellos editoriales como son La Hoja del Norte y Dabhar Ediciones, además de tener una división corporativa que hace libros para empresas.

“El sector del libro como en toda las épocas y dadas las circunstancias actuales, vive un momento muy particular. Este es un país donde hay mucho dinero y eso genera en muchos casos distorsiones que son un detonante, porque Venezuela es un excelente mercado para el libro. Las grandes cadenas y editoriales siempre han estado en el país porque hay una significativa circulación y una alta tendencia al consumo, lo que hace que se muevan y se vendan libros, con esto no voy a decir que se lean, lo que sí digo es que se venden muy bien”-indicó-.

Esa primera particularidad genera confusiones y entenderlo cuesta, porque un país con buenas ventas no tendría que tener problemas en el mercado editorial, pero hay serias limitaciones para traer textos del extranjero y solicitar permisos de importación, de modo que las librerías no tienen publicaciones y están desesperadas por adquirir mercancía.

El segundo obtáculo –agregóson los insumos con los que se producen los libros. No hay papel a dólar Cadivi, no hay planchas porque las importadas valen una fortuna y las tintas escasean, entonces hacer libros de autores locales que es una ventaja que los estimuló en su momento cuando se frenaron las importaciones, ahora también es un problema porque las imprentas no pueden pruducir y lo poco que hacen les sale demasiado caro.

A eso hay que sumarle el grave problema con la repatriación de dinero, por lo que las empresas grandes y trasnacionales no pueden sacar capital del país y como no le aprueban la asignación de divisas, deben dejarlo aquí. Eso ha ocasionado que muchas compañías se vayan del territorio, lo cual ha generado más trabas que convierten al negocio editorial en un mundo muy afectado.

“Aunque no todo es malo porque hay cadenas muy buenas como Tecniciencia, Nacho, Novedades, Alejandría, El Mundo del Libro y Muchos Libros.com, y todavía hay gente que está apostando por las librerías, existen aún dificultades adicionales. Una de ellas es la falta de productos y la otra es que muchas de estas librerías están ubicadas en centros comerciales que se ven afectadas por la amenaza de cierre” dijo Dahbar.

Frente a esa situación,estos comercios y sus ventas también han sido golpeados y en diciembre del año pasado con la aplicación de los precios justos impuestos, se afectaron sobremanera a pesar que hay un grupo de librerías buenas que están sobreviviendo. ¨Existe también una serie de autores venezolanos que han tenido que aprender a publicarse ellos mismos porque hay mucha gente que quiere

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escribir y contar su propia versión de lo que está pasando. Hay muchos escritores buenos pero no es tan fácil la venta. De manera que tenemos un mercado a media máquina con un potencial extraordinario porque la gente acá compra libros, no como en otras naciones que tienen etiquetas de cultos pero no venden; aquí hay un enorme potencial y gran capacidad para producir porque tenemos una maravillosa narrativa e historia, pero con toda esta situación y dificultades, está mermado el mercado, pero en cualquier momento todo puedría destrabarse y convertirse en lo que realmente es: un gran sector editorial¨ –afirmó-.

En cuanto al libro digitalizado Dahbar explicó que en el país aún no hay costumbre de leer en digital porque a la gente todavía le gusta tener el libro en la mano, además es muy diferente una revista que un libro, porque una revista son fragmentos de cosas que van pasando y se leen y ya, mientras que un libro obliga a leer con detenimiento y centrarse en una historia que se va construyendo. “Si quieres subrayar no puedes hacerlo igual, no puedes tocarlo y no es que estoy en contra porque eso será el futuro, pero en Venezuela es un paradigma que no ha funcionado todavía, en otros países eso ha sido un boom porque hay muchas posibilidades, y los libro se siguen vendiendo porque el negocio da para todo”.

Comentó el experto que el tema digital ha sido útil para escritores emergentes que no tienen apoyo, para eso los blogs son excelentes, porque si se es bueno escribiendo, seguramente algún editor lo va a buscar y le saca el libro. Antes no había ese acceso, mientras que ahora hay maneras de acercar al autor con el público y con los editores.

Se han dado casos de autores en otros países que luego que cuelgan su obra en Internet, logran sacarlo impreso y venden de forma exitosa su publicación, de manera que Internet no mata el libro, al contrario los autores jóvenes pueden demostrar lo que hacen. Hoy las editoriales son más accesibles y todas tienen web y maneras para hacerles llegar sus manuscritos, lo que pasa es que ahora para llamar la atención e imprimir en papel, debe ser un buen material porque es un riesgo para el editor que requiere una alta inversión al sacarlo, ponerlo en librerías y cobrar en un año, porque si es un autor desconocido es más dura la venta. A eso se suma una inflación alrededor de 60%, por lo que no siempre es negocio para el editor que pone el capital.

Referente a la crisis de papel, tintas y planchas existente dijo “en el país hay sólo 3 tipos de papel Sigmatic, de muy buena calidad,

grueso y lindo pero para libros no sirve; el Tancremi que es más delgado, bonito y estándar para libros y el Bond, no hay más, el problema es que escasean mucho en el mercado. El que se usa para periódico es otro tipo llamado Printer”.

En Venezuela se imprimen 1.000 ejemplares porque sino sale muy caro el unitario, el estándar son mil como mínimo pero hay gente que dice que eso trae pérdidas, por lo que tratan de editar únicamente textos que garantizan la venta y hacen un tiraje de 2 ó 3 mil por puro olfato. No obstante algunos libros se venden y otros no porque no todos resultan atractivos.

Referente al Librero indicó Dahbar, “es una publicación de buena calidad de impresión y excelente papel, sin embargo sobrevivimos con mucha dificultad porque no hay tanta publicidad sino patrocinios de algunas empresas que respaldan el modelo de negocio en el que tratamos de apoyar lo que hacemos, pues el Librero es una plataforma de apoyo al libro”.

El experto afirmó que todas las editoriales enfrentan problemas similares porque han subido los costos, bajado la publicidad, escasea el material y ya tampoco hay tantas revistas impresas porque muchas de ellas ya han pasado a digital.

Por otra parte precisó que las ventas con volúmenes significativos se dan en las cadenas de librerías especialmente ubicadas en centros comerciales, porque para las pequeñas y aisladas se hace más cuesta arriba, toda vez que señaló que los libros más demandados son de autoayuda, historia, política y best sellers que siempre se mueven bien.

En cuanto a los textos que no se venden, puntualizó que las editoriales los rematan a precios muy baratos y van a un mercado de libros usados como el puente de las Fuerzas Armadas, las ferias o en el interior del país donde hay quienes compran saldos.

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54 años promoviendo la lectura infantil y juvenil

Banco del Libro: donde la lectura es la ganancia E

l Banco del Libro ubicado en Altamira, es una asociación orientada a investigar, experimentar, innovar y divulgar acciones para la formación de lectores en el país, dirigidas en especial a niños y jóvenes y para lograrlo, evalúa, recomienda y distribuye libros y material de lectura en español y organiza actividades que desarrolla a través de programas de formación también para adultos, por lo que durante 54 años la institución se ha encargado de enseñar que “leer es un placer” y promueve su hábito no sólo entre niños, sino también entre padres, docentes, bibliotecarios, especialistas, editores y libreros.

Maria Beatriz Medina, directora del Banco del Libro explicó que nacieron en 1960 como un centro de canje de libros de textos, desde entonces han expandido sus actividades a diversas áreas de acción, como son el desarrollo de una red de bibliotecas escolares y públicas y de un programa de evaluación y selección de libros para niños y jóvenes. Son también responsables de la creación de los Servicios bibliotecarios móviles conocidos como Bibliobuses desde los años 70, encargados de visitar escuelas, barrios, cárceles y pueblos donde no existían bibliotecas ni librerías.

Como institución sin fines de lucro y autogestionaria siempre han buscado recursos propios, más ahora que el gobierno les retiró el apoyo que percibían desde su fundación, no obstante permanentemente buscan proyectos conjuntos con los gobiernos locales y empresas privadas para reinventarse y adaptarse a las distintas coyunturas.

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Cuentan además con una pequeña librería especializada en literatura infantil y salas que alquilan para talleres y eventos, lo cual les permite obtener algunos ingresos.

Dijo Medina que entre las actividades y programas que realizan destacan la selección anual de Los Mejores Libros para niños y jóvenes, para lo cual evalúa durante todo el año la información que envían diversas editoriales del mundo y que viene a ser la espina dorsal de su trabajo. Asimismo está Lectura y Ciudadanía, proyecto piloto llamado Cuento entre Amigos, que se ha llevado a cabo en algunos barrios de Caracas con aliados de la zona, con el propósito de fomentar la lectura como punto de encuentro, lo cual permite ponerse en la piel del otro, ver las cosas de una manera distinta y promover la ficción, la metáfora, la imagen gráfica o textual y brinda la capacidad de extender el mundo lógico. Leer para Vivir que fue un proyecto posterior al deslave de Vargas en 1999 que buscó promover la lectura entre los niños recluidos en los refugios de Caracas.

Cuentan también con talleres para docentes porque están convencidos que la escuela es un espacio de ensayo para la sociedad y el libro, el cual a su vez es una puesta en escena de esa vida en sociedad; de allí el proyecto de tender puentes con las distintas comunidades y la realización de otros talleres (incluso fuera de Venezuela) sobre lectura y crisis, violencia y tópicos de interés para mediadores como docentes, bibliotecarios, padres, adultos que trabajan con niños y líderes comunitarios.

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Para el programa Lectura y Ciudadanía han trabajo con escuelas municipales de Baruta y Chacao y fomentado “palabras para la no violencia” como una manera para incidir positivamente sobre la intimidación y violencia escolar (bulling), y con una propuesta muy sencilla de unos libros seleccionados para niños, se propicia la reflexión y abren las perspectivas del mundo, porque el objetivo del Banco es formar lectores críticos que puedan discernir, tomar posiciones frente a cualquier discurso, transformar la información en conocimiento, analizar, abrir la mente, entender, descifrar y sembrar el placer de leer situándose también en un ámbito más lúdico.

municipal, el cual es una cromo interferencia de Carlos Cruz Diez, lo cual atrae a muchos jóvenes que estudian la infraestructura.

“Desde la fundación en 1960, somos una institución de experimentación y ensayo que transferimos nuestro proyectos a comunidades, gobierno y empresas, e incluso creamos los primeros proyectos de biblioteca pública en el país, que luego se transfirió al Instituto Autónomo de Biblioteca Nacional y también a las unidades móviles de lectura (aunque en este momento no tenemos unidad de Bibliobús)”.

Aparte cuentan con una biblioteca y un Club de Novela que tiene préstamo circulante, lo cual no existe en casi ninguna biblioteca del país y preparan continuamente dentro de su programación talleres para cuenta cuentos y de formación de lectores para adultos, ya que los libros son sin duda un gran elemento alfabetizador también para los mayores.

Adicionalmente, están retomando el Club de Jóvenes Lectores, el taller de formación de narradores y siguen con el master de Literatura para niños y jóvenes que realizan desde hace 8 ediciones con la Universidad Autónoma de Barcelona, el cual les ha permitido establecer vínculos con instituciones, especialistas y promotores de lectura y ha tenido mucha demanda a pesar de la distancia y lo costoso que resulta.

Al principio el Banco de Libro operaba cerca de Plaza Venezuela pero desde los años 80 funciona en la actual sede en Altamira que fue un proyecto experimental del IDEC de la Facultad de Arquitectura de la UCV que dirigía Enrique Hernández y que es patrimonio

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Por otra parte indicó que el Banco tuvo un fondo editorial con un proyecto para niños que fue Ediciones Ekaré, cuyos derechos fueron transferidos en la década de los ochenta para que ellos lo desarrollaran, de manera que son instituciones hermanas y trabajan evaluando libros para niños. Hoy el Banco posee algunas colecciones propias para mediadores que se llaman Formando Lectores y otra dirigida a especialistas denominada Para Para.

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Leer es un placer En cuanto al premio que la institución organiza todos los años, comentó que tienen 34 años haciendo reconocimientos a los mejores libros para niños y cuentan con un comité evaluador de las publicaciones que mandan las distintas editoriales. “Es como un sello de calidad que emitimos y evaluamos libros en español porque somos un ente interdisciplinario formado por distintos profesionales que van analizando y luego un comité hace una presentación, discute y puede recomendarlo o postularlo ante un jurado infantil y otro juvenil.

Cada categoría seleccionan 5 ganadores y adicional trabajamos con las bibliotecarias de la Biblioteca Nacional quienes eligen los 3 libros imprescindibles, que resultan ganadores. Al final los que deciden son externos del comité evaluador y especialistas que van eligiendo los mejores textos, por lo que tratamos de tener una mirada plural sobre lo que hacemos. Una vez hecha la selección, montamos una exposición en la sede del Banco del Libro para darlos a conocer y finalmente utilizamos las portadas de los libros seleccionados para usarlos en el calendario que realizamos cada año”.

Sobre los reconocimientos obtenidos por la institución, Medina declaró que a lo largo de la historia han sido merecedores de diversos premios internacionales que empezaron a recibir desde la década de los ochenta, los cuales han permitido difundir su labor y proyectarlos a nivel mundial, además que los estimula, llena de orgullo y abre las puertas para seguir relacionándose, nutriéndose y haciendo un trabajo de calidad que es aplaudido por la comunidad literaria y educativa internacional. “Por ello nuestro sello de recomendación es un sello de calidad muy prestigioso que buscan las casas editoras de todo el mundo, de allí que casi todas las editoriales que publican libros en español nos los mandan para que los evaluemos” –indicó-.

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Con mucha satisfacción por la labor que ejecutan, la directora del centro advirtió que no se puede imponer la lectura a los niños, ellos deber ir eligiendo lo que les atrae, aunque hay que orientarlos y enseñarlos. En la literatura hay un mundo irreal y aunque todo es imaginación se puede interactuar y ver. “Cuando un niño empieza a leer se produce una magia y descubre un mundo nuevo”. –afirmó-.

Hay varias premisas para el estímulo de la lectura, una de ellas es que los lectores se hacen en la infancia, pero no necesariamente, los que se inician deben tener un formato de lectura cerca de sus casas y sabemos la vulnerabilidad que existe. “Están también los espacios públicos para lectores que nunca han tenido la oportunidad y deberían fomentarse, para ellos ahora hay más posibilidades, pero sin duda hay que incentivar al lector en los espacios bibliotecarios y tratar de estimular lecturas en el ámbito ciudadano, con adultos, abuelos y niños, aunque faltan proyectos realmente abarcantes y sostenidos en la ciudad para la promoción de la lectura con personas adultas”.

“Existen publicaciones ilustradas como el libro-álbum que tiene una propuesta ilustrativa y otra textual que se articulan, las cuales abren las perspectivas de la imagen y de alguna manera están formando el gusto estético, lo cual es importante porque la imagen hace una propuesta textual y eso es lo que se trabaja con el libro infantil para formar lectores críticos –puntualizó-.

lo más reciente es el libro “Empresas venezolanas 9 historias titánicas”, que trata de nueve historias empresariales sobre la banca, ganadería, ferrocarriles y 6 estudios de caso de historias particulares de empresas. A su vez hay 2 libros que se desprende de éstas publicaciones que son un Manual de las Constituciones Venezolanas desde 1830 hasta nuestros días y también un estudio del Trienio Adeco entre 1945 y 1948, de manera que trabajo por intereses de épocas y temas de la historia de Venezuela que me interesan en particular”.

“A mí me motiva mucho iniciar trabajos sobre temas que no se hayan investigado, de manera que busco nichos para que mi estudio pueda hacer un aporte y llenar un vacío, pues la idea es que mi trabajo tenga utilidad, me guío de eso y me entusiasma; por eso escribí la primera historia de la poesía venezolana, al igual que no habían historias de Venezuela, ni de empresas venezolanas. Hay otros historiadores y yo quiero contribuir con esa área” –afirmó-.

Investigar para dejar un legado a la historia

Rafael Arráiz Lucca: “Mi inspiración es Venezuela” R

afael Arráiz Lucca es sin duda uno de los notables historiadores que se ha dedicado en los últimos años a rescatar la historia de Venezuela, tras la publicación de algunas de sus investigaciones dedicadas a la política, empresas y constituciones, por sólo mencionar las más recientes. Pero es que Arráiz además de doctor en historia es un destacado, abogado, investigador, ensayista, poeta, experto en comunicaciones integradas y profesor universitario que asume proyectos y se dedica a ellos con pasión, con el propósito de dejar un legado sobre algo que no se había investigado y contribuir así a contar parte de la historia del país.

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Tenerlo como entrevistado en esta edición, es para la Cámara de Caracas un privilegio y para mí como periodista, un placer haber compartido en una enriquecedora conversación.

“Mi trabajo lo ejecuto sobre la base del método porque todo los días leo y escribo los temas por intereses, por ejemplo publiqué tres tomos sobre la historia política en Venezuela, uno que recoge la conquista y urbanización del territorio; otro sobre la Compañía Guipuzcoana, la independencia y la formación de la República, y un tercero desde 1830 hasta nuestros días que es el periodo republicano; sin embargo

En la actualidad investiga para un libro que se llama “Civiles” que son 19 ensayos de 19 civiles venezolanos del periodo republicano, es decir personajes de los siglos XIX y XX siempre de la historia política nacional. Adicional desarrolla un proyecto desde hace 2 años y le faltan como 2 años más para culminarlo relativo a la historia del petróleo.

“Cuando hago estas investigaciones tardo mucho y las entrevistas son una fuente documental de las investigaciones históricas, pero trabajo con documentos, cartas y gacetas etc. y me apoyo en bibliotecas muy completas como la Pedro Grases de la Universidad Metropolitana donde trabajo y la de la Universidad de Rosario en Bogotá, Colombia, donde inicié este proyecto”.

Para Arráiz la estructuración al escribir se la va dando la misma investigación hasta que llega a establecer periodos y etapas de la materia que estudia, trabajo que ejecuta solo y sin asistente, a pesar que es una labor fuerte “pero es lo que me gusta”, resaltó.

A lo largo de su trayectoria profesional y ya hace algunos años, estuvo vinculado a la poesía pero prefirió dedicarse a los estudios

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“Los historiadores trabajamos con el pasado no con el futuro, por lo que no sabemos qué va a pasar aquí, ya se verá”. Arráiz

históricos porque eso le apasiona. El tema de la ciudad también ha sido importante y confesó entre sus proyectos de investigación tener pendiente uno sobre Caracas porque considera que hace falta una buena historia.

“El tema urbano siempre me ha gustado mucho por eso creé en el año 2001 la Fundación para la Cultura Urbana, en la que estuve al frente hasta 2010. Desde allí dedicamos mucho al tema de la ciudad y allí quedaron los libros, documentales y todo lo que se hizo, pero ya pasé esa etapa de mi vida. Ese legado lo tiene ahora la Sociedad de Amigos para la Cultura Urbana y su sede se encuentra en la Librería Noctua en Centro Plaza, donde todos sus libros están disponibles”.

Para el historiador hay en Venezuela muy buena documentación en las bibliotecas de la Unimet, UCV, UCAB y también en algunas del interior del país, por lo que afirma no tener problemas con las fuentes documentales, las cuales son de acceso público e incluso son perfectamente posible ver en línea y si algo interesa, se consulta en físico.

A nivel de librerías –agregó- hay muchos títulos nuevos de autores venezolanos; editorial Alfa por ejemplo, publica cerca de 40 títulos al año y en los últimos tiempos el movimiento editorial venezolano ha sido muy intenso y se ha incrementado. “La situación del país ha estimulado que escritores y periodistas participen de esa actividad intelectual y Alfa ha brindado apoyo al talento nacional, y a pesar que los costos del papel y las tintas se han incrementado, los libros siguen saliendo”.

Señaló Arráiz que el tiraje en Venezuela es proporcionalmente bueno en comparación con México y Colombia, y aunque hay muchos mitos, se venden más libros que Colombia y nadie lo cree a pesar que las cifras lo demuestran. “Aquí tenemos más cultura Año 10, Nº 23 - AGOSTO OCTUBRE2014 2014

de lectura y se lee mucha autoayuda, medicina alternativa, sanación, psicología; en segundo lugar historia política, lo que incluye el trabajo de los historiadores y de los periodistas políticos y después vienen otros rubros como narrativa, best seller, historias noveladas y algo de poesía.

Los libros para niños se venden muchísimo y la mejor editorial local es Ekaré, con la que publiqué varios libros hace años, pero luego no hice nada más con ellos porque ya mis hijos crecieron”.

libros para niños, crónicas de viajes y los de historia que me han ocupada los últimos 12 años de mi vida” –resaltó-.

La calidad de lo que se produce en el país y los talentos existentes son de los mejores de Latinoamérica; tenemos excelentes historiadores, analistas, la prosa es muy agradable y las publicaciones son de primera, nuestros libros están muy bien hechos –advirtió-.

“En Venezuela hay talento para todo, pero en materia literaria creo que empiezan a haber muy buenos narradores. El ensayo ha disminuido mucho y se ha desplazado por el ensayo académico; la poseía es buena pero se escribe poca y es reducido su público. Lo que más se venden son los que buscan explicaciones o interpretan la realidad histórica venezolana” –concluyó-.

Indicó el experto que contrario a lo que se piensa, Internet ha favorecido mucho la lectura y la ha incrementado, pues los niños están más vinculados con el alfabeto por lo que hay más acercamiento con el lenguaje escrito a través de las redes y en el mundo entero ha aumentado la venta de libros, esto incluye a Venezuela, por lo que no considera que el libro on line desplace al físico, al menos por ahora, sino que cree van a convivir.

Sobre el repunte de los eventos y movimiento cultural en librerías, indicó que son de larga tradición, lo que pasa es que ahora hay más que antes, se han incrementado la cantidad de librerías y la tarea civilizatoria se ha modernizado, incluso en el interior del país donde también existen bastantes librerías.

Referente a la actividad literaria nacional, dijo que tal vez puede ser un negocio rentable para la editorial pero no para el escritor, y aunque siempre deja algo, no es para vivir de ello; sin embargo “siempre queda una agradable sensación personal, pero sin duda no se escribe por dinero” –afirmó-.

“Siento mucha alegría y satisfacción que mi producto sea leído y es un aporte a mi país, porque lo central en mi inspiración es Venezuela, mi pasión en Venezuela. Ya perdí la cuenta de cuánto libros he escrito, quizá 50 o algo así; he publicado entrevistas, poesía,

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Rodnei Cásares: librero, gerente y editor de su propio sello

Ser librero no es vender libros, requiere una preparación Rodnei Cásares, librero, gerente de la Librería Alejandría II y editor de Libros del Fuego, comentó que la venta de libros había comenzado a bajar desde hace algunos años pero la curva ha descendido con fuerza en los tres últimos años, aunque hay meses que se incrementa por ciertos textos que salen, pero desde que la oferta bajó en las librerías, las ventas han disminuido considerablemente. “Creo que el poder adquisitivo en esta librería en particular no ha sido lo determinante, pues aquí hay clientes con cierto poder adquisitivo y las ventas no se han visto tan afectadas como en otros lugares, sino que más bien han sido perjudicadas es por la poca oferta, menor variedad y la reducida llegada de libros, lo que sí ha incidido porque hay muchos sellos que no llegan y otros que lamentablemente se han ido del país, pero no es porque haya menos lectores”- afirmó.

En la Alejandría II lo que más sale son libros nacionales y libros internacionales que se hacen en el país, pero la disminución es matemática por lo que hay menos productos, a la par que los precios se han incrementado al nivel de la inflación.

“Hay un mito, pues no hay forma de medir lo que más se vende porque no hay un patrón de lector venezolano. Se consume es lo que está de moda, por ejemplo se ha comercializado muy bien un libro de recetas que están sonando titulado “Sasha Fitness”; asimismo a principio de año se vendió “El poder de escuchar,” publicación de Ismael Cala muy demandada, pero no hay un patrón establecido, los venezolanos leen lo que está de sonando en el momento y sobretodo buscan mucha política y autoayuda”.

Indicó el librero que en Alejandría, conformada por 3 librerías del Grupo Editorial Alfa, más 2 librerías Luden que forman parte de las empresas (en total 4 en Caracas y una en Mérida), venden sobretodo literatura, ciencias sociales y ensayo histórico y político. De la editorial no conoce los planes pues son gerencias independientes, pero como librería promocionan eventos y encuentros dentro de sus espacios porque eso incrementa las ventas, pero están afectados por el tema de las importaciones, lo que ha tornado muy difícil la situación porque trabajan únicamente con lo que traen las distribuidoras.

Explicó que ser librero es un oficio, es encargarse de mantener, organizar y catalogar una librería, conocer acerca de las novedades editoriales para poder recomendar y orientar desde un niño hasta un anciano, por lo que debe ser una persona que sepa de literatura y lea muchísimo y de todo, no es un vendedor de libros, pues debe saber además cómo deben estar colocados los libros en una estantería. Ser librero requiere de una preparación y formarse “Siempre estoy leyendo algo, sobretodo narrativa, ensayo y cuentos, no como librero sino porque me gusta hacerlo por iniciativa propia” –indicó-.

Pero es que este talentoso joven además de gerente y ser reconocido como uno de los mejores libreros que hay en la ciudad, fundó el año pasado junto con un grupo de amigos la editorial “Libros del Fuego”, empresa que pese a las dificultades que se les presentan al sector, están apostando al talento venezolano y salieron con una editorial local en un momento de la historia donde hay crisis de papel y de tintas, como una manera de dar un espaldarazo a los escritores nacionales y a la industria nacional, y hasta ahora les ha ido bien.

“Sacamos el primer libro que fue una novela sobre beisbol y venimos ahora con un libros de poesía y entre los planes tenemos pensado varias cosas entre ellas, una novela, un libro de comics y uno de cuentos, todos en distintos géneros”.

Hasta ahora no hemos tenido problemas y contamos con una imprenta que ha podido respondernos con los insumos –dijo-, por lo que ya sacamos un tiraje de 3 mil ejemplares en la primera edición y el libro se está vendiendo bien en todas las librerías y con el segundo libros sacamos mil ejemplares.

“La empresa la conformamos 4 socios y aunque cada uno trabaja en áreas profesionales distintas, nos estamos dedicando a esto; yo sigo apostando por eso y mientras tanto sigo aquí como librero porque no interfiere y más bien son actividades que se complementa. En momento de crisis es que hay que aparecer y hacer cosas” –advirtió-.

Referente a las actividades que ejecutan, precisó Cásares que organizan bautizos de publicaciones, charlas y eventos alrededor del libro, pues tienen un público cautivo que pese a las circunstancias les permite mantener las ventas.” Es cuestión de tener el libro que sale para poder venderlo, y como todos los negocios estamos afectados por la situación que vive el país, pero siempre están los lectores y clientes consecuentes”.

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90 pequeños comerciantes de Caracas ofrecen textos nuevos y usados

Una librería debajo del puente

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l hablar de libros no podemos dejar de mencionar a los libreros ubicados bajo el puente de las Fuerzas Armadas, perpendicular a la avenida Urdaneta del centro de Caracas, quienes por casi tres décadas se han dedicado a la venta de todo tipo de publicaciones, incluso especializados y en su gran mayoría usados, pasando a ser algo emblemático de la ciudad, adonde concurre todo tipo de público en buscar textos para todas las edades y preferencias.

y venta de remate, aunque los libros usados no siempre están en las mejores condiciones y para no botarlos los ponen en oferta a precios que varían entre Bs.10 o 3 por Bs. 40.

decisión de adquirirla según el margen de ganancia, aunque no paga alquiler dado la condición del espacio propiedad de la Alcaldía Libertador.

“Tengo libros nuevos que compro a las distribuidoras escolares, también utilizo el intercambio de usados, aunque cada puesto trabaja de manera diferente y somos totalmente independientes, incluso los horarios son variados porque hay quien abre a las 7 de la mañana y otros cierran a las 7 de la noche”.

Sin poder precisar a cuánto asciende su inventario, explica que entran y salen libros todos los días, los cuales coloca guiándose de su memoria y retentiva, manteniendo los remates en cajas y lo demás en estanterías.

Aunque no representan competencia para las librerías, es un punto de venta que comercializa considerables volúmenes sobretodo en la temporada escolar, dado que se consiguen textos más económicos y a veces de segunda mano pero en buen estado, lo que representa un ahorro importante para la gente.

“Los clientes son gentes de todo nivel, universitarios, políticos y personas que por ejemplo se van de viaje en semana Santa y vienen buscando un librito para leer en el autobús, o niños buscando caligrafía o una novelita para el colegio”.

Su mejor época es durante la temporada escolar y afirma que actualmente las ventas han bajado y por el problema del papel, han aumentado los precios, en una semana cuesta tanto y a la otra ya está incrementado y si compraban 3 ahora compran uno, sin embargo cuenta clientela fija que siempre viene a ver qué hay de nuevo.

Carlos Salazar (Puesto 22) explica que con 6 años en el negocio sobrevive de la compra

Comentó Salazar que se surte de mercancía con proveedores que se la ofrecen y toma la

Adexi Lovera (Puesto 30 Libros LF) es la encargada del negocio y explica que el gran

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“Tengo clientes regulares que vienen siempre, por lo que me surto con proveedores que me la ofrece a precios bajos, lo que me permite buenas ganancias y un negocio rentable porque la mayoría son usados y si están en buenas condiciones, puedo venderlos a la mitad de lo que cuesta en una librería, sin embargo las ventas han bajado bastante, aunque hay libros que pongo en remate porque no tiene mucha salida y cuestan de 5 a 20 Bs; los demás están entre 200 y 250 Bs. Los universitarios que valen Bs. 1.200 en una librería aquí se consiguen en 300 y 400 Bs., lo que es una gran ayuda para los estudiantes” –afirmó-.

“La utilidad de nosotros es la temporada escolar porque en navidad casi todos nos vamos y cerramos por vacaciones. Aquí todos nos apoyamos, nos turnarnos si vamos a comer o al baño, los compañeros nos colaboran, por esos somos una comunidad y no representamos competencia, al contrario nos ayudamos porque casi ninguno tenemos los mismos libros”.

volumen de sus ventas son libros de medicina porque su área es universitaria, por lo que acude todo tipo de gente y venden muchos textos usados porque los nuevos están difíciles de conseguir. “Aquí los tenemos a un precio económicos, por ejemplo los usados de medicina oscilan entre 300 y 800 Bs y los nuevos entre mil y cinco mil bolívares, incluso aceptamos tarjeta de crédito y trabajamos en un horario cómodo de 9 de la mañana a 6 de la tarde con un local que goza de bastante seguridad. “Tenemos clientes fijos pero por aquí ha pasado de todo porque hay mucha variedad de gente y cada quien tiene su personalidad y hay que saberlos llevar y tenerles paciencia” – dijo.

Luis Daniel Rodríguez, otro de los vendedores quien acumula 10 años con el negocio afirma que la gente viene buscando cualquier cosa: universitarios, literatura, autoayuda, derecho, economía, administración, historias y libros para niños. Sin contar un inventario ni saber de cuántos libros dispone, Rodríguez tiene memorizado todo lo que vende en su puesto y puede responder de inmediato cuando le consultan sobre alguna publicación, sin siquiera buscar entre su mercancía.

Los libros que más me piden ahora son la trilogía de los Juegos del hambre; En Llamas; Las Cincuenta Sombras de Grey y las obras de Gabriel García Márquez –puntualizó-.

William (21) y Wilber (19) Mota dos jóvenes hermanos que llevan 7 años trabajando el puesto de su abuela incluso los días domingo, a diferencia de otros locales presentan todo ordenado por categoría y clasificados con etiquetas. Afirman que la mayor demanda la tienen en autoayuda, aunque cuentan con una variedad de especializados para todo tipo de gente incluyendo liceísta y escolares. Ellos quienes han leído gran parte del stock de mejoramiento personal, recomiendan a los clientes qué leer asegún el perfil de la persona y dan opciones de precios a partir de Bs. 150 o hasta menos para los libros usados.

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Cuentan que desde pequeñitos comenzaron a trabajar con sus abuelos, quienes fueron de los libreros fundadores del puente, por lo que ya como tercera generación están encargados del negocio familiar, donde sus padres también han colaborado sobre todo en las temporadas escolares cuando se incrementa el volumen de ventas.

Estos jóvenes con planes de retomar el bachillerato y continuar luego en la universidad, gozan de una interesante cultura porque leen todo lo que les llega al puesto, sobretodo en temas de sabiduría y espirituales, ya que para ellos es importante sentirse bien y trasmitir buena energía.

Explicó William Mota que adquieren libros usados dependiendo la condición y según la negociación que logren y también les distribuyen independientes que le ofrecen mercancía a buenos precios, a la cual le ganan alrededor de 10%.

“Mi abuelo comenzó a trabajar con libros en una librería en la Plaza Caracas, luego se fue a España y allá también siempre estuvo vinculado con los libros; por lo que siempre han mantenido el dicho de “con los libros recorreremos el mundo” y realmente ha sido así, ellos han viajado fuera de Venezuela y nosotros ya hemos empezado a recorrer en el país a través de la participación de ferias como la Filven, donde hemos tenido oportunidad de conocer otros lugares. Asimismo cuando Año 10, Nº 23 - OCTUBRE 2014

nos vamos de vacaciones a la playa, nos llevamos libros para la venta y sobre una cajita los colocamos y ofrecemos cultura lo que a la gente le parece genial, y en paralelo nosotros surfeamos, patinamos y nos divertimos en la cuerda” –comentaron los Mota-.

demasiado vendedores y los trasladó hacia esta zona debajo del puente, porque aquí los que había era un lugar abandonado y sucio y con la llegada de los libreros comenzó un proceso de simbiosis y de convivir, fue creciendo y llenándose de familias de libreros”.

Uno de los libreros con más trayectoria en el puente es Gustavo José Chourio Ríos (puestos 78), licenciado en Historia quien por influencia de unos amigos amante de los libros se vino a Caracas a desempeñar esta actividad comercial, la cual inició hace 26 años, un tiempo después que se instalaron los libreros bajo el puente.

“Esto aquí eran cajones de metal olvidados que obedecían a un espacios como de 2 metros de largo por local que había estructurado la Alcaldía Libertador y el único esfuerzo por mejorarlo era un aporte que daría el Banco Latino como inversionista bajo la dirección de un grupo de comerciantes de la zona que eran vendedores de tela y ropa. De 50 libreros en promedio que había en el área pensaban dejar sólo a 16 y los demás puestos serían para telas y ropa, pero eso no se concretó. Luego con el Alcalde Freddy Bernal se remodelaron únicamente los pisos. Años después hubo un proyecto que a cada municipio se le dio un espacio que debía ser humanizado y dentro de ese proyecto estaba este puente, por lo que se designó a Jacqueline Farías para que como presidenta de Movilnet modificara el puente, al poco tiempo la trasladan al Gobierno Capital y comenzaron los trabajos de remodelación; es decir que el 26 de julio de 2014 se cumplieron 3 años de culminada la obra, bajo un modelo con autogestión que tomó en cuenta las ideas de quienes estábamos y se designó una comisión de trabajo y tuvimos todos que amoldarnos al metraje de 2x2 obedeciendo a un proyecto arquitectónico de la Arq. Laura León, joven que siguió algunas

“La historia es que en la esquina de La Bolsa a Padre Sierra se hizo tan fuerte la presencia de vendedores de libros ambulantes, que el gobernador de ese momento durante el gobierno de Jaime Lusinchi (1985) tomó la medida de desalojarlos porque habían

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sugerencias que dimos como un diseño que facilitara el trabajo de las mujeres en el manejo de cajas y aspectos para mejorar la seguridad de espacio” –relató Chourio-.

“La estantería fue colocada por la alcaldía y se hizo una buena inauguración con las autoridades porque fue un proyecto bueno.

De los 90 puestos que se hicieron se repartieron principalmente para las mujeres, no se les dio espacios a menores de 25 años porque se suponen que deben estudiar y los de tercera edad fueron considerados, aparte de las personas que tenían una trayectoria comprobable y registraban un historial en Alcaldía”.

Comentó el librero que cuando funcionaba el Banco Latino paseaban por el puente reconocidos banqueros y además gente importante del mundo de la cultura, músicos, escritores, actores, abogados y un sinfín de personas de

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todo tipo de inclinación política e ideológica, aunque hoy siguen concurriendo todo tipo de personas.

“Esto siempre ha sido conocido como un espacio para difundir la cultura y el libro usado, y en la medida que la situación económica se ha puesto más fuerte, viene más gente porque estamos céntricos, cerca del metro, trabajamos todos los días y gozamos de buena iluminación, aunque nos falta mejorar la seguridad sobre todo en la noche” -precisó.

Referente a la cantidad de personas que trabajan bajo el puente, dijo haber 90 puestos con su encargado y cada uno tiene 1 o 2 empleados lo que multiplica por 200 el número de trabajadores que fluctúan dentro de los negocios, pero en temporada escolar se multiplica por 3 ó 4 porque hay mucho movimiento.

Chourio dijo que al principio él tenía todo tipo de títulos pero decidió darle personalidad a su negocio y vende más libros de economía, derecho y escolares, por lo que las ventas se mantienen a pesar de la situación, porque al verdadero comprador de libro no le importa pagarlo. No obstante a medida que la persona lee, se va haciendo más selectiva y por eso siempre vuelve para ver qué de nuevo consigue.

En relación con los precios, por lo general en el puente se consiguen más baratos y los usados hasta 50% menos que uno nuevo.

Los especializados en promedio no presentan tanta diferencia con las librerías y muchos puestos trabajan con punto, tarjetas de crédito y hasta aceptan cambios de mercancía.

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11 años en la venta de libros de segunda mano

Los tesoros escondidos de El Buscón

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on 11 años al frente de la Librería El Buscón, Kathina Henríquez recuenta cómo emprendió este interesante proyecto que se integra para formar parte del Trasnocho Cultural, el cual fue concebido bajo un concepto innovador que buscaba rescatar la literatura nacional, y que hoy más que nunca cobra fuerzas y recupera vigencia motivado a la coyuntura que enfrenta el mercado editorial venezolano.

Henríquez llegó a Venezuela en 1990 procedente de México y España donde había adquirido una amplia trayectoria como gerente de Monte Ávila Editores, al regresar asumió el proyecto de montar la librería del Teatro Teresa Carreño para dicha editorial que en ese momento presidía Rafael Arráiz Lucca, la cual se creó como una especie de vitrina del fondo y dirigió durante 10 años, antes de que pasara a ser Kuaimare y hoy día Librerías el Sur. También estuvo por 2 años al frente de la librería del Ateneo de Caracas hasta que decidió salir de lo institucional y empezar algún otro proyecto de manera independiente.

“Cuando definimos el perfil de la librería lo elegimos porque se avizoraba lo que iba a venir, pero nunca imaginamos que sería de esa magnitud, pues ya para ese momento se estaba dificultando la adquisición de libros nuevos y teníamos también un proyecto de rescate bibliográfico. Justamente en el año que estábamos por abrir, la librería Soberbia que era un lugar emblemático en la ciudad que duró 40 años con libros de segunda mano y que estuvo en manos de las hermanas Queta y Ana Maria Pardo (grandes maestras de los libros usados), estaba cerrando. Tuvimos la suerte de tener acceso y comprarles partes del stock de libros de lo que estaban clausurando, lo que significó palabras mayores porque ellas son señoras del oficio y la selección fue muy dura. Adquirimos una buena muestra de bibliografía venezolana (40 cajas) y de allí

empecé yo también las búsquedas. Todo el trabajo y oficio de cómo buscar esos libros de segunda me lo enseñaron ellas, así como incursionar en las calles y en las ventas anunciadas de personas que se van de viaje o por espacio necesita aligerarse y van vendiendo el material que disponen”- relató.

Aunque once años después la mecánica de adquisición ha cambiado porque la gente ya sabe que el Buscón comercializa textos de segunda mano y vienen a ofrecerlos –agregó-.

“Salir a la búsqueda de libros tiene connotaciones muy especiales porque han pasado por otras manos, son libros que tienen recuerdos, huellas, firmas apuntes y a veces hasta se encuentra adentro; es un mundo paralelo fascinante y siento que dada las circunstancias es importante que existan librerías que trabajen con

Federico Pacaninis y Maria Fernanda Di Giacobbe le propusieron a Henríquez en 2003 que montaran conjuntamente una librería y que ella asumiera como librera en el proyecto que se desarrollaba y que hoy se conoce como Trasnocho Cultural. La idea era estructurar algo similar en concepto a lo que fue la librería del Teresa Carreño pero en principio sería una librería de segunda mano, mas no de saldos, sino con un perfil muy definido y en este caso de libros venezolanos, raros, agotados, primeras ediciones, de artistas y para niños, siempre con el enfoque del libro nacional. Hoy en día se han diversificado pero el centro de búsqueda sigue siendo el libro venezolano.

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el legado del país porque finalmente es la memoria literaria histórica y visual y esos es importante y lastimosamente te das cuentas que el pasado editorial es muy superior al presente. Antes había libros con muy buenos materiales, papel e ilustraciones muy valiosos y se congeniaba bien la plástica con la parte literaria. Hoy es muy triste darse cuenta que lejos de avanzar en la producción editorial venezolana estamos retrocediendo años luz porque lo que se hace ahora no se compara, bien porque no hay material, por costos y porque ya no se hacen las cosas tan bien como antes. Se edita mucho como política de Estado pero no con la misma calidad”.

Kathina Henríquez comentó que ser librero es un trabajo muy rico, tiene cierto rigor e implica prepararse, por ello contribuyen con la formación de los jóvenes que laboran en la librería, quienes son profesionales que están empezando a trabajar en letras, sociología, antropología o cualquier carrera porque siempre aporta, por ello manejan el concepto de libreros y no de vendedores de libros, lo cual les abre las puertas al mercado editorial y les sirve de trampolín.

Dentro de perfil de lo que ofrecen destaca una buena selección de literatura para niños, arte, diseño, literatura, sociología contemporánea del país y Venezuela y sus regiones y cuentan con proveedores que los surten con fondos editoriales de afuera cada vez más reducidos, por lo que han tenido que volver a editoriales venezolanos y regresar a los orígenes del libro usado porque no hay material de afuera. Como no son librería convencional (no venden autoayuda, ni best seller), ofrecen lo que llaman long seller o libros que nunca pierden vigencia porque son clásicos de la literatura, que cada vez se consiguen menos y generalmente obtiene de segunda mano.

Agregó que el stock ha mermado mucho pero aún cuentan con material adquirido que ellos ven con sorpresas al descubrir tesoros de los años cincuenta, treinta o del siglo pasado, no obstante en el país no hay mucho mercado de bibliógrafos ni tampoco coleccionistas como en otras naciones, lo que reduce la comercialización, pues no hay tradición de libros viejos, raros o de colecciones antiguas, empezando porque como país no tenemos un legado de gran bibliografía antigua debido a que somos un país joven.

Como centro cultural responden justamente a manejar públicos vinculados al teatro y cine, luego tienen el propio de la librería y de los eventos que hacen los martes con tertulias, los jueves con presentaciones de libros y los sábados con música. Esas actividades son permanentes y se buscan temáticas puntuales, por lo que mantiene gente moviéndose fuera y dentro de la librería. Cuentan además con actividades para niños, firmas de libros y el tema de la plástica, por eso las exposiciones en vitrina que son parte del concepto de la librería y su temática es algo más conceptual, así como las esquinas que forman parte del tema desarrollado, todo pensado para cautivar a la gente que está de paso, a pesar de la gran afluencia de público permanentemente en movimiento.

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Referente a las ventas, la experta indicó que se han visto afectadas por las medidas de subir y bajar precios, pero se ha estabilizado un poco a pesar que es el reflejo de las políticas económicas y de la fluctuación del dólar. “El mayor logro que se había tenido en el continente es que todos los países tuvieran el mismo precio, eso permitía que no hubiese competencia desleal entre el pequeño librero y las cadenas, porque la cadena sostiene más descuento sobre las pequeñas y como eso estaba pasando en todo el mundo, fue cuando se luchó por lo del precio fijo, lo cual dio tranquilidad a todos los libreros y se estabilizó el mercado. Pero lo del precio justo en Venezuela significa para los proveedores que como tienen que cubrir sus costos, estas trayendo el libro a precio de costo y ahora cada librero le pone un valor a su criterio y se supone que no debe ser más del 30% pero como no dan las cuentas, le asigna el precio que cada quien le parece y cuando te das cuenta, todo está desfasado”.

Finalmente y entre los proyectos desarrollados, Henríquez comentó sobre el libro editado conjuntamente con Equinoccio llamado “Las palabras del Buscón” que recoge los discursos de todos los que se han presentado en la librería desde el 2003 hasta 2009, publicación muy bella y un gran logro editorial que esperan poder volver a sacar, porque ya tienen material para un segundo tomo, y aunque ahora es difícil lograrlo por la situación, aspiran que todo se pueda retomar y se alcancen una situación más estable.

“Aquí se consigue de todo, hay libros muy económicos y es una librería sorpresa. El Buscón es un ejercicio que te remite a venir a buscar y dejarte llevar por las sorpresas, es sin duda un lugar para descubrir “– puntualizó-.

Si bien los libros han aumentado una barbaridad, lo siguen comprando quien tiene dinero, el problema viene ahora que las clases con menos recurso no pueden comprar un libro que incluso puede llegar a costar la mitad de una quincena, como los importados de España u otros países que no se saben a cuánto venderlos y nos han anunciado que llegarán a costar hasta 2 mil bolívares. El punto es que realmente haya una política de estado que promueva la cultura.

“Para nosotros internet no representa competencia y ese pánico que hubo en comienzo ya no existe. El punto es leer, el acto de leer, eso es lo importante. Los formatos van a cambiar pero lo importante es la lectura. Quizá por lo que hay que preocuparse es por esos niños que cada vez tiene menos oportunidades de leer, aunque eso depende de lo que se le enseñe en sus casas, pero sin duda hay una eterna discusión: el placer que da leer en papel no lo proporciona lo digital” –afirmó-.

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El inicio de las librerías en Venezuela Por: Arq. Ricardo Rodríguez Boades

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ace ya muchos años, la Gaceta de Caracas anunció la impresión y publicación del libro hasta ahora considerado como el primero impreso en Venezuela, titulado “CALENDARIO MANUAL y GUÍA UNIVERSAL DE FORASTEROS EN VENEZUELA”, impreso en Caracas en 1810, cuya autoría se le atribuye a Andrés Bello. Éste tenía el Almanaque de los doce meses del año, más las fiestas litúrgicas y las fechas memorables desde ese momento, así como muchos datos que servían de ayuda a los viajeros que nos visitaban, pero aún más, para los propios habitantes de nuestra Venezuela.

La lectura de libros fue algo importante para los venezolanos, aunque muy pocos privilegiados podían leer, éstos hacían tertulias en algunas casas y allí se leía los últimos libros llegados de Europa, ya que librerías como tal no existían, pero ya ese hecho de leer en grupos, consolidó una costumbre que perdura hasta nuestros días.

Ya para finales del siglo XIX algunas librerías comenzaron a tener presencia como locales en Caracas, éstas tenían permiso para traer diferentes autores y publicaciones, una de ellas era fue LIBRERÍA FRANCESA de COLL & CA.

ubicada en la av. Sur 9 N° 9, en ella se vendían folletines y libros de costumbres francesas muy comunes en la época del presidente Guzmán Blanco, y otra fue la LIBRERÍA de PÁEZ PUMAR en la Av. Este N° 2 que poseía una variedad mayor de publicaciones.

A partir de los inicios del siglo XX es que los libros se convierten en un negocio lucrativo en Venezuela y es cuando aparecen librerías de gran prestigio, muchas de ellas todavía existen como es el caso de la LIBRERÍA LAS NOVEDADES del Sr. Emilio Ramos, fundada en febrero de 1925 y situada de Ferrenquín a Cruz de Candelaria, aunque hay datos que afirman que la original fue la de la Sra. Luisa la Rosa de Ramos, fundada alrededor de 1915 ubicada de Torres a Veroes, en pleno centro de Caracas.

En tiempos posteriores a la muerte del presidente Juan Vicente Gómez, la lectura de libros se extendió por todos lados y aparecieron grandes librerías como lo fue la LIBRERÍA IBERO-AMERICANA situada de Bolsa a Padre Sierra, donde se encontraban libros de primerísima línea, además de ser editores del famoso DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE VENEZUELA donde aparecían todos los datos sobre la Venezuela del momento; además eran importadores exclusivos de la ENCICLOPEDIA ESPASA, la cual tenía el mayor compendio de información de la época y sólo se podía conseguir allí.

Cuando Caracas se extendió hacia el este aparecen nuevas librerías como la LIBRERÍA SUMA en el Bulevar de Sabana Grande, que en su momentos desfilaron los mejores escritores de la época, y que en la actualidad, en sus vitrinas se siguen viendo títulos únicos y exclusivos, o la LIBRERÍA DEL ESTE que estaba en el edificio EASO de la avenida Francisco de Miranda; así como también otras dos importantes y con muchos años en el país como son la LIBRERÍA LA FRANCE fundada en 1941 y especializada en libros y revistas francesas y EL LIBRO ITALIANO creada en 1950.

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Destacan también EL PALACIO DEL LIBRO en los Bloques del Silencio y otras importantes como LECTURA fundada en 1951 y LIBRERÍA LEA abierta en los años sesenta en el Centro Comercial Mata de Coco, donde se encontraban libros y revistas nacionales e internacionales y también las famosas listas de útiles escolares de los diferentes colegios de la zona… me acuerdo que cuando no se conseguía un libro de texto en otras librerías, alguien decía “en la LEA… lo encontrarás seguro”.

Así durante muchos años y entrando en la década de los setenta y ochenta los lugares de conversación y para encuentros eran muchas de las famosas librerías, incluso algunos intelectuales de la época conversaban dentro de ellas y algunos nos dedicábamos a leer a escondidas alguna revista de carros o mecánica popular; tiempos aquellos de tranquilidad donde todos estos comercios especializados en la venta de libros fueron iconos de nuestra ciudad.

Muchas de estas recordadas librerías han desaparecido y en algunos casos casi no se crean nuevas, pero como todo en la vida son etapas, el internet y las redes sociales han ayudado a disminuir el gusto de los venezolanos por un buen libro y también por la visita a una librería, donde se podía pasar horas revisando su inventario…

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El poeta Alexis Romero de Templo Interno

“Los libreros somos románticos” A

lexis Romero, poeta, profesor y librero quien está al frente de la Librería Templo Interno desde hace once años, está convencido que más allá de la función comercial, las librerías hoy día constituyen en Caracas lugares de reservorio cultural, de civilización, de conversación y de encuentro. “Son los espacios donde se le dice rotundamente no a lo bárbaro y no educado porque en eso consiste el servicio, es un asunto de educar y de cambiar las perspectivas para poder compartir. Esa es la función fundamental de la librería, en una ciudad como la nuestra, casi ausente de lugares para que la gente se recree y tenga limpieza mental”.

exclusivo de varias, pero ahora muchos clientes ponen sus libros a la venta luego de leerlos para poder comprar otros. Son también un indicador del país que no queremos y del que queremos, y ante la ausencia de conversación en algunas instituciones públicas, las librerías se convierten en esos lugares sea por acuerdo o por casualidad y se observa cómo funcionan de espacio para conversar incluso con posiciones diferentes, y cuando las personan salen, se retiran como dos individuos que conversaron sobre distintas perspectivas y se llevan como reflexión el país que queremos tener.

Pero es que la librería nos es el vulgar lugar de vender una mercancía cualquiera, es ahora una fuente de civilización y de moralidad.

Para Romero las librerías se han convertido en los nuevos museos y galerías a los que la gente va y comprueba lo caro que están los libros, y a la vez se entera de la ciencia, arte y literatura en todas sus áreas, así como de lo poco que llega al país. Algunas han asumido el camino de la venta de libros usados que antes era

“Quienes dirigen una librería tiene castrada la posibilidad de mentirle a los lectores. El librero debe ser un hombre casado con la honestidad, con la verdad sobre lo que está vendiendo y tiene prohibida la fantasía que engaña.

Es un constructor de lealtades desde los lectores consumados como de los principiantes; es un seductor de lo que es amable y un filtro de la estafa

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emocional que muchas veces está alojada en algunos libros, por lo que tiene la responsabilidad de hacerle llegar al lector libros que le permitan seguir construyendo el proyecto de vida personal que cada uno tiene. Si eso suena romántico los libreros entonces somos románticos, porque creemos que la lectura y los libros son lugares donde la gente consigue formas y posibilidades reales de lo que tanto estamos necesitando”.

“Un librero no debe vender libros piratas o cae en un problema moral y desconoce la labor social del librero y vender lo pirata, es un acto de robo y engaño” –resaltóIndicó Romero que en Templo Interno hay todo tipo de libros, literatura, poesía historia, autoayuda, psicología, deportes, salud, teatro, religiosidad, arte e infantil que son 35% de las ventas, también hay mucha demanda de lectura juvenil y algunos de pedagogía, por lo que es muy visitada por jóvenes, personas mayores de 65 años y a veces los intelectuales. “Me gustan los clientes impulsivos y los apasionados por la lectura porque en la librería vamos educando los impulsos, el gusto por la alta literatura y le damos los criterios necesarios para activar la luz roja cuando hay un libro mediocre. Tenemos mucha visita de madres que compran para sus niños y pre adolescentes, y eso es testimonio que los jóvenes están leyendo y las familias están preocupadas por despertarle amor por la lectura, independientemente del estrato social al que pertenecen”.

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“En este momento la expresión los intelectuales está en crisis absoluta y arte de la victoria de la barbarie de la sociedad y malandrización se debe a la indiferencia y narcisismo de muchos. Un intelectual está por encima de todo y eso brilla por su usencia. El intelectual tiene que ser amante de la lectura y amante de lo que le ocurre al otro, es una persona para quien las clasificaciones humanas no existen, existen son personas y eso lo enseñan los libros que nutren la grandeza de ser persona y ser humano” –destacó-.

“Me encanta la gente que llega pidiendo ayuda porque no sabe qué leer y eso es un reto porque es la oportunidad para enseñar a esa persona entre la presencia de la belleza y ausencia de belleza en libros y a medida que pasan los años eso ha aumentado, pues internet a hecho que la gente se entere más

rápido de lo nuevo y acuda a las librerías a buscarlo, pero como hay cosas que no llegan, muchos lo adquieren en digital y eso se ha convertido en una alternativa ante lo impreso, pero no lo sustituye” –agregó-.

“La expresión No hay significa una invitación para pensar en cómo obtener los libros de manera legal e insistir y estamos viendo algunos caminos. Ya se sabrá” -precisó-.

Romero quien escribe poesía, ensayos y es además profesor universitario de gestión del conocimiento de filosofía, llegó a los libros por accidente y desde entonces administra Templo Interno, cuando estaban a punto de cerrarla porque no era rentable. Pero a pesar de las dificultades se han reinventado y mantenido debido a los servicios que brindan a los lectores, a quienes tratan con responsabilidad y mucha ética.

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De librería - café a centro cultural

Kalathos: un espacio para cautivar al lector

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n un lugar fuera de lo cotidiano que cada día se posiciona como alternativa cultural y literaria, donde provoca sentarse a leer o simplemente observar lo que hay en el entorno, funciona desde hace cinco años la librería Kalathos, espacio que forma parte del Centro de Arte Los Galpones y por donde pasan cientos de personas que acuden a descubrir lo que esconden las estantería o simplemente a tomarse un café rodeadas de lo que parece una inmensa biblioteca.

Vanessa Silva, gerente de la librería quien se vinculó con este proyecto desde sus inicios hasta llevarlo a lo que es hoy, comentó que había una librería en El Peñón, Caracas, llamada Las Musas que dejó de existir y tenía entre sus socios al Dr. David Malavé, pero él como gran lector y médico psiquiatra decidió emprender su propio negocio y se lanzó en esta aventura, porque de verdad de eso se trata.

Se dio la oportunidad de ubicarla en Los Galpones porque estaba arrancando el proyecto y buscaban personas vinculadas con el mundo del libro, de manera que se concibió Kalathos como el proyecto de librería ideal con un diseño ecléctico y muebles de colección, con anaqueles de forma metálica, lámparas de araña, pero incluyendo una barra porque la idea de los dueños siempre fue montar una librería-café, la cual en principio sólo expendía café y galletas, pero hoy comercializa hasta pasticho y polvorosa de Año 10, Nº 23 - OCTUBRE 2014

pollo atendiendo la demanda del brunch y totalmente estructurada como cafetería.

“Empezamos vendiendo libros usados porque parte de nuestra oferta (cerca de 5 mil títulos), se habían adquirido de las Musas, pero al poco tiempo las editoriales comenzaron a traer mercancía y fuimos haciendo un interesante stock sobretodo en la parte humanista, narrativa, filosofía y poesía y adquirimos en base a lo que se quería estructurar, pues no vendemos nada escolar ni técnico, pero debido a la cercanía a la Universidad José María Vargas empezamos a ofrecer publicaciones de diseño y atender la demanda de los visitantes del Centro de Arte en áreas como arquitectura, artes, fotografía y urbanismo”.

“Luego fuimos como una trinchera para los poetas porque había necesidad de un espacio para recitales, manteniendo una buena variedad de poesía según afirman los mismos clientes, lo que nos llena de orgullo pues los poetas siempre tendrán cabida en nuestros espacios. Adicional se organizan semanalmente eventos para lanzar libros y fomentar actividades culturales brindando oportunidades a los autores y a las editoriales porque sabemos lo difícil que resulta sacar un libro en estos momentos, y hay muchos autores que editan por cuenta propia con mucho esfuerzo novelas, poesía, cuentos infantiles y ensayos políticos, porque ahora se vende mucha historia, actualidad política, novela histórica, novela negra y poesía ha tenido un repunte interesante” –comentó Silva-.

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Kalathos cuenta con una parte editorial que llevan con mucho esfuerzo y ya ha sacado 3 tirajes y viene otro en camino, y aunque son de apenas 500 ejemplares, como editorial imprimen y mantienen una alianza tácita con otras librerías independientes a través de las cuales se apoyan entre sí y respaldan, lo que representa un valor agregado que percibe el cliente, quien recibe asesoría, orientación y atención personalizada.

La gerente agregó que cuando comenzaron vendían sólo libros pero ahora se han diversificado con algunos detalles para obsequiar, como marca-libros, magnéticos, postales, serigrafías, peluches de personajes, artesanía, libretas y todo lo que pueda acompañar a un libro. Asimismo tiene un interesante surtido de CD porque literatura y música van de la mano, en especial de venezolanos, clásicos, fusión y alternativo tipo jazz. Luego empezaron con la venta de DVD ofrecida por Bolívar Films y productoras independientes, por lo que disponen de documentales sobre cacao, petróleo, tiempos de dictadura, etc.

Indicó Silva que venden muy bien filosofía, autoayuda, literatura fresca y la muy profunda, toda una gama de opciones; la parte de niños ha ido creciendo y hay una persona los fines de semana que asesora en las ventas infantiles, al igual que se aumenta a siete el personal que trabaja dentro de la librería, pues la cantidad de visitantes se incrementa hasta 5 veces más que durante la semana y cuando hay inauguraciones y eventos puede registrarse hasta 2 mil personas entre sábado y domingo.

alma y no lo van a sustituir nunca; por lo menos por ahora no va a morir”.

“Cuando me preguntan sobre qué leer, les digo que dejen que el libro te encuentre a ti, porque no a todo el mundo le gustan los clásicos o lo que está de moda, ni se da con cualquier publicación. Lo mejor es pasear entre anaqueles y cuando te llama la atención una portada o el resumen, resulta que terminas eligiéndolo, y la gente se guía mucho por eso.

Lo que dice una tapa puede matar un libro y opacarlo, pero yo me guio por el resumen y la portada y eso me atrapa. Pero no siempre hay que juzgarlo por la apariencia, porque hay ediciones muy malas por cuestiones de presupuesto; por eso es que dejamos que la gente vea los libros, es un hábito tipo biblioteca y permitimos que revisen la mercancía, pueden hojearlo e incluso hay personas que vienen cada día a leer un poquito, hasta que completan el libro poco a poco” –afirmó-.

Respecto al libro digital dijo ser una buena opción por ejemplo para niños, que se pueden bajar por internet y pagarlo por mucho menos, pero nunca va a sustituir al libro de papel porque es una experiencia diferente de cuidarlo y tocarlo “porque los libros tienen

Silva destacó que constantemente tratan de reinventarse, renovar los títulos, hacer charlas con autores en boga y tener entre los eventos recitales de poesía, monólogos, conciertos, obras de teatro, stand up, bautizos de libros e incursionar en áreas como la meditación buscando la paz interna y usando los jardines del Centro de Arte. Para las actividades dentro de la librería se acomodan hasta 100 personas incluyendo la terraza que expandieron hace algún tiempo y que fue una remodelación bien acertada que se disfruta muchísimo, sin embargo no tiene planes de ampliación porque el centro está lleno.

Por último pidió apoyo para las librerías independientes ya que hay pocas opciones para los escritorios venezolanos y las independientes requieren tener un lugar para respaldarse, entre ellas mencionó a Noctua, Templo Interno, Sopa de Letras, Lugar Común, el Buscón, Entre Libros, Suma y khalatos por mencionar sólo algunas de las más nombradas, más las del interior del país que son pocas, porque el resto son cadenas de las cuales algunas se están diversificando hacia papelería y juguetería.

“Mi público demanda mucha literatura buena, pero esta difícil por el acceso a los dólares y eso dificulta todo, trabajamos con lo que logramos traer hace 2 años, pero se acaba la opción y tenemos una clientela cautiva que viene con frecuencia a ver qué hay de nuevo, aunque todavía muchos aún no nos conocen” –concluyó-.

Referente a los precios, afirmó que se han incrementado mucho y las ventas han sufrido un golpe fuerte, ya la gente no adquiere igual que antes, es más selectiva y las compras han migrado a usados que son muchos más económicos y pueden salir hasta 6 veces más baratos, todo depende de las condiciones en que se encuentre la publicación.

En promedio Kalathos registra entre 10 y 12 mil títulos y hay algunos que ya no van volver, por ello se surten con las editoriales locales, por lo que de alguna manera se fomenta la producción nacional y los escritores venezolanos ahora tienen más oportunidades, pero el grueso de la población busca novelas y cuentos, y la gente especializada sigue siendo selectiva en su demanda.

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Editorial y Librería hermanados en un proyecto cultural

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Un lugar fuera de lo común

ugar Común comenzó en el año 2011 siendo una editorial conformada bajo la figura de una cooperativa, la cual quedó en mano de 4 de sus socios originales quienes acumulaban cierta experiencia en actividades culturales y habían formado parte de la fundación Relectura.

El sistema de trabajo apuntó desde el inicio hacia la horizontalidad donde todos como equipo aportaban, llegando incluso a publicar 16 libros con una actividad muy intensa como editorial durante el primer año de existencia, sin embargo al poco tiempo decidieron consolidar una librería como proyecto hermano, con el que comparten imagen y marca pero son negocios totalmente independientes y con personalidad propia.

Rodrigo Blanco uno de los socios quien está abocado hacia la parte editorial, comentó que desde el principio en Lugar Común los trabajos los fueron orientados hacia las capacidades de cada uno de los socios, por eso parte del equipo se encargó de la librería y otros más vinculados con la lectura se quedó con la editorial, no obstante a todos les ha tocado despachar libros o montar un evento y ahora se orientan hacia el relanzamiento de la editorial, la cual se vió afectada desde 2013 porque la crisis de insumos les tumbó el ritmo que traían de producir más de un libro por mes y en el balance de este año han sobrevivido apena con 2 a 3 publicaciones más la venta constante del catálogo publicado hasta 2013.

pero inmediatamente comenzaron a llegar escritores inéditos que deseaban publicar y dada la elevada cantidad, decidieron no aceptar manuscritos por la imposibilidad de dar respuestas.

“Una vez que seleccionamos que vamos a editar, viene el proceso de diagramación, diseño y dividimos las tareas; los manuscritos que nos interesa los leemos todos los socios y contamos además con un director de arte que le ha dado personalidad a nuestros libros a nivel de diseño a la editorial, por lo que sólo cambiamos el color para cada una de las colecciones.

Desde 2013 pagamos por adelantado por derecho de autor, siendo de los pocos que lo hacemos, lo cual nos ha servido como estímulo a los autores y económicamente es la decisión más inteligente” –comentó-.

Relató que estuvieron muchos meses sin imprimir y se vieron en la necesidad de sustituir el papel y recientemente cambiaron de imprenta apostando a una nueva negociación comercial y experiencia, donde van a comenzar nuevamente de cero con mucho empeño para que todo salga bien.

Lugar Común cuenta con 6 colecciones: Relectura (que hereda el nombre de la fundación) dedicada a narrativa, cuentos y novelas de escritores venezolanos y extranjeros; la colección Lanzini de poesía; Volare de títulos infantiles; Vitrola dedicada a textos de música popular que tiene carácter divulgativo; Derivas dedicado al ensayo literario y Veritas de textos de no ficción y periodismo. Todas las ediciones tienen un perfil profundamente literario, riesgo que asumieron con el cual les ha ido bastante bien. El tiraje por libro de mil ejemplares, que distribuyen en Lugar Común y librerías Cuando empezaron como editora buscaban ellos mismos los títulos particulares de Caracas que no pertenecen a cadenas a excepción de que deseaban publicar y hacían una combinación de reimpresiones Tecniciencia, porque les permite llegar a las independientes en el interior y reediciones aunque también les interesaban algunas novedades. del país.

Al principio era lo que les gustaba, sin importar si era o no comercial, Año 10, Nº 23 - OCTUBRE 2014

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bien planificadas que ha convertido a Lugar Común en un espacio especial, con su pequeño café, espacio para leer, área para talleres, conciertos, proyecciones de películas, exposiciones de arte, bautizos de libros, actividades infantiles y donde se puede dar cualquier tipo de acción cultural.

“La gente en nuestra librería ha encontrado un espacio donde estar, donde hay buenos libros y donde puede conversar; es una especie de remanso que te aísla del caos de la ciudad y la persona busca algo que va más allá de la inmediatez política. La gente necesita de esos espacios y el venezolano trata de sanarse, por lo que la librería es una espacio más adonde los ciudadanos tratan de refugiarse”.

Asimismo se encuentran consolidando alianzas con librerías parecidas a Lugar Común en el extranjero para que lleguen los libros a esos destinos, pues les interesa que sus ediciones estén presente en aquellas donde puede haber un público cautivo.

En cuanto a la proyección indicó Blanco que han participado en las ferias universitarias de Mérida y Carabobo, así como en la de Guadalajara (México), pues el público para el cual editan es más especializado en cuanto a temas y es una literatura más profunda, lo que hace probable que algunos de sus libros no se agoten, por lo que la crisis les ha servido para comprobar que cuentan con un catálogo muy sólido de buena literatura, sabiendo que no son best seller ni tampoco un fast seller, sino que es un material de ventas constantes y eso es a lo que apostaron, por lo que ahora ratifican que un catálogo de calidad es más rentable a largo plazo, que aquel conectado a lo inmediato.

“En 2011 cuando iniciamos el proyecto se nos planteó la interrogante de quedarnos o irnos del país y tuvimos muy buen impacto en el ambiente literario venezolano. Ahora volvemos a planteárnoslo y aquí estamos, obligados a apostar por una editorial con todo el optimismo y disposición porque hay un público lector que quiere seguir consumiendo en el país” –advirtió-.

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Referente a los planes de impresión, trabajan en seis títulos que saldrán en los diversos géneros como parte del relanzamiento, lo cual complementarán con actividades en la librería por ser su espacio natural, pero no será la única plataforma porque estarán además en diferentes espacios culturales para promocionarse.

“El éxito de la librería ha sido por el espacio para estar en Caracas con una posición muy práctica y privilegiada frente a la Plaza Altamira, así como contar con un personal de excelente nivel, quienes conocen de libros y ofrecen muy buen trato al público, conformado por muchachos jóvenes que proceden de carreas humanísticas, quienes son los libreros modernos y lectores y se conectan con la vieja tradición pero también están conectados con el mundo 2.0 y con todas las herramientas que brinda la era digital, por lo que nos promovemos y apoyamos a través de las redes sociales y emitimos a una base de datos un boletín semanal que informa sobre todas nuestras actividades” – señaló Blanco-.

Sobre las actividades que desarrollan, Rebeca Pérez como gerente de la librería es quien canaliza los eventos propios como las solicitudes de espacio, lo que implica contratación de los servicios comerciales, pero siempre tiene que haber afinidad con lo que se quiere presentar y los principios de la librería.

Blanco explicó que cuando concibieron la librería parecía ser también una locura, pero el grupo la proyectó como un lugar no solo para vender libros, sino como centro cultural que es en lo que se ha convertido, sin embargo cuentan con una buena dotación de libros y tienen un stock único de publicaciones de editoriales independientes similares a la de ellos pero de España, Latinoamérica y probablemente de 15 a 20 editoriales internacionales; además hay una programación de actividades

“El nombre de Lugar común podía significar muchas cosas al ser un espacio para encuentros, puede ser pensado como algo peyorativo, como un lugar cualquiera o común, pero nos gustaba la ambivalencia de esas cosas, a veces lo lugares comunes son verdades que de tanto repetirlas se olvidan y quizá nosotros queríamos reforzar con eso esa idea totalmente común y tradicional que producen los libros” –concluyó-.

Publicación Institucional de La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas

Echando cuentos para niños y adultos

Sopa de Letras: un buen caldo para la literatura S

opa de Letras nació hace 3 años con la apertura de la Hacienda la Trinidad Parque Cultural y fue pensada desde sus inicios como una librería que tuviera la parte de abajo orientada a los niños, conscientes de la importancia de la lectura ya que a los pequeños les encanta un cuento y una buena historia, y que en paralelo contara con un espacio para los padres en la parte de arriba.

“Montar la librería fue una idea repentina, pues conocíamos a la gente que estaba estructurando el desarrollo de la Hacienda y un día nos avisaron y dieron la propuesta y sin pensarlo mucho, decidimos arriesgarnos a pesar que el país ha estado atravesando un situación un poco crítica. Ahora estamos felices (…) Para acondicionarla tuvimos la idea de decorarla como una casa de amigos, incluso los muebles son de nosotras mismas, de nuestras casas, los cuales fuimos trayendo, Año 10, Nº 23 - AGOSTO OCTUBRE2014 2014

armando y arreglándolo todo para hacer del lugar algo cálido y más agradable” –relató Andreina Melo-.

Bajo un concepto bien diseñado, sus dos socias Andreina Melo y Marina Bockmeulen, concibieron el proyecto que hoy se ha convertido en un punto de referencia para la literatura infantil y lugar de encentro para actividades de fines de semana.

Melo comentó que ella venía de vender libros para niños de la editorial Ekaré y como lectoras decidieron desarrollar este ambicioso plan que desde sus inicios incluyó actividades para los pequeños como cuentos, manualidades, plastilina, papel mache y muchos trabajos con materiales de reciclaje. Siempre apoyados de cuentacuentos y empresas especializadas en recreación para niños como La Rana Encantada y Platilinarte, por mencionar sólo algunos,

además de un equipo de colaboradores conformado por gente maravillosa.

Hoy ya se han hecho un nombre y cada vez son más reconocidos, por lo que cada fin de semana se llena de visitantes que acuden a participar de la planificación pautada (Actividades en la Sopa) que fue promocionada a través de las redes sociales de la librería.

Explicó Melo que debido a lo pequeño del espacio, casi siempre se apoyan de la disponibilidad de los jardines de la hacienda porque es un lugar muy bello y a la gente le encanta. Esto ha favorecido e incrementado el número de participantes debido a que es toda una experiencia cultural que se complemente con lo que ofrecen los demás locales (Secaderos) que se encuentra dentro del Parque Cultural.

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Agregó que para adultos también organizan constantemente actividades y cuentan con un círculo de lectores que se reúne mensualmente para ir analizando y escuchando los comentarios sobre un libro y lectura colectiva. Además realizan diversas actividades como charlas, bautizos, recitales de poesía, conversatorios, talleres etc., muchas de las cuales se efectúan durante la semana y algunas también los sábado y domingos.

En cuanto a la variedad de títulos –intervino Marina Bockmeulen- ahora se ha hecho muy difícil porque no están trayendo publicaciones y en Sopa de Letras vendemos más que todo literatura, arte y arquitectura, por lo que ahora estamos trabajando sólo con editoriales nacionales, situación que es muy triste porque muchas empresas están cerrando o yéndose del país y las grandes casas ya no tienen distribuidores, y sólo están quedando las editoras locales que siguen publicando

aunque les cuesta muchísimo, pero siguen dando la batalla y tratando de salir al mercado con cosas nuevas.

Por cuestiones de espacio y no estar previsto en la estructura del negocio, no trabajan con libros usados, de manera que cuentan únicamente con el material que tienen exhibido, por lo que registra más de 2 mil títulos para adultos y otro tanto para niños. Lo que más demanda su clientela son publicaciones para niños y novelas de autores latinoamericanos, los venezolanos e historia venezolana.

En Sopa de Letras trabajan dos personas más sus dos sociaspropietarias que están presentes casi todo el tiempo, porque su objetivo es que la gente se sienta cómoda como en su casa, por ello les dan recomendaciones, atienden directamente y permiten abrir los libros y leerlos. En paralelo llevan a cabo una campaña masiva a través de las redes sociales, mecanismo por el cual se promueven, invitan y anuncian la programación semanal que estructuran para los diferentes públicos.

“Aquí seguimos contando cosas y abriendo espacios, hay que seguir y la gente continúa leyendo y buscando libros y nosotras, tratando de fomentar la lectura” –afirmó Melo.

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Andrés Boersner, una vida entre libros

Noctua: un punto de referencia literaria P

recedente de una familia donde abundan escritores, editores y amantes de la lectura, Andrés Boersner, periodista y propietario de la Librería Noctua desde hace 32 años, es uno de los libreros más respetados del país, pues su conocimiento del negocio es parte del amor que siente por los libros desde que era pequeño y que fue reforzando cuando leía los famosos suplementos de caricaturas y luego libros seriados, lo cual aprendió a manifestar desde niño cuando veía a sus padres siempre leyendo.

Aunque nunca le impusieron la lectura ni en la casa ni en la escuela, recuerda una atracción natural hacia los libros, y a pesar de sus estudios de comunicación social, desde joven siempre se visualizó en un trabajo relacionado con las librerías.

“Noctua fue fundada en 1975 por cinco Año 10, Nº 23 - OCTUBRE 2014

profesionales que no tenían vínculos con el negocio editorial y al cabo de un tiempo como no podían manejarla decidieron venderla. Mi hermana y yo siempre estuvimos atraídos por este tipo de establecimiento y yo venía de trabajar en una librería, por lo que al ver la oferta nos gustó por el corte humanista, ser un local pequeño, y la posibilidad de darle un enfoque familiar y manejable, de modo que le hicimos una oferta y pasado un tiempo pudimos comprarla” –comentó-.

Indicó que siempre se han surtido de proveedores locales aunque en el pasado traían directamente libros de afuera y había pedidos casi semanales, pero con el control de cambio todo ha cambiado y ahora han tenido que incursionar en la venta de libros usados porque no se consigue ni lo nuevo ni los clásicos, de manera que lo que ofrecen deben adquirirlo de segunda mano.

Boersner explicó que le gusta la compra-vente de libros usados por la energía que guarda el objeto ya utilizado y generalmente compran toda la colección al oferente (previa evaluación de los títulos), pues resulta más rentable como negocios, y por otra parte, muchos de ellos son clientes de Noctua y han adquirido parte de su colección en la propia librería.

Aparte de librero y periodista, Andrés Boersner heredó la pasión por la pluma de su abuelo e incursionó hace algunos años en la escritura de géneros autobiográficos, siempre con inclinación hacia lo histórico, pues le interesa también como punto de vista vivencial, por lo que siempre le ha gustado escribir y publicó una biografía de Rufino Blanco Fombona y produce una novela sobre un personaje real pero que puede suponer ficción, pues para él lo interesante de escribir ficción es que la gente se crea todo sin saber si estas inventando

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un mundo, lo cual le resulta extraordinario.

negocio a futuro, porque en las generaciones venideras de su familia hay muchos vinculados con lo humanístico y algunos y también relacionados con los libros.

“Para ser librero lo primero es que a uno le guste mucho la lectura, no puedes tener una librería sino te gustan los libros, pero es que además se tiene que sentir amor por los libros, la lectura y disposición hacia el público con mucha intuición de lo que puede o no servirle a la persona, no imponerle el gusto ni estilos, sino respetar las preferencias de los demás y tener la mente abierta porque los lectores te enseñan y cada día sabes que aprenderás algo nuevo, pues no es una cuestión que se asimila en dos años, sino por el contrario cada día hay un enriquecimiento” agregó-.

Por último destacó que existe un afán de la gente en pensar que el internet o libro electrónico va a matar al libro impreso, pero ya se ha visto que no es así porque el libro en su forma tradicional, con olor, tinta y papel van siempre ha subsistir, y lo bueno es que se puedan dar ambos formatos, pero mejor aún es seguir teniendo acceso al libro impreso, porque es una sensación agradable mantener un libro en las manos. De modo que lo interesante es que se den las dos maneras de lectura, no obstante ahora las ventas han disminuido porque la oferta también ha bajado –puntualizó el librero-.

Su experiencia como editor la adquirió desde que está al frente de la Sociedad de Amigos de la Cultura Urbana, lo que es hoy la extinta Fundación para la Cultura Urbana, intervenida junto al grupo de empresas Econoinvest hace 4 años y a la que le secuestraron todos sus activos, conformados por más de cien títulos y 35 mil ejemplares, videos, discos etc.

Dijo que la fundación organizaba muchas actividades, conferencias, concursos y todo quedó en el aire, de manera que los empleados le propusieron aceptar la presidencia y desde entonces está a cargo, tras una recuperación de los activos luego de dos años y la continuidad del concurso de transgénicos y la edición de los libros ganadores y de algunos finalistas.

La institución en su mejor momento llegó a editar hasta 20 textos en un año, pero dada la situación actual ha logrado publicar cuatro anualmente, considerando el factor económico y que ya no hay un gran mecenas que apoye, toda vez que los costos y dificultades presentes en el país han incrementado; no obstante se ha logrado presencia en el resto del país a través de distribuidores y dar a conocer el catálogo sobretodo en algunas ferias literarias organizadas por universidades.

Referente al talento local y la nueva generación, comentó que en la actualidad los escritores se han dado cuenta que tiene que involucrarse más en la edición de sus publicaciones. “Hoy saben que hay una promoción necesaria y deben estar más vinculados con lo que viene después de la escritura. También se han profesionalizado más, no sólo es inspiración, el talento es importante, para también se requiere trabajo, disciplina y rigurosidad, lo cual ha sido muy beneficioso para los libros y escritores venezolanos”.

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“Para el libro y las librerías siempre ha habido problemas que superar y quizá las trabas se repiten a las experimentadas por el sector durante su historia, pero quizá ahora los problemas son muy diferentes, pero las trabas siempre han existido” –afirmó-.

Alegando que hay muy buenos autores nacionales, destacó que del stock actual de su librería 25% corresponde a literatura venezolana, sin contar libros publicados o editados en el país que sean de autores extranjeros, sino específicamente entre los de poesías, narrativa e historia, registrando Noctua alrededor de 12 mil títulos, no ejemplares.

Finalmente expresó que entre los planes con la Sociedad estiman seguir editando y sacar nuevos títulos urbanos que generen interés en los lectores y organizar eventos, charlas y conferencias que promuevan las ediciones y den a conocer a los escritores, para ello las alianzas son fundamentales, sobretodo en momentos que todo está tan conectado y a la vez hay tantas carencias, mientras que para la librería y a propósito de tantas restricciones, el objetivo es mantenerse con libros de segunda mano, porque ya son 32 años y la idea es continuar ofreciendo un servicio a los lectores con buena energía.

Indicó que aunque se ve en al frente de la librería por muchos años más, no le preocupa el tema de quién pudiera encargarse de este Publicación Institucional de La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas

L

a librería del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) que se ha convertido en un ícono en la ciudad, comenzó hace más de tres décadas por una necesidad de tener al alance publicaciones especializadas sobre temas de liberalismo y todo lo que tuviera que ver con libre empresa, pues en el país sólo existía para aquella época publicaciones con tendencias marxistas y algunos otros textos que sólo se conocían a través de las clases que se impartían en las universidades.

Por lo tanto los fundadores de Cedice se plantearon la necesidad de traer libros al país que estuvieran traducidos al español para poderlos distribuir y colaborar con la difusión del conocimiento en el tema. En ese momento Haydee Cisneros de Salas y Fernando Salas tenían un viaje a España y aprovecharon para hacer contacto con Unión Editorial, editora que había hecho las traducciones de los clásicos liberales de economía y luego de establecer una alianza, se trajeron a Venezuela dos maletas repletas de publicaciones de los principales economistas que practicaban esta disciplina y doctrina liberal.

A partir de ese momento empezaron a difundirse los libros de Cedice con un éxito total y se fueron vendiendo durante eventos y asambleas, primero entre empresarios y más tarde se sumaron los profesores universitarios, ampliándose cada día la base de los interesados en adquirir ese novedoso material.

Un espacio para defender y difundir el conocimiento económico

Librería de Cedice: 30 años de pensamiento liberal

“Dado el éxito de la primera distribución se decidió consolidar la librería de Cedice y se suscribió un acuerdo con Unión Editorial de España para traer permanentemente sus libros. Se hizo además contacto en América Latina con empresas similares que produjeran material que pudiéramos traer y como centro empezamos también a publicar nuestra colección de monografías que ya va por la número 90, donde colaboraban los académicos, intelectuales y pensadores venezolanos que estaban claros sobre lo que era la doctrina liberal, muchos de ellos economismos, abogados, profesores y directores de esta institución. Hoy las monografías la siguen escribiendo los más jóvenes, porque son publicaciones redactadas de manera sencilla para que la gente comprenda las ideas” –relató Rocío Guijarro, gerente general de Cedice-.

Fue así como empezó a formarse el fondo bibliográfico que hoy acumula tanto la librería como la biblioteca de Cedice, y que constituye no sólo un tesoro del conocimiento, sino una variedad de ideas y propuestas planteadas para lograr soluciones en el país, sobretodo en un entorno tan difícil donde aún se pueden conseguir libros y materiales desde el punto de vista liberal para solucionar todo tipo de temas, siempre enfocados desde la óptica de la libertad económica para lograr una Venezuela más próspera y mejor.

“Y la verdad es que en 30 años la librería que funciona en la planta

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principal del edificio de la Cámara de Comercio y que es atendida desde sus inicios por la señora Auristela, se ha convertido en un espacio muy solicitado y visitado por profesores y estudiantes que demandan libros desde diversos lugares del territorio y a través de alianzas con librerías nacionales, nuestras publicaciones llegan a todas partes y eso ha permitido que los libros (propios y de distribución exclusiva) tengan muy buena salida y estén al alcance de otras personas, lo que permite mantenernos actualizados y en el mercado” –agregó-.

Guijarro señaló que a pesar del problema con las importaciones y divisas, han logrado conseguir apoyo a través de patrocinios y algunas donaciones, lo que les posibilita tener algo de inventario.

Además poseen publicaciones propias, monografías y las colecciones “Venezuela hoy” que son investigaciones que hacen los académicos y sus propuestas de soluciones a problemas públicos en temas tributarios, controles, privatización etc. La colección “Alianzas” con aliados del exterior para tratar temas que pueden

ser de interés para el país y la colección “Traducciones” que traduce libros importantes que abarcan problemas claves.

Cuentan además con textos de autores del extranjero editados en Venezuela, así como los más recientes de algunos escritores nacionales como “La Quiebra Moral de un País” de Isabel Pereira (2013) y “Un Valle sin amos” de José Luis Oropeza (2014), aparte del publicado con la Cámara de Caracas como “Homenaje a Enrique Sánchez” sobre orientación económica y libre mercado.

La librería también vende publicaciones de aliados que estén dentro de la misma línea de pensamiento, pues para Cedice importa sobremanera apoyar tales iniciativas, por lo que utilizan las redes sociales para la venta de libros y promoción de actividades. En paralelo realiza ofertas especiales de temporadas para la comercialización de sus publicaciones, muchas de ellas promovida mediante la realización previa de conversatorios y debates que versan sobre el contenido de algún libro particular y mediante actividades en el círculo de lectura para jóvenes, donde discuten y analizan material que poseen en la librería.

Guijarro destacó el valioso patrimonio del cual dispone la biblioteca, que sirve de fuente de consulta para investigadores, profesores y estudiantes, mucho de los cuales se pueden adquirir precisamente en la librería a precios bastante razonables y con descuentos especiales para docentes y estudiantes, porque el objetivo es permitir que la mayor cantidad de gente tenga alcance a esos materiales.

Dijo que las monografías y colección Venezuela Hoy están digitalizados y subidos a la web de la institución, lo cual no afecta en absoluto las ventas de los más de 800 títulos de que disponen, pues muchos siguen prefiriendo el libro en físico, no obstante en la actualidad algunas ediciones sobre principios elementales de economía se están haciendo también en versión digital dado que en su mayoría es material básicos para investigación de estudiantes y resulta menos costoso producirlos en este formato.

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La institución celebró su Asamblea General

Gastón Sardi electo presidente de la Cámara de Caracas E

l pasado 26 de marzo se llevó a cabo la Asamblea General Ordinaria de la Cámara de Comercio Industria y Servicios de Caracas, evento celebrado en el auditorio de la institución, en el que se presentó la Memoria y Cuenta correspondiente al período 2012-2014 y se eligió la nueva Junta Directiva que regirá los destinos de este gremio que acumula 120 años, durante el lapso 20142015.

La directiva entrante quedó presidida por Gastón Sardi Quintero, seguido de Cira Romero como Primera Vicepresidente; Pedro Pacheco como Segundo Vicepresidente y Federico Winckelmann en calidad de Tesorero.

Como parte del acto protocolar se procedió con la juramentación del Directorio al cual se incluyeron como nuevos miembros Ernesto Rangel; Luis Enrique Garlin; Daniel Lecuna y Marling Mora.

El presidente saliente, Fernando Eseverri (2012-2014), se dirigió al auditorio para dar su mensaje de despedida y agradecer a

quienes les colaboraron durante su gestión, mientras que Gastón Sardi como presidente entrante, pronunció un discurso en el que hizo énfasis en la importancia de esforzarse y luchar por principios que motivan las aspiraciones de los venezolanos para seguir la vía del progreso y la prosperidad.

“Mi compromiso es continuar esa búsqueda exhaustiva y respetuosa de alianzas, vínculos, contactos y nuevas afiliaciones que nos hagan constar las diversas manifestaciones del emprendimiento caraqueño. Para nosotros defender el hecho social que se expresa en los Centros Comerciales es tan importante como apreciar la industria manufacturera que todavía tenemos o ser los mejores compañeros de camino del emprendimiento popular. Tan trascendental es la suerte de una corporación como la del cinturón de pequeños comercios que se extienden desde el oeste del municipio Libertador hasta el centro de nuestra ciudad

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capital. Tan valioso es el esfuerzo turístico del Hatillo como la diversidad gastronómica de La Candelaria, Las Mercedes o Chacao. Tan apreciable es la opción de Galipán, con sus dulces, flores, desayunos y almuerzos como también lo son los comercios de Petare. Al fin y al cabo todos son la expresión de una ciudad que no se deja vencer por las dificultades ni cae en las garras de la desesperanza”.

“Estamos empeñados en ser la voz que exige libertades y derechos a la vez que un buen soporte para el desempeño de las empresas. Seguiremos siendo ambas cosas. Opinaremos, informaremos y formaremos. Es la única manera de luchar contra la incertidumbre y la falta de certezas. Trataremos de salir airosos de cada obstáculo intentando entender y aplicar la mejor forma de encarar cada una de las situaciones que se nos vayan presentando” –manifestó Sardi-.

Para finalizar estuvo como invitado especial Laureano Márquez, politólogo y humorista quien compartió con los presentes de una amena conferencia en la que explicó la importancia del humor para comprender y sobrellevar la coyuntura de Venezuela de los últimos tiempos.

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