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Begirada/ La Mirada

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Abian / En marcha

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Esperanza y luz para el futuro

El pasado 29 de mayo, las tres Cáritas Diocesanas que conformamos Cáritas Euskadi presentamos la memoria de actividad y el análisis que surge de nuestra experiencia de trabajo a lo largo de 2012. La principal conclusión que obtenemos es que el efecto de la crisis, especialmente en las personas y familias más vulnerables, se mantiene y esta persistencia en el tiempo de las dificultades está provocando un serio empeoramiento en las condiciones de vida, en las relaciones personales, en la salud emocional y psicológica y en la esperanza en el futuro de miles y miles de personas y familias. Esta es una realidad que nos toca de cerca a muchos y muchas de nosotras, no solo por la experiencia de nuestro compromiso diario en los distintos proyectos de Cáritas, sino seguro que también en nuestros ámbitos personales y familiares. Las familias con hijos e hijas a su cargo, especialmente mujeres solas, las personas inmigrantes, y las personas que ya anteriormente a la crisis se encontraban en una situación muy grave (personas sin hogar, por ejemplo) continúan siendo los grupos de población que más dificultades están encontrando para salir adelante. A estas realidades se suma una más: el gran aumento de personas autóctonas, especialmente hombres, que se han acercado a Cáritas buscando apoyo. También hay espacio para la esperanza. Debemos poner en valor el gran número de apoyos que hemos encontrado para poder realizar nuestra labor. Cada vez somos más en Cáritas: más personas voluntarias, más socios y donantes, más entidades sociales con las que compartimos proyectos, más empresas interesadas en conocer nuestra labor y aportar. Sobre todo somos una comunidad cristiana comprometida en la lucha contra la pobreza y la exclusión; muestra de ello es el imparable incremento de las aportaciones económicas de las colectas parroquiales, la puesta en marcha de nuevos proyectos de Cáritas en las unidades pastorales y el compromiso de miles de personas voluntarias, trabajadoras, participantes y consiliarios de nuestras comunidades cristianas implicadas día a día con la acción de Cáritas.

Seme-alabak beren ardurapean dituzten familiak, batez ere bakarrik dauden emakumeak, etorkinak eta krisiaren aurretik dagoeneko oso egoera larrian zeuden pertsonak (etxerik gabeko pertsonak, esaterako) dira aurrera egiteko zailtasun handienak dituzten pertsonak. Errealitate horiei beste bat gehitu behar diegu: Cáritasera laguntza eske etorri diren bertako pertsonak gero eta gehiago direla, bereziki gizonak. Itxaropenerako lekua ere badago. Gure lana burutzeko aurkitu dugun laguntza handiari ere balioa eman behar diogu. Gero eta gehiago gara Cáritasen: Boluntario gehiago, bazkide eta emaile gehiago, proiektuak partekatzen ditugun erakunde gehiago, gure lana ezagutzeko eta ekarpenak egiteko interesa duten gero eta enpresa gehiago. Batez ere, pobrezia eta bazterkeriaren aurka aritzeko konpromisoa dugun kristau komunitate bat gara; horren erakusgarri da parrokietan egiten diren bilketetako ekarpen ekonomikoak handitu egin direla, Unitate Pastoraletan Cáritasen proiektu berriak martxan jarri direla eta egunez egun Cáritasen ekintzekin inplikatzen diren gure kristau komunitateetako milaka boluntario, langile, partehartzaileen konpromisoa.

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