6 minute read
Capítulo 02: Diario de Actividades #2 ~Sieglinde~....................................................Pp
from Hokuou Kizoku 2
Capítulo 02 %
Diario de Actividades #2 ~Sieglinde~
Advertisement
Arribamos al puerto de mi tierra natal un poco después del mediodía. Siendo una de las ciudades portuarias más grandes del país, se encontraba atestada de gente.
—¿Qué te gustaría almorzar, Sieg?
—Veamos…
Teníamos una hora y media hasta que nuestro carruaje partiera. Los restaurantes probablemente estarían llenos.
—Vayamos por algo al mercado.
—Eso podría funcionar.
El mercado de la ciudad portuaria tenía muchos alimentos, de verdad hacía honor a su título “La puerta de acceso de la comida”. —Se nota que estamos en la temporada de cosechas.
—Así es.
La tienda de frutas cerca de la entrada contaba con montañas de frutas otoñales, a lo que Ritz gritó de alegría.
Chabacanos, melocotones, peras y manzanas. Fuimos rodeados por una esencia dulce. Ritzhard compró dos manzanas verdes. Luego, recorrimos despreocupadamente varias tiendas: de vegetales, de flores, de licores y una tienda general.
Por último, arribamos a la calle donde se ubicaban varios puestos que vendían comida. Para empezar, nos dirigimos a la panadería.
—Eeeh, hay muchos tipos diferentes de pan.
—Desde los más grandes hasta los más pequeños, escuché que aproximadamente hay mil tipos diferentes.
Como no podía decidirse por uno, compramos algo llamado knoten, que parecía un nudo hecho con largas tiras.
Tampoco podíamos olvidar la salchicha. La mayoría de las personas a nuestro alrededor estaban comiendo una con un polvo amarillo que tenía un sabor picante. Estas eran populares en los puestos.
Para concluir, compramos café y nos sentamos sobre unas sillas de madera en la plaza del pueblo.
Como calentamos el pan knoten, podía sentir el calor a través del papel envoltorio y, cuando dividimos el pan en dos, emitió un poco de vapor. Cuando lo mordí, tenía una textura suave y un sutil sabor dulce. Antes prefería el pan duro que tenía un sabor fuerte al masticar; sin embargo, conforme probaba el pan que Ritz le solicitaba hacer a la señora de la familia Rango, me llegó a gustar el pan suave.
El currywurst estaba rebanado en trozos pequeños fáciles de comer y ensartada en una brocheta. Le habían puesto salsa de tomate encima, así que tenía la cantidad correcta de picante y agrura. Fueron cocidas a la parrilla hasta el punto exacto, cuando las mordías por fuera crujían perfectamente. La carne molida se desbordaba con sus propios jugos.
—Esto es asombroso, Sieg.
—Me alegra que te haya gustado.
En cuanto al postre, comí una de las manzanas que compramos. Estaban un poco duras; pero, no sabían tan mal. Ritz también tomó una. Luego dijo:
—¡Uwa! ¡Qué agria!
Tal vez su manzana estaba inmadura. O quizá la manzana era así. Sin duda tenía un sabor agrio, pero no al punto de ser incomible.
—¿Tu manzana está dulce, Sieg?
Tras poner la manzana sobre su regazo y mostrar una expresión de que había perdido el apetito, Ritzhard preguntó.
—No, no es dulce, pero tampoco tan agria para ser incomible.
Luego de preguntarle si quería probarla, le entregué la manzana a Ritz. Le dio un mordisco y acto seguido retorció el rostro.
—¡¡También está agria!!
—Qué desafortunado.
—Eh,¿te gustan las frutas agrias, Sieg?
—No… en realidad no.
Las manzanas de este país saben más agrias que en otros lados. Así que estaba acostumbrada al sabor agrio; pero hoy había algo diferente. Mi cuerpo tampoco lo sentía como siempre. Esta sensación peculiar podría ser que.
—¡¿S-Sieg a-acaso estás…?! —Espera, tranquilízate. No lo sabremos hasta que veamos a un doctor.
De repente, Ritz comenzó a estar agitado y me aconsejó que me quitara el corsé.
—Si me quito el corsé ahora, perderemos el carruaje, además la ropa no me volvería a quedar. No es tan malo, así que solo sé paciente un poco más.
Se tarda alrededor de una hora por carruaje hasta la capital. No era tanto tiempo. Una vez que llegamos, fuimos a la casa de la familia de Ritz para saludarlos. Recibimos una apasionada bienvenida de mi consuegro, que estaba usando la piel de oso. Después, mencionamos que teníamos asuntos que hacer en la ciudad y nos dirigimos a un hospital.
El doctor nos hizo un diagnóstico; pero, como la única información que teníamos era que podía comer comida agria, no pudimos llegar a ninguna conclusión. Para empezar no me gustaban las cosas dulces, así que no fue de mucha ayuda.
—Bien, así está, tal vez sea mejor no contarle todavía a mi consuegro.
—Está bien.
Por lo visto, es posible escuchar los latidos usando un estetoscopio a los cinco meses; pero los doctores dijeron que era incierto en este periodo. Dentro de cinco meses, mi vientre comenzará a crecer, así que podría estar segura para entonces.
De cualquier forma, como era una noticia incierta, le advertí a Ritzhard que no se emocionara mucho.
Entonces, estaba reprendiendo a mi esposo agitado de esa forma; pero, luego de que comí filete al vino tinto para la cena, de repente me sentí con náuseas y dejé el asiento.
…… Probablemente sean las tan famosas náuseas del embarazo. —¡Por qué no me dijeron antes!
Luego de cenar, mi consuegro trató de llamar a un doctor porque se preocupó, así que los dos tuvimos que detenerlo.
—Incluso el doctor dijo que era incierto si realmente estaba embarazada.
Cuando Ritzhard explicó los detalles, mi consuegro también comprendió.
—Ya veo. Entonces, ¿puedo estar feliz de que ahora sean una pareja real?
Recordé que nuestra relación en aquel entonces fue descubierta por mi consuegro.
—Consuegro, sobre lo de antes… —No te preocupes. El único culpable aquí es mi nieto, que es denso hasta la médula.
Ritzhard hizo una expresión como si lo estuvieran castigando. A eso, mi consuegro dijo:
—¡Acaso eres un perro castigado o qué!
❄❄❄
Para el baile en el segundo día, mi consuegro preparó un vestido cómodo que no tensaba el cuerpo. Esa es mi tierra natal. Podía encontrar lo que necesitaba ya listo.
Cuando entré, mi título de noble fue anunciado.
Condesa Revontulet, eso fue lo que dijeron.
Cadavez que asistía a estos bailes, era rodeada por jovencitas; sin embargo, en esta ocasión nadie se acercó. Aunque podía sentir miradas.
Después, saludé a varias personas conocidas. Todos estaban sorprendidos por mi cambio.
—Bueno, tu apariencia cambió, pero tu personalidad también se volvió más gentil.
Al escuchar que decían eso, sentí curiosidad de qué tan amenazante era en aquel entonces.
Emmerich no vino. Cuando le pregunté a un soldado que conocía, me contó que Emmerich fue directamente a casa luegodel trabajo porque tenía a su reciente esposa allá.
Charlé con algunos otros conocidos. Todos se sorprendieron por mi apariencia.
Finalmente, hablé con el amigo de Ritzhard. Felicitó de todo corazón este repentino matrimonio que fue decidido hace un año.
Tras saludar a todos, me moví a una esquina y tomé un poco de jugo de frutas. Como existía la posibilidad de que estuviera embarazada, decidí que no tomaría alcohol.
—¿Deberíamos celebrar?
Mientras Ritz giraba una copa en su mano, miró mi vientre.
—Todavía es incierto.
—Aun así.
Antes mis frías palabras, Ritz dejó caer sus hombros.
Sin embargo, no era como si no sintiera nada.
—Bien, ¿deberíamos celebrar por si acaso?
Levanté el vaso y di un brindis.
—Por la nueva familia.
Los vasos chocaron entre ellos con un sonido claro. La bebida que tenía era asombrosa y era muy diferente a todo lo que había probado antes.
Hasta el mes en que mi vientre comenzará a crecer y, tuviera la certeza de que tendría un bebé, Ritzhard y yo pasaríamos los meses impacientemente.
La nueva vida nacería dentro de varios meses después, pero ya estábamos soñando con el bebé.