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Capítulo 34: El perro y papá.................................................................................................Pp

Capítulo 34 %

El Perro y Papá ~Diederich Wattin~

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Sieglinde dejó un perro como regalo y regresó al país donde se había casado. Pensé que mis hijas estarían tristes, pero mis preocupaciones fueron en vano. Edelgard y Adeltraud parecían un poco solitarias al principio, pero sorprendentemente ahora estaban ocupadas con el perro.

El problema se encontraba en otro lado.

Había una persona deprimida, no por Sieg, sino por su esposo: Ritzhard-kun.

Papá.

Una vez más se marchó al rancho con una expresión melancólica.

Para que papá esté así de trise, exactamente que pudo haber hecho Ritzhard-kun… Solo bromeo. El joven que consiguió ser el esposo de Sieglinde de una forma despreocupada, era un hombre muy sociable.

A pesar de que estaba aquí como un invitado, ayudaba a papá con su trabajo, manejaba las emociones de Sieg muy bien, y lidiaba a la perfección con mamá y mi cuñada. Solo podía verlo como un súper hombre.

¿Por qué alguien como él se casaría con Sieg? O al menos eso me preguntaba hasta que escuché que la mayoría de las mujeres no podían sobrevivir en el clima hostil de la aldea de Ritzhard-kun, fue entonces que comprendí.

Por lo vistose trataba de una tierra donde la nieve caía sin cesar y bestias salvajes moraban los bosques. Un lugar aterrador sin duda.

Cuando oí eso, tuve la sensación que era el lugar perfecto para mi tosca hermanita, Sieglinde. Como pareja se encontraban en muy buenos términos, tanto que me sentía incrédulo de que en verdad existieran milagros como esos. Solo podía rezar para que fueran felices por mucho tiempo.

En cambio, el mayor problema era papá.

Se encontraba aún más deprimido que mis dos hijas. Se supone que tú eres el adulto, fue lo que pensé, pero hablamos de Ritzhard-kun, el hombre que capturó el corazón de

la fortaleza impenetrable que era Sieg. A papá también le agradaba bastante, al punto que lo trababa como su propio hijo.

Bueno, también creo que nosotros, mis hermanos y yo, somos responsables de esto. Estamos ocupados con el trabajo, así que priorizamos darles un descanso a nuestros cuerpos en lugar de ayudar a papá con su trabajo. Originariamente era algo que nosotros tendríamos que haber hecho, pero Ritzhard se encargó de eso.

¡He reflexionado y ayudaré a papá con el rancho! Era más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo al ver cómo se apilaba el trabajo, no podía ayudarlo, aunque quisiera. Todos mis hermanos también eran soldados, así que nuestrosperiodos con cargas laborales coincidían.

A pesar de eso, no podemos dejar que papá se deprima de esta forma. Mientras agonizaba sobre qué debería hacer en el cuarto de dibujo, miré a mis hijas cargando al perro en una canasta.

Un perro esponjoso y blanco como la nieve. Su nombre era Ritz, Adeltraud lo nombró. A pesar de eso, dejar que tranquilamente alguien nombre a un perro en su honor, sentí un profundo respeto. Probablemente sea el hombre más magnánimo en nuestra familia.

La raza del perro es Samoyedo y los adultos suelen ser muy grandes. Es amable y le gusta jugar, incluso escuché de Sieglinde que estos perros son mascotas populares. Tiene una personalidad cariñosa y no tiene mucho instinto de caza, además como es amistoso con la gente, no es adecuado como perro guardián.

Todos en la familia estuvimos de acuerdo que su sonrisa era similar a la de Ritzhardkun.

En ese momento mi esposa murmuró que teníamos que entrenar al perro.

Ciertamente se trata de un perro muy grande, por eso si llegara a abalanzarse sobre mis hijas mientras jugaban, sería muy peligroso.

Mientras pensaba si conocía a una persona que supiera sobre perros.

—¡Ah!

—¡Santo cielo, ¿qué pasa?!

Me sentí mal por haber sorprendido a mi esposa, pero se me ocurrió una gran idea. Pensé en dejar que papá entrenara al perro.

Escuché que papá también entrenó a los perros ovejeros. De ser así, podemos dejar que papá se encargue del perro.

Por fortuna, el perro era muy parecido a Ritzhard-kun. Incluso tenían el mismo nombre. Quizá sea capaz de aliviar el corazón de papá también.

Ese día, tan pronto como fue posible, le pregunté a papá.

Después pensé que mis hijas estarían tristes si papá pasaba tiempo con el perro. Creí que no les gustaría entregar a su lindo perrito, pero Edelgard y Adeltraud honestamente cedieron al perro.

Me sentí mal, pero cuando oí que mis hijas salían con ánimo a tomar paseos por el bosque, me sirvió de consuelo.

Tomé al perro y fui a la oficina de papá.

—¿Podrías dedicarme unos minutos, papá?

Una respuesta vino de inmediato y me encontraba sentado frente a frente con papá, el cual todavía lucía exhausto. Viendo al perro en mis brazos, me preguntó qué se me ofrecía.

—Me gustaría que entrenaras al perro, papá.

—¿Que yo entrene al perro?

—Sí. ¿Podrías hacerlo?

Le entregué el perro a papá, que estaba escuchando con una expresión vacía, y cuando lo recibió, mostró una cara de confusión. El perro esponjoso no se intimidó y permaneció quieto. Incluso en esto era parecido a Ritzhard-kun. Qué perro tan terrorífico, pensé.

El perro Ritz miró a papá.

Como lo estaba viendo, papá acarició gentilmente la cabeza del perro Ritz. El pelaje del perro era suave, incitando a que uno lo acariciara bastante y gradualmente las mejillas de papá se aflojaron. Luego de acariciarlo hasta quedar contento, papá expresó su impresión.

—E-es muy lindo.

—Sí.

El perro Ritz capturó el corazón de papá. Le dije con la mirada al perro Ritz que cuidara de papá y salí de la habitación.

Unos días más tarde cuando regresé a casa del entrenamiento, vi a papá trabajando enérgicamente con el perro Ritz detrás de él.

Cuando charlé con él, confirmé que era mi papá de costumbre. Cuando le pregunté por el perro, papá soltó una carcajada y dijo que era difícil porque tenía mucha energía.

La estrategia “Aliviar a papá con el perro Ritz-kun” fue todo un éxito. Luego de ver a papá de esa forma, tomé una decisión.

Primeramente, solicité ser transferido a un departamento con menos trabajo. De esa forma tendría una vida más relajada y más tiempo para dedicarle a mi esposa y a mis hijas.

Además, mis hermanos y yo reflexionamos nuestras acciones pasadas, y ayudamos activamente a papá. Hasta ahora solo habíamos trabajado en el ejército, así que no estábamos acostumbrados a trabajar con animales. Al principio pasamos por muchas experiencias horribles, pero con el tiempo lo encontramos placentero y valedero.

Unos meses después, el perro Ritz creció en un buen perro. Cuando acompañaba a mis hijas al bosque, caminaba al frente con una expresión similar a un caballero y permanecía alerta contra los animales salvajes. Se trataba de un perro encantador que nunca perdía su sonrisa, así que sanaba a toda la familia y a los sirvientes. Cuando iba con papá al rancho, también realizaba muy bien su trabajo como un perro trabajador.

Tal y como se esperaría del perro que Sieglinde eligió, pensé con respeto.

La casa se volvió más animada gracias al perro Ritz. Sinceramente me sentía agradecido con el nuevo miembro de la familia.

Unos años más tarde fuimos a la aldea de Ritzhard-kun con papá, mis hijas y el perro Ritz. Fue una situación peligrosa con un par tan parecido.

Uno era un sociable perro blanco, mientras que el otro era un sociable joven de cabello blanco. Ambos no eran familiares con el otro, pero Ritzhard-kun dijo «¿Cuánto tiempo sin vernos?» como si estuviera saludando a un viejo amigo, de igual forma el perro Ritz movió su cola como si hubiera encontrado a una persona agradable. Luego de eso corrieron uno hacia el otro.

Al ver cómo se abrazaban entre ellos, casi solté una carcajada porque sus acciones y apariencias eran muy parecidas. Mordí desesperadamente mi labio inferior y me contuve.

Sucedieron varios eventos encantadores en la aldea de Ritzhard-kun, pero esa será una historia para otra ocasión.

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