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Capítulo 13 — Yo, La Villana, He Entrado a Territorio Enemigo
Nuestra larga y deprimente ceremonia de entrada había terminado, y ahora las clases se dirigían hacia sus propios salones de clases para orientación.
¿Friedrich…? ¿No me digas que estás en mi clase? Mientras yo estaba eligiendo un asiento en el salón de clases, Friedrich entró con una gran sonrisa sobre su rostro.
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“Hey. Usted debe ser la Señorita Astrid, de la que todo el mundo habla. Su broma ahí atrás habría sido divertida, pero no debería jugar con magia de sangre de esa manera. Puede tener diferentes efectos sobre diferente personas”. “¿Ha escuchado de mí, Su Alteza?” ¿Cómo es que él conoce mi nombre? Mi plan era mantener un perfil bajo en la academia para que nadie supiera incluso quién era yo. ¡Podría haber pasado sin nunca conocer mi destrucción como la villana! Bueno, ahí va ese plan.
“Su padre y el Conde Fraunhofer a menudo hablan sobre usted en la corte imperial. ‘La hija del Duque Oldenburg tiene un increíble talento para la magia’ dicen. Escuché que ya ha aprendido todo lo que enseñan al nivel de primaria”. ¡Padre! ¡¿No estabas en contra de que aprendiera magia todo este tiempo?! ¡Y el Conde Fraunhofer no debería estar abriendo su boca tampoco!
“También he escuchado que tiene más maná del que cualquiera puede medir. Estoy complacido de que alguien con tal talento nació en este país. Juntos, haremos al Imperio Plusen próspero, Señorita Astrid”. “Puede sólo llamarme Astrid, Su Alteza” , dije con una sonrisa forzada. “Sí, hagamos al Imperio Plusen próspero juntos”. Gah. ¿Quién querría ayudarte a mejorar este país? Si obtengo un final malo, podría tener que pelear una guerra con este país, ¿y tú quieres que lo mejore? No malgastes mi tiempo con esa tontería.
“Astrid, ¿he dicho algo para ofenderte?” “¡N-Nada en absoluto! ¡Es sólo que hablar con un príncipe me pone un poquito nerviosa!” Mierda. Madre me advirtió que todos mis pensamientos tienden a mostrarse sobre mi rostro.
“Entonces espero que podamos aprovechar al máximo nuestro tiempo como compañeros de clase” , dijo Friedrich antes de alejarse.
“¿Con quién estabas hablando, Friedrich?” “Con la Señorita Astrid. Ella es esa famosa genio mágica”. El sonido de mi propio nombre me hizo mirar hacia Friedrich, y a su lado vi a un guapo niño con un impresionante cabello rubio y ojos azules. La manera en que le habló a Friedrich fue sorprendentemente casual. Ese niño debe ser…
“Estoy aliviado de que estés en mi clase, Adolf”. “Sip. Aprovechemos al máximo nuestro tiempo como compañeros de clase”. ¡Adolf!
Él tiene que ser Adolf Franz von Wallenstein, el hijo del capitán de los caballeros más fuertes del país, la Orden del Grifo Dorado.
Adolf era otro de los intereses amorosos del juego, y él era del tipo arrogante. Aunque fanfarroneaba, ser hijo del capitán era una verdadera carga para él porque le preocupaba si él alguna vez se convertiría en el próximo capitán. La magia de sangre era esencial para cualquier orden de caballeros, pero eso era algo con lo que él tenía problemas, dejándolo con un complejo de inferioridad.
La heroína mimaría a Adolf mientras él se preocupaba, conquistándolo como resultado. Incluso si la heroína elegía la ruta de Adolf en el juego, Astrid se interpondría entre ellos para decirle que una plebeya era una pareja inadecuada para el siguiente capitán de una orden de caballeros, haciéndole más difícil a la heroína terminar su ruta.
Personalmente, no tenía interés en los chicos arrogantes, así que me había quedado fuera de ello.
Quedaba ver cuánto afecto anotaría con él, pero creo que sólo mantendré mi distancia. La discreción es la mejor parte del valor.
“Su Alteza, es un honor estudiar a su lado en esta clase”. “¡Silvio! Estamos en la misma clase, ¿huh? Pero tendrás que dejar de llamarme ‘Su Alteza’. Sólo estoy aquí como otro estudiante de la academia”. Este chico llamado Silvio tenía el cabello de color castaño y lo llevaba en un estilo bob corto.
¿Hm? ¿Silvio? Busqué a través de la enciclopedia de mi cerebro. ¡Ahhh! ¡Él es otro interés amoroso!
Silvio Heinrich von Stein era el hijo del canciller del Imperio Plusen. Él era un personaje inteligente que a menudo revelaba un ojo agudo para los detalles. Él además se preocupaba por su padre; sentía que las acciones de su padre mostraban una falta de respeto por el emperador, pero mantuvo esas preocupaciones para sí mismo mientras estas lo carcomían. Su nivel de maná no era nada especial, y tenía un pobre dominio de la magia, lo que hizo que gradualmente desarrollara un complejo. La heroína mimaría al preocupado Silvio y lo conquistaría.
Los…los intereses amorosos están todos reunidos justo aquí. ¡Este salón de clases es un campo de minas mortal! Voy tener que moverme como un dragaminas, sin saber nunca cuando podría hacer un paso en falso fatal.
“Todo el mundo, por favor tomen sus asientos”. Todavía estaba cautelosamente observando a la pandilla de intereses amorosos cuando escuché la voz del maestro.
“Esta es a Clase 1-A, y soy su maestro de aula, Gregor von Gericke. Enseño magia elemental de fuego y magia elemental de viento. Si alguien de la clase tiene algún problema, por favor hable conmigo”. El maestro era un hombre en sus cuarentas. Como esperarías de un maestro elegido como el maestro de aula del precioso príncipe, tenía un cierto aire sobre él que lo hacía lucir de élite.
¿Pero quién es ese siguiéndolo por detrás?
“Mis disculpas por llegar tarde. Mi nombre es Bernhard von Bronikowski, y he sido asignado a su clase como un maestro aprendiz. Enseño las mismas asignaturas que el Sr. Gericke, magia elemental de fuego y viento. Espero que pueda ser de ayuda para todos ustedes”.
Un extremadamente joven maestro quien aparentaba estar a finales de su adolescencia inclinó su cabeza mientras se presentaba a sí mismo. Su cabello negro estaba recogido en un moño, el cual lucía bastante refinado.
Luce un poco adormilado, pero aún así, ese es un rostro atractivo. Apuesto a que este va a ser popular con las chicas. Espera… ¡Wah! ¡¿Bernhard von Bronikowski?! ¡Él es otro interés amoroso!
Bernard von Bronikowski era un maestro en la Sagrada Academia de Hechicería Satanachia, y aparecía en el juego como el maestro de aula de la protagonista. Él era un confiable y agradable tipo con una personalidad relajada, y en marcado contraste con los chicos sin carácter, no mostraba señales de inseguridad.
Su carencia de inseguridades combinada con la relación maestro-estudiante lo hacían el personaje más difícil de conquistar en el juego, y él era realmente un buen tipo. Una vez que empezaba a salir con la heroína, se convertía en casi un confiable hermano mayor que tomaba el liderazgo durante sus salidas clandestinas.
Hay un poco de diferencia en la edad, pero él es mi personaje favorito de Deseo a Una Estrella. Todos los otros necesitan mostrar agallas. Ellos deberían resolver sus propios problemas sin tener que necesitar ser mimados.
A pesar de que quería ser más cercana con este chico mayor, él era otro interés amoroso potencial que algún día podría casarse con la heroína y que podría desencadenar alguna complicada secuencia de eventos que llevarían a que el dominio de mi familia sea confiscado. Él no era alguien al que me pudiera acercar descuidadamente.
Este es un chico que no quiero dejarle a la heroína… Ella ya tiene chicos de donde elegir. ¿Por qué la villana no debería ser capaz de encontrar el amor? Aunque supongo que eso es lo que significa ser la villana... Ahh… Desearía haber nacido como la heroína… Mientras me sentaba ahí sintiendo lástima por mí misma, una impresión me fue pasada desde la hilera del frente.
¿Qué es esto? ¿Un campamento de entrenamiento en el Bosque Tourberg como parte de una orientación para nuevos estudiantes? Están poniendo un montón de esfuerzo en la orientación considerando que sólo somos estudiantes de primaria… Viniendo a pensar en ello, esta será la versión noble de un campamento. Probablemente todos ellos traerán un grupo de sirvientes y vivirán como siempre hacen. Cuando pienso en los campamentos de entrenamiento, imagino ir a unas aguas termales, comparar nuestros cuerpos, y luego hablar sobre chicos toda la noche. Dudo que hagamos algo de eso.
Hombre. Qué dolor. Hay demasiados riesgos en esta clase. Odio hacerlo, pero será mejor que deje pasar la orientación para nuevos estudiantes.
“Absolutamente no” , dijo padre cuando le pregunté si podía saltarme la orientación para nuevos estudiantes.
“Finalmente tienes una oportunidad de llegar a conocer a tus compañeros de clase y a sus padres. ¿Por qué querrías perdértela? Si las cosas van bien, esta podría ser una oportunidad de hacer fuertes conexiones con los hijos de otros nobles. Es una oportunidad para que te establezcas como una figura respetada en la alta sociedad”. “Pero… Estoy preocupada acerca de dormir en algún lugar que no sea mi propia casa. No creo que pueda dormir en una cama con la que no estoy familiarizada”. “¿No te has quedado fuera de casa antes?” “En absoluto…”
En realidad nunca dormí fuera de casa. Mi (súper linda) prima Iris ha venido a quedarse, pero nunca me había quedado en algún otro lugar además de la mansión Oldenburg.
“¿Qu-Qué pasa si no puedo dormir?”
“No te quejes antes de siquiera intentarlo”. Lo sabía… Padre no está pensando en mí como una chica. Algunas veces, es como si me viera como un chico. Me pregunto por qué.
“¿Y no está el Príncipe Friedrich en tu clase? Esto es una oportunidad demasiado buena como para perderla. Si puedes volverte cercana al Príncipe Friedrich, podrías incluso ser una emperatriz algún día”. Una vez más, esa es la peor idea que alguna vez he escuchado, padre. Friedrich ni siquiera es de mi tipo, y él es un tipo de mina terrestre conocida como interés amoroso. Si me le acerco descuidadamente, estarás afuera en las calles también, padre. ¿Es eso lo que quieres?
“No creo que el Príncipe Friedrich se haya siquiera fijado en mí. ¡Un chico tan sabio y amante de la paz nunca tomaría interés en una maníaca de la magia como yo! Podría ser mejor renunciar al Príncipe Friedrich. Sí, hagamos eso”. “Si te has dado cuenta de que eres una maníaca de la magia, entonces trabaja en mejorarte a ti misma”.
¡No! ¡Necesito llevar mi magia a los extremos para que pueda destrozar al destino con el poder de las armas modernas!
Honestamente, no puedo soportar a Friedrich. No tengo nada en común con él. ¿Qué ha de gustarle a un pacifista acérrimo con fantasías idealistas sobre usar magia por el bien de la paz?
“Padre, si alguien tan maleducada como yo fuera a acercarse al Príncipe Friedrich, ¿no perderías tú mismo tu posición en la corte imperial?” “Tus modales son… suficientemente buenos… creo. No te preocupes”. ¡Él realmente piensa que soy maleducada! Sé que soy quien lo dijo, pero aún así estoy algo sorprendida. Siempre muestro el respeto apropiado a mis mayores, y siempre le muestro la cortesía apropiada a las personas basándome en su status social. ¡Estoy siguiendo todas las enseñanzas del Confucionismo aquí!
“Padre, simplemente no puedo. Rindámonos con esto. Sabemos que nada bueno saldrá de ello”.
“No escucharé tus quejidos antes de que tan siquiera lo hayas intentado. Acércate a Su Alteza con el mismo entusiasmo que muestras por la magia. Eres una buena chica, y estoy seguro de que se encariñará contigo”.
Esos son padres para ti. Está claro que soy todo menos una buena chica.
“¿O quizás has encontrado otro objetivo para tus afectos?” ¡Whoa! ¡Qué falta de tacto, padre! ¡Los padres no pueden simplemente preguntarles a sus hijos acerca de sus vidas amorosas! ¡Especialmente cuando eso significa preguntarle a una chica quién le gusta!
“Espero que no sea Wolff, ¿no?” “No. Le tengo mucho cariño al Dr. Wolff, pero entiendo la diferencia de edad entre nosotros”.
Cuando yo tenía 4, el Dr. Wolff tenía 25, significando que la brecha de edad es de 21 años. Eso es un poco demasiado.
“Pero no creo que alguna vez hayas llegado a conocer a alguien del sexo opuesto aparte de Wolff…”
“Nadie se ha ganado mi afecto hasta ahora”. Todavía no he saboreado el agridulce fruto que es el amor, padre.
“Muy bien. Pero asistirás a la orientación estudiantil. No escucharé excusas. No puedo forzarte a que conozcas al Príncipe Friedrich, pero te exijo que al menos te hagas amiga de las hijas de otros nobles”. “Sí, padre…” Al final, fui forzada a asistir a la orientación, donde estaría rodeada de peligros por todos lados. Le rogué a Dios que no pasara nada.
Amén…