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9. Creciendo en la Sabiduría de Dios
�� Año Bíblico: Números 32-33
Creciendo en la Sabiduría de Dios
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“El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia” (Proverbios 9:10).
“[David] aprendió que solamente por medio del poder de Dios podría llegar al trono; solamente por medio de la sabiduría divina podría gobernar sabiamente.”—La Educación, pág. 147.
Lectura adicional: Patriarcas y Profetas, págs. 765–771.
Domingo
1. MARAVILLADO CON LO SAGRADO 21 de febrero
�� Año Bíblico: Números 19-20
a. Después que Uzza murió por tocar el arca, ¿qué aprendió David, y también debiera hacerlo cada uno de nosotros, sobre la santidad de la ley de
Dios? 2 Samuel 6:8–10. ¿Cómo y por qué fue recompensado Obed-edom?
Versículo 11; Proverbios 9:10.
2 Sam 6: 8 - 10 Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue llamado aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy. 9 Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová? 10 De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo. 2 Sam 6: 11 Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa. Pr 9: 10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
“David se asombró y alarmó, y en su corazón puso en tela de juicio la justicia de Dios. Él procuraba honrar el arca como símbolo de la presencia divina. ¿Por qué, entonces, se había mandado aquel terrible castigo para que cambiara la escena de alegría en una ocasión de dolor y luto?”—Patriarcas y Profetas, pág. 763.
“Al ver caer a Uzza, David, reconociendo que su propio corazón no estaba del todo en armonía con Dios, tuvo temor al arca, no fuese que alguno de sus pecados le acarreara castigos. Pero Obed-edom, aunque se alegró temblando, dio la bienvenida al sagrado símbolo como garantía del favor de Dios a los obedientes. La atención de todo Israel se dirigió ahora hacia el geteo y su casa, para observar cómo les iría con el arca. [Se cita 2 Samuel 6:11.]
“La reprensión divina realizó su obra en David. Le indujo a comprender como nunca antes la santidad de la ley de Dios, y la necesidad de obedecerla estrictamente…
“[David] esta vez tuvo especial cuidado de cumplir en todo detalle las instrucciones del Señor.”—Ibíd., pág. 765.
2. UN SEGUNDO INTENTO
�� Año Bíblico: Números 21-22
a. ¿Qué debemos aprender de cómo David ejerció ahora una obediencia más cuidadosa y una mayor reverencia al transportar el arca? 2 Samuel 6:12, 13; Isaías 52:11.
2 Sam 6: 12, 13 Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David. 13 Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado. Is 52: 11 Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová.
“[David] resolvió hacer un nuevo esfuerzo para transportar el arca, y esta vez tuvo especial cuidado de cumplir en todo detalle las instrucciones del Señor. Volvió a convocar a todos los hombres principales de la nación, y una congregación enorme se reunió alrededor de la morada del geteo. Con cuidado reverente se colocó el arca en los hombros de personas divinamente designadas; la multitud se puso en fila, y con corazones temblorosos los que participaban en la vasta procesión se pusieron en marcha. Cuando habían andado seis pasos, sonaba la trompeta mandando hacer alto. Por orden de David, se habían de ofrecer ‘un buey y un carnero grueso’.”—Patriarcas y Profetas, pág. 765.
“Hombres y mujeres pueden ser bien versados en el conocimiento de la Biblia, pueden estar tan bien familiarizados con las Escrituras como lo estuvieron los israelitas con el arca, y sin embargo, si sus corazones no son rectos delante de Dios, no lograrán éxito en sus esfuerzos. Dios no estará con ellos. No tienen un concepto elevado de las obligaciones de la ley del cielo ni comprenden el carácter sagrado de la verdad que enseñan. La admonición es: ‘Purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová’ [Isaías 52:11].”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 2, pág. 992.
b. Describe la forma en que David dirigió la solemne procesión, y cómo se vistió en esta ocasión. 2 Samuel 6:14.
2 Sam 6: 14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres
“El rey había puesto a un lado los hábitos regios, y se había vestido de un efod de lino sencillo, como el que llevaban los sacerdotes. No quería indicar por este acto que asumía las funciones sacerdotales, pues el efod era llevado a veces por otras personas además de los sacerdotes. Pero en este santo servicio tomaba su lugar, ante Dios, en igualdad de condiciones con sus súbditos. En ese día debía adorarse a Jehová. Era el único que debía recibir reverencia.
“Nuevamente el largo séquito se puso en movimiento, y flotó hacia el cielo la música de arpas y cornetas, de trompetas y címbalos, fusionada con la melodía de una multitud de voces. En su regocijo, David ‘saltaba con toda su fuerza delante de Jehová,’ al compás de la música.”—Patriarcas y Profetas, págs. 765, 766.
3. REGOCIJO REVERENTE
�� Año Bíblico: Números 23-25
a. ¿Qué debemos entender sobre el “baile” de David? 2 Samuel 6:14 (primera parte); 1 Tesalonicenses 5:5.
2 Sam 6: 14 Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová. 1 Ts 5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
“El hecho de que, en su alegría reverente, David bailó delante de Dios ha sido citado por los amantes de los placeres mundanos para justificar los bailes modernos; pero este argumento no tiene fundamento. En nuestros días, el baile va asociado con insensateces y festines de medianoche. La salud y la moral se sacrifican en aras del placer. Los que frecuentan los salones de baile no hacen de Dios el objeto de su contemplación y reverencia. La oración o los cantos de alabanza serían considerados intempestivos en esas asambleas y reuniones. Esta prueba debiera ser decisiva. Los cristianos verdaderos no han de procurar las diversiones que tienden a debilitar el amor a las cosas sagradas y a aminorar nuestro gozo en el servicio de Dios. La música y la danza de alegre alabanza a Dios mientras se transportaba el arca no se asemejaban para nada a la disipación de los bailes modernos. Las primeras tenían por objeto recordar a Dios y ensalzar su santo nombre. Los segundos son un medio que Satanás usa para hacer que los hombres se olviden de Dios y le deshonren.”—Patriarcas y Profetas, pág. 766.
b. Describe el coro, la procesión y la ceremonia que acompañaron la entrada del arca sagrada por las puertas de Jerusalén, y la evidencia de la generosa hospitalidad de David. Salmos 24:7–10; 2 Samuel 6:17–19.
Sal 24:7-10 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. 8 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. 9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. 10 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. 2 Sam 6:17-19 Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová. 18 Y cuando David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos. 19 Y repartió a todo el pueblo, y a toda la multitud de Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno un pan, y un pedazo de carne y una torta de pasas. Y se fue todo el pueblo, cada uno a su casa.
“Entonces las puertas se abrieron de par en par; entró la procesión, y con temor reverente se depositó el arca en la tienda que había sido preparada de antemano para recibirla. Delante del recinto sagrado, se habían erigido altares para los sacrificios; y ascendió al cielo el humo de los holocaustos y de las ofrendas de paz con las nubes de incienso y las alabanzas y las súplicas y oraciones de Israel. Terminado el servicio, el rey mismo pronunció una bendición sobre el pueblo. Luego con generosidad regia hizo distribuir regalos de alimentos y de vino para su refrigerio.
“Todas las tribus habían estado representadas en este servicio, cuya celebración había sido el acontecimiento más sagrado que hasta entonces señalara el reinado de David. El Espíritu de la inspiración divina había reposado sobre el rey, y mientras los últimos rayos del sol poniente bañaban el tabernáculo con luz santificada elevó él su corazón en gratitud hacia Dios porque el símbolo bendito de su presencia estaba ahora tan cerca del trono de Israel.”—Ibíd., pág. 767.
4. ORGULLO VS. PIEDAD
�� Año Bíblico: Números 26-27
a. Viendo a David dar toda la gloria a Dios en lugar de reclamarla para sí mismo como rey, ¿qué rasgo hereditario se desencadenó en la hija de
Saúl, Mical, y cómo reprobó Dios su amargura? 2 Samuel 6:16, 20–23.
2 Sam 6: 16 Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón. 20 Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: !Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera! 21 Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. 22 Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado. 23 Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.
“La dignidad y el orgullo de la hija del rey Saúl se escandalizó al ver que el rey David había dejado de lado sus vestiduras reales, y su cetro real, y se había vestido con las sencillas prendas de lino que llevaba el sacerdote. Pensó que se estaba deshonrando enormemente ante el pueblo de Israel. Pero Dios honró a David a los ojos de todo Israel permitiendo que su espíritu estuviera sobre él.”— Spiritual Gifts, tomo 4A, págs. 112, 113.
b. ¿Con qué es comparada la sagrada ceremonia de David llevando el arca al corazón de la nación? Apocalipsis 14:12, 13; Daniel 12:2.
Ap 14: 12, 13 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. Dn 12: 2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
“David se humilló, pero Dios lo exaltó. Cantó de manera inspirada, tocando el arpa, produciendo la música más encantadora. Sintió en un pequeño grado ese santo gozo que todos los santos experimentarán al escuchar la voz de Dios cuando su cautiverio sea relevado, y Dios haga un pacto de paz con todos los que han guardado sus mandamientos.”—Ibíd., pág. 113.
“[Se cita Daniel 12:2.] Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel, salen glorificados de la tumba, para oír el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 621.
c. Una vez que el arca estuvo en su lugar, el trono de David fue establecido, y el rey tuvo descanso de sus enemigos. ¿Cuál era su gran aspiración? 2 Samuel 7:1–3.
d. ¿Cómo respondió el Señor al deseo de David, y por qué? Versículos 4, 5, 12, 13; 1 Crónicas 22:7–10.
Jueves
5. UN SUEÑO DADO A OTRO
�� Año Bíblico: Números 28-29
a. ¿Cómo respondió David al veredicto de Dios? 2 Samuel 7:18–22.
2 Sam 7: 18-22 Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí? 19 Y aun te ha parecido poco esto, Señor Jehová, pues también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir. ¿Es así como procede el hombre, Señor Jehová? 20 ¿Y qué más puede añadir David hablando contigo? Pues tú conoces a tu siervo, Señor Jehová. 21 Todas estas grandezas has hecho por tu palabra y conforme a tu corazón, haciéndolas saber a tu siervo. 22 Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
“David sabía que sería un honor para él, y que reportaría gloria a su gobierno, el llevar a cabo la obra que se había propuesto en su corazón; pero estaba dispuesto a someterse a la voluntad de Dios. Muy raras veces se ve aun entre los cristianos la resignación agradecida que él manifestó. ¡Cuán a menudo los que sobrepasaron los años de más vigor en la vida se aferran a la esperanza de realizar alguna gran obra a la que aspiran de todo corazón, pero para la cual no están capacitados! Es posible que la providencia de Dios les hable, tal como le habló su profeta a David y les advierta que la obra que tanto desean no les ha sido encomendada. Les toca preparar el camino para que otro realice la obra. Pero en vez de someterse con agradecimiento a la dirección divina, muchos retroceden como si fueran menospreciados y rechazados, y deciden que si no pueden hacer lo que desean, no harán nada. Muchos se aferran con energía desesperada a responsabilidades que son incapaces de llevar y en vano procuran hacer algo imposible para ellos, mientras descuidan lo que pudieran hacer.”—Patriarcas y Profetas, pág. 770.
b. ¿Qué debemos entender cuando Dios declina nuestros deseos? Isaías 55:8, 9.
Is 55 : 8, 9 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
“Nuestros planes no son siempre los de Dios. Puede suceder que él vea que lo mejor para nosotros y para su causa consiste en desechar nuestras mejores intenciones, como en el caso de David…
“En su amante cuidado e interés por nosotros, muchas veces Aquel que nos comprende mejor de lo que nos comprendemos a nosotros mismos, se niega a permitirnos que procuremos con egoísmo la satisfacción de nuestra ambición.”— El Ministerio de Curación, pág. 375.
Viernes
26 de febrero
�� Año Bíblico: Números 30-31
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Cómo puede Dios, mediante su Palabra, estar buscando llevarme a un terreno más elevado? 2. ¿Podría Dios darme una segunda oportunidad de hacer las cosas mejor que antes? 3. ¿Qué característica principal notamos en la procesión del arca? 4. ¿Cómo se asemeja el transporte del arca a la resurrección especial de Daniel? 5. ¿Cómo puedo estar descuidando el llamado de Dios mientras sigo esperando algo más?
En los últimos días, “habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias… y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas” (Lucas 21:11, 25). ¿Es necesario mencionar los huracanes, ciclones, tsunamis, tornados, terremotos, hambrunas y pestes de esta década? Las catástrofes están costando muchas vidas. Decenas de miles de muertes ocurren generalmente antes de que la escasez de alimentos sea reportada por las principales fuentes de noticias, más de 3.000 por el frío, 2.000 por la sequía, etc. Sin embargo, el corazón de amor infinito de nuestro Padre lo siente todo.
“Es muy natural que los seres humanos piensen que las grandes calamidades son una señal segura de grandes crímenes y enormes pecados; sin embargo, los hombres se equivocan con frecuencia al medir así el carácter. No estamos viviendo en el tiempo del juicio final. [Ahora] están mezclados el bien y el mal, y las calamidades descienden sobre todos. A veces ciertamente los hombres traspasan la línea hasta donde actúa el cuidado protector de Dios, y entonces Satanás ejerce su poder sobre ellos y Dios no se interpone. Job fue terriblemente afligido, y sus amigos procuraron hacerle reconocer que su sufrimiento era el resultado del pecado, e hicieron que él se sintiera bajo condenación. Presentaron el caso de él como el de un gran pecador; pero el Señor los reprendió por la forma en que juzgaban a su fiel siervo.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 3, pág. 1158.
Entonces, ¿qué ocurre con las almas que sufren bajo todas estas calamidades? De hecho, los inocentes a menudo sufren junto con los culpables. Las casas son destruidas, las cosechas arruinadas, las vidas afectadas. ¿Cuál es nuestro deber?
“Dejar a un vecino sufriente sin atender a sus necesidades, equivale a abrir una brecha en la ley de Dios… Debemos cuidar cada caso de sufrimiento, y considerarnos instrumentos de Dios para aliviar al necesitado hasta donde nos lo permita nuestra habilidad… Debemos hacer el bien a todos los hombres, y especialmente a aquellos que son domésticos de la fe.”—Hijos e Hijas de Dios, pág. 54.
“[Dios] ciertamente juzgará a aquellos que descuidan su posesión comprada, que dejan que el sufriente perezca cuando está en su poder aliviarlo.”—The Review and Herald, 10 de diciembre, 1895.
Por favor, hagamos todo lo posible cuando la Ofrenda del Primer Sábado se recolecte para la Asistencia Mundial en Catástrofes, sabiendo que al asistir a los que sufren ante Dios, le estamos sirviendo a él.
El Departamento de Asistencia Social de la Conferencia General