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12. Consecuencias Devastadoras

�� Año Bíblico: Josué 20-21

Consecuencias Devastadoras

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“Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz” (Miqueas 7:8).

“[Dios] hizo pasar a David bajo la vara, pero no lo destruyó: el horno es para purificar, pero no para consumir.”—Patriarcas y Profetas, pág. 798. Lectura adicional: Patriarcas y Profetas, págs. 787–799.

Domingo

1. AMARGOS EFECTOS DEL PECADO 14 de marzo

�� Año Bíblico: Josué 4-6

a. Explica los cambios que ocurrieron después del pecado de David. Proverbios 6:32, 33.

Pr 6:32, 33 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace. 33 Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada.

“Aunque David se arrepintió de su pecado, y fue perdonado y aceptado por el Señor, cosechó la funesta mies de la siembra que él mismo había sembrado. Los juicios que cayeron sobre él y sobre su casa atestiguan cuanto aborrece Dios al pecado…

“La transgresión de David había cambiado su relación con Dios. En ninguna forma podía el Señor sancionar la iniquidad. No podía ejercitar su poder para proteger a David de los resultados de su pecado como le había protegido de la enemistad de Saúl.

“Se produjo un gran cambio en David mismo. Quebrantaba su espíritu la comprensión de su pecado y de sus abarcantes resultados. Se sentía humillado ante los ojos de sus súbditos. Su influencia sufrió menoscabo. Hasta entonces su prosperidad se había atribuido a su obediencia concienzuda a los mandamientos del Señor. Pero ahora sus súbditos, conociendo el pecado de él, podrían verse inducidos a pecar más libremente. En su propia casa, se debilitó su autoridad y su derecho a que sus hijos le respetasen y obedeciesen. Cierto sentido de su culpabilidad le hacía guardar silencio cuando debiera haber condenado el pecado; y debilitaba su brazo para ejecutar justicia en su casa. Su mal ejemplo influyó en sus hijos, y Dios no quiso intervenir para evitar los resultados. Permitió que las cosas tomaran su curso natural, y así David fue castigado severamente.”—Patriarcas y Profetas, pág. 782.

2. MALDAD EN LOS HIJOS

�� Año Bíblico: Josué 7-8

a. ¿Qué está escrito sobre Amnón, el primogénito de David? 2 Samuel 13:1, 2, 10–16. ¿Por qué David fue negligente en hacer cumplir la sentencia en relación con el acto violento de Amnón? Versículo 21; Romanos 2:1.

2 Sam 13: 1, 2 Aconteció después de esto, que teniendo Absalón hijo de David una hermana hermosa que se llamaba Tamar, se enamoró de ella Amnón hijo de David. 2 Y estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna. Continuar lectura en 2 Sam 13: 10-16, 21; Rm 2:1 RV 1960 “David dejó pasar desapercibido el crimen vergonzoso de Amnón, el primogénito, sin castigarlo ni reprenderlo. La ley castigaba con la muerte al adúltero, y el crimen desnaturalizado de Amnón le hacía doblemente culpable. Pero David, sintiéndose él mismo condenado por su propio pecado, no llevó al delincuente a la justicia.”—Patriarcas y Profetas, pág. 787.

b. ¿Qué debemos comprender sobre la forma en que Amnón debió ser llevado ante la justicia? 2 Samuel 13:28, 29, 32; Proverbios 29:15.

2 Sam 13: 28, 29, 32 Y Absalón había dado orden a sus criados, diciendo: Os ruego que miréis cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino; y al decir yo: Herid a Amnón, entonces matadle, y no temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos, pues, y sed valientes. 29 Y los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón les había mandado. Entonces se levantaron todos los hijos del rey, y montaron cada uno en su mula, y huyeron. 32 Pero Jonadab, hijo de Simea hermano de David, habló y dijo: No diga mi señor que han dado muerte a todos los jóvenes hijos del rey, pues sólo Amnón ha sido muerto; porque por mandato de Absalón esto había sido determinado desde el día en que Amnón forzó a Tamar su hermana.

“Como a otros de los hijos de David, a Amnón se le había permitido acostumbrarse a satisfacer sus gustos y apetitos egoístas. Había procurado conseguir todo lo que pensaba en su corazón, haciendo caso omiso de los mandamientos de Dios. A pesar de su gran pecado, Dios lo había soportado mucho tiempo. Durante dos años, le había dado oportunidad de arrepentirse; pero continuó en el pecado, y cargado con su culpa fue abatido por la muerte, a la espera del terrible tribunal del juicio…

“Cuando los padres o los gobernantes descuidan su deber de castigar la iniquidad, Dios mismo toma el caso en sus manos. Su poder refrenador se desvía hasta cierta medida de los instrumentos del mal, de modo que se produzca una serie de circunstancias que castigue al pecado con el pecado.”—Ibíd., págs. 787, 788.

c. ¿Cómo manejó David el crimen de Absalón? 2 Samuel 13:38, 39; 14:21–24, 28.

“David, creyendo que el crimen de su hijo exigía algún castigo, le negó permiso para regresar…

“Aunque amaba tiernamente a este hijo hermoso y tan bien dotado, creyó necesario manifestar su aborrecimiento por su crimen, como una lección tanto para Absalón como para el pueblo. Absalón vivió durante dos años en su propia casa, pero alejado de la corte.”—Ibíd., págs. 788, 789.

3. CARISMA, ENCANTO… Y TRAICIÓN

�� Año Bíblico: Josué 9-10

a. ¿Qué factores hacían a Absalón atractivo para el pueblo, y cómo los usó astutamente a su favor mientras paso a paso el desprevenido rey le daba la bienvenida? 2 Samuel 14:25, 26; 15:1–6.

2 Sam 14: 25, 26 Y no había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había en él defecto. 26 Cuando se cortaba el cabello (lo cual hacía al fin de cada año, pues le causaba molestia, y por eso se lo cortaba), pesaba el cabello de su cabeza doscientos siclos de peso real. 2 Sam 15: 1-6 Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él. 2 Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. 3 Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey. 4 Y decía Absalón: !Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia! 5 Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba. 6 De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.

“Su hermana vivía con él [Absalón], y la presencia de ella mantenía vivo el recuerdo del agravio irreparable que ella había sufrido… No fue prudente de parte del rey dejar a un hombre del carácter de Absalón, ambicioso, impulsivo y apasionado, para que cavilara durante dos años sobre supuestos agravios. Y la acción de David, al permitirle regresar a Jerusalén, y sin embargo, negarse a admitirle en su presencia, le granjeó al hijo la simpatía del pueblo.

“David, que recordaba siempre su propia transgresión de la ley de Dios, parecía estar moralmente paralizado; se revelaba débil e irresoluto mientras que antes de su pecado había sido valeroso y decidido. Había disminuido su influencia con el pueblo…

“Gracias a la influencia de Joab, Absalón fue nuevamente admitido en la presencia de su padre; pero aunque exteriormente hubo reconciliación, él continuó con sus proyectos ambiciosos. Asumió una condición casi de realeza, haciendo que carros y caballos, y cincuenta hombres, corrieran delante de él adondequiera que fuera. Y mientras que el rey se inclinaba cada vez más al deseo de retraimiento y soledad, Absalón buscaba con halagos el favor popular.

“La influencia de la irresolución y apatía de David se extendía a sus subordinados; la negligencia y la dilación caracterizaban la administración de la justicia. Arteramente, Absalón sacaba ventaja de toda causa de desafecto. Día tras día, se podía ver a ese hombre de semblante noble a la puerta de la ciudad, donde una multitud de suplicantes aguardaba para presentarle sus agravios en procura de que fuesen reparados. Absalón se rozaba con ellos, oía sus agravios, y expresaba cuánto simpatizaba con ellos por sus sufrimientos y cuánto lamentaba la falta de eficiencia del gobierno. [Se cita 2 Samuel 15:3, 5.]

Fomentado por las arteras insinuaciones del príncipe, el descontento con el gobierno cundía rápidamente. Todos los labios alababan a Absalón. Se le tenía generalmente por heredero del trono; el pueblo lo consideraba con orgullo digno del alto puesto, y se encendió el deseo de que él ocupara el trono. [Se cita 2 Samuel 15:6.] No obstante, el rey, cegado por el amor a su hijo, no sospechaba nada. La condición de realeza que Absalón había asumido era considerada por David como destinada a honrar su corte.”—Patriarcas y Profetas, págs. 789–791.

4. YENDO HACIA LA CRISIS

�� Año Bíblico: Josué 11-13

a. Explica el hipócrita complot de Absalón. 2 Samuel 15:7–12; Salmo 55:21.

2 Sam 15: 7-12 Al cabo de cuatro años, aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido a Jehová. 8 Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gesur en Siria, diciendo: Si Jehová me hiciere volver a Jerusalén, yo serviré a Jehová. 9 Y el rey le dijo: Ve en paz. Y él se levantó, y fue a Hebrón. 10 Entonces envió Absalón mensajeros por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oigáis el sonido de la trompeta diréis: Absalón reina en Hebrón. 11 Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén convidados por él, los cuales iban en su sencillez, sin saber nada. 12 Y mientras Absalón ofrecía los sacrificios, llamó a Ahitofel gilonita, consejero de David, de su ciudad de Gilo. Y la conspiración se hizo poderosa, y aumentaba el pueblo que seguía a Absalón. Sal 55: 21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, pero guerra hay en su corazón; suaviza sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas desnudas.

“El acto culminante de hipocresía de Absalón tenía por objeto no sólo cegar al rey, sino también afirmar la confianza del pueblo, y seguir incitándolo a la rebelión contra el rey que Dios había escogido.”—Patriarcas y Profetas, pág. 791.

b. Relata las alarmantes noticias que le dieron a David y los pasos estratégicos que tomó. 2 Samuel 15:13–17. ¿Cuál fue su noble objetivo al tomar esta acción?

“En su gran peligro, David sacudió la depresión que por tanto tiempo le había embargado, y con el ánimo de sus años mozos se preparó para hacer frente a esta terrible emergencia. Absalón estaba reuniendo sus fuerzas en Hebrón, a una distancia de sólo treinta kilómetros. Pronto estarían los rebeldes a las puertas de Jerusalén.

“Desde su palacio, David contemplaba su capital, ‘hermosa provincia, el gozo de toda la tierra,… la ciudad del gran Rey.’ Salmos 48:2. Le estremecía el pensamiento de exponerla a la carnicería y a la devastación. ¿Debía llamar en su auxilio a los súbditos que seguían leales al trono, y resistir para conservar la capital? ¿Debía permitir que Jerusalén fuera bañada en sangre? Tomó su decisión. Los horrores de la guerra no caerían sobre la ciudad escogida. Abandonaría Jerusalén, y luego probaría la fidelidad de su pueblo, dándole una oportunidad de reunirse para apoyarle. En esta gran crisis, era su deber hacia Dios y hacia su pueblo mantener la autoridad de la cual el Cielo le había investido. Confiaría a Dios la resolución del conflicto.”—Ibíd., pág. 792.

c. En esta trágica hora, ¿cómo fue consolado David, especialmente por la fe de hombres como Itai el geteo? Versículos 18–23; Miqueas 7:8.

“David, con su altruismo característico, no podía consentir que estos extranjeros, que habían buscado su protección, participasen en su calamidad… Estos hombres habían sido convertidos del paganismo al culto de Jehová, y ahora probaban noblemente su fidelidad a su Dios y a su rey. Con corazón agradecido, David aceptó la devoción de ellos en su causa que aparentemente se hundía.”—Ibíd., pág. 793.

Jueves

5. NOBLEZA EN EL SUFRIMIENTO

�� Año Bíblico: Josué 14-16

a. Aunque David anhelaba mantener el arca sagrada de Dios con él, ¿qué decisión desinteresada tomó? 2 Samuel 15:24–29.

2 Sam 15: 24-29 Y he aquí, también iba Sadoc, y con él todos los levitas que llevaban el arca del pacto de Dios; y asentaron el arca del pacto de Dios. Y subió Abiatar después que todo el pueblo hubo acabado de salir de la ciudad. 25 Pero dijo el rey a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad. Si yo hallare gracia ante los ojos de Jehová, él hará que vuelva, y me dejará verla y a su tabernáculo. 26 Y si dijere: No me complazco en ti; aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere. 27 Dijo además el rey al sacerdote Sadoc: ¿No eres tú el vidente? Vuelve en paz a la ciudad, y con vosotros vuestros dos hijos; Ahimaas tu hijo, y Jonatán hijo de Abiatar. 28 Mirad, yo me detendré en los vados del desierto, hasta que venga respuesta de vosotros que me dé aviso. 29 Entonces Sadoc y Abiatar volvieron el arca de Dios a Jerusalén, y se quedaron allá.

“Como soberano designado para regir la herencia de Dios, le incumbía una solemne responsabilidad… Sin autorización divina, ni los sacerdotes ni el rey tenían derecho a remover de su lugar el símbolo de su presencia. Y David sabía que su corazón y su vida debían estar en armonía con los preceptos divinos; de lo contrario el arca sería un instrumento de desastre antes que de éxito. Recordaba siempre su gran pecado. Reconocía en esta conspiración el justo castigo de Dios.”—Patriarcas y Profetas, pág. 793.

b. ¿Cómo puede cada pecador ser consolado por la esperanza que David expresó en esta hora tenebrosa? Versículo 30; 16:5–12; Salmo 3:1–3.

2 Sam 15: 30 Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. Continuar lectura en 2 Sam 16: 5-12 y Sal 3:1-3 RV 1960

“David no formuló quejas. Su salmo más elocuente lo cantó cuando subía el Monte de los Olivos [Salmo 3].”—Conflicto y Valor, pág. 181.

“Cuando David subió al monte de los Olivos,… el Señor lo miró compasivamente. David iba vestido de cilicio, y la conciencia lo atormentaba. Demostraba su contrición por las señales visibles de la humillación que se imponía. Con lágrimas y corazón quebrantado presentó su caso a Dios, y el Señor no abandonó a su siervo. Jamás estuvo David tan cerca del amor infinito como cuando, hostigado por la conciencia, huyó de sus enemigos, incitados a rebelión por su propio hijo.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 15.

Viernes

19 de marzo

�� Año Bíblico: Josué 17-19

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

1. ¿Por qué la fortaleza habitual de David parecía estar bajo un estupor paralizante? 2. ¿Cómo podemos evitar la repetición de los errores de la vida familiar de David? 3. ¿Qué factores pueden desencadenar un Absalón en la iglesia? 4. Relata algunas evidencias de la nobleza de David durante este período. 5. ¿Por qué David podía confiar en Dios incluso en este momento tan angustioso?

�� Año Bíblico: Jueces 12-14

Un Legado de Misericordia y Justicia

“Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos los que han de venir” (Salmo 71:18).

“Grandes y gloriosas fueron las promesas hechas a David y a su casa. Eran promesas que señalaban hacia el futuro, hacia las edades eternas, y encontraron la plenitud de su cumplimiento en Cristo.”—Patriarcas y Profetas, pág. 818. Lectura adicional: Patriarcas y Profetas, págs. 798–819.

Domingo

1. REBELIÓN APLASTADA 21 de marzo

�� Año Bíblico: Josué 22-24

a. Mientras David se preparaba para la batalla, ¿cuál era su gran preocupación? 2 Samuel 18:1–5. Sin embargo, ¿cómo se encontró Absalón con su muerte? Versículos 9, 10, 14, 15.

2 Sam 18: 1-5 David, pues, pasó revista al pueblo que tenía consigo, y puso sobre ellos jefes de millares y jefes de centenas. 2 Y envió David al pueblo, una tercera parte bajo el mando de Joab, una tercera parte bajo el mando de Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab, y una tercera parte al mando de Itai geteo. Y dijo el rey al pueblo: Yo también saldré con vosotros. 3 Mas el pueblo dijo: No saldrás; porque si nosotros huyéremos, no harán caso de nosotros; y aunque la mitad de nosotros muera, no harán caso de nosotros; mas tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Será, pues, mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad. 4 Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que bien os parezca. Y se puso el rey a la entrada de la puerta, mientras salía todo el pueblo de ciento en ciento y de mil en mil. 5 Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Tratad benignamente por amor de mí al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando dio el rey orden acerca de Absalón a todos los capitanes. Continuar lectura en 2 Sam 18: 9, 10, 14, 15 RV 1960

“Mientras el rey miraba las fuerzas rebeldes, el pensamiento que predominaba en su mente no se refería a la corona y al reino, ni tampoco a su propia vida, que dependían de la batalla. El corazón del padre rebosaba de amor y lástima para con su hijo rebelde.”—Patriarcas y Profetas, pág. 804.

b. ¿Por qué Joab detuvo la reacción de David? Versículos 32, 33; 19:1–8.

“Dios les había dado nuevo motivo de triunfo y alegría; la rebelión más grande que jamás se hubiera visto en Israel había sido deshecha; y sin embargo, esta gran victoria era trocada en luto en honor de aquel cuyo crimen había costado la sangre de miles de hombres valientes…

“A pesar de que este reproche era duro y cruel para el rey de corazón quebrantado, David no se resintió por él. Viendo que su general estaba en lo justo, bajó y fue a la puerta, y con palabras de aliento y elogio saludó a sus valientes soldados mientras pasaban frente a él.”—Ibíd., pág. 807.

2. BENDICIÓN Y PRESUNCIÓN

�� Año Bíblico: Jueces 1-2

a. Brinda algunos ejemplos posteriores de la continua nobleza de espíritu de

David y el cuidado de Dios por él. 2 Samuel 19:18–23; 23:14–17.

2 Sam 19: 18- 23 Y cruzaron el vado para pasar a la familia del rey, y para hacer lo que a él le pareciera. Entonces Simei hijo de Gera se postró delante del rey cuando él hubo pasado el Jordán, 19 y dijo al rey: No me culpe mi señor de iniquidad, ni tengas memoria de los males que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén; no los guarde el rey en su corazón. 20 Porque yo tu siervo reconozco haber pecado, y he venido hoy el primero de toda la casa de José, para descender a recibir a mi señor el rey. 21 Respondió Abisai hijo de Sarvia y dijo: ¿No ha de morir por esto Simei, que maldijo al ungido de Jehová? 22 David entonces dijo: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me seáis adversarios? ¿Ha de morir hoy alguno en Israel? ¿Pues no sé yo que hoy soy rey sobre Israel? 23 Y dijo el rey a Simei: No morirás. Y el rey se lo juró. Continuar lectura en 2 Sam 23: 14-17 RV 1960

“Después de la muerte de Absalón, Dios volvió los corazones de Israel, como el corazón de un hombre, a David. Simei, que había maldecido a David en su humillación, por temor a su vida, fue uno de los primeros rebeldes en encontrarse con David a su regreso a Jerusalén… Los que presenciaron su conducta abusiva instaron a David a no perdonarle la vida, porque maldijo al ungido del Señor. Pero David los reprendió. No sólo le perdonó la vida a Simei, sino que le perdonó misericordiosamente.”—Spiritual Gifts, tomo 4A, pág. 91.

b. Aunque la restauración completa del reino de David no fue ni inmediata ni fácil, ¿qué pudo declarar? Capítulo 22:1–3, 7, 18, 19, 51.

2 Sam 22: 1-3 Habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. 2 Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; 3 Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. Continuar lectura en 2 Sam 22: 7, 18, 19, 51 RV 1960

c. ¿Qué error cometió David más tarde en su vida? 1 Crónicas 21:1–7.

“El orgullo y la ambición fueron lo que motivó esta acción del rey. El censo del pueblo revelaría el contraste que había entre la debilidad del reino cuando David ascendió al trono y su fortaleza y prosperidad bajo su gobierno. Esto tendería aún más a fomentar la ya excesiva confianza en sí que sentían tanto el rey como el pueblo. Las Escrituras dicen: ‘Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que contase a Israel.’ Véase 1 Crónicas 21. La prosperidad de Israel bajo el gobierno de David se debía más a la bendición de Dios que a la habilidad de su rey o a la fortaleza de su ejército. Pero el aumento de las fuerzas militares del reino daría a las naciones vecinas la impresión de que Israel confiaba en sus ejércitos, y no en el poder de Jehová.”—Patriarcas y Profetas, pág. 809.

d. ¿Qué comprendió David humildemente acerca del censo? 2 Samuel 24:10. ¿Cómo eligió entre las opciones que Dios le dio? Versículos 11–14.

“[El pueblo] había participado de los mismos pecados que motivaron la acción de David. Así como el Señor, por medio del pecado de Absalón, trajo castigos sobre David, por medio del error de David, castigó los pecados de Israel.”—Ibíd., pág. 811.

3. ACEPTACIÓN Y ABDICACIÓN

�� Año Bíblico: Jueces 3-5

a. ¿Por qué tuvo que sufrir tanta gente, y cuál fue el efecto de la intercesión de David? 2 Samuel 24:15–17, 21, 25.

2 Sam 24: 15- 17, 21, 25 Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres. 16 Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna jebuseo. 17 Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre. 21 Y Arauna dijo: ¿Por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová, para que cese la mortandad del pueblo. 25 Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel.

“Siguió una rápida destrucción. Setenta mil fueron destruidos por la peste. David y los ancianos de Israel sufrieron la más profunda humillación, llorando ante el Señor. Cuando el ángel del Señor estaba en camino para destruir Jerusalén, Dios le ordena que detenga su obra de muerte. Un Dios compasivo todavía ama a su pueblo, a pesar de su rebelión. El ángel vestido con atuendo de guerra, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén, se revela ante David, y a los que estaban con él. David está grandemente atemorizado, pero clama en su angustia y su compasión por Israel. Le suplica a Dios que salve a las ovejas. Con angustia confiesa: ‘Yo pequé, yo hice la maldad’. ‘Que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre, y no contra el pueblo’. Dios le habla a David mediante su profeta, y le pide hacer expiación por su pecado. El corazón de David estaba en la obra, y su arrepentimiento fue aceptado.”—Spiritual Gifts, tomo 4A, págs. 92, 93.

b. ¿Cómo fueron respondidas las oraciones de David pidiendo gracia en su vejez y en su desafío final? Salmos 71:9, 18; 1 Reyes 1:5, 6, 15–21, 32–35, 39.

Sal 71: 9,18 No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. 18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir Continuar lectura en 1 Re 1: 5, 6, 15 - 21, 32 - 35, 39 RV 1960

“[Adonía] ahora se rebeló contra la autoridad de Dios, que había designado a Salomón como sucesor de David en el trono. Tanto por sus dotes naturales como por su carácter religioso, Salomón estaba mejor capacitado que su hermano mayor para desempeñar el cargo de soberano de Israel; no obstante, aunque la elección de Dios había sido indicada claramente, Adonía no dejó de encontrar adherentes. Joab, aunque culpable de muchos crímenes, había sido hasta entonces leal al trono; pero ahora se unió a la conspiración contra Salomón, como también lo hizo Abiathar, el sacerdote…

“David abdicó inmediatamente en favor de Salomón, quien fue en seguida ungido y proclamado rey. La conspiración fue aplastada. Sus principales actores habían incurrido en la pena de muerte… A Joab y Adonía se les perdonó por el momento, pero después de la muerte de David sufrieron la pena de su crimen. La ejecución de la sentencia en la persona del hijo de David completó el castigo cuádruple que atestiguaba el aborrecimiento en que Dios tenía el pecado del padre.”—Patriarcas y Profetas, págs. 811, 812.

4. UNA HERENCIA DE FE

�� Año Bíblico: Jueces 6-7

a. Comenta el consejo de David a Salomón, y su más profunda preocupación al final de su vida. 1 Reyes 2:1–4; 1 Crónicas 28:9.

1 Re 2: 1- 4 Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal. 2 Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el. 3 Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. 4 Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó. 1 Cr 28:9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.

“David siente la mayor preocupación por Salomón… Ha aprendido por experiencia que el Señor no sancionará en ningún caso las malas acciones, ya sea que se encuentren en el príncipe más elevado o en el súbdito más humilde, sino que visitará al líder de su pueblo con un castigo tan severo cuanto su posición sea más responsable que la del humilde súbdito. Los pecados cometidos por los líderes de Israel tendrían una influencia para disminuir la pecaminosidad de los crímenes en las mentes y conciencias del pueblo, y serían puestos en conocimiento de otras naciones, que no temerían a Dios, sino que pisotearían su autoridad, y serían llevadas a blasfemar contra el Dios de Israel. David solemnemente encarga a su hijo que se adhiera estrictamente a la ley de Dios, y que cumpla todos sus estatutos.”—Spiritual Gifts, tomo 4A, págs. 94, 95.

b. ¿En qué más se concentró David ahora? Versículos 10, 20; 29:3, 9.

1 Cr 28:10,20 Mira, pues, ahora, que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla. 20 Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová. 1 Cr 29: 3, 9 Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios 9 Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente.

“El Señor, a través de su ángel, instruyó a David, y le dio un modelo de la casa que Salomón debía construirle. Se encargó a un ángel que acompañara a David mientras escribía, para beneficio de Salomón, las instrucciones importantes en relación con el arreglo del edificio. El corazón de David estaba en la obra. Manifestó seriedad y devoción al hacer extensos preparativos para el edificio, y no escatimó ni trabajo ni gastos, sino que hizo grandes donaciones de su propio tesoro, dando así un noble ejemplo ante su pueblo, que no dudó en seguirlo de corazón voluntario.”—Ibíd., pág. 94.

c. ¿Cómo puede el ejemplo de David inspirar a los ancianos? Salmos 71:1; 119:132, 133.

“David, al arreglar sus asuntos, da un buen ejemplo a todos los que están avanzados en años, para arreglar sus asuntos mientras sean capaces de hacerlo, de modo que cuando estén cerca de la muerte, y sus facultades mentales estén disminuidas, no tengan nada de naturaleza mundana para desviar sus mentes de Dios.”—Ibíd., pág. 96.

Jueves

5. UN MENSAJE PARA LOS ÚLTIMOS DÍAS

�� Año Bíblico: Jueces 8-9

a. ¿Cómo se cumple la promesa de 2 Samuel 7:16? Lucas 1:30–33; Hechos 2:29–36.

2 Sam 7: 16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. Lc 1: 30-33 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Continuar lectura en Hch 2: 29-36 RV 1960

b. ¿Qué mensaje escrito por David es de clara importancia en estos últimos días de la historia de la tierra? Salmos 119:17, 18, 33–40, 126, 127.

Sal 119: 17, 18, 33-40 Haz bien a tu siervo; que viva, y guarde tu palabra. 18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. Continuar lectura en Sal 119: 33-40, 126, 127 RV 1960

“Es posible que, a pesar de las continuas amonestaciones, los hombres vayan tan lejos en la impiedad, que Dios vea que debe levantarse y defender su honor. Así sucede en el período actual de la historia de esta tierra. El crimen en todos sus grados se manifiesta en forma más y más sorprendente. La tierra está llena de la violencia de los hombres contra sus prójimos.

“¿Qué posición tomará la iglesia? Los que en el pasado han respetado la ley de Dios, ¿serán arrastrados por la corriente de mal? La transgresión y el desprecio de la ley de Dios, que son casi generales, ¿oscurecerán la atmósfera espiritual de todas las almas por igual? La falta de respeto por la ley de Dios, ¿derribará las barreras protectoras? A causa de que prevalecen la impiedad y la desobediencia, ¿se menoscabará la alta estima por la ley de Dios? Dado que es quebrantada por la gran mayoría de los que viven en la tierra, los pocos que son fieles ¿se harán semejantes a todos los desleales y procederán igual que los impíos? Por el contrario, ¿no elevarán la oración de David: ‘Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han invalidado tu ley’?”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 3, pág. 1172.

“[Se cita Salmo 119:17, 18, 33–40.] Los siervos del Señor deben constantemente ofrecerle oraciones como ésta. Esta oración revela una consagración de corazón y mente a Dios; es la consagración que Dios nos pide que hagamos.”—Ibíd., pág. 1170.

Viernes

26 de marzo

�� Año Bíblico: Jueces 10-11

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

1. ¿Qué podemos aprender de la respuesta de David a la reprensión de Joab? 2. ¿En qué áreas de la vida podría estar tentado a cometer el mismo pecado que

David en su censo? 3. Enumera el cuádruple juicio sobre los hijos de David y cómo somos advertidos. 4. Al igual que David, ¿cómo podemos todos aprovechar al máximo los años de la vejez? 5. A través de los salmos, ¿qué llamamiento nos hace hoy David a cada uno?

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