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León Pérez - Página
LEÓN PÉREZ
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Director Creativo en Kommunik
entrevistas: leon pérez
No soy fan del gobierno anterior, y creo que fue una década perdida, a nivel institucional. Pero la comunicación del gobierno de Rafael Correa logró lo que nunca antes se había hecho: hablarle al ecuatoriano sin ningún sesgo regional, unificando valores que los ecuatorianos quieren entender como fundamentales en una identidad ecuatoriana. Claro, estamos hablando de propaganda y de la idealización de Rafael Correa, como un personaje infalible, muy propio de la propaganda política de los líderes populistas, pero… el gran contexto en el que se desarrollaba el discurso era en torno al orgullo de ser ecuatoriano, trascendiendo nuestra supuesta humildad y amabilidad… extendiendo el imaginario de lo que es ser ecuatoriano. Correa nos hizo creer que podíamos ser, en conjunto, innovadores, organizados, “valientes”, y peor aún, “íntegros”.
Por eso fue tan decepcionante cuando la careta se empezó a caer…, pero fueron tan fuertes los conceptos desarrollados, y tan amplios en su atractivo para la ´nación ecuatoriana´ que el engaño todavía funciona para una parte del país.
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PARA HABLAR DE LO QUE NOS UNE
Para hablar de lo que nos une, no es necesario negar nuestras diferencias. Si hoy existe algo parecido a la ‘nación ecuatoriana’ tiene que ser una sumatoria de identidades que, aunque tienen diferencias entre sí, conviven y ‘conversan’. El gobierno de Correa se obligó a abrazar la multiculturalidad y la ‘realidad’ del ecuatoriano, claro, una representación más precisa de cómo somos y vivimos, pero siempre idealizada. Antes del gobierno de Correa, la comunicación (especialmente la publicitaria) evitaba salir de un aspiracional clasista, y, por añadidura, racista.
entrevistas: leon pérez
NO ES NECESARIO NEGAR NUESTRAS DIFERENCIAS
SOMOS CERCANOS,
entrevistas: leon pérez
Somos cercanos, no solo por la geografía. Somos allegados, a nivel humano. Somos diferentes, y por ello, acostumbrados a serlo. Esto puede hacer que haya rivalidades, pero las hermandades son muchas más. Por eso, dentro de nuestra ‘herencia latina’, somos aún más cálidos y abiertos.