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Enrique Rojas - Página
I LOVE NY
#EVERYONEISWELCOME “WHAT HAPPENS HERE, STAYS HERE”
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ENRIQUE ROJAS
Director Creativo en Paper
entrevistas: enrique rojas
Creo que el término “identidad” es complejo. Hay una identidad que nos representa como cultura, la cual se construye en el momento; se soporta en la historia, en los hábitos, los comportamientos, el arte, la arquitectura y las conversaciones. No se compra ni se vende, es.
Cuando hablamos de campañas, la identidad se transforma en un relato, hay alguien que la interpreta y la comunica con un objetivo.
Entonces, en ese sentido, creo que las campañas sobre identidad no necesariamente son parte de la identidad, sino que son construcciones comunicacionales circunstanciales, que responden a intereses políticos o comerciales.
Desde ahí, creo que Perú ha hecho un trabajo interesante, logrando mostrar el país de una manera diferenciadora, a través de la comida y el respeto de su pasado histórico inca. Ha sido un trabajo sostenido en el tiempo, estratégico y bien articulado en todas sus dimensiones.
Sobre piezas en particular, en un mundo tan globalizado y competitivo, creo que es más fácil construir identidades particulares, segmentadas, por eso me voy a concentrar en estrategias que han logrado, de una manera u otra, un impacto que ha marcado la identidad de ciertos lugares y comunidades. Nueva York: Campaña I Love NY. Se creó en 1976, para enfrentar la profunda crisis social que vivía la ciudad. Las Vegas: Campaña Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Creada en el 2003 para promocionar el turismo en Las Vegas, logró, desde la comunicación, darle un sentido cultural único y deseable a la ciudad.
Los Ángeles: Campaña de turismo actual de la ciudad de Los Ángeles, una propuesta incluyente y abierta a la diversidad, tolerancia y respeto, la cual contrasta con el discurso racista y discriminador de Donald Trump. Esta campaña utiliza muy bien los medios tradicionales y las redes sociales.
Tasmania: Tasmania es un Estado de Australia, una isla que logró representar, en su campaña Go behind the scenery, y, en particular para mí, en el spot Go
#ER19ppt
behind scenery this winter in Tasmania, una identidad compleja y rica que rescata las tradiciones, la geografía y lo contemporáneo, proyectado a través de un relato rico en imaginarios y actitud.
entrevistas: enrique rojas
Sobre nosotros, veo que hay una preocupación, tal vez una obsesión, con identificar una identidad ecuatoriana que se pueda representar y reconocer fácilmente; tomando como referente cercano a México o Argentina.
Creo que hay que remontarse a la historia. Ecuador nunca ha tenido una identidad homogénea, es un país compuesto por regiones que tienen muy marcadas sus culturas y propias identidades. Es más fácil hablar de un guayaquileño, un quiteño o un cuencano, que de un ecuatoriano. Ni siquiera, hay un día nacional donde todos celebremos con los mismos símbolos. No hay una comida nacional, una música nacional, entonces, ¿qué nos hace pensar que podamos identificar fácilmente un discurso o relato que represente lo nacional?
Creo que falta observarnos y reconocernos en nuestra diversidad, para empezar a reconocernos.
La identidad no es algo que viene empaquetado. Creo que esta preocupación por la identidad, desde la comunicación o la publicidad, es más una necesidad comercial que cultural.
entrevistas: enrique rojas
Si el fin último es la publicidad, se puede recurrir a los elementos y experiencias que compartimos, como cualquier país, pero que de ninguna manera nos establecen como identidad: el vínculo que se crea ante la necesidad de triunfos que nos representen, como el fútbol; o la actitud solidaria y la unión ante las tragedias, etc. Esa sería la manera fast food de utilizar la identidad. Básica, elemental y reconocible.
Si queremos pensar en serio en nuestra identidad, y descubrir elementos que nos representen de manera única, entonces hay que empezar a reconocerse como un país diferente y plural, que no va a poder establecer códigos de identidad de una manera tradicional. Ese es el punto de partida para ponerse a pensar en nuestra identidad.
A mí, lo que más me ha llamado la atención del ecuatoriano, desde que llegué a vivir aquí, es la resiliencia, la capacidad de sobrellevar y adaptarse a las situaciones adversas; he visto pasar guerras, terremotos, el Fenómeno del Niño, caídas de presidentes, y siempre se siguió para adelante, de una manera especial, sin detenerse mucho en lo que pasó, sin grandes discursos, solo se avanzó.