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ENSAYOS: Realidad nacional e internacional Por D. H., Catherine Torres, M. P., Francis Enríquez, I. H. y Bryan Hidalgo

ENSAYOS Realidad nacional e internacional

Seis estudiantes de la carrera de Periodismo de la Universidad Casa Grande (UCG) presentaron ensayos de diferentes temáticas como trabajo final de la materia “Realidad Nacional e Internacional”, dictada por el Mgtr. Juan de Althaus.

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¿Es la naturaleza un sujeto de derecho? Por D.H.

La idea de ver a la naturaleza como sujeto de derecho nació en el 2008 cuando el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, dispuso la nueva Constitución de Montecristi, cuyo artículo 71 señala: “La naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos” (Const., 2008, art. 71), dándole paso a su derecho propio.

Esto derivó en una idea innovadora en el área jurídica, ya que antes ningún país le había dado esa subjetividad a la naturaleza, sino que era solo un objeto de derecho. Esta duda resulta de cuestionarse si era posible que algo distinto al ser humano fuese considerado sujeto de derecho. Pero, ¿por qué es esto primordial?

Un objeto de derecho es todo aquello externo a una persona, ya sean cosas materiales, acciones humanas o fenómenos inmateriales, y que de alguna forma u otra se halla a disposición y voluntad suya. Por otro lado, un sujeto de derecho es aquel al que se le puede atribuir e imputar derechos y obligaciones a través de la ley, es decir, tendrá privilegios dentro de la sociedad y sus integrantes tendrán responsabilidades ante ella.

Siendo así, la naturaleza es un ente que no cuenta con los elementos esenciales para ser considerada un sujeto de derecho, pues no puede ejercer sus privilegios y obligaciones, ya que es un ser vivo inmóvil.

En una entrevista realizada al abogado Diego Cedeño, él concordó en que es imposible, jurídicamente hablando, que la naturaleza sea considerada un sujeto de derecho, debido a que “el elemento soberanía no puede imputarse a la naturaleza, ya que, con excepción del hombre, otro ente no tiene la capacidad mental de tomar decisiones libres e independientes”, afirmó, siendo, más bien, una cosa a disposición y voluntad de las personas.

Para Cedeño, la naturaleza no cumple con otro aspecto esencial: “No cuenta con una organización política-jurídica para establecer comportamientos de todos los entes de la naturaleza. Es un imposible jurídico que un elemento de la naturaleza, que no sea un ser humano, pueda representarlos dentro del gobierno o impartir justicia”.

Por último, recalca que desde sus inicios “la posición que mantiene el derecho es del tipo antropocéntrico”, es decir que mantiene al ser humano como centro de todo, por lo que, “a menos que se cambie de posición, continuará siendo imposible que se le otorgue a la naturaleza subjetividad”, manifiesta.

Entonces, ¿cómo es posible que la naturaleza sea considerada algo que jurídicamente no puede ser?, y ¿cómo ha sido posible que esto se haya implementado dentro de la Constitución, siendo la carta principal que rige dentro de un Estado?

La justificación es la deforestación ambiental. La naturaleza es esencial para la existencia de otras vidas dentro del planeta Tierra, por lo cual es considerada como sujeto de derecho en la Constitución, pues “se intenta ante todo elevar la protección jurídica de la naturaleza, ya que lo dictado anteriormente (para su protección) ha sido insuficiente”, declaró el abogado Ricky Benavides, especializado en derecho administrativo, en una entrevista que se le realizó.

Para Benavides, elevándola como sujeto de derecho, “la naturaleza tendría valores propios —al igual que todas las formas de vida— que deben resaltarse y protegerse. Al ser solo un objeto, sería únicamente un medio para los fines del hombre”, por lo que siendo un ‘ser’, jurídicamente hablando, a la par del ser humano, no se pueden irrespetar sus derechos, lo cual siempre se ha hecho. Siendo así, la naturaleza ganaría poder jurídico, ayudando al Sumak Kawsay 1 y garantizando una diversidad ecológica, disminuyendo así la crisis por el desenfreno del lucro de las corporaciones transnacionales.

Por otro lado, Cedeño considera que el reconocimiento de la naturaleza está basado en tres eventos importantes de Ecuador que se reflejan en la Constitución del 2008: 1) “El movimiento indígena andino aportando su filosofía del Sumak Kawsay, 2) las organizaciones ecologistas ecuatorianas activas en la denuncia de la crisis civilizatoria y la propuesta de alternativas de desarrollo; y 3) los individuos incluidos en las mesas constituyentes para la discusión sobre los derechos de los animales”. Esto permite concluir que la razón de ser la naturaleza considerada sujeto de derecho es además un asunto político, para que intereses económicos no acaben con ella, ofreciendo así alternativas al desarrollo.

Tras la Constitución de Montecristi, diferentes países como Bolivia empezaron a observar a la naturaleza como sujeto de derecho, incluyéndola en su Constitución, con el fin de detener el capitalismo desenfrenado que estaba acabando con ella, pues sin esta, el ser humano no puede vivir.

La naturaleza es más importante que el ser humano. La Tierra seguirá existiendo después de la raza humana, pero las personas dependen de la naturaleza para vivir, por eso hay que cuidarla; y como dijo el expresidente de Bolivia, Evo Morales Ayma (2009), en la asamblea nacional de las Naciones Unidas: “…ha llegado la hora de reconocer que la Tierra no nos pertenece, sino más bien que nosotros pertenecemos a la Tierra, que nuestra misión en el mundo es velar por los derechos, no solo de los seres humanos, sino también de la Madre Tierra y de todos los seres vivos” (p. 54).

Referencias

Constitución de la República del Ecuador [Const.]. Artículo 71. 20 de octubre de 2008 (Ecuador). https://bit.ly/2UIPEqv

Morales Ayma, E. (2009). La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra. https://bit.ly/2Ulxqg0

1 Término quechua que hace referencia al “Buen vivir”.

Los medios y la cultura de violación

De acuerdo con Nestor García Canclini (1989), la cultura es una instancia simbólica de la producción y reproducción de la sociedad. Todas las prácticas sociales contienen una dimensión cultural, pero no todo en ellas es cultura. Por ello, según Marx y Engels (1970), es necesario recoger los artefactos de cultura, siendo estos periódicos, programas de televisión, películas y música popular, pero también actividades como ir de compras, ver eventos deportivos o visitar un club o una cafetería. Los autores también explican que las clases dominantes reproducen intereses sociales dominantes que sirven para naturalizar, idealizar y legitimar la sociedad existente y sus instituciones y valores; evidenciando a la sociedad ecuatoriana como una cultura misógina, sexista, machista, heteronormativa, entre otros.

La Organización de las Naciones Unidas (s. f.) define la violencia contra la mujer como todo acto de agresión al género femenino que provoque o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico contra esta, englobando las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada.

Dentro de los tipos de violencia, Pabón (2020) incluye la psicológica, física, sexual, política, ginecobstetra, patrimonial y simbólica, siendo esta última el enfoque en este artículo, con respecto a la vinculación de los medios en una cultura de violación, que es el conjunto de creencias que estimulan la agresión sexual masculina y apoyan la violencia contra la mujer. Dentro de la sociedad actual —con una cultura de violación en práctica—, se promueve la violencia como sexy y a la sexualidad como violenta. A su vez, mujeres y hombres asumen que la violencia sexual es un hecho en la vida, inevitable como la muerte o los impuestos (McEwan, 2017).

En Ecuador, la violencia de género, específicamente contra las mujeres, es un problema extremadamente grave. En el 2019, acorde al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), 65 de 100 mujeres fueron víctimas de algún tipo de agresión. Asimismo, a los tres meses del 2020 se han reportado 37 feminicidios. En este sentido, el uso erróneo del lenguaje es peligroso en la redacción de noticias de

esta índole, causando efectos negativos en la sociedad. Entre ellos, la normalización de la violencia, la revictimización de la víctima, la objetificación de la mujer, entre otros.

Conversando con María Gabriela Pabón, cocreadora de Guía Violeta, manual de redacción periodística de noticias sobre violencia de género, ella destacó que se cometen y se repiten errores específicos en la construcción de titulares y redacción de noticias, tales como caer en estereotipos y adjetivación, y el uso inadecuado de imágenes y hashtags en redes sociales.

En cuanto a la adjetivación, las víctimas son retratadas como responsables del acto violento, abordando la vestimenta que utilizaban, dónde estaban, las horas de salida, entre otros aspectos, con titulares como “Mujer violada por tres hombres en un bar”, para luego destacar que estaba ‘sola’ consumiendo alcohol con dichos sujetos en ese establecimiento, a horas altas de la noche. Pabón y Bermeo (2020) sustentan:

Esta forma de hacer noticia expone a las víctimas de violencia de género a la versión más indolente de la justicia social, en la que sus casos se vuelven reafirmantes del discurso machista al ser presentados como consecuencias de su comportamiento (p. 25).

Los feminicidios no son casos aislados. En una entrevista a Rita Segato (Trepiana, 2019), ella menciona que los medios son parte de una cultura patriarcal que normaliza y glamoriza la violencia, es decir, la agresión se transforma en una telenovela o un espectáculo, pues cuando se informa es para atraer espectadores, lo cual promueve el crimen. Agrega:

Aunque al agresor se lo muestre como un monstruo, es un monstruo potente y para muchos hombres la posición de mostrar potencia es una meta. Entonces, el monstruo potente es éticamente criticado, es inmoral, pero a pesar de eso es mostrado como un protagonista de una historia y un protagonista potente de una historia. Y eso es convocante para algunos hombres, por eso se repite (párr. 8).

Es notable que el femicidio, las violaciones y las agresiones son contagiosas, de ahí parte mi tesis. Los medios son promotores de la violencia y de su normalización, específicamente en el uso del lenguaje. Es por esto que Segato propone un debate entre editores, profesores de comunicación, periodistas, dueños de medios, entre otros, sobre cómo se debería abarcar estas noticias sin promoverlas.

Referencias

García Canclini, N. (1989). Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. https://bit.ly/2vZg7I8

Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. (2019). Encuesta nacional de relaciones familiares y violencia de género contra las mujeres. https://bit.ly/2WVBp4o

Marx, K., & Engels, F. (1970). The Ruling Class and the Ruling Ideas. Recuperado el 23 de marzo de 2020.

McEwan, M. (12 de octubre de 2017). This is Rape Culture. Shakesville. https://bit.ly/2QZIX2s

Naciones Unidas. (s. f.). Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. Recuperado el 16 de marzo de 2020 de https://bit.ly/2USfatw

Pabón Díaz, M. G. y Bermeo Rosero, A. L. (2020). Análisis de la construcción de noticias sobre violencia de género y propuesta de una guía base para su desarrollo. [Trabajo de grado]. Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

Trepiana, A. (6 de septiembre de 2019). Rita Segato: “Los femicidios se repiten porque se muestran como un espectáculo”. Lmneuquen.com. https://bit.ly/2RfY2x9

Por Catherine Torres

Estudiante en proceso de titulación de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Facultad de Administración y Ciencias Políticas de la Universidad Casa Grande (UCG).

¿La pena de muerte se ejecuta en Ecuador?

“La pena capital mata de inmediato, mientras que la cadena perpetua lo hace lentamente. ¿Quién es más verdugo? ¿El que te mata en pocos minutos o el que tarda toda una vida?” (Frases de Antón Chéjov, s. f.); estas son las palabras textuales del escritor ruso Antón Chéjov. La ejecución es una problemática que se debate local e internacionalmente.

Se argumenta que la pena de muerte ha existido en la humanidad desde la antigüedad y consistía en aplicar la Ley del Talión 1 y su famosa frase: “¡Ojo por ojo, diente por diente!”, sin embargo la concepción ha ido cambiando desde el s. XX tras el surgimiento de los derechos humanos. Se afirma que la prioridad es defender el derecho a la vida, incluyendo la de los criminales.

Ecuador ha experimentado un alto nivel de crecimiento en cuanto a homicidios y violaciones. Entre enero del 2017 y el 2019, en los despachos fiscales están acumuladas 24 680 denuncias. En el país, cada siete horas muere una persona en un hecho violento, datos que han sido proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC, 2020).

No obstante, Ecuador es uno de los 13 países pioneros de América Latina en abolir la pena de muerte desde 1906. A pesar de que los asesinatos han ido en aumento, se insiste en rechazar la ejecución. Así, la Constitución de la República del Ecuador (2008) dice: “Se reconoce y garantiza a las personas: El derecho a la inviolabilidad de la vida. No habrá pena de muerte” (art. 66).

Referente a esta situación, se entrevistó a Billy Navarrete, Secretario Ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), quien señaló que “no existe la muerte feliz”, refiriéndose a la forma de ejecución de los reos, ya que el sentenciado P o r M . P. no fallece al instante, convirtiéndose en un sufrimiento prolongado. La República Popular China es el país que más aplica la pena capital, con más de 10 000 ejecuciones al año, mediante el fusilamiento. Por lo general, son políticos acusados de corrupción y sus cómplices. En segundo lugar se encuentra Estados Unidos, siendo la inyección letal el método que perdura, cuya eficacia no está garantizada. Navarrete añadió que “en Cuba se aplica la pena de muerte para delitos de narcotráfico y contra el Estado, pero rara vez se la lleva a cabo. En pocas localidades se mantiene el volumen de ejecuciones anuales”.

Por otro lado, uno de los argumentos destacados a favor de los derechos humanos consiste en que se cometen errores en los juicios que condenan a la pena de muerte, y en varios casos se ha descubierto que los acusados no eran los culpables.

Por estas razones, 106 países del mundo han abolido la ejecución para todos los delitos. Cada uno de ellos ha acatado el primer manifiesto, el cual pide a los gobiernos la derogación de esta pena. Amnistía Internacional (s. f.) afirmó lo siguiente:

Se sigue trabajando para poner fin a las ejecuciones y en favor de la abolición de la pena de muerte en todo el mundo y en toda circunstancia. La organización considera que es un castigo inhumano e innecesario, que supone una violación de dos derechos humanos fundamentales: el derecho a la vida y el derecho de toda persona a no ser sometida a penas crueles, inhumanas o degradantes.

El siguiente aspecto es sobre la campaña de limpieza de personas, también conocida como “ley de fuga 2 ”, sobre lo cual Navarrete infiere que: “En el Ecuador, nosotros tenemos una pena de muerte que no es la que ordena un juez. (…) A principios del 2000 en Guayaquil documentamos

cerca de 70 muertes, con señales de ejecución mediante disparos por la espalda a corta distancia, estando maniatados”. Agrega que algunos de los fallecidos tenían antecedentes y sus familiares habían recibido llamadas para que vayan a recoger el cadáver.

Ahora bien, se busca que el disparo sea solo para neutralizar, no para matar, por lo que se ha ido profesionalizando y depurando la policía, pues algunos agentes han sido arrestados y condenados por causar la muerte de un sospechoso.

Otro de los entrevistados, Francisco Serrano Navarro, economista, abogado y empresario, apoya la pena capital, sosteniendo que “el punto principal es que al Estado le cuesta mantener a una persona de por vida, porque el accionar debería ser una cadena perpetua, pero el costo de sustento es entre US$400 a US$500 mensuales. Imaginen ese valor de por vida y, a su vez, multiplicado por otros privados de la libertad”.

En el Código Orgánico Integral Penal (Ley 180, 2014, art. 686) se establece que: “Las o los servidores encargados de la seguridad penitenciaria y custodia de las personas privadas de libertad, dentro o fuera del centro, podrán recurrir a las técnicas de uso progresivo de la fuerza para sofocar amotinamientos o contener y evitar fugas”. Esto induce a pensar que, en cierto sentido, la pena de muerte sí se da en Ecuador.

Referencias

Amnistía Internacional. (s. f.). Pena de muerte. Recuperado el 23 de marzo de 2020 de https://bit.ly/2wVd4Ba

Código Orgánico Integral Penal [COIP]. Ley 180 de 2014. Artículo 686. 10 de febrero de 2014 (Ecuador). https://bit.ly/32aOBUm

Constitución de la República del Ecuador [Const.]. Artículo 66. 20 de octubre de 2008 (Ecuador). https://bit.ly/2UIPEqv

Frases de Antón Chéjov. (s. f). Frases de famosos. Recuperado el 23 de marzo de 2020 de https://bit.ly/3aHLHJC

Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). (2020). Estadísticas de Seguridad Integral. Delitos de mayor connotación psicosocial. https://bit.ly/2X4fIiX

1 Principio jurídico de justicia retributiva en el cual la norma impone un castigo igual al crimen cometido. 2 Tipo de ejecución que permite disparar por la espalda a alguien que está huyendo.

Falta de experiencia: el mayor reto para conseguir trabajo

El Ecuador siempre ha tenido que competir con este gran problema que ataca a jóvenes y adultos: la insuficiencia de puestos de trabajo y la falta de experiencia o la sobreexperiencia.

Entre los 82 países que conforman el Índice de Competitividad Global 2019 que desarrolla el Foro Económico Mundial (Schwab, 2019) Ecuador ocupa el puesto 56, dejando claro que la economía del país aún está en proceso de alcanzar la estabilidad; ejemplo de ello es que tanto en las calles como los medios de transporte de sus ciudades más grandes —como Quito, Guayaquil o Cuenca—se encuentran muchos vendedores ambulantes desempleados. Por lo anterior, ¿está realmente Ecuador preparado para recibir a los nuevos profesionales?

“Estudiantes míos [y otros] han venido para que los recomiende en algún trabajo (…), siendo este el gran inconveniente que tienen los jóvenes al graduarse: la experiencia faltante los limita demasiado”, comentó la entrevistada Lorna Cruz, quien es Ph. D. en lengua inglesa.

En ese sentido, se observa en Ecuador que los jefes de Talento Humano buscan personal experimentado, a pesar de que los espacios educativos del país no brindan la experiencia necesaria, ya que, por ejemplo, en ciertas universidades el requisito para graduarse es únicamente de dos meses y medio de pasantías, teniendo en cuenta que las empresas en el país solicitan mínimo tres años de experiencia

en el área a desempeñarse. Entonces, ¿cómo esta persona logrará ser un profesional activo?

Otro aspecto muy importante es que, debido a esa falta de experiencia profesional, las compañías ubican a las personas con esas características en el rol de pasante, tratado en Ecuador como una posición ‘esclavizante’, cuyo empleado no recibe un sueldo o percibe uno muy bajo, a quien le designan funciones que los superiores —con mayor experiencia— no saben a veces desempeñar; y, en muchos casos, le imponen una dedicación y unos horarios fuera de lo común que no aseguran la estancia del individuo en la empresa.

Situaciones poco satisfactorias como esas solemos vivir los universitarios, quienes debemos aceptarlas, porque sin eso no tenemos la posibilidad de iniciar nuestra vida profesional. Sin embargo, algunos adultos que han invertido en mayor experiencia también encuentran dificultades en el mundo laboral, puesto que una persona con alto nivel de conocimientos debe ser mejor remunerada, y muchas empresas prefieren evitar ese tipo de contrataciones, ya que consideran que hacerlo causaría caos entre el resto de empleados, debido a que los sueldos en Ecuador están normalizados.

Como podemos notar, el Ecuador limita a sus trabajadores de formas inapropiadas, sin crear conciencia de lo fundamentales que podrían ser estas personas para el futuro del país. Claro está, no todos viven dichas peripecias; existen individuos con ‘suerte’ en este país, quienes consiguen empleo gracias a lo que se conoce en el área laboral como ‘palanca’, muchas veces dando preferencia a ‘conocidos’ sin experiencia que a profesionales preparados, teniendo en cuenta que, incluso, a veces esa ayuda por ‘palanca’ no te asegura la plaza de trabajo.

“Mis amigas me han preguntado si en mi trabajo existe alguna vacante disponible (…) me dicen que han venido a dejar su currículum vitae, pero hasta el momento no he visto que alguna de ellas esté aquí trabajando conmigo”, indica Giuliana Ortiz, profesora de una institución infantil a quien se entrevistó.

Se creía que en Ecuador solo las personas sin un título profesional estaban desempleadas, pero en la actualidad, incluso los profesionales preparados son parte de ese grupo, ya que existen pocas plazas de trabajo. Un total de 1 649 346 ecuatorianos realizan algún tipo de actividad laboral sin percibir el sueldo básico (Redacción, 2020), teniendo en cuenta que Ecuador existen 17,3 millones de habitantes; se podría llenar una ciudad con dicha cifra de desempleados. Una última situación problemática que considero fundamental destacar en esta época de emergencia sanitaria mundial por el Coronavirus es la necesidad de suspensión de las labores en oficina de quienes ocupan puestos de trabajo en un call center, puesto que, a pesar de la crítica condición que atraviesa el país y el mundo, muchos trabajadores —incluyendo allegados— en dicho tipo de empresas continúan siendo obligados a desempeñar sus responsabilidades en una oficina, cuando las leyes han estipulado que debe emplearse la modalidad de teletrabajo. ¿Cómo es posible que arriesguen la posible propagación del virus en una compañía bajo la manipulación de un sueldo para conservar un empleo? ¿No es esto explotar a un ser humano?

Realmente preocupa que la realidad laboral mencionada, la cual afecta directamente la economía del país, sea silenciada y no priorizada; una situación que considero en parte responsable al sistema educativo y al Ministerio de Trabajo de Ecuador, ya que, por ejemplo, destinan sueldos extremadamente altos para funcionarios públicos. Es triste observar cómo se segrega a integrantes de una sociedad que es constantemente promocionada y descrita como “trabajadora”, y que se caracteriza por dejar todo de lado con tal de sobresalir en lo suyo, y que haría cualquier cosa por brindarle un techo y comida a sus familiares.

Referencias

Redacción. (2 de enero de 2020). Ecuador llega al nivel más alto de desempleo en últimos 3 años. Vistazo. https://bit.ly/3e7Pfqx

Schwab, K. (2019). The Global Competitiveness Report 2019. https://bit.ly/2XksVEg

Por Francis Henríquez

Estudiante de segundo año de la carrera de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad Casa Grande (UCG).

Sin libertad sin decisión

Por I.H.

Samantha (nombre protegido), estudiante de 21 años a quien se entrevistó, sabía lo que hacía, no era la primera vez. Fue responsable y cautelosa en el acto, sin embargo, pasó a formar parte de esas 15 de cada 100 mujeres que se embarazan por la ruptura de un condón. Confiaba en el 98% de eficacia que posee aquel método anticonceptivo, ni siquiera se percató cuando fracasó. Los síntomas que presentó tiempo después, y el atraso de su regular ciclo menstrual, ocasionaron sospechas que fueron confirmadas por un examen sanguíneo: llevaba cuatro semanas en estado gestante.

Samantha decidió abortar. Se informó a través de internet y de amigas que lo habían hecho, así como de otras que jamás habían pasado por esa situación, pero que de algún modo estaban bien instruidas sobre el tema. “No me sentía preparada todavía, considero que soy una persona que no está al 100% de sus capacidades para tener un bebé”, alegó la joven.

La psicóloga clínica Naja Yúnez, a quien se entrevistó, mencionó que una de las razones para abortar es el miedo a no poder afrontar la educación y crianza de los hijos, ya sea por motivos económicos, inexperiencia de la madre, abandono de su pareja, temor al rechazo de la sociedad o a no alcanzar un desarrollo profesional, o porque el embarazo fue producto de una violación. En el caso de Samantha, decidió culminar la gestación bajo sus principios de responsabilidad: “No me arrepiento, fue un proceso difícil, pero era lo que tenía que hacer y lo que me pareció correcto”, dijo. La joven abortó de forma clandestina, pues en Ecuador este acto se sanciona con seis meses a dos años de prisión, según el Código Integral Penal (COIP, art. 149, 2014). Pese a ello, entre el 2004 y 2014 hubo 431 614 abortos en el país (Ortiz-Prado et al., 2017). Así mismo, aproximadamente 2000 menores de 14 años sufren un embarazo temprano, de los cuales el 80% es por violación de algún familiar (Gómez de la Torre, Castello y Cevallos, 2016); muchos de los casos quedan impunes, porque las víctimas temen hablar o sus parientes ‘arreglan’ con la familia del abusador, afirmó en una entrevista el ginecólogo Jorge Mario Heredia.

Samantha abortó mediante el empleo de medicinas que son de venta limitada en el país y se obtienen solo bajo una receta médica que indique un tratamiento por problemas gastrointestinales o enfermedades vasculares o cerebrales. El uso de medicamentos sin supervisión médica, y en dosis incorrectas, podría ocasionar una hemorragia que, sin la atención debida, terminaría con la vida de la mujer.

Esta estudiante experimentó un proceso angustioso luego de ingerir los comprimidos, tenía dolores en su vientre, similares a los cólicos menstruales, pero mucho más fuertes, además de un sangrado abundante por dos semanas. Luego presentó altos grados de fiebre y molestias abdominales que se convirtieron en una tortura, así que acudió a una ginecóloga de confianza que suele tratar a menudo casos de interrupciones inducidas; ella le explicó que sus síntomas y dolencias eran por una infección arraigada a un aborto no completado. Si bien el feto ya no podía desarrollarse, su útero no expulsó los restos, por lo que empezaron a descomponerse en su interior. Le realizaron un legrado, obtuvo un medicamento para

componerse y continuó con su vida. El Plan Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva 2017-2021 del Ministerio de Salud Pública (2017) asegura que el 13% de las muertes maternas se deben a abortos inducidos en condiciones de riesgo a nivel global. Muchas de las que sobreviven y quedan físicamente heridas, renuncian a recibir ayuda profesional por miedo a ser

juzgadas, al igual que las aproximadamente 243 mujeres que fueron procesadas judicialmente por abortar entre el 2013 y 2017 (Zaragocin, 2018).

En Ecuador, el aborto es permitido en casos especiales: si se posee riesgo de muerte o si la gestación fue producto del abuso a una mujer con discapacidad mental. El proyecto de ley que despenaliza a las féminas por interrumpir embarazos causados por una violación fue rechazado por la asamblea el pasado 2019, sin embargo, no está demás recalcar el peligro que representa la gestación en el cuerpo de una menor, una joven a quien no solo le arrebataron su inocencia, sino también el derecho a decidir ¿Es posible que una niña cuide a un bebé?, y si no lo hace porque prefiere salir a jugar, ¿será juzgada por eso?

El aborto legal ayudará a las víctimas de abuso a resolver una parte del dolor, apoyará a las ‘Samanthas’ a prepararse y mejorar su condición económica para la llegada de un hijo deseado. El aborto legal no obliga a las mujeres a abortar, tan solo les brinda el derecho a decidir.

Referencias

Código Orgánico Integral Penal [COIP]. Ley 180 de 2014. Artículo 149. 10 de febrero de 2014. https://bit.ly/2XpMefr

Gómez de la Torre, V., Castello, P. y Cevallos, M. R. (2016). Vidas Robadas: entre la omisión y la premeditación. Situación de la maternidad forzada en niñas del Ecuador. https://bit.ly/2y6CrQG

Ministerio de Salud Pública. Plan Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva 2017-2021. https://bit.ly/2xkYtiD

Ortiz-Prado, E., Simbaña, K., Gómez, L., Stewart-Ibarra, A. M., Scott, L., & Cevallos-Sierra, G. (2017). Abortion, an increasing public health concern in Ecuador, a 10-year population-based analysis. Pragmatic and Observational Research, 14(12). https://doi.org/10.2147/POR.S129464

Zaragocin, S., Cevallos, M. R., Falanga, G., Arrazola, I., Ruales, G., Vera, V. & Yepez, A. (2018). Mapeando la criminalización del aborto en el Ecuador. Revista de bioética y derecho, (43), 109-125. https://bit.ly/2VhmuPD

El amor en tiempos líquidos

El sociólogo polaco Zygmunt Bauman planteó el concepto de “amor líquido”, metáfora perfecta para describir la fragilidad de las relaciones sentimentales de nuestra sociedad, las cuales se basan en el individualismo, limitando el contacto con los demás (El amor líquido, 2009) y, por ende, produciendo una desconstrucción de lo que se conoce como amor romántico o amor moderno.

Lo “líquido” se refiere a lo posmoderno, donde se cuestionan las nociones tradicionales. En este caso, el amor romántico se realizaba como un consentimiento al compromiso, con galantería o sacrificio; un amor en el que tradicionalmente el hombre y la mujer tendrían roles distintos (El amor líquido, 2009). El hombre como conquistador, la mujer como conquistada, lo cual no quita que esta tuviese un margen de maniobra y actividad dentro de ese esquema.

Entrevisté al sociólogo Héctor Chiriboga sobre el compromiso, y respondió: “varía con el amor líquido, por eso empieza la sobredimensión de las exigencias hacia el otro, no necesariamente a uno mismo. Cuando se establece una relación con alguien, implica establecer una dependencia”. De acuerdo a Bauman, sería una relación con exacerbación de la independencia, lo que es complicado y se centra más en el individualismo, ya que van a primar los goces particulares.

El psicoanalista Jacques Alain Miller ubica una diferencia de paradigma, porque se ha producido un quiebre en el paso de la

modernidad y posmodernidad, que se da por la alianza entre el capitalismo y la ciencia (Waar, 2011). Eso tiene efectos subjetivos; por ejemplo, en el primer momento hay un amor que tradicionalmente tiene una escisión entre el objeto de amor y de deseo, hoy el primero se pierde.

Por otra parte, se produce un efecto de disociación. Entrevistada la psicoanalista Jessica Jara, manifiesta que “el movimiento de lo estable a lo líquido produce una fragilidad del vínculo”. Los malestares de pareja, el momento contemporáneo, causan una nueva versión en relación a lo que Lacan llama la “ausencia de relación sexual”, hay algo que no anda entre los sexos. Se busca burlar esto o avanzar por una vía un poco descreída del amor.

Los tiempos líquidos son efímeros, por la propia producción de la tecnología. Se vive en inmediatez, las generaciones se adaptan con los cambios, porque crecen con ellos, por lo que exigen más. En la sociedad posmoderna, el deseo material está inestabilizando al ser humano, imponiendo lo que necesitan, por la aprobación social, y desvirtúan el verdadero goce de la vida. El consumo masivo, no solo material, ha servido como rehabilitador ilusorio del día a día para poder soportar los males del mundo, y para darnos un lugar en él, pero conduce a lo peor.

Hay que aclarar que el capitalismo ocupa todo. De acuerdo a la escuela de Frankfurt, a través de las industrias culturales “todo se convierte en mercancía”, incluso las ideas que tenemos sobre el amor. En la actualidad San Valentín se ha convertido, para algunos, en una obligación. El capitalismo irrumpe en esa esfera de vida que significa las relaciones afectivas con el otro, e impacta en ellas.

El individualismo tiene mucho que ver. El amor de una relación sin compromiso ya no es de largo aliento, como se decía “hasta que la muerte los separe”. De alguna manera, este amor se centra en cómo el otro me puede satisfacer, se enfoca en uno, una especie de narcisismo. Chiriboga agrega que “solamente en esta época líquida descentrada, el individuo busca permanentemente experiencia”.

“Las relaciones actuales se plantean en igualdad de condiciones, como una idea muy independiente; hay algo de ese compromiso que está perturbado con la presión social, o lo políticamente correcto”, expone Jara. Hay una serie de palabras de la época que invaden en relación a los efectos, lo cual no lo podemos prevenir. En la actualidad, eso no se tolera, ya que esperan una relación que se articula al individualismo de masas, en la cual se pretende no afectar, ni sufrir, y estar en una relación un poco desapegada. A nivel de la demanda y la necesidad, se puede actuar a partir del yo. Al nivel del deseo, la elección es inconsciente, eso perturba cualquier cosa, porque la gente cada vez es más exigente, y esos parámetros están ausentes en la causa de elección inconsciente del amor. Es algo paradójico.

El amor líquido le puede dar paso a nuevas realidades. Es el caso de los ‘neosolteros’, que buscan más comodidades y probar cosas nuevas, así como la vida en pareja no es una prioridad para ellos (Neosolteros: por qué los…, 2017). Chiriboga teoriza que los neosolteros quieren evitar ese trago amargo, el malestar de la vida, pero les va a llegar igual, ya que se escoge una pareja para construir algo, porque se quiere lidiar de alguna forma con el malestar de la vida, y en parte se logra. Lo otro, no relacionarse con alguien para no salir herido, es una fantasía peor que la de tener alguien a lado.

Al mismo tiempo que se produce esta proliferación de denominaciones, sea mediante el deseo de casarse o adoptar, exigiéndose la aprobación de nuevas leyes. Son efectos distintos, pero se rigen en base al deseo. Del mismo modo que existe ese esfuerzo de separación o aislamiento, hay ese esfuerzo de agrupación que corresponde al individualismo de masas, acota Jara. De igual manera, aparecen todos esos esfuerzos por estabilizarse, por ser una pareja como las otras.

Referencias

El amor líquido. (9 de diciembre de 2009). Semana. https://bit.ly/2RkcYua

Neosolteros: por qué los Millennials eligen no tener pareja. (12 de febrero de 2017). Infobae. https://bit.ly/2V3DGba

Waar, H. (mayo de 2011). Sobre el amor, Jacques Alain Miller. Nueva Escuela Lacaniana del Campo Freudiano (Ciudad de México). Recuperado el 23 de marzo de 2020 de https://bit.ly/2D5pxpa

Por Bryan Hidalgo

Estudiante de cuarto año de la carrera de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la UCG.

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