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I Encuentro Internacional de Primera Infancia: La importancia de las interacciones en el desarrollo infantil
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ESTUDIO
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I ENCUENTRO INTERNACIONAL DE PRIMERA INFANCIA
La importancia de las interacciones en el desarrollo infantil
Una de las invitadas principales del I Encuentro Internacional de Primera Infancia fue Alessandra Schneider, con su conferencia “Interacciones sensibles y receptivas para el desarrollo del cerebro, ¿por qué importan y cómo medirlas?”. Ella es de Brasil y tiene un doctorado en Developmental Psychological and Education Program (Programa de Desarrollo Psicológico y Educacional) de la Universidad de Toronto, donde es investigadora en el departamento de Psicología aplicada y desarrollo humano.
¿Cómo ha sido la experiencia de investigación alrededor de estas interacciones?
Lo que planteaba en la conferencia es que este concepto de interacciones sensibles y receptivas para el aprendizaje tiene un impacto esencial en el desarrollo durante la primera infancia; cuyas interacciones se componen de dos elementos claves: la sensibilidad y la estimulación.
La sensibilidad es como la empatía, la capacidad del adulto de hacer una “lectura correcta” de las señales de los niños pequeños, pues a su temprana edad su comunicación es muy limitada. Significa entonces codificar correctamente y brindar una respuesta que satisfaga la necesidad del niño. La estimulación es aprovechar ese momento para enseñar algo nuevo a los niños, pero algo que se relacione con el foco de atención y de su interés. Ahí es cuando la estimulación sensible resulta en aprendizaje.
El instrumento de Interacciones Sensibles y Receptivas (RIFL, por sus siglas en inglés), se ha usado en países como Canadá, Perú y Brasil. Explícanos al respecto.
Es un instrumento muy breve, tiene solo 11 ítems, pero es observacional, porque la evidencia en la literatura dice que, para evaluar sensibilidades o las habilidades blandas, los reportes o autoinformes como cuestionarios que el propio cuidador llena, no son recursos válidos. Entonces, en el instrumento se requiere
filmar una interacción de cinco minutos entre madre e hijo, o incluso entre dos hermanos. En Brasil hicimos solo con padres; grabamos cinco minutos en una tarea de juego que iba un poquito más allá de lo que el niño podría solo, justamente para promover la colaboración y comunicación ente madre-niño.
Para los niños desde los ocho meses a los dos años y medio se cambian los juguetes, para que sea más apropiado a su nivel de desarrollo. Después un codificador entrenado en la formación del instrumento mira el video y llena los 11 ítems. Después se obtiene un puntaje compuesto que va de uno a cinco, siendo uno lo más bajo (menor sensibilidad) y cinco de mayor sensibilidad.
¿Cuál es siguiente paso tras aplicar el instrumento?
Hicimos la colecta de los datos, el análisis de los videos y, paralelamente, desarrollamos cursos en línea para entrenar nuevos codificadores en el instrumento. La capacitación en portugués está funcionando hace un año y medio; y en español, está lista hace 10 meses más o menos.
Los asistentes de los cursos son de la academia, que buscan un perfil de investigador o de asistente de investigación. Son personas con interés de usar el instrumento en sus propios estudios, pero también hay quienes trabajan con familias, en hospitales, programas o servicios gubernamentales, porque está abierto a todos quienes se interesen a hacerlo.
¿Cómo mejora la crianza de un niño cuando una persona sensible escucha, acciona y trabaja en su entorno?
La idea es que no solo el conocimiento, pero la capacidad de ser sensible al otro pudiera estar presente en la cadena de relación entre el supervisor con el visitador, de visitador siendo sensible al cuidador. Entonces, hay que tener al cuidador como modelo para ser más sensible hacia su niño.
¿Cómo se pueden crear oportunidades para mejorar las interacciones con nuestros niños?
En el curso enseñamos cuatro preguntas clave para facilitar la sensibilidad de las interacciones. La primera: ¿cómo el niño se está sintiendo?, porque para que el menor aprenda, debe sentirse bien; entonces, inicialmente debemos conocer si el niño está bien, alegre, dispuesto, o si está frustrado, aburrido con algo.
La segunda: ¿para dónde mira el niño? Es decir, sus intereses mediante su mirada. El niño puede estar jugando con su cuidador y él está enfocado en una pelota, pero su cuidador le brinda otra cosa; si prestamos atención a la mirada del niño, tenemos más chance de saber cuál es su interés
. La siguiente, lo que probablemente el niño esté pensando. Aquí hay un desafío mayor al ser más abstracto. El objetivo de esta es encontrar el concepto de la zona proximal de desarrollo de Vygotsky, ya que el adulto puede percibir lo que el niño razona.
Y en cuanto a la cuarta pregunta, es lo que yo puedo añadir a las anteriores. ¿Cómo puedo estimular al niño, tomando en cuenta sus sentimientos, su mirada y su pensamiento? Además de esas preguntas, enseñamos otras estrategias prácticas para que el cuidador use durante la visita al hogar, y también con el fin de potencializar y apoyar a este mientras interactúa con el niño.
Entrevista por Katherina Lazo
Magíster en Desarrollo Temprano y Educación Infantil (distinción Cum Laude) de la Universidad Casa Grande (UCG), donde es coordinadora de los procesos de titulación de la maestría en Desarrollo Temprano y Educación Infantil; guía y evaluadora de tesis de posgrado; docente en la maestría en Educación con mención en Educación
Inclusiva. Coordinadora de la maestría en Neuropsicología con mención en Neuropsicología del Aprendizaje. Con 22 años de experiencia en el ejercicio particular de la psicología y en el acompañamiento para el desarrollo integral de la primera infancia desde los DECE de diferentes instituciones educativas.