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Modelo de Negocios para Fundación Probosque

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A lo largo de mis estudios de Administración de Empresas en la Universidad Casa Grande (UCG), he adquirido un sinnúmero de conocimientos en diferentes ámbitos; es un aprendizaje que me ha permitido alcanzar un desarrollo profesional y personal, así como prepararme para el desarrollo de un plan de negocio de cualquier tipo, lo cual es indispensable en la materialización de una buena idea, respaldada con una investigación de mercado.

El uso de dichos conocimientos despierta en mí un sentimiento reconfortante y emocionante, ya que puedo concluir que, entonces, todo el tiempo empleado en estudiar, está dando frutos. Esos sentimientos son aún más fuertes cuando el aprendizaje es empleado para cumplir un fin mayor y por el bien común, que fue lo que sucedió durante mi experiencia de pasantías comunitarias en la Fundación ProBosque, entidad encargada de administrar y velar por la conservación del Bosque Protector Cerro Blanco. Durante el transcurso de las pasantías comunitarias se me encargó la misión, junto a otros compañeros casagrandinos, de desarrollar un plan de negocios para ProBosque que les permita mejorar sus ingresos, puesto que, a pesar de contar con auspiciantes, estos no son suficientes para cubrir con los gastos del parque. Trabajamos por varias semanas de la mano de la fundación, tanto con el fin de empaparnos de la situación como de conocer sobre el turismo ecológico que se realiza en el Bosque Protector Cerro Blanco.

Analizamos las fortalezas y debilidades de la fundación, para así, en primera instancia, generar posibles ideas de negocio que luego validaríamos a través de nuestra investigación de mercado, estudio que se centró en entrevistas a profundidad y encuestas.

En la investigación logramos respaldar la idea “Apadrina una especie”, la cual consiste en dar una aportación económica para la

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protección de una especie animal específica y su hábitat —en este caso, el Bosque Protector Cerro Blanco—. A cambio, el padrino o la madrina recibe un certificado simbólico con los datos de la especie que eligió proteger. Si la idea se llevara a cabo, se propuso que, inicialmente, sea lanzada en modalidad de plan piloto y que se dirija al mercado guayaquileño; y, en el caso de que los resultados sean los esperados, que se expanda a nivel nacional.

Durante la investigación, enfocada en la población guayaquileña, obtuvimos una respuesta de aceptación del 82 % de los encuestados. La estrategia de valor de padrinaje que se decidió es una de penetración, con el fin de intentar conseguir la mayor cantidad de clientes en el menor tiempo posible. El precio corresponde a un solo pago de USD 5 y se propuso que su aportación —y consecuente entrega del certificado simbólico— se realice a través de uno de los siguientes canales de distribución: en las instalaciones del Bosque Protector Cerro Blanco o mediante su página web.

Una vez finalizada la investigación, que arrojó datos claves que respaldaron y moldearon la idea propuesta, procedimos a presentársela al jurado de las pasantías comunitarias, entre cuyos miembros estuvo la representante de ProBosque. Ella escuchó nuestra propuesta final y mencionó que le pareció muy innovadora; además, agregó que anteriormente habían también considerado realizarla, pero, por falta de conocimiento y respaldo de una investigación que valide la idea, no la aplicaron.

Por tanto, dicha representante de ProBosque valoró mucho las sugerencias con respecto al canal de distribución propuesto y el plan de comunicación para alcanzar efectivamente al mercado objetivo. Ella demostró estar maravillada con la UCG y nuestro equipo, decidida a evaluar internamente la idea e implementarla lo antes posible.

A lo largo de nuestros estudios en la UCG se nos facilita la oportunidad de vivir experiencias como las pasantías comunitarias, las cuales nos enriquecen como personas, entendiendo otras realidades que en el día a día no vivimos. Personalmente, esta experiencia la considero esencial para el desarrollo profesional de cada estudiante y, a su vez, nos permite ayudar a distintos miembros de la comunidad en la que nosotros y nuestras familias vivimos.

Por Ricardo Arias Arauz

Estudiante de cuarto año de la carrera de Administración de Empresas de la Facultad de Administración y Ciencias Políticas de la Universidad Casa Grande (UCG).

Entregado: 3-6-2021 / Aprobado: 14-6-2021 • / Foto: cortesía del autor y de la Fundación Probosque

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